Un Futuro Brillante

By MarychanRod

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Luego de una pequeña experiencia de actuar como madre y que sus sentimientos hacia aquel que amaba fueran por... More

Una noticia inesperada
Un futuro brillante

Un pequeño milagro

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By MarychanRod


Bueno esto salió practicamente de mi sentimiento por leer algo súper tierno, escribí este pequeño one-shot (que decidí dividir en tres partes) y espero que saliera como pensé de dulce y tierno. Me disculpo si hay algún error ortográfico o de redacción.

Advertencias:

Lemon, M-preg, Yaoi (chicoxchico)

Disclaimer: Magi no me pertenece, solamente utilizo los personajes para este fanfic.

Sin más que decir les invito a disfrutar de la lectura.

Parte 1

Era una noche normal en Sindria, todo el mundo celebraba sin ninguna razón, solo por puro capricho de su rey Sinbad. Jafar como siempre estaba cuidando a su rey pero a distancia ya que el detestaba el olor a alcohol y en esos momentos Sin estaba muy borracho y rodeado de mujeres, lo usual. El peli blanco decidió dejar al peli morado y fue a buscar a los tres jóvenes que estaban de visita los cuales estaban disfrutando de la comida.

—Veo que Aladdin se terminó durmiendo— dijo viendo con ternura al peli azul dormido en el regazo de la Fanalis la cual estaba feliz viendo a Aladdin.

—Si Aladdin-kun es muy lindo cuando duerme ¿verdad Jafar-san? —pregunto con calma la peli roja.

—Tienes razón Morgiana-chan, si quieres puedo llevar a Aladdin a su habitación—ofreció con una sonrisa.

—No hay problema Jafar-san yo puedo llevarlo, aunque tengo algo de sueño también— dejo salir un bostezo cubriéndose su boca con su mano.

—Ve a descansar te ayudaré con Aladdin y Alibaba pronto irá a dormir de tanto que bebe con Sharrkan— dejo salir una pequeña risa y tomo en brazos al pequeño Magi ayudando después a la peli roja.

—Gracias Jafar-san— sonrió feliz por la ayuda del peli blanco. ~ ¿Será esto como trata una madre a su hijo?~ pensó la Fanalis algo divertida.

El peli blanco junto con Morgiana se adentraron al interior del castillo, al poco rato de caminar el magi se despertó en los brazos de Jafar y sonrió abrazando al peli blanco lo cual sorprendió a los dos presentes.

—Jafar-san quería decirte que te pareces a una mamá— dijo con inocencia el peli azul.

— ¿Qué? — pregunto Jafar algo sorprendido por lo que dijo Aladdin y Morgiana no pudo evitar reír un poco ante el comentario del peli azul.

—Aladdin deberías volver a dormir— dijo con la sonrisa más amable que podía hacer, realmente le molesto ese comentario.

—Está bien pero quiero que me leas un cuento de buenas noches Jafar-san— dijo con una gran sonrisa y eso hizo que la molestia que tenía Jafar se desvaneciera.

—Jafar-san quiero que me leas un cuento también— dijo Morgiana abrazando el brazo del mayor en modo de juego.

—Con mucho gusto Morgiana-chan, Aladdin-kun— dijo rindiéndose en aquel juego de ser la madre de los pequeños.

Cuando por fin llegaron a la habitación dejo al peli azul en la cama, acobijándolo e hizo lo mismo con la peli roja que sonreía feliz. Ese sentimiento de tener aunque sea una madre de mentira era lindo y lo más lindo es que el peli blanco actuará así por ellos. Jafar busco entre unos documentos un libro y se sentó en una silla con un pergamino que era sobre una historia para niños algo vieja pero que a él le encantaba de pequeño. Lo abrió y empezó a leer viendo de vez en cuando la expresión de ambos niños al casi terminar el cuento ambos estaban dormidos. El peli blanco sonrió y cerró el pergamino, se levantó y acobijo bien a ambos acariciándole la cabeza como hacía la esposa de Hinahoho con él.

—Que descansen— salió de la habitación con cuidado de no hacer ruido, al cerrar la puerta se sorprendió al ver que cierto peli morado se encontraba ahí.

—Jajaja actúas bien como mamá Jafar—soltó una risa algo escandalosa haciendo sonrojar al pecoso.

—Sin, cállate ellos ya se durmieron— dijo ignorando lo que dijo el peli morado.

—No te enojes Jafar-chan, sabes estoy celoso porque eres amable con todos menos conmigo—dijo haciendo pucheros.

—Sin estas borracho y dices cosas sin sentido— dejo salir un suspiro y empezó a caminar hacia la fiesta aún tenía que ver por el orden del lugar.

—Jafar espera— dijo totalmente serio tomando al peli blanco del brazo.

—Ahora ¿Qué quieres Sin? Tengo cosas que hacer— dijo serio aunque estaba sorprendido por el tono que utilizo el peli morado al hablar.

—Solo quiero saber ¿Por qué ignoras así mis sentimientos y porque eres tan cruel conmigo? —dijo atrayendo al peli blanco hacia él abrazándolo de la cintura.

—S-Sin... dices incoherencias— dijo sonrojado mientras desviaba su mirada. La verdad le dolía porque sabía que el otro solo le decía eso porque estaba borracho.

—Sabes no bebí tanto y te hice una pregunta seria, podrías por lo menos contestarla— hablo ahora con un aire de tristeza.

—Enserio Sin, suéltame hablamos mañana si quieres— dijo tratando de liberarse del abrazo del mayor, cosa que lastimo a este.

Si había bebido algunas copas pero no estaba borracho, sabía lo que estaba diciendo y le hería esa frialdad con la que actuaba el peli blanco. No entendía ¿Por qué solo con él actuaba así? Eso dolía, él miraba siempre sonreír al peli blanco mientras no estaba con él. El peli morado con sus sentimientos heridos abrazo con más fuerza al peli blanco pero sin llegar a lastimarlo.

—Enserio me duele que me trates así— dijo serio y con tristeza volteando en un movimiento a Jafar para mirarlo a los ojos.

—Sin, enserio, suéltame tengo cosas que hacer— dijo con seriedad es cierto actuaba con el así pero porque no quería ilusionarse la verdad se enamoró de él desde que decidió seguirlo pero eso no lo diría nunca para no perder su amistad con el mayor.

El mayor dejo salir un suspiro y miro con tristeza al peli blanco, esto hacía que este último se sintiera culpable no quería que su rey se sintiera mal, tenía muchas ganas de decirle todo lo que sentía pero era cobarde, tenía miedo. Mucho miedo de que si le decía al peli morado perdería a su mejor amigo, a su rey, a su mundo.

—Sin— le llamo pero ahora el peli morado había quedado en silencio. — ¿Sin? — preguntó moviendo su mano en frente del rostro del peli morado.

—Jafar yo quiero decirte algo importante— dijo alejándose de aquel abrazo confundiendo más al menor. Tomo las manos de su consejero y lo miro directamente a los ojos.

—Yo quería decirte que eres todo para mí, que estoy enamorado de ti desde que empezaste a viajar conmigo. Me enamore de tu sonrisa, aunque no siempre sonreías para mí. Me enamore de tus habilidades, de tu voz, de tus ojos, de tu cabello y de tus hermosas pecas. Me enamore de ti profundamente pero no era suficientemente valiente para decirlo— dijo mirando como el rostro del peli blanco se tornaba rojo por completo.

—Pe-pero... ¿Qué estás diciendo? Deja de bromear conmigo por favor— dijo en un tono de voz algo bajo para él y volteando la mirada hacia otro lado.

—Jafar estoy hablando enserio. Entiendo que no me correspondas solo quería q-...—no termino su frase porque unos labios suaves y húmedos estaban posados en los suyos.

Se sorprendió al ver al peli blanco darle un beso, ¡le estaba besando!, eso le hizo feliz realmente feliz, abrazo la cintura del menor con un brazo y con el otro tomo su nuca haciendo el pequeño roce en un beso lleno de amor sin llegar a un beso lujurioso. El peli blanco se sorprendió al ser correspondido eso le decía que hablaba enserio, con sus brazos rodeo el cuello del más alto y profundizo el beso. Al pasar los minutos se separaron ambos sonrojados, aunque uno más que otro, sin separarse de ese abrazo cálido lleno de sus sentimientos se miraban con amor.

—Eso quiere decir un si ¿verdad? — dijo algo inseguro aún, aunque con ese beso le dijo todo. Al escuchar la pregunta estúpida que hizo el peli morado, Jafar echó a reír grandes carcajadas pero se silenció porque sabía que los menores que anteriormente acostó estaban durmiendo.

—Eres idiota ¿o qué? No sé cómo me enamore de ti, Sin, te amo— dijo con una sonrisa maravillosa y con un sonrojo en sus mejillas haciendo sonrojar al mayor.

— ¿Me llamaste idiota? —soltó una pequeña risa y beso la mejilla del menor con cariño.

—Solo dije la verdad, ahora suéltame Sin, tengo trabajo que hacer— dijo riendo un poco más y besando los labios del mayor de nuevo pero en un rose pequeño y rápido.

—Eres muy serio Jafar-chan~ pero te dejaré ir por hoy— soltó al menor mientras sonreía. —Pero con una promesa— dijo juguetón.

—Sin, estás borracho no recordarás "tu promesa" —dejo salir un suspiro. "Posiblemente no recordarás lo que me dijiste" pensó triste.

—Quiero que me prometas de que cuando tengamos hijo siempre actuarás tan lindo y adorable como minutos antes con Aladdin y Morgiana— dijo con una gran sonrisa y esquivando el arma de su consejero.

­—Tú ¿me seguiste y viste lo de hace rato? — pregunto con la mirada afilada como cuando estaba a punto de matar a alguien, para atacar al peli morado. La verdad no quería que nadie viera eso y lo hizo porque no sentía la presencia de nadie a su alrededor.

—Vamos Jafar, te mirabas muy adorable— hizo un puchero y después sonrió feliz esquivando de nuevo el ataque del peli blanco.

— ¡Cállate! Nadie tenía que ver eso— dijo molesto y sonrojado pero no espero que el peli morado sujetará su hijo rojo y lo jalará hacia él para abrazarlo besando sus labios nuevamente.

—Mi amado Jafar, no te molestes, solo digo mis sueños de verte como madre de mis hijos algún día. Hablo enserio serás una hermosa madre— dijo sonriendo como bobo imaginando aquello.

—Sin, si no quieres que te asesine en estos momentos, suéltame y ve a dormir— dijo con seriedad y frialdad.

—Jafar~ no seas así estoy hablando enserio— hizo pucheros y miro a su pareja. Oh era cierto todavía no eran pareja. —Se me olvidaba—dijo separándose del abrazo y tomando una flor que había en un florero por ahí cerca.

—Jafar, te amo ¿Aceptarías ser mi novio? —dijo dándole la rosa de color violeta al pecoso enfrente de él.

—Sin— dijo sorprendido de lo romántico que podía llegar a ser el rey de Sindria eso lo tomo por sorpresa. Su sonrojo se presentó más fuerte aún y solo logró a asentir con su cabeza.

—Wuju, ¡Me haces muy feliz Jafar! —dijo tomando a su ahora oficial pareja en brazos y dándole un beso en la frente, pero antes quitando el keffiyeh de este y removiendo los cabellos blanquecinos de este.

Después de esa escena algo vergonzosa bajo a su consejero sin darle el keffiyeh color verde y acariciando la cabeza de este. El peli blanco se sonrojo por los tratos de su rey con él, enserio el alcohol hacía estragos. Ambos quedaron en silencio avergonzados, y sonrojados, pero ese silencio era de esos relajantes y para nada incomodos, Jafar no dejaba de ver la rosa en sus manos, se parecía a Sin si la analizaba.

—Bueno, me iré a descansar Jafar, espero que no se te olvide que ahora eres mío y de nadie más—dijo despidiéndose del peli blanco tomándolo del mentón y besando nuevamente esos dulces y suaves labios en un beso tierno. —Buenas noches Jafar— sonrió y se fue a su habitación dejando a un sonrojado peli blanco.

—Buenas noches, Sin—susurró avergonzado y se fue a la fiesta, miro con calma y vio que ya había terminado. Y los sirvientes del palacio estaban ordenando el palacio.

Decidió dejar todo ahí y fue a su habitación, pero se topó con Yamuraiha que le vio algo sorprendida, Jafar estaba radiante, con una gran sonrisa y sostenía una rosa en sus manos. La maga de agua sonrió sabía lo que significaba pues antes de todo lo que paso fue con su rey y hablo con él. No pensó que lo cumpliría.

—Jafar-san, que linda rosa la que lleva— dijo la maga de agua con una gran sonrisa.

—Yo la encontré por ahí y como es muy linda la tome— se sonrojo y avergonzó por mentir pero no le diría a nadie lo que paso con Sin hace unos minutos.

—Ponla en agua y cuídala mucho, es una rosa muy linda e importante para ti— susurro lo último para sí misma y sonrió. —Me retiro, buenas noches Jafar-san— dijo caminando hacia lado contrario del albino.

—Buenas noches Yamuraiha— dijo el peli blanco con tranquilidad y camino a su habitación. Cuando llego tomo un pequeño vaso, lo lleno de agua y puso la rosa en él. Se quitó la túnica y suspiro suavemente recostándose en la cama mientras sonreía.

Paso la madrugada, y amaneció en el país de Sindria, cierto pecoso despertaba con los rayos del sol en su rostro, se volteó hacia el otro lado de la cama y se encontró con una gran sorpresa viendo que cierto peli morado estaba sentado en una silla admirándolo dormir.

— ¡Sin! ¡¿Qué haces en mi cuarto?! —pregunto sorprendido y molesto levantándose de golpe quedando sentado en la cama.

—Buenos días amado Jafar~—dijo con cariño levantándose y acercándose al menor.

— ¿Q-Que dijiste...? — pensó sonrojado Jafar. "¿Él recuerda lo de ayer? ¿Cómo? Si estaba borracho" pensó sonrojado.

—Jafar no me digas ¿olvidaste que somos novios? — pregunto algo herido el peli morado.

—Y-yo... no lo olvide... solo pensé que no lo recordarías porque estabas borracho— dijo nervioso y volteando su rostro hacia otro lado.

—Me alegra que lo recuerdes, te amo— dijo besando los labios de su novio.

—Yo también te amo Sin— dijo sonrojado mientras se levantaba totalmente en la cama y quedar parado junto a Sinbad. —Pero ahora déjame solo, quiero bañarme y tenemos mucho papeleo que hacer— dijo en tono amable pero serio.

— ¿Qué tal si nos bañamos juntos Jafar-chan~? —pregunto en tono pícaro abrazando a su novio.

—Compórtate y ve a bañarte en tu cuarto— dijo frío y se zafo como pudo del mayor.

—Cruel como siempre— dejo salir un suspiro. —La próxima vez nos bañamos juntos— le dijo robándole un beso en los labios y se fue a su habitación, sabía que no debía enojar al peli blanco en las mañanas.

—Es un idiota— dijo sonrojado tocando sus labios los cuales formaban una sonrisa.

El pecoso se metió a darse una ducha corta y rápida, ayer se durmió temprano y no avanzo con el papeleo, le esperaba mucho trabajo y esperaba que su ahora novio no interrumpiera su trabajo más de lo normal. Antes de dirigirse a su oficina dos niños lo detuvieron al escuchar que lo llamaban.

—Jafar-san— dijeron dos voces muy conocidas.

— ¿Qué se les ofrece Morgiana-chan y Aladdin? —pregunto con una sonrisa sincera.

—Queríamos que nos acompañará en nuestro desayuno al aire libre si no está ocupado— dijo emocionado el pequeño con una sonrisa.

—Bueno si es con ustedes dos no puedo negarme así que vamos— dijo en tono amable y sincero.

— ¡Qué bien! — dijeron ambos felices y cada uno tomo una mano del peli blanco caminando hacia uno de los jardines del castillo.

El peli blanco estaba ligeramente avergonzado, se miraban como una familia, le gusto imaginarse que podría compartir una familia con la persona que amaba y que ahora correspondía sus sentimientos. Después de unos minutos de caminata llegaron a su destino, en donde tenían una pequeña sábana extendida en el césped color rojo, y sobre ella reposaba diferentes platillos tradicionales de Sindria.

—Eso se ve delicioso—dijo Jafar con una sonrisa, la verdad no quería desayunar pero ahora sí que se le antojaba algo de comida.

—Es para agradecerle que nos leyera el cuento ayer— dijo con sinceridad la pequeña pelirroja regalándole una sonrisa.

—No tenían que hacer eso— dijo tranquilo sin dejar de sonreír.

—Claro que debíamos Jafar-san, después de todo eres nuestra madre ¿no? — dijo inocente el pequeño.

—Bueno por esta vez lo seré— dijo en tono divertido.

Después de unas platicas más, los tres se sentaron y comenzaron a comer, mientras hablaban de vez en cuando de cosas que les preocupaban. El peli blanco de vez en cuando limpiaba el rostro del pequeño que terminaba lleno de comida, lo hacía con delicadeza y lentitud, la verdad le comenzó a gustar la idea de tener hijos; pero siendo realistas eso no sucedería ¿verdad? Después de todo él es un hombre, no puede quedarse embarazado.

—Al parecer no pude equivocarme, él sería una buena madre, como magi le daré un pequeño milagro— dijo sonriente un rubio con cabellera larga llamado Yunan, era un experto en crear milagros y la verdad quería otorgarle algo especial a ese pequeño pecoso que sonreía feliz mientras conversaba con los pequeños. —Yo cumpliré tu deseo— dijo moviendo un poco su bastón dejando salir un pequeño y sigiloso rukh para que el pequeño magi que acompañaba a este no se enterará, el pequeño rukh llegó volando con sigilo directamente al vientre del pecoso el cual se estremeció un poco sin razón. —Parece ser que funciono, les deseo lo mejor a Sinbad y a ti Jafar-kun— dijo para volver a desaparecer con una sonrisa de satisfacción.

"Me siento extraño por alguna razón" pensó sintiendo algo extraño en su cuerpo mientras reía nuevamente con los pequeños.

Al terminar tuvo que volver a la realidad, se levantó y se despidió de los pequeños para volver a su trabajo después de todo el papeleo por la fiesta inesperada se le acumulo así que suspiro entrando a su estudio comenzando su trabajo paso el día sin comer nada la verdad no tenía mucho apetito desde el desayuno al anochecer se levantó de su silla y estiro el cuerpo.

—Por fin termine, iré a ver a Sin— se sonrojo un poco y emprendió su caminata chocando con la maga peli azul. —Lo siento Yamuraiha— dijo sosteniéndola para que no cayera ya que traía muchos papeles y cosas.

—No se preocupe Jafar-san— le dijo amable acomodando aquella montaña de cosas entre sus brazos.

— ¿Necesitas ayuda? — pregunto divertido.

—Si no es molestia, creo que si— dijo avergonzada pero al ver con más atención al peli blanco este tenía algo que le hizo quedar pensativa, ¿Que era aquello que sentía diferente en él?

El pecoso le ayudo para llevar las cosas a la habitación de la peli azul, dejo las cosas donde ella le indico y se despidió de esta con una sonrisa para luego ir donde su rey sin dejar de sonreír con felicidad ocultando de vez en cuando su rostro con las mangas de su traje.

—Sin ¿ya terminaste tu trabajo? — le preguntó al entrar aun cubriendo su rostro sonrojado con aquellas mangas anchas.

—Todavía no termino es demasiado trabajo Jafar— le dijo suspirando cansado con una pila de papeles en su escritorio.

—Tú eras el que quería una fiesta teniendo tanto trabajo— dijo riendo levemente para molestar al peli morado.

— ¡Jafar eso es cruel! — dijo levantándose de su silla para acorralar al pecoso contra una de las paredes sorprendiendo a este último.

—Sin deja de perder el tiempo y trabaja por favor—dijo avergonzado desviando la mirada.

—Estoy agotado además quiero estar un poco contigo— dijo acariciándole suavemente una mejilla al menor causando que este cerrará sus ojos muy avergonzado.

—Lo harás cuando termines— dijo colocando sus manos en el pecho del peli morado para empujarlo un poco sin abrir sus ojos.

—Lo terminaré después de un descanso~ mejor vamos a tomar una ducha relajante mi amado Jafar~ — dijo en tono cantarín haciendo que el albino abriera los ojos y al querer hablar Sinbad lo calló con un beso en los labios aprovechando a meter su lengua en la cavidad bucal del pecoso.

—Mm... S-Sin...— dijo sorprendido aferrándose a las ropas del mayor correspondiendo como podía el beso, después de todo nunca había besado a nadie más que Sinbad en sus casi treinta años de vida.

Fin Parte 1

Espero les haya gustado, nos leemos pronto.

Hasta la siguiente parte.

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