La Rosa Negra © #CA2020

By nico_aguero

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¿Se han dado cuenta como la vida es de un modo? Y en un instante, una sola respiración, todo cambia. Como un... More

Capítulo 1: "El señor arrogante."
Capítulo 2: "Chica desaparecida."
Capítulo 3: "¿Un cuaderno de dibujo?"
Capítulo 4: "¿Estás saliendo con Kyle?"
Capítulo 5: "1789"
Capítulo 6: "-Tu maldita voz en mi cabeza."
Capítulo 7: "Esto nunca debió pasar."
Capítulo 8: "¿Niña que te fumaste?"
Capítulo 9: "-Pasaré por ti a las siete."
Capítulo 10: "¿Eres tú?"
Capítulo 11: "-Si, si muy lindos tus gatos."
Capítulo 12: "Ayuda."
Capítulo 13: "El libro."
Capítulo 14: "La muerte me llama."
Capítulo 15: "- Sólo es una cara bonita."
Capítulo 16: "Cinco putos minutos."
Capitulo 17: "El chico del club."
Capitulo 18: "Era ella."
Capitulo 19: "- Creo que necesitamos un baño."
Capitulo 20: "Los gemelos Sullivan."
Capitulo 21: "Manipulado."
Capitulo 22: "Hasta no respirar."
Capitulo 23: "Tu sangre."
Capitulo 24: "¿Una cita?"
Capitulo 25: "-Megan Fox, no es nada junto a ti."
Capitulo 26: "Es una puta puerta."
Capitulo 27: " Herida abierta. "
Capitulo 28: "No te mueras."
Capitulo 29: "¿Pero que mierda?"
Capitulo 30 : "Ya no sé ni lo que es real."
Capitulo 31: "Exploto."
Capitulo 32: "La culpable."
Capitulo 33: " Maldición, ya no confío ni en mi. "
Capitulo 34: "-¡PORQUE ESTÁS LOCA!"
Capítulo 35: "¡QUÉ TE CALLES!"
Capítulo 36: "La visión."
Capítulo 38: "En sus brazos."
Capítulo 39: "- ¡Al fin sé quien eres!"
Capítulo 40: "La última misión."
Epílogo
Agradecimientos

Capítulo 37: "- Oh no chico templado..."

930 76 240
By nico_aguero

20 de octubre....
Es la fecha que más miedo me da.

Estoy en shock, no he movido ni un solo musculo. Aún sostengo el móvil apagado entre mis dedos.

Mi piel arde a pesar del frío. En mi mente se disparan imágenes de Kyle, cuando sonríe, su actitud sobreprotectora, hasta su arrogancia. Todo lo que hemos vivido, no quiero perderlo, no lo soportaría.

Siento mis mejillas húmedas.

Lloro.

Esa siempre es mi primera reacción.

Mi cuerpo reacciona y volteo a verlo. Su piel de nuevo no tiene color, su frente suda.

No puedo perderlo.
Me lanzo sobre él, lo abrazo con fuerza y espero.

Lloro y lloro sobre su pecho.

Tengo miedo por lo que podría pasar mañana.

En mi visión todo era perfecto...
Hasta que... Bueno ya saben, pasó lo de la muerte de Kyle, y lo de la fecha que irónicamente es mañana. Y luego el extraño mensaje.

¿Qué se supone que no a terminado?

- Tú última misión se acerca.
Habla la chica en mi cabeza.

El eco de su voz retumba en mi cabeza y eso me vuelve loca.

Me incorporo para poder masajear mi cabeza.

- Te voy a bloquear. La amenazo. -Déjame en paz, no puedo hacer nada por ti.

- No lo hagas, tú última misión se acerca, y yo debo guiarte.... Repite esa oración miles de veces en mi cabeza.

Su voz es el infierno en mi cabeza.

Cierro mis ojos con fuerza rogando, para que esa voz se vaya al igual que el dolor.

Pasan unos cuantos minutos y sin saber esa voz ya no está. Abro mis ojos y respiro profundo. En definitiva estoy harta, buscaré la manera para bloquear esa voz.

La luz del día se cola por las ventanas, y yo no he dormido nada. Básicamente llevo seis días sin dormir.
Me pongo de pié y camino hacia la ventana. El día está triste y oscuro al igual que mi alma.
Por unos segundos la luz blanca me ciega.

Es el rostro de Kyle me mira desde fuera de la ventana, su rostro es pálido y sus ojos totalmente sin vida.

Me veo a mi misma dentro de una Rae de siete años. Una niña con miedo hacia esa sombra que la vigila y la atormenta por las noches.

Mi vista regresa, estoy confundida.
Esto que acabo de ver tampoco lo recuerdo.

Kyle... sus ojos no tenían brillo. El siempre ha dicho que me protegía, pero la expresión en el rostro que acabo de ver no era la que verías en alguien que te quiere proteger... sus ojos gritaban odio y muerte.

Solo voy a olvidar el tema, yo misma sé que no siempre puedo confiar en lo que veo en mis visiones.

Suelto un largo suspiro. Peino mi cabello con mis dedos, está enredado y grasiento, necesito un baño.

Camino con pies descalzos por el frío suelo de madera. No he salido de esta habitación en días. Siento que he perdido unos cuantos kilos, ya que la comida no llena el vacío que siento por dentro.

Camino hasta la gran puerta de madera y me dispongo a abrirla. Miro sobre mi hombro a Kyle que se revuelve frenéticamente en la cama. Con su respiración pesada y con las sábanas pegadas a su torso desnudo por el sudor.

Salgo sin hacer el menor ruido. El pasillo está oscuro y solitario. Bajo de una en una las pocas escaleras que conducen hacia la sala y la cocina.

Siento que a pasado un año desde que no bajo al primer piso.

Las cortinas están cerradas bloqueando los rayos del sol y no sé porqué demonios dos armas descansan sobre el sofá.

Escucho un ruido sordo proveniente de la cocina, seguido de un gemido.

Camino con pasos pesados hasta donde escucho el ruido. Mi pulso se acelera, mi respiración está al mil.

¿Y si alguien entró a la casa?
¿Y si le están haciendo daño a Sophie?

El recorrido hasta la cocina se me hace eterno.

Tres pasos más.
Dos pasos más.
Uno. Todo está en sombras y terriblemente tenebroso.

Algo se mueve a mi derecha seguido de algo que cae.

Con dedos torpes busco el apagador en la pared. La cocina se llena de luz.

Todos los que estamos en la cocina gritamos.
- AHHHHHH, ¿QUE DÉMONEOS? - grito. - ¡QUE ASCO! - tapó mis morados y vírgenes ojos.

Ese ruido eran nada más y nada menos que mis mejores amigos, que parecen que no tienen una habitación y mucho menos vergüenza.

- Creíamos que seguías dormida. - espeta Sam.
¿Dormir? ¿Qué es eso?

- ¿Ya se separaron? - pregunto, siempre con mis manos tapando mis ojos vírgenes.

- Si. - Sophie suelta una risita nerviosa. Destapo mis ojos y les hago una mueca de asco. - Tan poco es para tanto. - agrega Sophie.

- ¿Que no es para tanto? Estaban apunto de crear pequeñas criaturitas inmortales, en la encimera de la cocina.

Sam está tan avergonzado que sus dedos no dejan de temblar y aún lucha con la bragueta de su pantalón.

Por fin logra subirla y hace a acercarse a Sophie. - Oh no chico templado, tú te quedas en esa esquina y tú... - señalo a Sophie. - Del otro lado de la cocina chica mala.

Camino hasta la cafetera. - Sólo prepararé café. - agrego. - Y luego ustedes limpiarán toda la cocina.

- Okay. - espeta Sophie arreglando su pijama. ¿Se le puede llamar pijama? No, eso en realidad es ropa interior.

Sam sigue en su lugar con la vista perdida y sus mejillas sonrojadas.

Es increíble él está super apenado y Sophie... bueno Sophie sigue comiéndoselo con la mirada.

Hay tantas hormonas flotando por el aire que creo que vomitaré.

Sirvo mi humeante taza de café.
Nadie a dicho una palabra.

- Ya no soporto esto. - espeta de repente Sam. Suelta una risa nerviosa.
- Ahora cuando yo esté presente ustedes estarán a un metro de distancia del otro. - los apunto con mi dedo.

- Alguien está celosa. - suelta Sophie.

- ¿De qué hablas?- resoplo. 

- Amiga, una vez que lo pruebas no puedes parar. - Sophie ríe mientras que yo me pongo roja. Odio estos temas.

El teléfono de Sam empieza a sonar en su bolsillo. Lo saca con dedos torpes y casi se cae de sus manos.
- Oh que bien, alguien llama, debo contestar... - el móvil sigue sonando en sus manos. - Afuera. - él solo quiere salir corriendo. Mira la pantalla y frunce el ceño. Pasa su mirada de Sophie hasta mi y luego sale de la cocina.

- Okay, eso fue raro, ¿debería preocuparme? - Sophie rasca su cabeza.

- No, es solo que tu novio es muy raro. - tomo un sorbo de mi café.
- ¿Hay alguna mejoría? - se refiere a Kyle.

Trago grueso. - No. - mis ojos se humedecen. ¿Debería contarle lo que vi en mi visión? - Pero...

- Oh. - espeta comprendiendo. - ¿Quieres contarme? - se acerca a mi y con sus huesudos dedos limpia mis lágrimas que no sabía que había soltado.

Asiento y respiro profundo. - A veces me sorprendo pensando en que Kyle no va a mejorar... - murmuro mirando hacia todos lados menos a Sophie. - Tuve una visión, en la que encontraba una lápida con el nombre de Kyle y la fecha de su muerte...
Evito la parte del matrimonio en mi visión.

Sophie abre sus ojos como platos.
- Esa fecha que vi es... mañana 20 de octubre y yo realmente estoy aterrada. - esa última palabra sale como un pequeño hilo desde mi garganta. Estoy llorando.

- Oh, querida ven acá. - me jala hasta abrazarme con fuerza. - Él va a estar bien créeme, yo no veo el futuro pero ten fe, él va a despertar.

Sus brazos me cubren y me dan esperanza. Así es Sophie, ella es luz.

Escucho una garganta aclararse. Me deshago de los brazos de Sophie.
- ¡Mmm, chicas..! - Sam viene con una extraña mirada en su rostro y con su móvil entre las manos.

- ¿Pasa algo, amor?- le pregunta Sophie.

- Si, hay un pequeño problema. - dice con voz ronca.
- ¡Suéltalo ya! - digo. Me tiene con los nervios de punta.

- Era Courtney... - señala su móvil, refiriéndose a la llamada que le acaban de hacer. - Caleb está muerto y Annie... - hace una pausa provocándome mini infartos. - ...está desaparecida.

El corazón amenaza con abandonar mi cuerpo. La taza de café cae al suelo haciéndose añicos. El color deja mi rostro y el alma se esfuma de mi cuerpo.

Sam corre en mi ayuda, ya que mis piernas están peor que gelatina.
Me toma de los hombros y me estabiliza.
- Tranquila, Courtney está buscándola. - dice Sam con voz ahogada.
- ¿Y si le pasó algo malo? - no reconozco mi propia voz. Siento un vacío en el estómago.

- No debemos pensar lo peor. - agrega Sophie.
- Courtney la encontrará y la traerá con nosotros. - Sam mira directo a mis ojos y odio la sensación que emiten, no le creo, pienso que ni él mismo creé las palabras que acaban de salir de sus labios.

(...)

La angustia me invade, ya no tengo solo una preocupación sino dos. Kyle que aún no da signos de querer despertar y ahora su hermana está desaparecida y su novio muerto.

Estoy en la ducha, por primera vez en no sé cuantos días. El agua caliente me cubre totalmente, pero no, no me hace sentir mejor, solo disimula mis lágrimas.

Lloro con más fuerza, yo no elegí está vida, solo sufro y las personas que más quiero sufren también. Me tiro al suelo del baño con la cabeza gacha y el agua golpeando violentamente mi espalda.

Mi cuerpo se calienta tanto que creo que sale humo de el. Tiemblo y una corriente recorre mi cuerpo. Convulsiono, escucho una explosión y pierdo mi vista...

Una noche fría, conduzco un auto, mis mejillas están mojadas.

¿Estoy llorando?

Si, lloro por algo. Me distraigo un momento, luego veo dos luces brillantes acercándose a mi, se escucha un fuerte golpe después un grito, y por ultimo hay agua entrando por todas partes, me estoy ahogando...

Regreso a la realidad gritando con fuerza. No me detengo solo grito.

Las luces del cuarto de baño parpadean. El lugar tiembla, mi garganta arde. Las luces sobre mi explotan. De mi ya no sale nada, me he quedado sin voz.

Unos golpes en la puerta me sobresaltan. - Rae ¿que sucede? - grita Sam. - ¿Estás bien?
- Abre la puerta Rae. - esta vez es Sophie.

Me pongo de pie a como puedo, hago a hablar pero mi voz no sale. Aclaro mi garganta. Choco contra las paredes, y corto mis pies con los vidrios de las luces rotas.

Llego hasta la puerta.
- Estoy bien. - encuentro mi voz.
- Salgo en un minuto.

- Está bien. - oigo decir a Sam.

Encuentro las toallas y mi ropa.
Seco mi cabello lo más rápido que puedo luego me visto a oscuras y salgo.

Sam y Sophie me esperaban en el
pasillo.
- Lo siento por eso. - señalo el desastre del baño.
- No te preocupes pondré luces nuevas. - Sam me da una pequeña sonrisa.

Sophie camina hacia mi, y toma mis brazos. - Estás lastimada. - miro mis brazos, tengo rasguños por todos lados.

- No duele, ni los había notado. ¿Se sabe algo de Annie? - cambio de tema.

Sam niega con la cabeza y mira al suelo. Se forma un nudo en mi garganta.

- Pedí comida china. - Sophie cambia el tema. - ¿Quieres? - me ofrece.
- Suena delicioso, pero no gracias. - camino hacia las escaleras. - estoy cansada, necesito dormir. - miento. La verdad solo quiero subir a estar con Kyle.

Subo las frías escaleras y camino por el oscuro pasillo hasta llegar a la habitación.

Está oscuro, iluminada solo por destellos de la luna que se colan por la ventana. No hay ruido alguno. Camino con pasos pesados hasta la mesita de noche para encender la lámpara.

Se ilumina totalmente el cuerpo de Kyle. Al parecer se a movido ya que la sábana le cubre de la cadera hacia abajo.

Muerdo mi labio inferior.

Su pecho desnudo brilla por el sudor. Su costado está manchado de ese extraño liquido. Y su barba a crecido bastante en estos días.

Su respiración es pesada y su cuerpo emana electricidad y calor. Se le han formado unas grandes bolsas moradas alrededor de sus ojos cerrados. Aún así no pierde su belleza. - Que no se te ocurra dejarme. - trato de sonreír pero un nudo en la garganta me traiciona.

Su rostro hace un mohin y sus labios intentan moverse. - Háblame, vamos, dí algo. - lo incito. Sus labios vuelven a moverse pero no sale nada de ellos.

Tapó mi boca, ya que siento que en cualquier momento gritaré de la frustración. Muerdo mi palma con fuerza y ya puedo sentir la sangre llenando mi boca. Mi respiración se hace pesada y mi vista se nubla.

Él no va a mejorar.

Me doblo creo que voy a vomitar. Cada vez me cuesta más respirar. Creo que tengo un ataque de pánico. Todo es rojo. Me niego a perder a Kyle.

No pienso con claridad. Llego hasta la mesita y tiro casi todo al suelo. Mi cuerpo se calienta y exploto en un grito de frustración. Sin darme cuenta tengo mis manos bañadas en fuego.

Las luces se encienden y se apagan. Una extraña electricidad llena la habitación. Estrello unas cuantas esferas de fuego en la pared del fondo. Quedan marcas circulares como la que había quedado en la pared de mi antiguo departamento.

Escucho pasos rápidos fuera de la habitación. Antes de que logren abrir la puerta hago un movimiento extraño con mis dedos y escucho ponerse el seguro.

Estoy a casi un metro de la puerta.
¿Cómo hice eso? Luego escucho la voz de Kyle en mi cabeza diciéndome que soy la elegida y que tengo millones de poderes que ni siquiera sabía que existían. Que sólo debo aprender a usarlos.

Y acabo de descubrir uno nuevo, puedo manipular objetos.
- ¡Abre la puerta! - grita Sam. Luego la puerta se sacude.

- Déjenme. - les grito.
- Sólo abre. - me ruega Sophie.

La electricidad y el calor abandonan mi cuerpo. - Por favor váyanse, si estas en realidad son las últimas horas de Kyle... - mi voz se quiebra.
- Quiero pasarlas a solas con él.

Los pasos se empiezan a alejar de la puerta.

Quito los mechones anaranjados que se pegan a mi rostro. Giro sobre mis talones y empiezo a caminar hacia la cama. En el proceso casi piso mi móvil. Lo levanto del suelo para ponerlo a cargar, Courtney podría llamar o tal vez... Annie.

Lo enciendo. Tengo un mensaje nuevo.

Creo que es de la misma persona que me envió aquel extraño texto.

* - En realidad era yo, ingenua. *
Frunzo las cejas.

Esto es demasiado extraño.
Le escribo un texto rápido un sencillo "¿Quien eres? "

Contesta rápidamente.
* - En realidad no soy nadie, de hecho estoy muerto. *

Muerto.

Mis dedos tiemblan en el teclado.
* - ¿Qué quieres? *
* - Poder. * - responde al minuto.
Confundida dejo el teléfono a un lado, luego me preocuparé por estos mensajes.

Me acerco hasta la cama, mirando mis pies rasguñados. Mi vista se posa en algo bajo la cama. Me tiro de rodillas. Levanto un poco la sábana para poner mirar mejor.

Mi corazón da un vuelco. No sé si llorar o reír. Lo saco con cuidado.

Es un oso de peluche. Uno enorme que creo que mide más de un metro de alto. De una de sus orejas cuelga una pequeña tarjeta.

Para Rae.
"Siento ser un idiota."
~Kyle.

Abrazo el enorme oso, esto es lo más hermoso y especial que me han dado, ahora sí lloro, y no sé si es de tristeza o felicidad.

Podría jurar que tiene el aroma de Kyle. Me siento en la cama y tomo su mano entre la mía.

- Esto es lo más hermoso que me han dado, gracias. - lo digo con el corazón. - Eres lo más perfecto que ha llegado a mi vida. - lágrimas cubren mis mejillas. - No lo soportaré si me dejas... - hago una pausa. Necesito tomar aire.

Lo miro directamente. De sus ojos cerrados salen lágrimas. Lagrimas en cascada fluyendo por sus mejillas.

Se me rompe el corazón.
- Yo... - no sé como decirlo, las palabras se atoran en mi garganta.
- Yo... yo te amo. - suelto al fin. Y me siento bien, siento bien decir esa frase.

Sus lágrimas al igual que las mías se intensifican. Y su mano... Su mano apreta con fuerza la mía.

Solo me tumbo a su lado y lo abrazo con fuerza, no sé si está será la última vez que lo tenga a mi lado.

(...)

Jueves 20 de octubre.

Un intenso rayo de sol me despierta. Me sobresalto. Estoy en la pura orilla de la cama junto a Kyle.

Contengo la respiración al acercarme hasta posar mi oreja sobre su pecho. Su corazón está latiendo, débil pero lo está.

Vuelvo a respirar.

Salgo de la cama. El enorme oso de peluche está en el suelo. Debió caerse durante la noche. Lo levanto y lo pongo junto a Kyle.

La habitación es un asco. Levanto algunas cosas y las pongo en su lugar.

Camino hasta la ventana para abrir bien las cortinas, a Kyle le hará bien un poco de aire fresco. Abro totalmente la ventana. El día es soleado y feliz.

¿Por qué este maldito día tiene que ser tan soleado y positivo?

Busco mi móvil, no tengo nuevos mensajes mucho menos llamadas. Miro la hora, son casi la una de la tarde.

Wow, dormí mucho.

Mi estómago ruge, debería ir a buscar algo de comer.

Al parecer no hay nadie en casa. Voy hasta la cocina y un delicioso aroma llena mi nariz.

Sobre el desayunador descansa un enorme tazón con macarrones con queso. Lamo mis labios.

Junto a el hay una pequeña nota:
"Cómeme"

Sonrío.
- ¿Es en serio? - esto definitivamente es obra de Sophie.

Son una explosión de sabor en mi boca, y aún están calientes.
Creo que estoy gimiendo, son jodidamente deliciosos. Y es mi primera comida en días.

Después de lavar el plato me voy a duchar.

Tomé una ducha larga y me puse aquella camisa que había usado Kyle, la camisa que con su voz más sexy dijo que yo nunca la lavaría. Y adivinen que... nunca la lavé.

Tres treinta de la tarde.
Estoy sentada a un lado de Kyle. Solo quiero superar este día. Quiero que ambos lo superemos. Si él lo logra, sabré que va a poder superar esto y que va a despertar.

Y así que esto quede encerrado en el baúl de pesadillas superadas.

Escucho ruido desde la planta baja.
- Rae, ya llegamos. - escucho el grito agudo de Sophie.

No respondo, no quiero gritar.
Luego unos pasos retumban por el pasillo. Tocan a la puerta y luego una cabeza de algodón de azúcar rosa aparece en mi campo de visión.

- ¿Está todo bien? - pregunta.
- Eso creo. - respondo mirando a Kyle.

- ¿Te gustaron los macarrones, los hice especialmente para ti? - pone su cara mas dulce. Ella será una buena esposa y creo que hasta una muy buena madre. Me alegro por Sam. - O ¿estaban tan terribles que los tiraste? - habla tan rápido que no me deja contestarle. - Soy una terrible cocinera, en definitiva los tiraste.

- Sophie. - la llamo. - Estaban deliciosos, totalmente los mejores, gracias.
- ¿No lo estarás diciendo por...
- Claro que no. - la corto. - Fueron los mejores macarrones. - le sonrío.

- ¿Siempre quieres estar a solas con él? - pregunta.
- Por favor.
- Está bien. - me sonríe y sale.

No sé cuanto tiempo pasó. Las horas se fueron de mis manos como el agua. Le contaba a Kyle sobre mi familia, él siempre decía que yo nunca hablaba de ellos. Y ahora estoy aquí y realmente siento que él me escucha. Reviso la galería de mi móvil, está llena de fotos de Kyle, no sabía que le había tomado tantas, sonriéndome, mostrándome el dedo del medio o unas en las que no se da cuenta, encuentro la ultima que le tomé, muerdo mi labio, es la foto en la que el está durmiendo en la cama de mi antiguo departamento, la foto en la que sale sin camisa, la foto en la que se ve demasiado bueno para la vida. Aunque siempre está así de bueno. Sonrío.

Escucho gritos desde la planta baja. Dejo el móvil en la mesita.
- ¿Qué haces aquí? - escucho a una molesta Sophie. - Largo.
- Vengo a verlo. - conozco esa voz.
- No entrarán a mi casa. - le grita de nuevo Sophie.

Sin darme cuenta ya estoy bajando las escaleras.

- Suéltame Sam, porque voy a arrancarle las extensiones.
En la entrada están Alex y Aiden Sullivan.

- ¿Qué demonios hacen aquí? - les grito.
- Vengo a ver a mi novio. - dice Alex.

Suelto una risa irónica en su cara.
- ¿En serio? - digo con sarcasmo.

- Si, Kyle y yo estamos juntos, ¿no te quedó claro aquella tarde? - suelta una risa maniática.

- Ese no era Kyle, sólo era uno de tus malditos trucos. - digo con rabia.

* - Claro que no era Kyle. *
Habla la chica en mi cabeza, provocandome mareos.

- No te metas ahora que voy ganando.

- Claro que si era Kyle. - agrega Aiden.

- Tú te callas imbécil. - lo amenazo.
- No le hables así. - Alex me toma fuertemente del brazo.

- No me toques. - le rugo.
- Suéltala. - Sam aparta a Alex de mi.

* - Solo pregúntale por la muerte de los Haynes. *

¿Qué? Lo pienso por un minuto, nada pierdo con preguntar. Está chica en mi cabeza sabe algo que yo no y al parecer la respuesta es Alex.

- Sólo te haré una pregunta Alex, si contestas correctamente podrás ver a Kyle.

Sophie me mira con pánico.
- ¿Qué? NO. - me mira confusa.
- Sé lo que hago. - le susurro. En realidad no. No sé que demonios estoy buscando con esta pregunta.

- Haz la estúpida pregunta. - acomoda su tostado cabello.

- ¿Cuál de los gemelos Haynes murió primero? - trago grueso.

La veo vacilar por un momento.
- Fue Iván, él era mas débil y mas fácil de derrotar, además debíamos guardar energía para Ian que era el mas fuerte.

Ya sé a lo que se refería esa voz en mi cabeza. Ella sabía que las cosas no cuadraban.

Recuerdo perfectamente las palabras de Aiden aquella vez en mi habitación, cuando le pregunte cual de los gemelos había sido el primero.

- Fue Ian, ya sabes, teníamos que derrotar al mas fuerte primero.
Estas fueron sus palabras exactas.

- Ahora iré a ver a Kyle, ya contesté tu estúpida pregunta. - trató de hacerse paso.

- No irás. - una sonrisa llena mis labios.
- ¿Qué?
- Deberían ponerse de acuerdo a la hora de mentir. - los gemelos abrieron los ojos como platos. - Hace un tiempo le hice esta misma pregunta a Aiden, y esa no fue su respuesta. Él dijo que terminaron con el mas fuerte primero. Ups, ustedes mienten así que se largan.

Alex iba a explotar de la furia.
Empujó a su hermano para salir.
- Eres un imbécil. - le gritó antes de desaparecer por la puerta seguido por su hermano.

Nunca me sentí tan bien como ahora.
Aunque una angustia me invade, algo anda mal, ¿los gemelos están muertos o no...? Trato de no pensar en eso.

- Eso estuvo genial. - me felicita Sophie.
- Eres una chica ruda. - agrega Sam.

- Esa es mi chica. - se escucha una voz ronca a nuestras espaldas. - Por cierto, muero de hambre, alguien consíganme una pizza.

Me giro rápidamente. Mi vista se nubla. - Kyle. - murmuro antes de correr hasta sus brazos.

♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡
Nota: este cap lo tengo desde hace unos días pero esperé subirlo hasta hoy por dos razones.

Razón #1: hoy es 20 de octubre. Era el día perfecto.

Razón #2: hoy está cumpliendo años una personita muy especial. Ella ha tenido fe en mi y es una fiel lectora de "La Rosa Negra" ella me ha ayudado con algunas cositas en está historia y hasta es administradora de la página en facebook, así que este cap va dedicado a ella melisssa_stilinski24
¡Feliz cumpleaños! Meli ❤❤❤❤
🎉🎊🎉🎊🎉🎊🎉🎊🎉🎊🎉🎊🎉🎊🎉

Este capítulo me gustó mucho, espero que a ustedes también. Lo hice bastante largo, bueno eso creo, la verdad no podía parar de escribir.

Amenme no maté a Kyle.
Así que Chindy-00 y Ha_nna0420 dejen de hacer planes para quemarme viva.

No olviden votar y comentar. Quiero ver unos 100 comentarios, se que lo podemos lograr mis ahienators. Nos leemos en unos días criaturitas hermosas. ❤❤❤

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