Al entrar Jake tropezó, y cayó al suelo, Samuel se agachó, y lo cargó.
-¿Estás bien?- le preguntó Samuel mirándolo.
-Sí.- dijo Jake mientras asentía con la cabeza. Entramos a la heladería, que era muy grande. Sus paredes eran rosadas y verde limón, para darle vida al lugar.
-¿Qué les puedo dar?- dijo una chica detrás del mostrador, sonriendo.
-¡Yo quiero helado!- gritó Jake. Samuel solo asintió.
-¿De qué sabor?- le pregunto la chica.
-De... chocolate.- dijo Jake mirando hacia los congeladores, donde estaban todos los helados.
-¿Algo más?- preguntó la chica del mostrador. Samuel me miró.
-Otro de chocolate.- le dije a la chica.
-Que sean 3.- agregó Samuel . La chica asintió, y se giró para servir los helados. Después de unos minutos, la chica se giró, y nos entregó los helados.
-Aquí tienen- nos dijo la chica dejando los helados sobre el mostrador. Samuel le pagó, y nos sentamos en una de las mesas del lugar. Jake llevaba a su boca cucharadas tan grandes, que sus mejillas estaban llenas de helado. Limpié sus mejillas, y el solo me intentaba esquivar, Samuel solo sonrió, y siguió comiendo helado. Un grupo de chicos con batas blancas –que estudiaban medicina- entraron a la heladería, riendo. Caminaron hacia el mostrador, y pidieron helados, y caminaron hacia una de las mesas del lugar. El grupo de estudiantes se sentó en la mesa, y conversaban y reían. Había una chica en particular que llamaba mi atención. Era morena claro, cabello castaño, con las puntas teñidas de azul. Era Jazmine. Estuvimos juntas en preparatoria, ella estudiaría medicina, por lo que sus estudios serían más largos, pero seguíamos siendo amigas.
-¿Qué pasa?- preguntó Samuel mirándome.
-Conozco a esa chica.- dije mirando a Jazmine.- La de cabello teñido.- Samuel la miró disimuladamente, y regresó la mirada a mi, algo serio. -¿Qué pasa?- le pregunté.
-Sabía que traerte a (tu país) no era buena idea... te debí haber dejado en casa, con Jake.- dijo pasando una mano por su cabello. –Tenías que quedarte en casa... sabía que esto iba a pasar..- dijo recargándose en el respaldo de la silla.
-Samuel , tranquilo.- dije bajando la voz. –No va a pasar nada.- dije intentando calmarlo.
-Si va a pasar, vas a encontrar a tu familia, te llamaran... tus amigos, los vas a extrañar, y.. te vas a querer qued..- lo interrumpí.
-Samuel , ¿Cuántas veces te lo voy a decir?- le pregunté ladeando la cabeza. –Si, encontraré a amigos y familia... pero, recuerda que también los quiero.- Samuel se tensó cuando dije eso.- Pero, no me quedaría, quiero más a Jake, y a ti. –Samuel sonrió. Terminamos de comer el helado, y Jake seguía ensuciándose.
-Vámonos.- me dijo Samuel poniéndose de pie, cargando a Jake.
-Evita que me vean, Jazmine sabe cuando miento, no quiero que haga preguntas.-le dije a Samuel , el solo asintió, y pasó su brazo por mis hombros, y salimos rápido del lugar. Subimos al auto, y volvimos al hotel. Samuel estacionó el auto, y entramos al hotel. Jake corrió hacia el ascensor, y oprimió el botón. Las puertas se abrieron, y subimos. Al llegar al cuarto, Jake quería ver televisión, se quedó mirándola, y Samuel y yo salimos a la pequeña terraza que tenía la habitación.
-Samuel .- dije mirando hacia los jardines del hotel.
-¿Si?- me preguntó mirando hacia donde mismo, mientras daba un trago a una lata de cerveza.
-Siempre he tenido una duda....
-¿Cuál?- preguntó aún sin mirarme.
-Por... ¿por... por que me compraste?- al preguntar eso, me miró.