Lunes por la mañana.
Saber que ya era hora de ver las estúpidas caras de ciertas personas en la escuela no era un gran incentivo para Nick, sin embargo, era su último primer día, comenzaba su último año de colegio y planeaba disfrutar cada día a concho, por lo que debía hacer un esfuerzo por olvidarse momentáneamente del perdedor de Max y ese Dave Ross.
—¡No te vayas, Nick! —Exclamó Joey, el pequeño de la casa, agarrándose de sus piernas con fuerza.
—Joey, sólo voy al colegio —Se rió extrañada. Joey no solía hacer escándalos, por el contrario, era un niño bastante independiente y no le importaba mucho lo que hiciera el resto. —¿Qué es este espectáculo?
—Es que Jane dijo que es tu último primer día.
—Claro, pero eso no significa que no vaya a volver. —Respondió, aún tratando de cruzar el umbral de la puerta sin tener a un chico arrastrando de su pie.
—¿Volverás hoy?
—Como cada vez que voy al colegio.
Joey hizo un ademán de quitarle importancia al asunto, acompañado de un sonoro pfff con los labios. —Entonces puedes irte —, respondió. —nos vemos hoy.
—Estás loco. —Se rió Nick, negando con la cabeza como si su hermano no tuviera remedio alguno.
Salió al fin y se sentó en las escaleras que daban a la calle. Niall no tardó más de tres minutos en aparecer a lo lejos, caminando agitado.
—Hey. —Saludó en cuanto estuvo más cerca y besó su frente. —¿Sigues molesta?
—No. —Dijo sonriente Nick.
—¿No estas planeando nada contra los chicos, Nicole? —El hecho de ser tan amigos y conocerse hace tanto tiempo a veces podía jugarle en contra a Nick, a veces incluso se preguntaba si acaso él podía leer su mente o algo por el estilo, pues no se le escapaba ni un sólo detalle.
—Claro que no. —Dijo, frunciendo el ceño como si Niall estuviese diciendo payasadas, y evitó su mirada a toda costa.
—Nick...
—No haré nada. —Repitió, esperando que con eso fuera suficiente.
Niall paró en seco y se puso frente a ella. —Nick... —Insistió.
Estaba lo suficientemente cerca como para casi dejarla sin respirar de los nervios, sobre todo porque hoy su cabello lucía diferente y el viento corría rápido, como si quisiera rodearla del delicioso perfume de su mejor amigo, el que ella misma le había ayudado escoger, pero que en ese preciso momento se arrepentía de haberlo hecho, pues iba a matarla en cualquier momento.
Suerte que era buena aparentando y siempre lograba lucir como si no le provocase nada, de otro modo Niall ya habría notado lo que ella sentía hace muchísimo tiempo. Bueno, el que fuese tan distraído también ayudaba bastante.
Nick se cruzó de brazos y lo miró directo a los ojos. Suspiró. —Qué. —Preguntó, desafiante.
—¿No harás nada?
—No. —Mintió.
—Promételo.
—Niall, por favor.
—He dicho que lo prometas.
—Bieeeeeen. —Accedió al fin. Y lo decía en serio, porque cuando promete, cumple.
Niall estiró su mano entre ellos. —Dame la mano.
Ella puso los ojos en blanco, y con una mueca de desagrado, estiró su mano también y la estrechó con la del chico, quién sonrió satisfecho. Nick se preguntó si algún día dejaría de tener esa capacidad de lograr todo lo que quiere con ella, pero al menos ésta vez algo de razón tenía al pedirle que no reaccionara ante los rumores; se ahorraría un posible castigo en el futuro.
Una vez en la escuela, se separaron para saludar a sus respectivos amigos y compañeros de sección, y pronto sonó el timbre para comenzar las clases.
Todo el mundo conversaba y se reía, algunos sentados sobre sus mesas en vez de sus sillas, o incluso parados en medio del pasillo en el salón. El profesor entró y se paró frente a la clase, pero nadie se había dado cuenta aún de su presencia.
—Veo que disfrutaron bastante de sus vacaciones. —Comentó, esperando que el silencio abundara el lugar, sin embargo no sucedió, por lo que elevó sus manos hasta la altura de sus hombros y dejó caer sobre la mesa el grueso libro que traía en ellas.
Todo el mundo lo miró y reinó un silencio sepulcral tras el ensordecedor golpe. El profesor sonrió complacido y se aclaró la garganta. Comenzó a hablar, mientras daba lentos pasos de un lado al otro frente a todos los alumnos, que ya se encontraban sentados y tan derechos como sus espaldas les permitían estar.
—Buen día chicos. Me dí cuenta de que sus vacaciones estuvieron bien, me alegro por ustedes. Pero como todo lo que comienza debe terminar, se darán cuenta de que el verano ya está por terminar y, por lo tanto, sus días libres también.
Nick apoyó sus codos sobre la mesa y su cabeza sobre sus manos. Suspiró ruidosamente, pues sabía perfectamente todo el discurso que iba a darles el hombre de treinta años. Casi podría recitar cada palabra de memoria antes de que él lo hiciera.
—...y como éste es su último año, o eso espero, deberán esforzarse mucho más para pasar todas sus asignaturas, pues ninguno de nosotros, profesores, planea seguir viéndolos durante el próximo verano, mucho menos el próximo año. Y es por esta misma razón, que lo primero que haré será cambiar sus lugares, de manera que no se distraigan conversando con sus amigos, porque para eso tienen los recesos y fines de semana.
Automáticamente de oyó un bufido a coro de todo el mundo.
—Debes estar bromeando. —Murmuró Nick a Harry, su amigo y compañero de puesto desde siempre. Harry es su fiel compañero, no sólo de mesa, sino tambien de charlas, carcajadas, regaños, sermones y a veces castigos.
—Señorita Wilcutt, comenzaré por usted.
Sin siquiera quejarse, Nick tomó su morral y se puso de pie junto a su mesa.
El profesor, sorprendido, levantó las cejas y ladeó la cabeza. —Vaya, me sorprende su buena actitud. Felicitaciones Wilcutt, espero que se mantenga así de silenciosa y obediente durante todo lo que queda del año.
—Como sea —Respondió ella, enarcando una ceja. —¿A dónde tengo que ir?
—Por allá, con su compañera nueva. Espero que le de la bienvenida. —Dijo, siempre con su elegante tono de voz —, pero durante el re-ce-so. —Agregó.
Nick se volteó y caminó a pasos flojos hasta el penúltimo asiento, donde se encontraba sentada una chica de cabello negro, largo y liso. Era nueva, pero su rostro se le hacía muy conocido y, por mucho que lo intentara, no lograba descubrir dónde la había visto antes.
—¿Cómo lo soportas? —Susurró la chica, escasa de cualquier grado de timidez.
—No lo hago. —Respondió Nick y se dejó deslizar en su asiento.
—Soy Courtney.
—Nick —La miró y esbozó una sonrisa. —¿Te conozco?
—No lo creo. Acabo de llegar.
—Claro. —Dijo Nick y frunció el ceño, aún convencida de haberla visto antes, pero luego negó con la cabeza, tratando de quitarse la idea. Si en realidad se conocieran, Courtney también la recordaría.
—De todos modos, ya nos conoceremos, si vamos a ser vecinas de mesa todo el año.
—Espero que no te sobrevinculen conmigo. —Comentó con un grado de sarcasmo. —Rondan rumores de que soy lesbiana. —Soltó una risita y negó con la cabeza otra vez.
—¿Lo eres?
—No. —Respondió, como si fuera la idea más ridícula del mundo. Y lo era, de hecho.
—¿Por qué dirían eso, entonces?
—Wilcutt, creo haber dicho que las bienvenidas son durante el receso.
—¡Apenas he mencionado una palabra, profesor! —Exclamó, casi haciéndose la ofendida. Notó que Niall la miraba con desaprobación, unas mesas más allá. Volvió a acomodarse sobre su asiento y suspiró. —Bien, lo siento.
—Gracias. —Respondió el profesor y continuó hablando. Nick miró a Niall de reojo y él le guiñó un ojo. ¿Era necesario hacer eso? Sólo se sonrió y bajó la mirada como respuesta.
—¿Tu novio? —Preguntó Courtney, ésta vez con un tono de voz mucho más bajo. Eso desearía, pensó Nick.
—Mi mejor amigo. —Musitó.
Exacto, su mejor amigo. Ya era hora de vincularlo con alguna chica de la escuela, antes de que su ansiedad le ganara y nuevamente tuviese el arrebato de decir o hacer lo que sentía hacia él. La última vez que ambos coincidieron en estar más de cuatro meses sin salir con alguien, estuvo a punto de decirle lo que sentía en una fiesta. Suerte que Jane, la única persona en el universo entero con quien comparte su secreto, estaba ahí y la rescató de la situación. Por lo demás, Niall se encontraba ebrio en ese momento y jamás se dio cuenta de nada. Nick tardó un tiempo en descubrir que la única manera de evitar un arrebato así nuevamente sería que uno de los dos tuviera citas con alguien más. Y considerando la situación social en la que Nick se encontraba, sería más fácil que Niall saliera con alguien y no ella.
—Pero te gusta. ¿No es así? —Courtney preguntó de pronto.
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Como últimamente he estado escuchando el álbum Midnight Memories como desequilibrada mental, me surgió una duda. ¿Ya lo han escuchado completo? ¿Cuál es su canción favorita? <3
-Eff {Twitter: @effparsons ; IG: @cufffee}