La sala de combate estaba en enorme silencio mientras los gruñidos y golpes ocasionales de la primer batalla hacían recordar que allí sucedía algo. Las expectativas de muchos cayeron al ver al niño prodigio proveniente de los Uchiha luchar por ponerse de pie, nadie esperando que Yoroi poseyera una habilidad especial que le permitiera absorber la fuerza y el chakra de quien quisiera.
—¿Por qué no usa el sharingan? —preguntó Naruto lleno de exasperación.
—No es favorable en su actual condición —explicó Kakashi sin despegar el ojo libre de la acción.
La increíble batalla que todos esperaban parecía que no iba a tener lugar, pero Sasuke los sorprendió con una patada que mandó a Yoroi hasta el techo. El joven pelinegro se preparó y saltó, en el aire golpeándolo en el rostro con tanta fuerza que algunos dientes ensangrentados saltaron. El cuerpo del ninja de Otogakure cayó y agrietó el suelo, el Uchiha aterrizando sobre él y dándole en la cabeza para acabarlo de una vez.
—¿Terminó? —preguntó Sakura con los labios entreabiertos.
Hayate se acercó y revisó al noqueado hombre, al levantarse elevando un brazo y señalando como ganador al integrante del Equipo 7.
—Ha finalizado el primer encuentro.
—¡Si! —festejó Naruto.
Al subir, Miko le sonrió y apremió estando aliviada de que el Sello Maldito no le hiciera perder. Enseguida retrocedió y dejó que hablara con el resto, de golpe su propia marca decidiendo jugarle una mala pasada. Se agarró de la baranda para no caer y apretó la zona afectada intentando tapar el gesto con su cabello, pero era obvio para quien la viera que algo sucedía.
—Hey —llamó Sakura en un murmullo mientras se colocaba a su lado—. ¿Tú también?
Fijándose en el Jonin antes de responder, relajó parte de la tensión al notar que le daba la espalda por estar sumamente enfocado en el Uchiha.
—No, esto es...
—Por favor, no me mientas —suplicó con tono torturado.
—Si te digo la verdad corro el riesgo de que vayas a decirle a Kakashi o algún otro profesor, y no permitiré que me hagas fallar —dijo seca, la intensidad de sus ojos provocando que Sakura se mordiera los labios.
—Seré de confianza, en serio, es solo que los veo sufrir y me preocupa. No están bien con lo que les pasa, aguantar tanto dolor...
—Actúa como si nada sucediera, de esa forma me ayudarás —indicó mientras fingía estirarse antes de erguirse.
—¿Te molestan los músculos? —preguntó Naruto luego de alejarse de Kakashi y Sasuke al ellos empezar a hablar de algo que no entendía.
—Un poco, creo que iré a estirar antes de que me toque pelear.
Observando como se sentaba contra la pared, Sakura suspiró y se fijó en los médicos que se llevaban a Yoroi.
—¿Sucede algo? —indagó Kakashi arribando a su lado.
—No, nada —mintió manteniendo la lealtad a su compañera.
—Luces perturbada, ¿estás segura?
Sakura asintió antes de desviar la mirada a la pantalla que empezaba a sortear los nombres.
—Totalmente, solo son nervios por la etapa preliminar —sonrió, pero toda mueca se borró al ver quienes salieron.
—¡Ino Yamanaka y Sakura Haruno! —llamó Anko a través de un micrófono.
Los que sabían de la rivalidad entre ellas no pudieron evitar suspirar, bajar la cabeza o chasquear la lengua en el proceso de que bajaban a la pista.
—¿Tan mala es su relación? —preguntó Miko cuando Naruto se acercó a ver cómo estaba.
—Dicen que se odian, pero yo no lo creo así —indicó rascando su mejilla—. En cierta forma se llevan como Sasuke y yo lo hacemos.
—Entonces no es tan grave, solo son cabezas duras que compiten entre sí —sonrió, a lo que él le sacó la lengua antes de ayudarla a ponerse de pie.
—¿Cómo te encuentras? —preguntó Kakashi revisando la forma en que caminaba.
—Mejor, estiré e hice algunos masajes a los músculos que molestaban —contestó levantando un pulgar.
—No dudes en descansar, no es obligación mirar las peleas.
Asintiendo, se le quedó viendo cuando él volteó el rostro. Nada apuntaba a que sospechara o no le creyera, pero ella fue la que terminó sonrojándose y actuando raro cuando él la miró por percibir que era observado.
—¡Comiencen!
Enfocándose, las jóvenes se tiraron a la otra e iniciaron una danza donde lanzaban y esquivaban golpes. Puños y pies volaban sin cesar, en un punto haciendo el mismo movimiento y estrellando sus rostros en conjunto. Impulsadas por la gran fuerza de la otra, cayeron y rodaron varios metros.
—Puro taijutsu —comentó Miko, y Sasuke a su lado asintió.
—¿El dolor no pasa? —preguntó en un susurro.
—¿Se nota? —indagó preocupada, por alguna razón no siendo capaz de suprimir la marca como antes.
—Estás pálida y agarras muy duro la baranda —dijo señalando sus nudillos blancos—. Necesitas tratamiento, estás peor que yo.
—¡No! —gruñó sin medir el volumen—. Tú más que nadie deberías entender, no me hagas esto —pidió con el ceño fruncido.
Sasuke separó los labios queriendo decir que se calmara, pero entonces vio como ninjas de otros grupos los miraban.
—¿Algo va mal? —preguntó Kakashi colocándose atrás de ambos, a lo que voltearon y Miko negó—. Soy su profesor, pueden avisarme si existe un problema —recordó viendo detenidamente los ojos de ambos.
—Anotado —asintió la femenina fingiendo lucir completamente convencida—. Con permiso, necesito ir al baño.
El Jonin se movió dejando camino libre incluso si era un truco para huir de él, ambos viendo por unos momentos como se alejaba antes de observarse entre sí.
—Tengo que sellarte lo antes posible.
—Déjeme hasta el final del evento, puedo soportarlo.
—Si noto que empeoras te llevaré al instante, ¿entendido? —enarcó una ceja, y el Uchiha asintió—. ¿Piensas que Miko nos querrá acompañar?
Sasuke dejó de respirar por una fracción de segundo y luego tensó la mandíbula, ya que su compañera no logró ocultarlo cuando poseía tanto miedo y preocupación de que eso sucediera.
—No puedo hablar por ella —contestó seco decidiendo girar y darle la espalda.
—¡Sakura, tú puedes! —gritó Naruto viendo como esta se sostenía la cabeza para expulsar a Ino, la cual usó su Jutsu Transferencia de Mente.
La pista de batalla cayó en silencio al ser una pelea interna, cada tanto la Haruno hablando con la rubia en su interior en los momentos que esta no domaba la situación e intentaba levantar el brazo y decir que se rendía.
—¿Qué sucede? —preguntó Miko cuando regresó, su rostro estando lavado y el cabello húmedo puesto en una coleta más prolija que la anterior.
—Ino usó su kekkei genkkai y está dentro de Sakura, pelean por tomar control del cuerpo —explicó Sasuke viéndola de reojo y notando que estaba mucho mejor que antes—. Te ves... bien.
Ella suspiró pesado y asintió.
—Aún molesta y duele, pero sola y encerrada en un cubículo pude concentrarme lo suficiente para aliviar los efectos —susurró extremadamente bajo, disimuladamente viendo a Kakashi.
Analizó su perfil y como parecía concentrado en lo que pasaba abajo, pero su instinto le indicaba que en realidad se hallaba atento a todo.
—¡Imposible! —exclamó Chōji en total sorpresa desde el palco contrario.
Inclinándose sobre la baranda como si no pudieran ver bien, algunos murmullos surgieron al ver que Sakura expulsó a Ino de su mente. Ambas jadeaban agotadas mientras se veían, con la poca energía que tenían corriendo hacia la otra y sumiéndose nuevamente en el taijutsu.
Trataron de vencer con todas sus fuerzas, golpes repartiéndose por igual hasta que nuevamente estrellaron el rostro de la otra y cayeron, con la diferencia de que en esta ocasión quedaron inconscientes.
—¿Qué? —preguntó Miko con indignación viendo a Hayate verificar sus estados.
—Ambas quedaron fuera de combate, ¡es un empate!
—¡No! —vociferó Naruto con ojos bien abiertos—. No puede ser... ¡Levantate Sakura!
—Está fuera, déjalo ser —dijo Sasuke molesto por los gritos.
Kakashi y Asuma saltaron al mismo tiempo y se miraron mientras recogían a sus alumnas en brazos, en un parpadeo llevándolas a los respectivos palcos.
—¿Cómo se encuentra? —inquirió Miko cuando él llegó y la sentó contra la pared.
—Bien —respondió luego de levantarle los parpados y revisar sus ojos—. Despertará en un rato, ha pasado mucho estrés en la segunda prueba y esta pelea solo aumentó aquello.
Sasuke, con los brazos cruzados, asintió y volteó con el resto al oír como la pantalla paraba de pasar nombres.
—¡Naruto Uzumaki y Kiba Inuzuka!
—Suerte —deseó Miko con una sincera sonrisa, antes de que se fuera palmeando su brazo—. Vaya, los tres seguidos, falto yo y el Equipo 7 estará libre de las preliminares.
—¿Sakura e Ino quedaron fuera del tercer examen, verdad? —preguntó el Uchiha.
—Exacto —confirmó Kakashi notando que estaba más pálido que antes.
—Una pena —negó la femenina chasqueando la lengua mientras caminaba a la baranda y apoyaba los brazos en esta.
Inclinada en una pose relajada, observó a Naruto cargar enseguida contra Kiba. Muchos de los mayores y jóvenes que lo conocían desde la Academia Ninja no esperaban demasiado de él, pero en realidad demostró ser un buen oponente que logró hacerlo desmayar, aunque no perdió su estilo y ganó al lanzarse un pedo en la cara del chico.
—¿Me estás diciendo que venció porque el clan Inuzuka tiene el olfato extremadamente sensible? —preguntó Miko sumamente incrédula con una ceja enarcada.
—Trabajan con distintas especies de caninos y poseen varias características de ellos, así que un gas en la cara para cualquiera de la familia es mucho más que solo asqueroso —explicó Kakashi casi riendo por la expresión que enseñaba.
—No puedo creer esto —dijo anonadad viendo a Naruto festejar.
—Ya basta, sube —ordenó Hayate mientras tosía.
El Uzumaki hizo caso con una sonrisa de oreja a oreja mientras en el otro palco Hinata le hacia viento a Kiba, pero debió parar cuando su nombre salió sorteado junto con el de Neji Hyūga.
—Rama principal versus rama secundaria, será interesante —confesó Miko sintiendo verdadera emoción por esa batalla.
Definitivamente no era la única con la adrenalina surgiendo, ya que, los que sabían de la situación y las habilidades del clan, se acomodaron para poseer los mejores ángulos. La tensión llenó cada rincón y Hinata parecía ser la que recibía toda la presión, ya que cada vez se achicaba más en el lugar mientras Neji la observaba como si no fuera más que un insecto a exterminar.
—Escucha —empezó a decir para captar su atención, logrando que la joven se removiera nerviosa ante el tono autoritario—, sabes que no puedes ganarme y que no eres lo suficientemente fuerte para lograr pasar incluso si pelearas contra otra persona, ¿verdad? No me guardaré, así que retírate si no quieres morir —dijo en el proceso de que ella, por primera vez, se atrevía a mirarlo entre temblores miedosos.
—¿Es bueno o solo arrogante? —preguntó Miko viendo a Kakashi en busca de información.
—Se lo considera un niño prodigio —respondió, y Naruto gruñó molesto.
—Rayos, entonces será una pelea rápida y aburrida —suspiró decepcionada.
—¡Hinata! —llamó el rubio—. ¡No le hagas caso, yo sé que eres fuerte, no te rindas! —animó al detestar a la gente que subestimaba al resto, ya que el vivió aquello en carne propia y entendía el sentimiento.
La Hyūga lo miró como un rayo de luz en la oscuridad y apretó los labios, en cuestión de segundos enseriándose y colocándose en posición de pelea.
—¡Byakugan! —exclamó, las venas alrededor de sus ojos marcándose al haber activado el dōjutsu.
Neji cambió la expresión altanera a una de enfado.
—De acuerdo, pero luego no digas que no te lo advertí —dijo antes de imitarla.
—¿Listos? —preguntó Hayate mirando a cada lado—. ¡Comiencen!
Acercándose sin especial apuro, empezaron a lanzar palmadas y a ocasionar ruido incluso si parecieran no tocarse.
—¿Por qué copia los movimientos de Hinata? —preguntó Naruto notando que accionaban igual.
—No los copia, es la forma de pelear de los Hyūga —respondió Kakashi admirando el encuentro con los brazos cruzados.
—Sigo sin entender.
Miko le tocó el hombro y pasó a contarle lo que llegó a aprender en alguna de sus investigaciones privadas, yendo desde los hilos de chakra, el uso de sus manos y los mortales riesgos de quienes eran victimas de sus técnicas. Sin siquiera darse cuenta, varios ninjas ingenuos se acercaron a oírla al no tener idea de que trataba tal poderoso clan, Kakashi observándola sumamente serio.
—Increíble, ¿cómo sabes tanto? —inquirió Naruto con ojos grandes e inocentes.
—Aprendí de la gente de aquí y algunos libros, me enfoqué en abarcar todo lo que pudiera de la aldea para integrarme lo más rápido posible —contestó obviando el hecho que en una madrugada logró infiltrarse en el edificio del Hokage para saber de sus compañeros y "accidentalmente" se cruzó con otros archivos.
—¿Qué más? ¡También quiero enterarme! —dijo emocionado, a lo que Miko negó con una mano.
—No mucho, solo lo básico que se suele saber de los clanes grandes —fingió modestia para camuflar la mentira.
Inconscientemente miró a Kakashi justo en el momento en que tensaba el rostro con un aura que indicaba que no tragaba ninguno de los cuentos que decía, su oscuro ojo enviándole escalofríos mientras por reflejo respondía igual de amenazante. Creó un muro entre ellos y le ignoró como los primero días de llegada a Konohagakure, donde solo era amable y abierta con Sarutobi.
Mordió el interior de su mejilla derecha para controlar sus emociones y observó como Neji entregaba un certero golpe al pecho de Hinata, la cual cayó.
—Suficiente de este chiste, abandona.
—No, n-no lo haré —dijo con gran dificultad mientras temblaba por el esfuerzo de sentarse y luego pararse.
La profesora de la Hyūga sonrió orgullosa de que ella estuviera encontrando su propia voz a pesar de que la preocupación le hiciera tener el ceño profundamente fruncido.
—¿Puedes continuar? —preguntó Hayate al ver como se bamboleaba de lado a lado, sangre apreciándose en el interior de su boca.
—Si —contestó a pesar de que estaba arruinada y él perfecto.
—¡Deja de intentar lucir fuerte! —gruñó Neji, sin dificultad esquivando la defensa de Hinata y pegándole.
Naruto animó a la chica que nuevamente tocó suelo, pero el referí intervino y frenó la pelea declarando al masculino como vencedor.
—Debe estar destruida —dijo Sasuke inclinando la cabeza para ver mejor.
—Tocó su pecho, realmente no pensé que sobreviviría —confesó Miko.
Luciendo arrogante, Neji amagó a alejarse hasta que frenó en seco y vio como la chica, sumamente débil, intentaba levantarse.
—¿¡Es que no sabes cuándo parar!? ¡Si tanto quieres morir, yo acabaré contigo! —gritó comenzando a correr con el byakugan nuevamente activado.
Varios jóvenes amagaron a saltar en el deseo de pararlo al encuentro ya haber terminado, pero los profesores, incluido Kakashi, fueron más rápidos y lo detuvieron.
—¡Maldito, está loco! —exclamó Naruto en medio del silencio.
—Rencor y problemas de ira, hermosa combinación —dijo Miko con sarcasmo mientras descansaba la cabeza en una mano apoyada en la baranda.
—Un medico, ¡rápido! —pidió la profesora de Hinata cuando esta vomitó sangre y cayó a peso muerto—. ¡Va a entrar en paro cardíaco!
—¿¡Cuál es tu problema!? —preguntó el Uzumaki mientras bajaba y enfrentaba a Neji.
—¿Para esto entrenaste un año extra? —inquirió Miko desde las alturas esperando enfurecerlo más.
—Cierra la boca —gruñó con los dientes apretados antes de enfocarse en el rubio.
—No lo provoques —ordenó Kakashi llegando a su lado en un solo salto.
—¿Él casi la mata y yo soy la regañada? —enarcó una ceja antes de bufar—. Iré a ver a Sakura, digo, ya que todos se olvidaron de ella.
Alejándose y acuclillándose frente a la de cabellos rosas, la tomó del hombro y suavemente palmeó su rostro. La joven apretó los ojos y de a poco parpadeó hasta abrirlos, apenas desorientada preguntando qué sucedió y oyendo como Miko le explicaba lentamente su batalla con Ino.
—Ya veo... Perdí.
—Tal vez en el sentido de lograr el titulo de chūnin, pero no contra ella —animó con un guiño.
—Eso suena mejor —sonrió unos segundos antes de relajar sus músculos.
—¿Cómo te sientes?
—Muy cansada.
—¿Deseas ir al baño o...?
—Todavía no, pero gracias.
La Haruno le miró con cierto cariño hasta que se sonrojó cuando Sasuke se acercó.
—Están sorteando los nombres —avisó, y Miko revisó sobre su hombro.
—¿Qué pasó con los Hyūga?
—Neji regresó a su equipo y Hinata fue llevada de emergencia al hospital.
—¡Chōji Akimichi y Kimiko Aizawa!
—¿Qué? —preguntó confundida hasta que se dio cuenta que debía pelear—. ¡Oh!
—¡Tú turno! —exclamó Naruto con bastante emoción a pesar de que se le notaba como la reciente situación aún le afectaba.
—Creo que voy a batir mi récord de pelea más rápida —dijo sonriendo de costado antes de bajar y acercarse al centro.
Observó al Hokage a un lado y este le miró intensamente, con su presencia y en esa posición recordando cuando testearon sus habilidades para descubrir que rango era.
—¿Listos? —preguntó Hayate, y ambos asintieron—. ¡Comiencen!
Miko agudizó sus sentidos y se preparó, pero enseguida notó que Chōji no parecía tener intenciones de pelear. Suspirando y colocando una mano en su cadera izquierda, chasqueó los dedos con la extremidad libre.
—¿Lucharás? No me hagas perder el tiempo.
—Yo... —empezó a decir dudoso.
—¿Vas a rendirte?
—¡No! —sacudió fuerte la cabeza, y la respuesta hizo que la chica casi quebrara los dientes por lo duro que los apretó.
—Entonces permanece quieto y deja que gane.
Corriendo hacia él, saltó y trató de patearlo, pero él la bloqueó con ambos brazos. Inmediatamente realizó dos clones y estos le pegaron mientras la original le agarraba las extremidades con los pies que antes frenó, pronto tocando suelo al él salir volando. De su bolsillo sacó un cable metálico y lo estiró pensando en atarlo, pero de repente una de sus manos creció sumamente desproporcionada y fue a agarrarla.
Miko se reemplazó con una de las baldosas rotas de la pista y saltó sobre los enormes dedos, con una nueva imitación atando el cable y saltando mientras tiraba de este. Inmediatamente Chōji se quejó al el fino elemento escarbar en su carne mientras sangre empezaba a brotar, por lo que desinfló el brazo para escapar del peligroso agarre. Se sostuvo adolorido y corrió para evitarla hasta que Miko le lanzó al clon un extremo del metal, con mucha distancia rodeándolo hasta que frenaron de golpe y tiraron del metal.
Chōji saltó al comprender el plan de rebanarlo por la mitad, pero no fue lo suficiente rápido y el cable se trabó en sus muslos. Esta vez gritó mientras sus pantalones se rasgaban e inevitablemente se hundían hacia la grasa con el cable, al caer ambas tirando con más intensidad mientras lo veían removerse como un pez fuera de agua. La sangre empezó a ser nuevamente presente y Chōji expandió su brazo sano para aplastar el clon, pero no logró demasiado con ello al no tener la resistencia suficiente para desenterrar el arma de sus piernas y ponerse de pie.
Aprovechando la situación, Miko peleó con el brazo sano e hizo que, entre salto y salto, lo restante del hilo se atara. Creó cinco clones al la fuerza de Chōji ser mucha y en conjunto tiraron, finalmente logrando que las cuatro extremidades estuvieran heridas.
—¡Basta! —gritó, pero ella no se detendría hasta que el referí diera el veredicto.
—Hasta el hueso —ordenó con la vista enfocada en el brazo.
De golpe, Miko, trastabilló hacia atrás y quedó con solo un pedazo del cable, el resto permaneciendo enterrado en Chōji mientras su profesor la miraba luego de cortar el elemento con una kunai de chakra. Frunciendo el ceño al no entender su intervención, fue cuestión de segundos a que la voz de Hayate resonara y la proclamara ganadora, el hombre solo adelantándose al desastre cuando el resultado era obvio. Las copias de la femenina desaparecieron y ella inclinó la cabeza, en paz notando el desastre que logró al seguramente haber afectado una arteria.
Miró al palco de su equipo y apreció como ellos le observaban pálidos de la impresión por tal tortura. Naruto levantó ambos pulgares en un intento de felicitarla y ella sonrió radiante como si no acabara de hacer un baño de sangre.
El piso fue limpiado y apenas un rastro acuoso de color rojo pintó el suelo, Chōji siendo trasladado en camilla a la enfermería del edificio para darle las primeras atenciones a sus cortes. Las batallas fueron pasando y Miko no pudo evitar sonreír cuando TenTen fue estrepitosamente derrotada, ella asegurándose de que apreciara su burla al momento de que se recuperó del golpe que casi le quebró la espalda.
Pronto, todos terminaron de participar y los vencedores fueron llamados a bajar, Sakura viéndolos con una sonrisa triste al ser la única que se quedaría en el palco.
—En línea —indicó Anko mientras Hayate se acercaba con una caja—. Para elegir a sus oponentes en el tercer examen todos sacarán un papel y verán el número escrito, la persona que tenga el mismo siendo con la que lucharán.
—Cuando les indiquemos, uno avisará lo que le tocó y el par seguirá, ¿entendido? —preguntó Hayate mientras se acercaba a un extremo.
—Si —respondieron al unísono viendo como pasaban el cuadrado de cartón.
—¿Todos tienen uno? —habló Anko, su expresión denotando cierto fastidio mientras los veía asentir—. Vayan en orden de menos a mayor.
—Uno, Neji Hyūga.
—Uno, Naruto Uzumaki —informó volteando a ver al chico que durante el día aprendió a detestar.
—Dos, Temari —dijo enseñando el papel.
—Dos, Shikamaru Nara.
—Tres, Sasuke Uchiha.
—Tres, Shino Aburame.
—Cuatro, Gaara.
—Cuatro, Kimiko Aizawa.
—Ahora que este tema está arreglado, déjenme explicarles como procederemos —indicó el Hokage poniéndose al frente de todos—. La tercer prueba se dará dentro de un mes, tiempo suficiente para que descansen, entrenen y se haga la suficiente publicidad para que los interesados vayan a verlos a un estadio. Esta etapa constara de tres rondas, en donde los que ganen en la primera serán automáticamente considerados chūnin, aunque podrán seguir peleando para ser el único vencedor del evento y así obtener un premio.
—Oh —dijeron Miko y Naruto al mismo tiempo con gran interés.
—Los detalles finos serán dados más cerca de la fecha, mientras tanto aprovechen a prepararse —añadió Hayate.
—Trabajaron duro, pueden retirarse —dijo Sarutobi con expresión amable.
Suspiros y un alivio general surgió, a paso tranquilo los profesores reuniéndose con sus alumnos para guiarlos fuera del Bosque de la Muerte. El sol ya se había puesto y la noche era fresca, los jóvenes temblando al el sueño y el cansancio desequilibrar su termostato natural.
—¿Vamos por ramen? Yo invito —preguntó Kakashi.
—Comida de verdad —suspiró Miko sumamente encantada mientras Naruto saltaba de alegría.
—Si no es molestia, me gustaría ir a casa y reunirme con mis padres —dijo Sakura con cierta timidez.
Los cuatro se le quedaron viendo cayendo en la cuenta que era la única del grupo que tenía una familia a la que volver, la mayor suponiendo que no quería estar con ellos mientras hablaban de lo sucedido y lo que vendría cuando era la única que no había logrado pasar.
—Por supuesto, duerme bien —deseó Kakashi, el resto asintiendo o saludándola antes de ir por otra calle.
Fueron al negocio favorito de Naruto y vieron que habían dos personas, así que Kakashi tomó el lugar junto a estas mientras los chicos se sentaron al lado del otro.
—Neji es simplemente frustrante —bufó Miko—. Al menos Gaara mantiene la boca cerrada antes, durante y después de pelear.
—¡Es escalofriante! Neji se siente como un ser humano, pero él es como un monstruo.
—Lo que le hizo a Lee... —dijo Sasuke sumamente pensativo—. No sé que clase de poder tiene, pero manejar la arena de esa manera hasta el punto de hacer que alguien no pueda ejercer más como ninja es sumamente peligroso.
—Qué dolor de cabeza —suspiró la joven mientras pensaba cómo rayos iba a enfrentarse a un ser así—. Temari parecía bastante habilidosa.
—Shikamaru es bueno, será una pelea particular —opinó Sasuke—. Aunque creo que ella tiene un lugar especial en tu corazón después de haber derrotado a TenTen.
—No sé de que hablas —dijo con una sonrisa ligeramente maliciosa mientras levantaba los palillos y los separaba—. Solo falta Neji, así que ojalá ganes y los tres se traguen sus palabras.
—Yo creo que ya lo hicieron, es decir, solo uno logró llegar a la final —siguió el Uchiha con diversión.
—Es verdad —levantó el mentón en contento y orgullo—. Por cierto, ¿sabe algo de Hinata? —preguntó mirando al mayor.
—No, nos hicieron llegar ninguna información —respondió Kakashi—. ¿Te preocupa?
—Me dio pena, parece buena chica —se encogió de hombros—. No debe ser fácil vivir en un lugar donde puedes cruzarte a Neji todo los días.
—No piensas soltarlos, ¿verdad? —preguntó Sasuke enarcando una ceja.
—Lo siento, ya dejo de hablar de ellos —rió viendo ilusionada el tazón de ramen que le dejaban—. Gracias.
Enfocándose en comer, los tres guardaron silencio mientras Kakashi leía, cada tanto intercambiando una palabra hasta que el Jonin a su lado le habló por lo bajo.
—¿Ya estás bien?
—¿Eh? —preguntó con el corazón ligeramente acelerado.
—Antes lucías como si te sintieras mal .
—Tengo una gran contractura y que me noquearan durante la prueba no lo mejoró, solo eso.
Kakashi hizo un sonido con la garganta indicando que entendía y le dejó en paz, la cena pasando normal entre el bullicio de la gente fuera del local.
—Estoy satisfecho —suspiró Naruto cuando terminó el tercer tazón, el mayor pensando que podría haber sido peor al en el pasado ser testigo de él comiendo mucho más—. Un baño y a la cama —comentó mientras se estiraba.
—Suena como un buen plan —dijo Miko con enorme cansancio.
Luego de pagar salieron y no intercambiaron muchas palabras al cada uno desear irse, el Uzumaki diciéndole a la chica que regresaran juntos sin saber que arruinaba su idea de seguir y espiar a los dos hombres restantes.
—Gracias por la comida —dijo mientras intercambiaba una mirada cómplice con Sasuke, el cual giró y empezó a caminar con Kakashi.
Imitándolos y yendo por otra dirección, ella observó sobre su hombro como se alejaban hasta que el Jonin giró la cabeza y conectó miradas. Miko separó los labios por haberla descubierto y luego de unos segundos volvió la cabeza al frente, con un escalofrío siguiendo la trayectoria que ya conocía y encerrándose en su casa.