Acuario, quien había observado la escena con su mente en otra parte, como siempre, fue la única que se atrevió a hablar.
— ¿Como es que Géminis ha llegado tan lejos? ¿Vuela? ¡Yo también quiero! — Dijo entusiasmada y dando saltitos. Todos los Signos se giraron para mirarla extrañados. ¿Qué diablos pasaba por la mente de esta chica?
— Keith la ha lanzado contra la pared porque esta loca y él al parecer es un vampiro. — Le contestó Leo. Este usó un tono que para los demás sonó como "Acuario no es buena idea" pero para ella sonó como "Acuario hazlo."
— Pues lánzame. — Dijo acercándose a Keith con el brazo extendido. Él la miró con desprecio y negó la cabeza.
— No me pagan lo suficiente para esto. — Murmuró y se fue para dentro del edificio.
— ¿Y ahora que hacemos? — Dijo Cáncer preocupada. Si Keith ya le había dado mala espina al principio, ahora le tenía miedo.
Todos los Signos se miraron entre ellos buscando una respuesta pero nadie dijo nada. En cambio, alguien si hizo algo. Ese alguien fue Capricornio quien, callado y serio como siempre, rodó sus ojos para dar media vuelta y caminar hacia la zona de entrenamiento de nuevo.
— Tenemos que volver a entrenar. Esto ha sido solo un escarmiento. — Ordenó Aries. Como líder del grupo era su deber que su objetivo se cumpliera.
— ¿Escarmiento? ¡La ha lanzado por los aires! — Gritó Piscis. Era la primera vez que lo oían hablar en voz alta, así que estaban sorprendidos.
— Pero es que ella está loca, Piscis. Ve a entrenar o te lanzaré yo por los aires. — Dijo Escorpio. Todos los Signos opinaron lo mismo sobre Géminis así que nadie dijo nada para defenderla. Por la supuesta amenaza de Escorpio hacia Piscis, nadie habló tampoco. Todos pensaban que era una broma, y aunque lo era, Escorpio era capaz de hacerlo.
Dicho esto, todos volvieron a la zona de entrenamiento a retomar lo que estaban haciendo anteriormente. Aries volvió a estar junto a Sagitario levantando pesas y, aunque hacía bien sus ejercicios, su cabeza estaba en otra parte. Concretamente en la pared donde Géminis estaba en posición fetal y parecía llorar.
— Voy a ir a hablar con ella. — Dijo segura Aries. Sagitario dejó caer su pesa y esta le dio en el pie. Se lo cogió para intentar aliviar el dolor mientras miraba a su amiga con los ojos abiertos como platos.
— ¿Estás loca? — Susurró en un tono elevado Sagitario. Aries no le contestó, simplemente se giró y con paso firme, comenzó a caminar hacia Géminis.
Cuando estuvo más cerca de la chica, pudo oír lo que antes le parecían llantos. Ahora estaba segura de que eran carcajadas. Aries puso una cara de horror y se quedó quieta. Silenciosamente, dio media vuelta y caminó rápidamente hasta Sagitario.
— Yo no estoy loca, es ella la que lo está. — Le comentó Aries a la pelinegra. Sagitario solo rio ante su comentario y le dio unas palmadas en la espalda.
— Venga, vamos a ver que está haciendo Leo. — Dijo Sagitario. Esta le pasó el brazo por los hombros a Aries y juntas se dirigieron hasta donde estaba su amigo.
Mientras los Signos de fuego reían y se divertían, Piscis estaba intentando darle a un saco de boxeo sin demasiado éxito. Sus golpes eran demasiado flojos y torpes. Desde fuera parecía como si no estuviera haciendo casi nada, pero él estaba sudando a más no poder.
— Aparta llorica, déjame enseñarte cómo se hace.
Piscis se giró sorprendido por esas palabras. Por el insulto él pensó que era Escorpio pero en cambio, vio a una Tauro decidida y sonriente.
Sin decir nada, Piscis se apartó con las manos arriba para que la rubia pudiera darle al saco.
Sinceramente, el castaño pensó que Tauro lo haría mejor que él, pero no pensó verla azotando al saco como si fuera a matarlo. Sus movimientos eran rápidos y fuertes. Piscis la miraba con la boca abierta. ¿Cómo se le podía dar tan bien?
— Tienes que enseñarme a hacer eso. — Dijo finalmente Piscis. Tauro solo rio como respuesta y le indicó con la mano que se acercase.
— Vamos, ven aquí. En dos días podrás patearle el culo a Escorpio.
***
El día pasó, más rápido de lo que hubieran deseado, y ahora todos los Signos habían vuelto al interior del edificio. Era tarde y estaban muy hambrientos. A petición popular, Cáncer y Tauro volvieron a preparar la cena y todos juntos disfrutaron de unos deliciosos platos mientras hablaban de sus jornadas. Poco a poco iban congeniando unos con otros y Aries no podía estar más feliz. Tenían sus diferencias pero al fin y al cabo todos tenían el mismo objetivo, salvar su planeta.
— ¿Cenando sin mi? Me parece un poco grosero, considerando que os voy a ayudar a salvar el planeta.
Cáncer soltó un pequeño grito al escuchar la aterciopelada voz de Keith. Era una de esas voces que hacían cualquier oreja deleitarse por su suavidad y ritmo lento. En otras situaciones podría haber considerado esa voz atractiva pero en ese caso pertenecía al vampiro que más temía.
— ¿Y lanzar a Géminis por los aires no ha sido grosero? — Dijo sarcásticamente Virgo. No aguantaba a ese tipo y sinceramente, tampoco a Géminis. A pesar de eso, su sentido común le decía que lo que Keith había hecho no había estado para nada bien y sentía la necesidad de defender a una compañera.
— Solo ha sido un pequeño daño colateral. — Dijo el vampiro sonriente. Capricornio no pudo evitar rodar sus ojos. Él odiaba a ese tipo.
— Tranquilos chicos, no me ha hecho daño. — Aseguró Géminis. Todos los Signos se giraron para mirarla con los ojos abiertos. — En realidad sí, muérete Keith.
— En realidad no puedo, la inmortalidad y todo eso.
Aunque la bipolaridad de Géminis nunca dejaba de sorprenderla, Sagitario se inquietó más por los comentarios del vampiro. El día anterior había sido un grano en el culo y ahora estaba sorprendentemente de buen humor. Decidió no darle más vueltas al tema, ya que le gustaba más el nuevo Keith. Por fin había alguien con quien bromear.
— Bueno, siéntate y come Keith. Intenta que Tauro no te mate mientras tanto. — Habló por fin Aries. Como líder del grupo tenía la responsabilidad de mantener la paz entre ellos. Además, el gran Oráculo la había elegido a ella, así que por algo debía ser.
El atractivo vampiro se sentó junto a Tauro, quien lo miraba mientras respiraba fuertemente por la nariz. Cualquiera se hubiera asustado pero Keith ni se inmutó.
— ¿Te sirvo? — Le preguntó Libra al moreno. Él siempre intentaba mantener todo en un perfecto equilibrio aunque eso significase ser amable con todo el mundo, incluso con criaturas como Keith.
— En realidad, yo no puedo comer vuestra comida.
— ¡He tenido bastante! ¿Quién te crees que eres? Solo quieres nuestra atención. — Leo se levantó de la mesa dandole un firme golpe con su mano derecha. Él era el que detestaba más al vampiro, no solo por obvias razones, sino por las suyas propias. A parte de ser un idiota, también era atractivo y definitivamente llamaba la atención. Eso era lo que más rabia le hacía a Leo.
— Que tierno, ¿el leoncito está enfadado porque ya no es el centro de atención? — Se burló Keith, poniéndose también de pie.
— ¿Qué me has llamado?
— Esto se pone bueno. — Dijo Escorpio sonriendo mientras se frotaba las manos. Sagitario también estaba feliz por el drama que estaba pasando, las cosas estaban muy interesantes.
— ¡Ya basta! ¡Todo el mundo a sus habitaciones y sin protestar! Más os vale levantaros mañana sin esta actitud infantil o os la quitaré yo misma a golpes si hace falta. — Explotó finalmente Aries. La perfecta armonía que había conseguido durante el día se había roto con la llegada de Keith y ahora estaba totalmente destruida. Quería pegarlo más que nadie pero debía mantener las formas si quería seguir pareciendo una líder convincente.
Al oír el grito de Aries, los Signos y Keith se callaron. Algunos bajaron la cabeza y se marcharon hacia sus habitaciones, otros se marcharon hablando de los eventos de la noche con otros hasta que Aries se quedó sola con Acuario.
— Eh, hora de acostarse. — Aries le tocó el hombro a la morena y se dirigió hacia su habitación.
— ¿Que me he perdido? — Balbuceó Acuario después de salir de su trance. Miró a su alrededor y vio que estaba sola. Debía de dejar de aislarse en su mundo y escuchar un poco más pero que se le podía hacer, ella era así. Se encogió de hombros, cogió un trozo de pan y se encaminó hacia su cuarto.
N/A: La travesía de Aries por fin ha vuelto!
Siento haberla dejado abandonada por una eternidad pero ahora estoy decidida a publicar un capítulo o dos por semana.