Sin Opciones [ En edición]

Da toruuking

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Los chicos de Haikyuu se verán en la difícil tarea de llamar la atención de un modo u otro, ¿Imposible ? No... Altro

Sinopsis
Capítulo 2.
Capitulo 3
Capítulo 4

Cap 1.

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Da toruuking


5:30 a.m

La alarma empezaba a sonar desde hace unos 15 minutos. El sonido hacía vibrar la mesita de noche.

La habitación a oscuras, las ventanas cubiertas con sus largas cortinas. Sugawara seguía tendido sobre la cama observando el techo en completo silencio, sin la más mínima intención de ponerle fin al espantoso sonido del aparato.

No sabía porqué pero había despertado con una extraña sensación, quizá porque hoy tenía matemáticas al primer periodo o tal vez la pizza recalentada de anoche le había sentado mal.

— Es la última vez que compro pizza en ese lugar — Se dijo a si mismo para después  levantarse de a poco, quería evitar el famoso "latigazo"

Se colocó sus zapatillas de felpa y con las piernas entumecidas se colocó de pie, estaba cansado pero tenía responsabilidades. Se frotó los ojos y maldijo por lo bajo, estaba luchando  para dirigirse al baño y tomar una ducha.

Los lunes por lo general eran sus días favoritos ya que solía sentarse con todos sus amigos en la cafetería para la hora del almuerzo.

Generalmente ahora todo le parecía más agradable y divertido desde que sus amigos se trasladaron temporalmente a su instituto.

"¿Sabes? deveriamos aprovechar la temporada de intercambios temporales para vivir la experiencia de estudiar juntos el último año"

Es lo que Kuroo propuso ese día, después de la práctica grupal.

Había un lapso de tiempo cada año escolar, en dónde los institutos abrían la opción de "Estudiar un mes en alguno de los institutos aliados del programa "

Era una opción que muchos tomaban por diversión, y otros para pasar más tiempo con amigos.

La única condición era que los estudiantes cursaran el mismo año, y encontrar un cambio equivalente de personas.

Así pues, Bokuto y Kuroo llegaron con formularios para todos al día siguiente.

Ellos convencieron al resto de aceptar, prometiendo una experiencia "Épica"

Aún no entendía como fue que Bokuto conocía a Oikawa y lo convenció de unirse a la "experiencia"

No estaba de acuerdo con eso.

Oikawa era alguien difícil.

Salió de su hogar y como de costumbre pasó a comprar su dona mañanera de camino al instituto.

Esa sensación extraña seguía ahí como si fuera una astilla en su dedo.

— ¿Con anicillos?— preguntó la señora del local.

—Como de costumbre — ambos rieron y la amable señora le entregó su pedido y una cajita de leche con fresas como regalo de la casa.

Amaba las mañanas, si. No había calor, no había mucho frío, era la temperatura más agradable del día.
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Las clases comenzarían pronto, sus compañeros iban de un lado a otro, empujando los pupitres y elevando la voz con miles de chismes sobre niñas y faldas.

No estaba interesado en escuchar, creía firmemente en el respeto.

Muchas de sus compañeras terminaban enredadas en chismes sexuales, los chicos podían ser muy estúpidos.

¿Era a caso tan malo que las chicas vivieran su vida libremente?

Suponía que quizá su madre lo crió de una manera muy diferente al resto. Por eso sus ideologías chocaban constantemente.

La caja de leche comenzaba a vaciarse, la agitó varias veces pero en efecto, estaba vacía.

Sentado en su escritorio, no tenía nada interesante que hacer, sólo observaba el reloj y el horrible trasero del Bully de su salón. ¿No podía sentarse directamente en la silla?

¿Qué necesidad era esa de sentarse en el borde del escritorio ajeno?

Quería llegar a él y reprenderlo.

Pero por la puerta se asomó una figura familiar.

Con el uniforme planchado, debidamente abotonado y los zapatos lustrados.

— ¡Daichi! — Sus ánimos subieron por los cielos, su mejor amigo le dirigió la mirada y se acercó a su escritorio. Cabe decir que su escritorio estaba a tres pupitres de distancia.

No habían lugares disponibles a su alrededor.

"Demonios" pensó, tendría que cambiar su lugar.

Tomó su mochila y se levantó de la silla.

— ¡Buenos días !—

Tomó asiento justo detrás de él y como de costumbre lo rodeó en un abrazo por detrás de los hombros, solía hacerlo todas las mañanas.

Sus hombros anchos se sentían muy bien, podía inhalar el aroma a shampoo y perfume a través de su ropa.

Esta vez sentía la necesidad de abrazarlo aún más fuerte .

— Hola Suga — saludó con una de sus tipicas sonrisas adorables. Sus manos le acariciaron como saludo, más no lo alejó. — Veo que hoy amaneciste más alegre que de costumbre. ¿Has regañado a alguien ya? —

—Hmmm...Eso creo — ¿De verdad parecía más alegre el día de hoy? ¿Después de amanecer sintiéndose extraño?— Bueno supongo que eso es algo bueno ¿No es así ?— sonrió.
--- Hoy no le he llamado la atención a nadie, no tengo ganas de pelear con la falta de educación de nuestros compañeros. Son muy estúpidos.

—¿Si? Bueno, es algo bueno. Eso significa que no te estresaras tan témpano el día de hoy.

El capitán se giró, apartando cuidadosamente las delicadas manos de sugawara de sus hombros.

Se giró para tenerlo frente a frente.

— A menos que seas un monstruo muy amargado y no te guste sonreír. Cuando te enfadas te pareces a .... algo  así comoo ...— alargó la palabra pensativo, se llevó la mano al mentón tratando de encontrar un excelente ejemplo .

—Así ¿Cómo quien ?— respondió Suga burlón cruzándose de brazos.

—Así como ... --- Suga arrugó la nariz, Dios, era tan gracioso hacerlo enojar.
Daichi no tenía a nadie en mente para hacer una comparación, tenía otra idea en mente.
---¡Mira, atrás tuyo! -- Exclamó --¿Ese no es Hinata ?—

—¿Qué?— preocupado giró su cuerpo en dirección a la puerta del salón, dejando expuesta su espalda y eso Daichi no lo desaprovecharia.

Sin previo aviso, el capitán se abalanzó encima, posó sus manos en los costados de koushi  y  comenzó a picarle las costillas, eso le daba cosquillas.

—¡No! ¡Daichi detente!— Estaba tratando de alejar sus manos pero le era casi imposible. Las cosquillas lo hacían  reir sin control.—¡Eres un tramposo HaHa!—

—¡Eso no es verdad!—

Suga no podía más, su estómago dolía, y la falta de aire no le permitía respirar.

Las manos del capitán eran ágiles, se movían con rapidez.

Estaban sumidos en la pequeña burbuja de risas que acostumbraban a crear de vez en cuando.

Estaban acostumbrados, porque solían jugar así desde que tenían trece años.

Unos pequeños pasos se acercaron despacio. Eran unas zapatillas delicadas.

—¡Daichi!—

Ambos dejaron de reír para voltear a ver a la chica que estaba parada frente a ellos, tenía el cabello cobrizo algo largo, parecía muy amigable pero su sonrisa se sentía muy plástica.

Daichi separaro sus manos rápidamente .

Ella era muy bonita.

¿La conocía? No.

—Koni-san. — saludó Daichi poniéndose de pie para abrazarla.
--- Buenos días.

—Te extrañe, no me llamaste ayer y dijiste que lo harías —

De pronto la pequeña burbuja de dos se rompió. Suga estaba allí, sentado sin saber que decir.

Lo más cordial sería saludarla, pero no quería interrumpir.

«¿Quién es ella?, ¿Llamarla? ¿Para qué?»

Koushi simplemente se quedó en silencio observando a la chica, era incómodo porque había algo en el ambiente que no le estaba gustando.

¿A quién quería engañar?

No tenía ni la más mínima intención de pararse y ser alguien educado en esos momentos, y tampoco entendía la razón del porqué.

¿Estaba hormonal? Nah, eso sólo le pasa a las chicas.

—¡Ah! Daichi-san ¿No me vas a presentar?— Habló la chica, dirigiéndole una rápida mirada a suga. Una mirada un tanto incómoda.
--- ¿Es tu amigo?

Daichi parpadeo y sin saber muy bien que hacer se giró con un leve "Claro"
Koni a veces era muy extrovertida, decía las cosas sin pensar, así que solía tomar por sorpresa a Sawamura bastante seguido.

Apenas habían comenzado a salir dos días atrás, aún no se sentía muy seguro como para presentarla oficialmente con sus amigos.

Pero Koni era Koni y lo ponía en aprietos.

— Suga. --- llamó sin saber exactamente como hacerlo.

Koushi había fingido que la tensión no existía, que no los estaba mirando.
Así que cuando Daichi le llamó por su nombre, se giró y fingió interés en lo que fuera que fuera a decir.

--- Ella es Koni.

--- Un placer --- respondió ella meciendo su falda y sus pies de lado a lado.

--- Koni, él es Sugawara Koushi, mi mejor amigo.

Sugawara se puso de pie y como el caballero que su madre había criado le extendió la mano como saludo.

Ella lo miró de pies a cabeza y con dos de sus dedos tomó su mano. Ni siquiera fue capaz de darle la mano completa.

Sugawara Koushi, ese nombre le era familiar. ¿A caso era ese tal "Suga"?

El silencio se intensificó, Koni no dejaba de mirar a Suga y Suga no podía dejar de mirarla. Lo miraba y su semblante amable cambiaba por completo.

Daichi no entendía que era esa atmósfera tan pesada. Al parecer Suga tampoco estaba cómodo, había tomado asiento de nuevo y su amable sonrisa se convirtió en una sonrisa bastante incómoda.

--- Bueno. --- Habló --- Ya casi es hora de las clases. Koni, deberías ir a tu salón.

Pero Koni lo ignoró.

Su mirada afilada lo estaba inquietando.

Las mujeres eran aterradoras.

--- ¿Tú eres Suga-san?

Daichi la miró.

Suga lo miró a él.

--- Daichi habla mucho de ti. Debo ser sincera, estaba celosa porque pensé que se trataba de una Suga-san femenina con tendencias masculinas, ya que hablaba de voleibol, peleas y cocina.

--- Oh.. ---- Koushi río incómodo, ella era muy directa.

--- Me alegra saber que eres un chico.
Soy su novia, un placer. — soltó de repente con una sonrisa. --- Trata de no pasar mucho tiempo con Daichi, me pone celosa.--- rió en broma.

Su dulce voz estaba lastimando sus timpanos.

Pasaron unos segundos en los que la cabeza de koushi no lograba procesar lo que acaba de escuchar, no sabía si reír o simplemente salir corriendo de ahí.

Espera... ¿Correr?

¿A dónde? ¿Por qué?

— ¿Suga?

—¡Wow, Felicidades! — se levantó de golpe, haciendo que todos los presentes en el aula se quedaran callados y voltearan a verlos.— De verdad , me alegro por ti. — sonrió de la manera más amable que pudo, estaba enojado, estaba muy molesto pero no encontraba una razón lógica para estarlo.  --- ¿Por qué no me contaste Daichi? ¡Vamos! --- rió, brindandole un golpe amistoso en el hombro.

Un golpe amistoso con un poco más de fuerza.

— Oh Gracias, nos encantaría que nos acompañaras a almorzar en la cafetería para que puedan conocerse aún más y..—

—Lo siento Daichi, pero no me siento muy bien hoy, quizá pida que me manden a casa para al hora del almuerzo.— se excusó sin dejar de mirarla. --- Quizá deberíamos salir a comer otro día. ¿Qué les parece?

—¿Quieres que te lleve a la enfermería?— preguntó.

—No, no es necesario, iré si mi malestar empeora. Ahora si me disculpan tengo que ir al baño.— se colgó la mochila al hombro y recogió sus cuadernos. Su corazón estaba latiendo muy arápido, estaba sudando y su ganas de vomitar de hacían más fuertes.

Quería salir de allí.

— Nos vemos.— y sin más , salió de ahí a paso acelerado.

¿Qué era eso? ¿Qué era esa sensación?
Sentía muchos nervios, se sentía frutrado y ansioso.

Sus ojos comenzaban a arder, su pecho dolía. Jamás en su vida había sentido eso, ese sentimiento de rechazo, decepción y celos . Él no estaba enamorado de Daichi ,entonces ¿Por que tenía que sentirse así de devastado ?

¿Está enfermo?

¿Gripe? ¿Rotavirus? ¿Indigestión?

Al llegar al baño la puerta estaba trabada, de nuevo intento abrirla pero seguía trabada.

Estaba desesperado, así que golpeó una y otra vez la puerta.

¿Se estaba desquitando con una puerta?

Patético.

«Es muy temprano para que los de mantenimiento estén lavando los baños» pensó.

—¿Hola? De verdad necesito usar el baño.— fue inútil , no recibió respuesta.

Golpeó de nuevo, pero nadie abrió la puerta.

Decidido a entrar y con la paciencia al límite pegó la oreja a la puerta y espero paciente en busca de algún sonido que le indicara de la presencia de alguien.

¡Suficiente!

---¡Oigan! ¡Abran la estúpida puerta!

Escuchó unos cuantos pasos.

— Bien, ya se que están adentro y si no quieren que llame al director, espero que abran esa maldita
puerta.--- advirtió con un par de golpes más.

Unos segundos después, el sonido del seguro de la puerta se abrió.

—Hasta que por fin se dignan a abrir la puerta.— bufó molesto. --- ¿Qué clase de-?

La puerta se abrió lentamente dejando a la vista una cabellera desordenada naranja .

—¿Hinata?—

— ¡Oh, suga-San!— el pequeño pelinaranja se lanzó a abrazar al peliplata. — Perdón , no sabíamos que era usted. —

— No te preocupes Hinata, pero ahora dime ¿Porque están encerrados en el baño?—

—¡Oh es verdad ! Tenemos que contarle — El pequeño tomó la mano de Koushi y le obligó a seguirle.

--- Espera ¿Los baños?

---- Oikawa-san no quiere que los demás se enteren.

--- Oh. ¿Oikawa-san está aquí?

Hinata asintió con brillitos en sus ojos.

Lo había olvidado, la admiración que tenía Hinata por el Gran Rey. Lo admiraba y respetaba tanto.

Ambos entraron  al baño y cerraron la puerta con el seguro. Sugawara se detuvo a observar, recorrió toda la habitación hasta llegar al lavamanos del fondo donde se encontraban sus amigos.

¿Qué hacían todos aquí ?

No estaba muy seguro de lo que podía esperarse al llegar al fondo del baño, pero sentía curiosidad.

Hinata lo dejó atrás y corrió de vuelta a los lavamanos.

No le extrañó ver a Kenma sentado sobre el fregadero en una de las esquina con su play, como siempre. Era alguien sencillo, no sentía la necesidad de involucrarse en los problemas ajenos de los demás.

Al otro lado del lavado estaba sentado Oikawa haciendo uno de sus muchos berrinches, él era así ,una persona complicada.

Su cabello sedoso caía sobre su frente, era evidente que se había lavado la cara varias veces.

El ambiente era tenso. Oikawa no era de su agrado, pero tampoco le gustaba ver a las personas sufrir o llorar.

¿Qué debía hacer?

El problema se veía serio.

El joven más popular del Instituto, el más admirado .
Era consentido por Yaku. Parecía un bebé indefenso, algo que en otra ocasión  habría catalogado como patético y vergonzoso.

--- ¿Quieres pañuelos? --- ofreció Yamaguchi con una cajita rosada en sus manos.

--- ¡Dale veinte! Necesita muchos.

Noya era muy exagerado a veces, no estaba sorprendido. Ya estaba muy confundido, no entendía. ¿Qué estaba sucediendo?

—¿Alguien sería tan amable de explicarme que esta pasando?—

—Suga-san— Akaashi se acercó a él con la tranquilidad del mundo entero.— No creí que lo vería por aquí.

—Hum bueno , necesitaba un respiro, no todo a salido bien el día de hoy.— El chico de ojos rasgados asintió.
--- Mi día comenzó con el pie izquierdo.

— Las cosas pasan.

—¿Podrías decirme a que se debe el berrinche de Oikawa esta vez ?—

Keiji lo meditó unos segundos, quizá estaba tratando de buscar las palabras correctas o quizá no entendía muy bien la situación, pero suspiró sacando una botella de agua de su mochila.

--- Oikawa-san ... bueno. No creo que sea yo quién deba decirlo.--- sus delgadas manos le extendieron la botella a Toruu. --- No debo ser yo el  que lo diga.

Con algo de pena aceptó el agua, sus ojos irritados y su nariz roja le daban un aire aniñado.

--- ¿Qué cosa no puedes decir Akaashi? --- su voz suave aún se escuchaba entrecortada.

Era sorprendente el cambio tan drástico de chico perfecto y egocéntrico, a un chico completamente roto.

Akaashi no respondió.

--- ¿No puedes decirle que soy gay?---
Sugawara abrió los ojos totalmente sorprendido. Oikawa se veía irritado, cansado y adolorido. --- Todos saben ahora que soy gay. ¿Qué podría ser un secreto ahora?

— Oikawa-san.— Hinata se acercó tímido, todo esto era demasiado incluso para él. 

---- ¿Quieren saber algo más? Iwa-chan me ha gustado desde el primer grado. Pero eso no importa.

Akaashi lo tomó por los hombros, de nuevo el tono de voz de Toruu estaba subiendo de tono. Sabía que estaba entrando en crisis de nuevo.

--- Oikawa-san, suficiente.

--- Pero ¿sabes? Eso no importa. Yo soy un jodido hombre.--- rió acumulando de nuevo un par de lágrimas en sus ojos. --- El nunca dejaría a su novia por un hombre.

Koushi no podía terminar de creerlo. ¿Esto era una confesión? ¿Esto realmente estaba pasando?

Muchas veces habló con Tanaka y hacían bromas respecto a Toruu. Solían bromear con que a Toruu le gustaba Iwaizumi, que era muy notorio.

Pero ahora, realmente estaba sucediendo y no era gracioso.

--- Oikawa-san, primero deja de llorar.

¿Cómo iba a consolarlo? 

¿Oikawa comprendería perfectamente su frustración también?

--- Tengo una idea. ¿Qué te parece si vamos a clases y ...

En seguida todos voltearon a verle con una expresión de ironía.

Demonios sí. No podía enviarlo de vuelta a clases en ese estado.

--- Olvidalo, no regresaras a clase. En fin --- suspiró. --- El gimnasio está vacío hasta la hora del almuerzo ¿Deberíamos ir? Hay muchas cosas que tienen que explicarme.












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