Corazón Principiante✔️

Av BreiwuyVivas

616K 42.5K 3.2K

Una turbulenta infancia convirtió a Noah en un hombre frío, demandante y desconfiado. Él ha vivido en una sol... Mer

Sinopsis
AVISO
CapítuloUno|Inicio|
|Inicio II|
CapítuloDos|Inicio de una historia|
CapítuloTres|Golpes|
CapítuloCuatro|Nervios|
CapítuloCinco|Rescate|
CapítuloSeis|Amigas|
CapítuloSiete|Indecisión|
CapítuloNueve|Mente en descontrol|
CapítuloDiez|Encuentros|
CapítuloOnce|Besos a escondidas|
CapítuloDoce|Cambio de actitud|
CapítuloTrece|Solos|
CapítuloCatorce|RCP|
CapítuloQuince|Incomodidad|
CapítuloDieciséis|Cambio|
CapítuloDiecisiete|Desesperación|
CapítuloDieciocho|Discusiones|
|NOTA BORRADA|
CapítuloDiecinueve|Sucia|
CapítuloVeinte|Primera venganza|
CapítuloVeintiuno|Pérdida de sangre|
CapítuloVeintidós|Fastidio|
CapítuloVeintitrés|Salida|
CapítuloVeinticuatro|Gritos|
CapítuloVeinticinco|Querido Amigo|
CapítuloVeintiséis|Ojos Intensos|
CapítuloVeintisiete|Palabras Duras|
CapítuloVeintiocho|Vídeo|
CapítuloVeintinueve|Reencuentro|.
|NOTA BORRADA|
CapítuloTreinta|Sospecha|
CapítuloTreintaYUno|Juntos|
CapítuloTreintaYDos|Preguntas|
CapítuloTreintaYTres|Erick se confiesa|
TreintaYCuatro|Querida Prima|
CapítuloTreintaYCinco|Declaración|
CapítuloTreintaYSeis|Prueba|
CapítuloTreintaYSiete|¿Tú Quién Crees?|
CapítuloTreintaYOcho|Sorpresas|
CapítuloTreintaYNueve|Segunda Venganza|
CapítuloCuarenta|¿Eres tú?|
CapítuloCuarentaYUno|Malestar|
CapítuloCuarentaYDos|Decisión|
CapítuloCuarentaYTres|¿Jane?|
CapítuloCuarentaYCuatro|¿Quieres ser mi...?|
CapítuloCuarentaYCinco|¿Cómo te atreves?|
CapítuloCuarentaSeis|Recuérdame|
CapítuloCuarentaYSiete|¿Qué me ocultas?|
CapítuloCuarentaYOcho|Revelaciones|
CapítuloCuarentaYNueve|Aclaraciones|
CapítuloCincuenta|Presentación|
CapítuloCincuentaYUno|Miedo|
CapítuloCincuentaYDos|Collar del corazón|
CapítuloCincuentaYTres|Estás muerto|
CapítuloCincuentaYCuatro|Junto a mí|
CapítuloCincuentaYCinco|Sorpresas|
Epílogo.
Agradecimientos
"Por Siempre, Implacable"
Extra #1
HOLAAAA

CapítuloOcho|Nuevo trabajo|

13.5K 957 10
Av BreiwuyVivas

Kara notaba cómo Abel intentaba tener algo con ella. Se limitaba a seguirle la intensa conversación con una sonrisa torcida. Pensaba que había sido un milagro que no la reconociera pese a que él había estado en el Club ésa noche y que se hubiera tragado el cuento que Mary le había inventado. Era esencial mantener oculto su pasado para así poder avanzar en su nueva vida, además de que no quería que la marcaran por haber trabajado en un Club de Striptease.

Estaba incómoda. Las miradas furtivas de Noah la incomodaban muchísimo. Tenía mucho rato así, mirándola a ella y a Abel. Yacía a unos metros de distancia charlando con Mike mientras que Mary estaba al lado de ella siguiendo la conversación con su hermano.

—Kara...—Ella alzó la vista hacia la imponente silueta de Noah—, ven un momento conmigo, ¿sí?

Kara frunció el ceño. ¿Por qué él quería hablar con ella? Hasta donde ella sabía, o creía, él sentía desprecio hacia ella. No tenía la menor idea de qué podía querer ese hombre que la hacía poner tan nerviosa. Se puso de pie y lo siguió con sigilo con sus manos temblorosas. Él abrió una puerta y la hizo pasar primero, seguidamente entró él y cerró la puerta tras de sí. Los nervios la consumían aún más.

—Siéntate.

Noah la miró desde la silla de Mike. Sus pasos eran sigilosos, inclusive temerosos, era como si estuviera midiendo el espacio que estaría cerca de él. Se veía nerviosa, y razones tenía para estarlo. La expresión con la que la escrutaba era su típica mirada dura y fría.

Ella se sentó recta en la silla frente al escritorio. Sus nervios habían aumentado.

—Iré al grano. Tengo dos cosas que decirte y espero que me pongas mucha atención porque no espero repetir, odio repetir.—Kara asintió—. ¿Quieres poner una demanda en contra de ése Animal?

Kara parpadeó un par de veces antes de contestar.

—¿Cómo?—Noah bufó frustrado.

—Al idiota que te golpeaba, tu ex novio.

—¿Eso significaría volver a verlo?

—Por supuesto.

Kara experimentó un escalofrío de píes a cabeza. ¿Volver a verlo? No quería volver a ver la cara de ése hombre en su vida. Aunque debía de tener claro que él en algún momento aparecería puesto que él la buscaría para vengase.

No contaba con el suficiente valor como para ver su rostro de nuevo y que sus piernas no se hicieran gelatina.

Debía de mantener su mente tranquila y mentalizarse de que él aparecería en cualquier momento, y cuando eso pasara, no debía de entrar en pánico. Sin embargo, ahora, para ella, era demasiado doloroso recordar todo lo que le había hecho. Debía dejar que pasara un poco de tiempo y tomar un poco de valor para que cuando el momento llegase, decirle todas las cosas que debió decirle en su momento dado.

—La verdad, no lo sé... No quiero volver a verlo y...—Sintió sus ojos picar, las lágrimas querían salir, pero ella no pensaba derramar más lágrimas por culpa de Marcus, no se merecía nada de ella—. Y que vuelva a hacer lo que solía hacer.

—Precisamente para eso te llamé, Kara. Demandándole él estará toda su vida en la cárcel. Yo mismo encargaré de que se quede allí y no vuelva a ver el la luz del sol.

—¿Estás seguro? La verdad no lo sé...—Noah golpeó con su puño el escritorio frustrado.

—¿Debo de repetírtelo? Kara, metiéndole a la cárcel no vivirás con la constante preocupación de que él aparecerá en algún momento.

—Lo pensaré.—No era una decisión que debía tomar ahora mismo. Primero estaba ella y luego él. ¿Pero qué debía de pensar? Lo que había dicho sólo había sido un pretexto para ganar tiempo y así no volver a verlo en un tiempo

—Como quieras. Pero mañana mismo quiero tu respuesta temprano. Te recuerdo que si quieres que él pague por todo lo que te hizo debes demandarlo.

—¿Vendrás mañana a oír mi respuesta?

—Sí y vendré a buscarte. Mary me comentó que quieres trabajar y estoy dispuesto a ofrecerte trabajo en mi bufete. Cuando estemos allá veremos en qué puedes empezar.

—¿Estás seguro que quieres tener a alguien como yo trabajando para ti?—Preguntó con sorna. Él la miró ceñudo.

—¿Alguien como tú? ¿A qué diablos te refieres?

—Yo sólo decía.

...

Kara cerraba la puerta de su ahora habitación. Eran casi las diez de la noche cuando Noah se había ido y Mike había ido a llevar a su cuñado a su casa, puesto que se había emborrachado. Durante toda la tarde había hablado hasta por los codos mientras bebía cerveza con Mike y Noah, sin embargo éstos últimos se habían medido.

Se sentía algo sola, pero al menos estaba a salvo y sin la constante preocupación de que alguien entrara a golpearla en algún momento. Estar en ese lugar era tranquilizante, sin embargo no podía parar de pensar que era una carga para todos ellos. Todos habían sido muy amables y siempre estaría muy agradecida con todos.

Se sentía como siempre había anhelado estar: Tranquila. No había nadie gritándole, despreciándola ni haciendo cosas indebidas y a la fuerza con su cuerpo. Ahora ella se pertenecía a sí misma.

Fue hasta la cama y sacó todo lo que había en el bolso que Noah se había encargado de darle antes de irse. Estaba todo lo que había guardado, incluido su dinero. El detalle no le había pasado desapercibido y le hizo saber que él se había quedado en el club después del incidente y que había salido quizá varios minutos después de que Marcus y Logan se la llevaran. No lo culpaba por no haberla sacado de allí en su momento, por no haberla ayudado puesto qué, al fin y cabo, eran completos desconocidos; sin embargo le guardaba un poco de rencor.

Ahora que revisaba todo. No había absolutamente nada decente para colocarse al día siguiente. Probablemente su lugar de trabajo era un lugar ostentoso y temía que la mirasen mal. No quería empezar con mal pie su primer día de trabajo.

¿Realmente trabajaría para Noah? Le emocionaba pensar que tendría un trabajo de verdad. Un trabajo digno. ¿Cómo sería trabajar para un hombre así? Él la perturbaba, pero no pensaba dejarse amilanar. Miró su ropa y lo único decente que había encontrado fue un jeen roto en la rodilla y una blusa algo desgastada. No podía ir con eso. Pensó que quizá sería mejor reunir valor y pedirle ayuda a Mary.

Al día siguiente habló con Mary con los nervios de punta. Ella sólo sonrió y la llevó corriendo hasta su armario para escoger el conjunto que debería ponerse para ir a la oficina. La ayudó a arreglarse y a maquillarse.

Ése día había pensado que con el dinero que tenía ahorrado comprar un poco de ropa, porque necesitaba.

—Si Noah es demasiado fuerte contigo me dices para darle un buen golpe.

—¿Por qué lo dices?

—¿Que no te has dado cuenta? Él suele ser muy malo con sus comentarios. Así que no te tomes todo lo que diga en serio.—Mary sonrió—, él al principio me odiaba y al tiempo fue que me tomó algo de cariño, digo yo. En fin, iré por ti a eso de las doce y algo para ir a almorzar y luego irnos de compras, ¿sí?

—Por supuesto.

En ése momento el timbre sonó. Mary se apresuró a abrir y se encontró con Noah. Lo saludó con un beso en la mejilla y lo hizo pasar. Kara lo miró desde el pasillo y lo analizó. Vestía un traje azúl marino que le quedaba como un guante. Se había reducido la barba y sonreía incómodo.

—¿Quieres que tape con maquillaje el moratón de tu ojo?

—Te lo agradecería

Kara salió de su escondite y él la miró de inmediato. Le sonrió y llegó a su lado. Mary pasó por su lado como un rayo y volvió segundos después con su estuche de maquillaje. Hizo sentar a Noah en el mueble y precedió a maquillarle el contorno del ojo. Minutos después Mary terminó y, mirando a Kara le sonrió pícaramente.

—¿Estás lista?—Preguntó él poniéndose de pie.

—Sí.

—Bien, vámonos entonces.

—Te buscaré a las doce, recuérdalo.—habló Mary abrazándola—. Y cuidado con él, a veces muerde.

Kara estaba demasiado nerviosa como para saber qué hacer. En el elevador, alejados uno del otro, intentó relajarse y mantenerse calmada. Trabajaría con él, lo vería casi todos los días y no podía seguir sintiendo esos inútiles nervios hacia él. Ya un poco más calmada, se dignó a subir la mirada y sonreírle.

—¿Y cómo amaneciste hoy?—preguntó ella.

—Bien

Esa sonrisa... pensó Noah. ¿Cómo podía resistirse para no robarle un beso? La deseaba más de lo que podía admitir y estaba al tanto de sus incoherentes reacciones cuando estaba solo con ella. Su control se había ido a la mierda cuando la besó frente al Animal. Ahí fue, durante esos cortos segundos, que sintió una extraña conexión.

Llegaron rápidamente al bufete. Noah había dejado el auto en la entrada y le dio sus llaves a un hombre. Kara caminaba detrás de él como si fuese su sombra. Estaba rodeada de personas a las cuales no conocía, al igual que su entorno. La belleza del lugar la maravilló. Grandes candelabros colgaban de los altos techos con diseños abstractos al igual que las paredes pintadas con un delicado beige. Todo era magnífico y ella podría decir que era lo más bonito y elegante que había visto en su vida.

Tomaron el elevador que se encontraba del lado derecho y se recostó al vidrio que cubría la parte interna del éste. Había logrado caminar con soltura mientras él lo hacía a paso rápido y sin dejarse amilanar por las miradas furtivas que les dirigían. Cuando las puertas del elevador se abrieron, detalló que habían muy pocas personas allí.

—Éste es el último piso. Aquí está mi oficina, el sala de juntas y el salón para fiestas.—habló.

Noah se detuvo un poco más adelante. Kara miró la gran puerta frente a ella. ¿Realmente trabajaría aquí de ahora en adelante?, ¿que pasaba si hacía su trabajo mal?, ¿la despedirían? Él tocó varias veces el panel que había a un costado y la puerta se abrió. Él la haló, la hizo entrar primero y luego cerró tras de sí. Kara se mantuvo de pie frente a la puerta mientras él tomaba un control y hacía que la cortina del gran ventanal se corriese y unas luces totalmente innecesarias se encendieron.

—Siéntate.

¿Por qué se sentía tan mortificado estando solo con ella? ¿desde cuándo él se sentía nervioso por una mujer? ¡Eran ellas las que debían de estar nerviosas con su mera presencia!

Carraspeó un poco y se obligó a mantener la cordura. Estaba en el trabajo y no debía de mezclar su deseo sexual con el trabajo. Porque una combinación de ambas, no traería buenos resultados.

—No tenemos nada en cuanto a título se refiere, así que habrá que hacerte un informe.—Kara asintió—. ¿Sabes manejar una computadora y escribir documentos?

—Sé utilizarla, o al menos un poco, pero no sé que debe de ir en un documento.

—Bien, entonces le comunicaré a una de las asesoras que te de un pequeño tutorial de cómo es todo. Es temprano así que estará bien para que comiences ahora mismo.

—Está bien. Pero tengo una duda.

—Habla.

—¿Dónde trabajaré?

—Serás mi secretaria. Llevarás al día todo lo que te diga y estarás al pendiente de mí.

—¿Entonces qué haré?

Él meditó su respuesta. Tomó el teléfono fijo y llamó al área de asesoría. Un par de minutos después había aparecido Melissa, ella era la encargada de la recepción y la más apta para explicar todo lo relacionado con el trabajo que Kara tendría con él, puesto que ella tiempo atrás había sido su secretaria. Ambas mujeres se retiraron y volvió a quedarse solo con una pila de nuevos casos que leer y qué asignar.

¿Si era buena idea de que ella trabajara allí con él? Quizá si fuera buena idea, así estaría más al pendiente de ella y cumpliría lo que le había dicho al Animal. Y sobre él, había mandado a alguien para que estuviera cerca de él y vigilara todos sus movimientos. Enterarse de todo lo que le había hecho le había causado mucha satisfacción. Estaría postrado en una cama durante uno o dos meses, así que no tendría que preocuparse por él en ése tiempo, sin embargo, tenía que estar alerta por el Animal dos que no había quedado tan afectado, Mike había sido demasiado condescendiente con él. Ahora sólo faltaba meterlo a la cárcel. Noah sonrió sin darle importancia. Nada le quitaría la satisfacción que le daba saber que ése Animal no podría mover un sólo dedo en un tiempo.

Siguió con su trabajo normal y avisó a Melissa que instruyera lo mejor que pudiese a Kara. Quería que ella aprendiera y comenzara a moverse por sí misma, que fuese más autodependiente. Quizá aún era un poco rápido, pero era ahora o nunca. Además de que quería que ella comenzara a socializar de buena manera con la demás personas y se diera cuanta de que no todo el mundo es como ella solía verlo.

Kara había terminado su tutoría con Melissa y todo había salido como quería. Había entendido absolutamente todo y pensaba que estaba al menos preparada para asumir el puesto que le darían, iba a dar lo mejor de sí misma para no decepcionar a Noah. Había llegado allí a las ocho de la mañana y ahora eran las once.

—Bueno, Kara, me parece excelente que comiences a trabajar acá.—Sonrió Melissa. Era una mujer de unos treinta y tantos y había sido muy amable con ella—. Te deseo mucha suerte al trabajar con el jefe.

—¿Tan malo es?

—No, simplemente es obstinado, es un maniático en cuanto al orden se refiere y trata a todo el mundo con fiereza.

—Debe tener sus razones para ser así.

—Pues nadie sabe en realidad por qué es así, existen muchos rumores sobre él pero nunca ha aclarado o negado nada. Lo poco que se sabe, es que fue adoptado por los Puckett's cuando tenía dieciséis años.

La curiosidad que había comenzado a sentir sobre él comenzó a aumentar. ¿Cuál sería su pasado? ¿Sufriría al igual que ella? Muchas preguntas sin respuesta comenzaron a llenar su mente. ¿Sería prudente preguntar en algún momento? No, obviamente no. ¿Pero qué le estaba pasando ahora? ¿que le pasaría si él la regañaba o gritaba o abrir viejas heridas? Debía de mantenerse al margen y dejar sus dudas de lado. Además de que tenía que lograr todo lo que se había propuesto.

Despidiéndose de Melissa, se condujo nuevamente hacia el elevador izquierdo. Mientras subía se miraba fijamente en el espejo. Detallaba las ojeras levemente cubiertas por el maquillaje y los moratones en su cuello que no eran visibles a simple vista. Salió y rápidamente se encaminó hasta la gran puerta negra de la oficina de Noah. Tocó y segundos después la puerta se abrió levemente, la deslizó y entró cerrando tras de sí.

—¿Todo bien?—preguntó él con la vista clavada en su laptop.

—Sí, perfecto.

Kara permanecía de pie sintiéndose incómoda. Él tenía unos lentes sobre su nariz y ya no tenía el saco del traje. Las mangas de la camisa negra estaban arremangadas, dándole un aspecto de lo más llamativo. Estuvo así durante minutos, hasta que él se puso de pie y caminó hasta ella.

—¿Cómo te has sentido de las costillas? Con todo esto se me ha pasado preguntarte si tienes alguna dolencia o enfermedad que debiera saber.

—Que yo sepa no...

—¿No has ido al médico?

—Como sabrá no era libre de poder hacer y deshacer. Fueron muy pocas las veces que picé un hospital y la última fue hace casi diez años. 

Noah la miró con su constante expresión imperturbable, parecía estar debatiéndose sobre qué hacer. Segundos transcurrieron hasta que él carraspeó, se arregló las mangas y tomó su saco.

—Vamos a la clínica, no puedo dejarte así.

Una hora después, ya le habían hecho todo tipo de estudios que no supo cómo llamar. Simplemente calló y dejó a los doctores examinarla. Habían lavado todo el maquillaje de su clavícula hacia arriba y habló sobre lo ocurrido con el anciano doctor que la atendía en ésos momentos. Noah estaba fuera de la habitación mientras la examinaba. Una enfermera estaba a su lado mientras estaba recostada en una camilla sin blusa. El doctor presionaba levemente su torso con una expresión seria.

—¿Entonces?—Habló Noah cuando lo dejaron entrar luego de unos minutos.

—Por las radiografías y el examen físico, la joven presenta tres cosillas fisuradas. La quinta y sexta del lado derecho y la cuarta del lado izquierdo.—Explicó—. Tomando en cuenta lo que me relató me sorprende no haber encontrado más fisuras o una ruptura.

—¿Entonces deberá usar la faja durante unas semanas?

—Sí, Sr, MacIntyre. El dolor y el respirar podrá ser un poco dificultoso mientras esas costillas se recuperan, pero es necesario, Kara. Aún tienes mucho qué soportar.

—Gracias.

Antes de irse, Noah insistió en pasar por la farmacia de la clínica y comprarle la faja terapéutica. Cuando la tuvo en sus manos, fueron nuevamente con el doctor y éste le enseñó cómo ponerla correctamente. Al salir, Noah se estiró, estaba algo frustrado pero levemente contento de que al menos ella no estaba tan mal como había pensado con anterioridad. En su auto, ella se giró hacia él con expresión acongojada.

—Gracias, de veras gracias por todo lo que has hecho por mí.

—No hay de qué—le sonrió.

Regresaron al bufete y en la entrada se encontraron con Mary, ella les sonrió perversa nuevamente y Kara se fue con ella, no sin antes darle un último vistazo al hombre que tanto la confundía. 

Fortsett å les

You'll Also Like

29.9K 4.5K 25
La vida de Katerine había cambiado mucho en solo una noche. En una noche se había acostado con su jefe y en otra él le había revelado sus secretos. Y...
13.8K 956 15
Traducciones de Jing Yuan proviene de Tumblr Créditos a las personas de los drabbles, oneshot, etc..
50K 2.1K 52
Contando una versión alternativa de la primer temporada de la serie sin cambiarle el hilo principal junto con teorías de la segunda temporada a parti...
Hades Av Estefan

Fanfiction

799 62 8
Continuacion de Andromeda