Capítulo dedicado a MaferPocito :) xx
Sus verdosos ojos se hicieron pequeñitos a medida que su sonrisa se agrandaba con aquella naturalidad que tanto le caracterizaba. Harry era adorable en todos los sentidos de la palabra. Estaba cubierto y relleno de amor, ternura y felicidad que lograba contagiar al resto de las personas de la sala.
-Ya queda poco para que termine el curso –comentó tras unos minutos de silencio.
-Ya queda menos para que nos vayamos a vivir los dos juntos –concluí.
Se mordió el labio inferior reprimiendo una gran sonrisa. ¿Cómo podía llegar a ser tan perfecto?
-Es una locura, Louis.
-Recuerdo haber dejado claro bastantes veces que la cordura no es uno de mis puntos fuertes.
Nuestras miradas encajaron perfectamente la una con la otra. No llegaba a creerme que en cuestión de un par de semanas hubiera alcanzado mi altura y, ahora, se encontrara dispuesto a superarla.
-Viviremos juntos –soltó un largo suspiro y sus ojos se cristalizaron por la alegría-. Nos veremos cada día, Lou. Te veré cada mañana…
Oh, Harry.
Por instinto propio lo abracé con cuidado y lo atraje a mí. Él, como de costumbre, escondió su rostro en mi cuello.
-Estaremos juntos a partir de ahora, peque.
-¿Para siempre?
-Y por siempre.
No fue necesario verle la cara para saber que, al igual que yo, sonreía como tonto al imaginarse la de cantidad de cosas que ahora seríamos capaces de hacer.
-No te dejaré ni un minuto, Hazz. Terminarás cansándote de mí.
-Te cansarás antes tú de mí que no yo de ti –paseó sus brazos desde mi cintura hasta mi cuello, rodeándolo con firmeza-. De hecho, no sé como no lo has hecho todavía.
Me separé un poquito de él para mirarle a los ojos, tratando de descifrar el significado de sus palabras.
-Porque te amo, Harry –le di un pequeño beso en la mejilla y en cuanto me separé pude ver como aquellos hoyuelos marcaban el final de su sonrisa-. Si creyera que algún día me hubiera cansado de ti, no te hubiera pedido matrimonio.
-No me lo pediste –rió-. Me obligaste.
Fruncí el ceño algo confundido, sus ojos ahora brillaron de la emoción.
-¿Te obligué?
-Me acuerdo de tus palabras como si las hubieras dicho hace dos minutos, Lou. Me dijiste: “Quiero casarme contigo, Harry” me diste un beso en la nariz y después dijiste “Sé que no llevamos saliendo ni medio año, lo sé y soy consciente de ello. No te daré ningún anillo ahora, pero dentro de 2 años te querré ver en el altar esperándome.”
Alcé las cejas totalmente sorprendido por su memoria. Había dicho exactamente las mismas palabras que yo pronuncié aquél día.
-¿Te hubiera gustado más si te lo hubiera pedido, Hazz?
-Quizás –sonrió tímidamente, haciéndome suspirar.
-¿Quieres casarte conmigo?
El rizado asintió con la cabeza y le regalé un pequeño beso en sus labios.
-Te quiero, Lou.
Bajó sus manos hasta que logró entrelazarlas con las mías. Por acto reflejo tanto él como yo nos las quedamos mirando. Dejó libre una de ellas para poder pasar la fina yema de sus dedos sobre mi tatuaje nuevo, descendiendo por mi brazo hasta llegar a mi muñeca. Ahí se topó con la pulsera trenzada de color granate que me regaló en el portal de su casa aquella noche, antes de nuestra primera despedida.
-No me la he quitado ni un segundo de mi vida –murmuré, llamando la atención de su mirada-. Tal y como te prometí.
-Contigo todo es tan fácil y tan perfecto… –se apegó a mí con dulzura sin soltar mi mano, apoyando la barbilla en mi hombro-. ¿Dónde has estado durante toda mi vida, eh?
Sonreí al escuchar sus palabras. Tenía razón, cuando estábamos el uno con el otro todo se volvía increíble.
-Buscándote, Hazz. Buscándote.
NARRA NIALL
Tanto la madre como la hermana de Harry se encontraban hablando animadamente con Perrie, quien gozaba de sostener al pequeño bebé entre sus brazos meciéndolo para que se durmiera por quinta vez en media hora. Liam y Ed también parecían disfrutar de su conversación mientras le daban tragos a sus botellas de cerveza fría.
Harry nos invitó a beber lo que quisiéramos, insistió en que su casa era nuestra casa y todos debíamos sentirnos como en tal.
Abrí la nevera dejando paso a un fresquito agradable y decidí coger también dos botellas de cerveza, una de ellas para Zayn. Una vez las tuve en mis manos cerré la puerta y anduve hacia el salón en busca de la puerta trasera. El morocho se encontraba en el pequeño jardín de detrás de la casa, seguramente fumando un cigarrillo o meditando sobre cualquier debate mental de los que él solía tener.
Salí al exterior con los dos botellines de cerveza con la esperanza de poder verle de nuevo, pero no lo encontré allí.
-¿Zayn? –le llamé, pero nadie contestó.
Me eché a andar por el jardín explorándolo todo con aquella curiosidad que tanto me caracterizaba, tratando de no pisar aquellas pequeñas margaritas que crecían naturalmente adornando el césped.
Pasé por el pasillo que conectaba el jardín delantero con el trasero y en cuanto llegué a la parte de adelante me encontré con la figura de Malik, sentado con las piernas cruzadas en una de las piedras planas que marcaban el camino hacia la salida de la casa.
Sus manos descansaban entrelazadas sobre sus pantalones negros mientras que él se entretenía en observar las nubes.
Zayn era alguien realmente raro. Mientras una persona normal se quedaría en el salón viendo la tele, él prefería salir y observar la naturaleza en silencio. Se apartaba del mundo social como si este no estuviera hecho a su medida, como si no fuera apto para él.
-Zayn –sonreí como un tonto.
Ladeó su cabeza en el momento que pronuncié su nombre, sus ojos pardos se encontraron con los míos, logrando que el estómago se me llenara de mariposas.
-Niall –me respondió siguiéndome con la mirada.
Rodeé su cuerpo y alargué una de mis manos que sujetaba la botella hacia él.
-Te he traído una cerveza.
Sus labios carnosos formaron una sonrisa repleta de paz y harmonía a la misma vez que cogía la botella, sus dedos rozando los míos.
-Gracias. ¿Quieres sentarte? –Asentí y traté de localizar otra piedra en donde sentarme. Zayn se echó a un lado, dejándome un espacio en la suya-. Ven aquí, anda.
Hice lo que me pidió y en cuanto estuve a su lado pasó su brazo izquierdo por mis hombros, obligándome a apoyarme sobre su cuerpo.
Me encantaba cuando estaba tan calmado. La naturaleza le relajaba, y cuando Zayn estaba relajado lograba llegar a relajar a todo el mundo que estuviera a su alrededor.
-¿Zayn?
-Dime –le dio un trago a su cerveza, por lo que le imité.
-¿Qué será de nosotros ahora?
Él frunció ligeramente el entrecejo y desvió su cabeza hasta que estuvimos cara a cara.
-¿A qué te refieres?
Me encogí de hombros y le di otro sorbo a la botella.
-Somos… novios, ¿no?
-Supongo –sonrió sin dejar de mirarme a los ojos.
-¿Implica eso que ahora debo llamarte por apodos cursis? –no pude evitar mostrarle una de mis mejores muecas de asco, haciéndole reír.
-Puedes llamarme como quieras, Ni –dejó su botella medio llena sobre otra de las piedras de nuestro alrededor y a la vez me arrebató la mía, apartándola también-. No creo que necesitemos demasiados apodos para esto.
El brazo que anteriormente me había estado sujetando por los hombros me empujó con suavidad, haciendo que terminara tumbado en el césped. Zayn gateó hasta quedarse prácticamente encima de mí y se sentó a horcajadas sobre mi cuerpo, sus manos bloquearon las mías justo a los lados de mi cabeza en cuanto nuestros dedos se entrelazaron.
-Pero no haremos esto cada día, ¿no? –sonreí picaronamente y él se agachó lo suficiente para poder juntar sus labios con los míos.
Normalmente sus besos eran ardientes, sus labios solían devorar los míos sin paciencia alguna al mismo tiempo que su lengua se abría paso sin permiso alguno. Pero esta vez pareció ser todo lo contrario. Aquél beso pareció adoptar más rasgos de timidez que de cualquier otra cosa.
Recorrió mis labios con los suyos lentamente, haciendo el tiempo su mayor aliado. Tras unos minutos dejó que su lengua, con sabor a cerveza, hiciera exactamente lo mismo de forma suave y lenta.
Con los ojos inconscientemente cerrados noté como sus labios se abrían paso por mi mentón, recorriendo toda mi clavícula hasta alcanzar mi cuello. Zayn y sus estúpidos juegos sensuales.
-Haremos esto siempre que a ti te apetezca, Niall –volvió a presionar sus labios contra mi cuello-. Donde sea, cuando sea…
-Zayn –no pude evitar gemir al notar sus manos separarse de las mías para dirigirse a mi cintura y tuve que abrir los ojos para mirarle-. Nos van a ver…
-¿Ah sí? –se mordió los labios dejando paso a una sonrisa picarona-. Eso hace todo todavía más divertido.
Volví a cerrar los ojos en cuanto sus dedos se colaron por debajo de mi camiseta, acariciando mi estómago. Mierda, no.
-Zayn –esta vez decidí apartar sus manos con las mías propias, a lo que él me miró traviesamente-. No.
-¿No qué, Nialler? ¿Qué es lo que no quieres que haga? –Volvió a deslizar su mano sobre mi estómago- ¿Esto?
-Sí…
-¿Sí quieres que lo haga? –Rió, a lo que rodé los ojos-. Mírate, estás rojo.
Rápidamente me eché hacia atrás, aprovechando que él había dejado de tocarme.
-Tengo calor –admití.
Zayn rió todavía más fuerte mientras que yo aproveché para levantarme y retroceder un par de pasos, buscando mi cerveza con la mirada.
-Quítate la ropa si tienes calor, amor mío –habló con tono burlón.
-Vete a la mierda.
Él también se levantó del suelo y quedó de pie entre las botellas de cerveza y yo, barrándome el paso. Se agachó para cogerlas y las alzó lo más alto que pudo, aprovechando que era más alto que yo.
-¿La quieres? –Me mostró una de aquellas sonrisas típicas suyas, aquellas en las que se atrapaba la lengua con los dientes-. Cógela.
Estúpido y sensual Zayn.
Me acerqué a él sin dejar de mirarle a los ojos y le seguí el juego. Él no era el único que sabía hacer eso y, si bien conocía al morocho, no lograría resistirse a mí durante mucho rato.
Di un par de pasos más hasta que quedé a pocos centímetros de su cara, entonces le devolví la sonrisa de la misma manera que él había hecho y no tardé en rodearle el cuello con mis brazos.
-Nunca robes la cerveza de un irlandés –mascullé, acercándome a sus labios-. No te interpongas entre dos cosas que están destinadas a estar juntas o sufrirás las consecuencias.
-¿Me estás amenazando, Horan?
-Sí.
Me incliné un poco más hasta que al fin pude probar un poco de sus labios, sacándole de la mente cualquier otro pensamiento que no fuera yo, logrando que así bajara la guardia.
Yo solo quería mi cerveza.
NARRA LOUIS
-Necesito que te lleves a Harry y Niall lejos de aquí –le pedí a Liam.
Ambos miramos hacia atrás para confirmar que mi novio no nos hubiera escuchado, y entonces lo vi sentado en el suelo junto a Ed, empujándose el uno al otro. Era la única persona en este mundo que había logrado calmar a mi primo.
-¿Para qué quieres eso? –me preguntó Payne sin dejar de mirar a aquél par.
-Debo hablar con Zayn sobre algo bastante importante, y me parece que Anne querrá saber algo más sobre tema. No puedo tenerlos cerca.
El castaño volvió a mirarme a los ojos y se cruzó de brazos, pensativo.
-¿Qué estáis maquinando, eh?
Volví a girarme, temeroso de que Harry nos oyera. Estaba estudiando cada mechón de pelo de mi primo, mientras que el otro simplemente ponía una mueca de asco y esperaba a que el pequeño le dejara tranquilo.
-Zayn también quiere irse a vivir con Niall –prácticamente susurré.
Sus ojos se abrieron todo lo que pudieron, al igual que su boca, al parecer la noticia le había sorprendido bastante.
-¿Me vais a dejar solo?
-Hombre… míralo por el lado positivo, Liam. Ya no tendrás que estar siempre pendiente de nosotros.
-Pero a mí me gustaba ser el responsable –hizo un puchero, por lo que no pude evitar ponerme algo triste.
Liam siempre había estado ahí cuando lo habíamos necesitado, y desde que Zayn decidió tener su propio apartamento y comenzó a invitarnos, él se comportó como nuestro padre.
-Lo siento –suspiré.
Él me miró con una media sonrisa y se abrió de brazos para poder estrecharme entre ellos.
-Lo importante es que seáis felices, chicos.
-Eres como una madre preocupada –reí y me soltó de golpe para mirarme mal-. Es verdad, admítelo.
-Es que mis niños crecen tan rápido –fingió secarse una lágrima y yo me reí por lo bajo-. Ves a avisar a Zayn, está a fuera con Niall. Yo me encargo de llevármelos a pasear por ahí.
-¿No sospecharán nada?
Liam se mordió el labio inferior con la mirada perdida, en busca de alguna excusa servible. A los pocos segundos volvió a mirarme, ahora más convencido.
-Lo tengo todo planeado –sonrió y se dio media vuelta-. ¡Harry!
Vi como mi pequeño desvió su atención hacia Liam, sonriéndole con entusiasmo en cuanto lo vio venir. Ed, por otro lado, fulminó a Payne con la mirada. Se notaba que con Harry simplemente fingía estar mosqueado para poder salvar su reputación de imbécil. En realidad, le encantaba que mi Harry pasara todo el tiempo posible con él.
Sin darle mayor importancia anduve hacia la puerta de entrada para salir al jardín. En cuanto la abrí, la imagen que me encontré me echó hacia atrás.
Niall estaba literalmente enroscado a Zayn, comiéndole la boca como si le fuera la vida en ello. Zayn por otro lado parecía sumiso, a merced del rubio, quien llevaba las riendas de la situación. Sujetaba dos botellas de cerveza a la altura de sus caderas, una en cada mano, mientras todo su cuerpo estaba petrificado, más bien encantado por los labios del menor.
-Niall, deja de meterle la lengua hasta la campanilla, joder –hice una mueca de asco-. Y ven aquí, que Liam te quiere decir algo.
Poco a poco el rubio se retiró, dándole un par de besos más a su novio para luego quedárselo mirando. Zayn abrió los ojos de una vez por todas, y lo primero que hizo fue mirarle confundido.
Hostia, y es que eso nunca nadie se lo hubiera imaginado del inocente de Niall.
-Ya voy, Lou –con una sonrisa triunfal le arrebató una de las botellas a Zayn y salió corriendo en mi dirección-. Gracias por avisarme.
Alcé las cejas sorprendido en cuanto pasó por mi lado y seguidamente miré a Zayn, quien seguía igual que antes.
-Zayn –le llamé y él me miró sin decir nada-. ¿Qué…?
-No preguntes.
-Increíble.
-Lo sé –masculló.
Agité un poco la cabeza pestañeando dos peces para olvidarme de aquella escena tan… rara. Por un momento se me había olvidado a lo que había venido realmente.
-Tío, tenemos que hablar –me puse a caminar hacia él-. Y tenemos que hacerlo ya, porque el curso está terminando y Harry pronto cogerá las vacaciones.
Cuando Zayn pareció volver a cobrar vida se llevó su botella de cerveza a los labios y le dio un trago, para luego mirarme seriamente.
-¿Por lo de la casa? –adivinó.
-Liam se llevará a Niall y a Harry a dar un paseo por ahí –le informé-. Yo necesito hablarlo con Anne, así que este es el momento idóneo.
El morocho estiró un poco sus brazos para desperezarse, algo que hacía en cualquier momento del día. Maldito perezoso.
-Está bien –suspiró-. Vamos.
Hoooola hola :D ¿Qué tal todo?
Oh dios mío, no puedo creerme que queden dos capítulos y el epílogo para terminar la temporada jfhdgsvkfh
A ver, os explico, los dos próximos capítulos serán as largos de lo normal, no sé por qué pero lo presiento. Ziall shippers, prepararos porque habrá una escena hot. ._. no podía terminar la temporada sin una hahaha :3
Feliz año nuevo a todos y todas, espero que sea mejor que el anterior, pero peor que el siguiente. Besitos ♥♥♥
Aitana