Capítulo 13

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Hola hola :D ¿qué tal?
Ay dios, os adoro, enserio. Aquí teneis otro capítulo, espero que os guste ♥

-¡MAMÁ! –los gritos procedentes de la cocina me asustaron nada más la puerta de la casa de los Tomlinson se abrió.

Louis soltó un suspiro pesado, sus ojos rodando hacia arriba como si ya estuviera harto de escuchar esa historia cada día. Fruncí el ceño mientras trataba de comprender la razón de todos aquellos gritos. Louis se deshizo de su gorro rojo y comenzó a caminar hacia la cocina con él en su mano, jugando con algún que otro hilo de lana que se le escapaba de las costuras, así que lo perseguí cual sombra y ambos nos paramos en la puerta de aquella sala donde se encontraban Fizzy y Phoebe… o Daisy, una de las dos gemelas, cargando platos y vasos en sus pálidas manos.

-¡AHORA NO PUEDO, FELICITE! –respondió la voz de la mujer desde el segundo piso.

-¡MAMÁ, QUE ME LLAMES FIZZY, NO FELICITE!

-¡TE LLAMO COMO ME APETEZCA, QUE POR ESO ERES MI HIJA!

-Muero por mudarme a Londres –suspiró la chica.

Mi acompañante se apoyó en el marco de la puerta cruzando los brazos con una sonrisa divertida.

-Ya estamos de vuelta –les anunció por lo bajo.

Las chicas no parecieron darse cuenta de nuestra presencia hasta que el oji-azul decidió interrumpir aquel montón de gritos con su voz. Ambas levantaron sus cabezas dejando de prestar atención a la vajilla y enfocaron sus caras hacia nosotros.

-Oh –fue lo único que la mayor se atrevió a decir, mientras que sus mejillas se volvían de un color rojo intenso sin dejar de mirarme.

Yo, tratando de ser amable, le sonreí cortésmente.

-¡Hola Harry! –gritó la pequeña.

-Hola… esto…

-Phoebe –susurró Louis a mi lado.

-Hola Phoebe –me reí finalmente.

-Hola a ti también, Lou –ensanchó su sonrisa, dejando ver una hilera de dientes blanquecinos, algunos recién salidos de sus encías-. ¡MAMÁ, LOUIS Y HARRY YA HAN LLEGADO!

-Phoebe –susurró Fizzy, enfocando de nuevo su atención a los platos, con la cara totalmente roja-. Compórtate, por favor.

-¡VALE! –gritó la madre.

Como si se tratara de un espejo, tanto Louis como Fizzy rodaron los ojos con un gesto de desprecio muy peculiar en ellos.

-Qué familia de locos… -suspiró Fizzy.

-Es una familia original –opiné.

-Te acabas cansando de ellos –habló como si los demás no estuvieran presentes-. Phoebe, lleva los cubiertos a la mesa, por favor.

La niña asintió y los cogió con cautela para no hacerse daño, luego salió de la cocina haciendo lo pedido. Su hermana cargó con todos los platos y vasos todos amontonados en sus brazos, haciendo equilibrios con ellos para que no se le cayeran y se rompieran en cientos de trozos al estallar en el suelo.

-Espera, te ayudo –me ofrecí al notar que Louis no prestaba menor interés en socorrer a su hermana y facilitarle el trabajo.

-Oh, eh… Vale, claro –ella se quedó algo parada ante mis palabras.

Con cuidado cogí un par de platos con una mano, poniendo dos vasos encima de estos; con la otra mano llegué a coger tres vasos. Mis manos grandes era un tema del cual siempre había estado avergonzándome ya que nunca en mi vida me hubieran servido para algo más que no fuera coger vasos.

East Of Heaven ~ Larry StylinsonWhere stories live. Discover now