A la mañana siguiente de domingo, lo único que Daniel quería hacer era ponerse al día con lo que no había jugado de Slayers el día anterior. Había preferido quedarse jugando con la PC de su hermana hasta la madrugada, riendo con sus reacciones mientras jugaba simuladores de citas. Había conseguido quedarse con Konno de todos modos, a pesar de que Kaori aún le hiciera competencia.
Prendió la CPU de su computadora y luego de cliquear el ícono de Slayers Online, introdujo su nombre de usuario, esperando que se conectara al servidor enseguida.
Un mensaje de la pantalla hizo que le viniera un escalofrío.
Sin conexión a internet.
Había pasado bastante tiempo desde que había leído ese mensaje por última vez. Tal vez habría sido durante los últimos días antes de las vacaciones de verano del período anterior, o mientras estaba en un torneo de PVP entre usuarios. Lo que le importaba era que no podía conectarse, y por ende no podría fijarse si tenía algún mensaje pendiente de Wrath. Si bien le había avisado que no estaría en todo el día anterior, al menos quería comunicarse con él.
«Esperemos que sólo sea un error del router...» pensó Daniel mientras refrescaba la pantalla. Varios intentos luego, aún no conseguía recuperar la conexión.
Bajó rápidamente a comer algo para desayunar; sus padres y su hermana aún no despertaban. La ventana de la cocina estaba demasiado empañadas, y las cortinas se mecían por las corrientes de aire que pasaban entre ellas. Al observar hacia afuera, la cantidad de agua que caía del cielo sorprendió a Daniel. Con la radio encendida había sido complicado oír las gotas siendo empujadas por el viento.
«¿Cuándo comenzó a llover tanto?» se preguntó él a la vez que se llevaba una galleta a la boca. Al terminar de comer, subió de nuevo a su habitación y buscó qué podía hacer esa mañana con los archivos de su computadora. De todos modos, no podía quitarse a Wrath de la cabeza. Tuvo que resistirse a abrir el navegador para buscar cómo entretenerse por internet.
Terminó decidiéndose por su viejo emulador de Jintendo SD. No recordaba haber descargado esas ROMs piratas de Royal Lawyer, pero valdría la pena tener algo con lo que esperar mientras no había internet. Pero, de nuevo, quien le había recomendado ese juego había sido la persona con la que él quería hablar. Wrath.
No recordaba cuándo había comenzado a ser una persona tan importante para él, ni siquiera lo había pensado en el momento en el que lo conoció. Lo admitía; él era un completo novato en Slayers Online en aquel entonces. Su hermana le había mostrado el tutorial, pero al no tenerla como consejera al momento de jugar había decidido entrar por sí mismo.
En aquel momento, no sabía si llamarlo error o si creer que había sido una serendipia, como cuando habían descubierto la penicilina por equivocación. Ya había creado un personaje, y se había lanzado a los bosques del mundo de Slayers para conseguir algo de experiencia. En los lugares de su nivel aún no se creaban nuevos contrincantes, y decidió moverse a otra área sin notar que los monstruos tenían mayor nivel.
Allí fue cuando se debatió entre si fue serendipia o error.
No había notado que su personaje tenía el ataque configurado como «agresivo», por lo que cuando se acercara a un enemigo, atacaría inmediatamente sin esperar que Daniel lo hiciera. Segundos luego de haber ingresado a aquella zona apareció un cartel sobre su barra de experiencia que señalaba «nuevo nivel adquirido», junto con un gran 5, y un conjunto de cosas dentro de una cuadrícula parecida a la de su inventario. Daniel no entendió nada, y menos cuando en la sala de chat citaba su nombre de usuario junto con unas siglas en mayúsculas.
Wrath: @Elluin KS
Elluin: KS?
Wrath: Kill steal
Wrath: Ese monstruo era mio
Wrath: Gracias por robarme la experiencia
Daniel no entendía de dónde salían esos mensajes. El nombre de usuario que aparecía allí no coincidía con ninguno de los que veía a su alrededor, al menos hasta que dio vuelta a su personaje para tener vista hacia atrás. Arriba de un druida de cabello violeta que llevaba una túnica oscura se veía el nombre Wrath en letras blancas, sobre el texto «lvl. 11». Lo único que quedaba era preguntarle a él lo que estaba sucediendo.
Elluin: te robe experiencia?
Elluin: PERDON!!!!
Mejor respuesta no se le había ocurrido.
Wrath: No fue a proposito?
Elluin: no!!!1 no se que hice que entre y ya habia ganado experiencia
Elluin: no quice robartela D:
Wrath: Ya veo
Wrath: Que elementos ganaste?
Elluin: ya me fijo
Daniel cliqueó en su inventario, y rodeados de un aura dorada aparecían tres elementos. «Telas», «Cabello de troll» y «Espada desafilada». Tipeó los tres nombres en la barra de chat y esperó que diera su respuesta.
Wrath: Te agradeceria que me dieras el cabello de troll
Wrath: Lo necesito para una mision y tardare mas en derrotar al proximo que venga
Elluin: ok
Poco después, un cartel de «Wrath propone un intercambio» apareció en su ventana, y lo apretó, para luego colocar el cabello de troll allí. Luego el inventario desapareció, en su lugar un cartel con la inscripción «Transacción exitosa».
Wrath: Intenta no atacar a un enemigo de otro usuario la proxima
Wrath: Ahorraras problemas
Elluin: pero no lo ataque aproposito
Elluin: lo ataco solo
Wrath: Espera
Wrath: Ya entendi
Wrath: Como tienes configurado el ataque?
Elluin: eh?
Wrath: En el boton rojo que esta debajo de tu personaje
Wrath: Que dice ahi?
Daniel se fijó en donde le había pedido el chico.
Elluin: agresivo... ya entendi
Wrath: Me lo esperaba
Wrath: Cambialo a pacifico
Elluin: ok
Luego de modificar la configuración, Daniel suspiró de alivio. Al menos no le sucedería otra vez.
Elluin: ya lo hice
Wrath: Perfecto
Wrath: Supondre que eres nueva aqui
«¿Nueva?» se preguntó Daniel. Luego lo recordó; su avatar seguía siendo una mujer. Tenía que tener cuidado en no referirse a sí mismo como hombre.
Elluin: empece a jugar hace poco
Wrath: Tip: quedate en la zona de tu nivel
Wrath: Si el monstruo no te mato fue porque tenia muy poca vida
Wrath: Intenta no salir de ahi
Elluin: entendido
Wrath: Suerte comenzando a jugar slayers
Wrath: Hasta luego
El druida había comenzado a alejarse, pero a Daniel se le había ocurrido una idea. «Podría enseñarme a jugar», pensó, antes de escribir un mensaje más en el chat.
Elluin: espera
Wrath: Ah?
Elluin: puedes enseñarme a jugar?
Wrath: Tu quieres?
Elluin: claro que si
Elluin: quiero aprender a jugar bien
Wrath: Puedo enseñarte lo basico si quieres
Wrath: Hay muchos jugadores mas experimentados que yo
Elluin: pero tu me ayudaste sin que lo pidiera
Elluin: puedes?
Wrath: Si insistes
Wrath: Aunque tendre que volverme a los campos de primer nivel
Elluin: porfis
Wrath te ha invitado a una party
«¿Fiesta?» se preguntó, antes de presionar el botón «sí» en la pantalla. Poco después apareció el rostro de Wrath debajo de su avatar, mostrando su barra de vida y su cantidad de maná.
Wrath: Listo
Wrath: Por donde quieres comenzar?
Elluin: creo que por todo
Wrath: Entendido
Volvieron a la ciudad donde había comenzado Daniel, y para ese momento ya habían suficientes monstruos como para comenzar una cacería decente. La paciencia de Wrath parecía no ser perturbada por las constantes preguntas que hacía él por la sala de chat, y eso sólo hacía que Daniel aprendiera más.
Según sus padres, el joven aún no había salido de la edad del «por qué». Por lo general los chicos se cansaban de hacer preguntas cuando no se les ocurrían más cosas que decir a sus padres. Daniel dejó de hacer preguntas cuando sus preguntas dejaron de ser respondidas. De esa forma había tenido que comenzar a responderse solo, o en su defecto preguntar a otras personas que no fueran sus padres. Algunas veces sentía que molestaba a las personas con sus constantes preguntas, en especial a sus profesores. De todas maneras, la curiosidad aún no lo había matado como siempre leía que le sucedió al gato del refrán.
Habían pasado un buen rato juntos jugando hasta que el druida tuvo que despedirse, y a Daniel lo habían llamado para la cena.
Wrath: Espero que te haya servido todo lo que te explique hoy
Elluin: si! muchas gracias
Wrath: Ya tengo que irme
Wrath: Si quieres podemos continuar mañana
Elluin: ok
Elluin: como nos encontramos
En lugar de una respuesta, otro cartel más sobre la pantalla había aparecido. «Wrath te ha enviado una solicitud de amistad». Confirmó esto y aparecieron de nuevo los mensajes.
Wrath: Eso te avisara cuando yo me conecte
Wrath: Si usas el /w podras enviarme un mensaje privado
Wrath: Asi podremos encontrarnos
Wrath: Entendido?
Elluin: si
Wrath: Hasta la proxima
«Wrath se ha desconectado».
Por supuesto, Daniel no recordaba las conversaciones textuales, o siquiera el día en el que lo había conocido, pero le bastaba con recordar todo lo que siguió después. No era la primera vez que se les cortaba el internet a alguno de los dos. En todos esos años, nunca se habían pasado ninguna dirección de contacto, y probablemente Wrath se la daría si se la pidiera por el foro. Pero en ese momento era imposible que se contactaran.
Sólo le quedaba esperar que la conexión volviera. Mientras tanto, muchos «¡Protesto!» después, Daniel había acabado el primer caso de Royal Lawyer.
***
Maratón 2/5