Al fin había llegado a su destino. El viaje a pesar que duró 7 horas, no se le había hecho tan largo ya que durante el trayecto de Japón a Francia se había quedado dormida la gran parte del tiempo.
Luego de haber salvado al planeta una vez más del Caos y de haber liberado de su control a Sailor Galaxia, Sailor Moon o mejor dicho Usagi Tsukino decidió que era hora de hacer algo más por su futuro; Tokyo de Cristal aún no iba a crearse, así que mientras tanto optó mejor seguir estudiando algo que realmente amaba lo cual era dibujar manga y comics al igual que el arte. Con el tiempo se dio cuenta de que se le daba muy bien aquellas artes y tanta era su pasión por ellas que aplicó para una beca por un año en una escuela en París, Francia.
Y aquí estaba. Las clases ya habían comenzando allí en París, pero ella no se incorporaría si no hasta la semana siguiente, así que aprovecharía a recorrer y conocer lo que sería por ese tiempo su nuevo hogar; por suerte con ella la acompañaba su fiel consejera y amiga Luna, a demás de que pronto Mamoru se trasladaría a la Universidad de Medicina de París para poder estar juntos.
—Hoy es un día agradable ¿No Luna? —preguntó Usagi a la gata negra, en esos momentos iban en taxi camino hacia el que sería su departamento. Por ese año había alquilado uno que estuviera cerca de su nueva escuela y de la universidad ya que Mamo-chan se iría a vivir con ella, aquella idea la entusiasmaba ya que sería la primera vez que conviviera junto a su amado.
El trayecto era tranquilo, Usagi y Luna se encontraban maravilladas de lo hermosa que era París.
—Así que... —comenzó a hablar el conductor — ¿Es su primera vez en Francia? —cuestionó este.
—Sí, esta es la primera vez que vengo a este país —hizo una pausa y prosiguió— Vine por una beca de estudio —concluyó Usagi.
—Oh...su francés es muy bueno señorita —le dijo el conductor de forma amable, recibiendo una sonrisa un poco nerviosa de parte de la rubia.
—Muchas gracias —agradeció tras unos minutos para luego volver a fijar su vista al exterior.
Algo que la había puesto un poco nerviosa era justamente el tema del idioma ya que ella obviamente no sabía nada de francés, pero Luna la tranquilizó diciéndole que no se preocupara, así fue como le contó que su Cristal de Plata podía usarse como un traductor, cuando ella hablara por más que lo hiciera en japonés, las personas escucharían el idioma que estas hablaran sin importar el país, mientras que ella los escucharía hablar en su idioma natal.
Aquella nueva información proporcionada por Luna la había sorprendido ya que no sabía que el Cristal de Plata se pudiera usar de esa forma también. Su concejera también le había contado que de ese modo era como la Reina Serenidad lo usaba y se podía comunicar cada vez que iba de visita a otro planeta que hablaran otras lenguas, lo mismo podían hacer el resto de los cristales planetarios de sus senshis y el de Mamoru. Sin duda alguna como futura soberana de la Tierra aquello iba a serle muy útil aunque de todos modos esperaba que durante su estadía en aquél lugar pudiera aprender y hablar algo de francés sin la necesidad de su cristal.
Mientras pasaban los minutos, Usagi y Luna seguían maravilladas con la bella París; todo era tranquilidad hasta que el auto frenó de golpe.
— ¿Qué es lo que pasa? —preguntó la japonesa preocupada ya que escuchó algunos gritos a distancia al mismo tiempo que veía pasar corriendo a algunos ciudadanos.
—Es un ataque Akuma, es algo normal por estos lados, ya se va a acostumbrar —le contestó el conductor con normalidad, como si aquello fuera algo de todos los días.
— ¿Akuma? —volvió a cuestionar más preocupada intercambiando una mirada rápida con Luna.
—Sí, pero no se preocupe...Ladybug y Chat Noir se encargarán de él...ahora lo mejor es que nos ocultemos —explicó rápidamente el taxista, dejándola con más dudas.
¿Ladybug?¿Chat Noir? Se preguntaba quienes podrían ser, por lo que vio eran famosos allí en París.
De repente escuchó una explosión muy cerca de donde estaban sacándola de sus pensamientos; para cuando se dio cuenta un cuerpo cayó contra el auto frente al que se encontraba ella.
— ¡Usagi! ¡Hay que irnos! El conductor ya se fue... —dijo Luna distrayendo su atención de ese chico rubio con antifaz vestido con un traje negro que parecía estar hecho de cuero y que llevaba orejas y un cinturón que simulaba ser una cola, como la de un gato. Cuando su gata al fin pudo hacerla reaccionar se dio cuenta que en efecto el conductor las había dejado solas.
Otra explosión se escuchó esta vez frente suyo. Ante esto no tardó en tomar sus cosas y salir rápidamente del auto junto a Luna justo a tiempo ya que otro vehículo cayó sobre en el que habían estado segundos antes. Agradecía esos años como Sailor Moon que le habían brindado a su cuerpo civil una gran agilidad y buenos reflejos.
Rápidamente Usagi y Luna corrieron hacia un callejón y se ocultaron allí observado todo lo que pasaba, ahora una chica también con antifaz pero con un traje completamente rojo con lunares negros se había situado al lado del chico rubio; ambos se encontraban luchando con una chica que se hacía llamar Miss Heartbreak, esta lanzaba tarjetas negras en forma de corazón siendo repelidos por el yo-yo de la chica de rojo y el bastón del chico de negro.
— ¿Alguna idea Bugaboo? —preguntó a su compañera Chat Noir, siendo escuchado por Usagi desde su escondite.
—No, no se me ocurre donde puede llegar a estar oculto el Akuma ¡Y deja de decirme así! —contestó Ladybug quien destruía otra tarjeta con su yo-yo.
La lucha se vio extendida y ambos héroes comenzaban a cansarse, siendo notado por la rubia y la gata negra.
—Luna ¿Crees que Sailor Moon deba intervenir? —preguntó Usagi a su consejera, preocupada por aquellos chicos que seguían luchando con aquella villana.
—No lo sé...quizás debamos ver qué sucede, al parecer esos dos son los héroes de esta ciudad, tal vez no sea buena idea que intervengamos Usagi —reflexionó Luna, recibiendo sólo una afirmación no muy convencida de la senshi.
Mientras tanto Ladybug y Chat Noir seguían peleando sin éxito alguno, este último incluso ya había usado su "Cataclismo" y no había dado resultado alguno, pronto iba a destransformarse.
—Bien, esto comienza a cansarme ¡Lucky Charm! —gritó Ladybug al tiempo que aparecía un globo en forma de corazón —¡¿Y qué se supone que deba hacer con esto?! —exclamó con incredibilidad.
—No lo sé My Lady, pero sea lo que sea ¡hazlo ya! —exclamó Chat Noir quien en ese momento se encontraba distrayendo a Miss Heartbreak.
—Bien, veamos qué podemos hacer con esto — se dijo para sí la parisina mientras miraba a su alrededor, formándose en su mente una idea; lamentablemente antes de poder llevarla a cabo el grito de su compañero de batalla la distrajo.
Chat Noir había sido golpeado fuertemente mandándolo a estrellarse contra un poste de luz.
— ¡Chat! —gritó preocupada Ladybug corriendo hacia él aún con el globo en sus manos — ¿Te encuentras bien? —preguntó con suma preocupación, este iba a contestar pero abrió sus ojos sorprendido.
—¡Ladybug! ¡Cuidado! —gritó el súper héroe empujando a su compañera ya que habían sido atacados por una cadena de corazones negros, el cual explotó el globo de Ladybug, perdiendo así la oportunidad de vencer al enemigo.
Una vez más el Akuma desplegó su cadena hacía el dúo heroico de París, capturándolos y encadenándolos al poste dejándolos inmovilizados.
— ¡Sus miraculous serán míos! —gritó orgullosa Miss Heartbreak mientras se acercaba a la dupla quienes intentaban inútilmente deshacerse de la cadena ya que a ambos les estaban sonando sus miraculous indicándoles que pronto volverían a ser civiles.
Desde el callejón Usagi había presenciado todo, sin duda ya no podía seguir indiferente y sin hacer nada.
— ¡Luna, tengo que hacer algo! ¡Debo ayudarles! —dijo con determinación, indicando que iría incluso si la gata se negara, para su fortuna esta no lo hizo.
—Está bien, sólo ten cuidado Usagi —autorizó Luna recibiendo un asentimiento por parte de la mencionada.
— ¡Moon Eterna, Make up! —una vez transformada se dispuso a ayudar a los héroes.
Mientras tanto Miss Heartbreak se disponía a quitarle los miraculous a Ladybug y Chat Noir, ninguno de ellos se había percatado de la nueva presencia frente a ellos.
— ¡Moon Tira Boomerang! —grito haciendo aparecer un disco dorado en su mano, lanzándolo justo a tiempo evitando así que el Akuma tomara los miraculous ya que este tenía el brazo extendido para hacerlo.
Ante este ataque sorpresivo, todos prestaron atención a la nueva figura que había aparecido, sorprendiendo a todos al ver a una chica en un traje similar de marinero y con hermosas alas.
— ¡¿Quién demonios eres tú?! —espetó con enojo el Akuma al verse interrumpido cuando estuvo a punto de cumplir con su objetivo; Ladybug y Chat Noir veían a la rubia aún estupefactos.
— ¿Cómo te atreves a irrumpir un hermoso día en la ciudad del amor? —contestó con otra interrogante de forma desafiante— No puedo pasarlo por alto...Soy la bella sailor senshi, guardiana del amor y la justicia ¡Sailor Moon! —declaró haciendo sus características poses, dejando a más de uno con la boca abierta— En el nombre de la Luna ¡Te castigaré! —terminó de forma seria.
— ¿Sailor Moon? —volvió a preguntar el Akuma confundido.
—Wow...esa chica sí que tiene estilo —comentó Chat Noir admirado por aquella nueva heroína; mientras tanto Ladybug al escucharlo sólo bufó por lo bajo y rodó sus ojos, ella a diferencia de su compañero no confiaba del todo en aquella nueva chica, tal vez era un nuevo miraculous, pero después de lo de Volpina no podía bajar la guardia.
—Bien, no importa quién eres ¡Acabaré contigo! —exclamó Miss Heartbreak una vez pasada su sorpresa inicial.
— ¡Eso lo veremos! —sentenció Sailor Moon — ¡Moon Tiara Boomerang! —invocó una vez más su tiara y la lanzó esta vez destruyendo la cadena que tenía prisioneros a Ladybug y Chat Noir dejándolos libres, provocando aún más la furia del Akuma quien comenzó a atacarla.
Sailor Moon esquivaba con gracia los ataques hasta que se cansó y decidió atacar nuevamente.
— ¡Double Sailor Kick! —dijo antes de lanzarse contra el Akuma, dándole una doble patada haciendo que este se tambaleara y sin dejarle oportunidad invocó su báculo.
—Bien, es hora ¡Silver Moon Crystal Power Therapy Kiss! —grito mientras lanzaba su ataque más poderoso, dando de lleno en Miss Heartbreak quien volvió rápidamente a la normalidad, sorprendiendo aún más a todos los presentes, en especial a Ladybug y Chat Noir quienes tenían la boca abierta. Luego todos vieron como del collar de la chica salía volando una mariposa negra.
Ante la mariposa, Ladybug reaccionó rápidamente— Ya has hecho bastante daño pequeño Akuma —dijo activando su yo-yo— ¡Yo te libero del mal! ¡Te tengo! —volvió a decir mientras lo capturaba— Bye bye, pequeña mariposa —terminó por decir al liberar ahora una mariposa blanca.
— ¡Bien hecho! —dijo Chat Noir con el puño extendido esperando a que Ladybug lo chocara con el suyo como normalmente hacía, pero eso no pasó, en su lugar la heroína parisina se encaminaba hacia Sailor Moon.
— ¿Quién eres tú? —preguntó Ladybug con firmeza y desconfianza.
—Soy Sailor Moon —contestó la rubia —Creí que lo había dejado en claro hace unos minutos —agregó por lo bajo sin ser escuchada por la del traje de rojo.
—Nunca había escuchado de ti —volvió a hablar Ladybug aún mirándola con sospecha.
—Yo tampoco había escuchado sobre ti, supongo que eres Ladybug ¿No es así? Y él es Chat Noir ¿Verdad? —señaló al chico rubio que ahora se había situado a un lado de su lady —Los héroes de París... —confirmó Sailor Moon.
—Así es... y como tales no podemos confiar tan fácilmente en ti, anteriormente ya nos engañó alguien que decía ser otra portadora de un miraculous —siguió hablando Ladybug mientras la analizaba con la mirada con firmeza.
— ¿Miraculous? —se preguntó internamente Sailor Moon, recordando que el villano había hablado sobre algo de eso, en eso un bip volvió a sonar en el lugar.
— ¡My Lady! ¡Debemos irnos! ¡Estamos a punto de destransformarnos! —exclamó con urgencia Chat Noir al percatarse que sólo les quedaba una huella en su anillo, ante ese hecho Sailor Moon lo miró curiosa.
—Pero no hemos podido volver todo a la normalidad —dijo con tristeza Ladybug al ver el desastre que había provocado ese Akuma el cual ella no había podido restaurar los daños ya que no tuvo oportunidad de usar su milagrosa.
—Tal vez yo pueda ayudar con eso —habló Sailor Moon con calma brindándoles una cálida sonrisa y antes de que alguno pudiera decir algo, saltó hacia el techo de una casa extendiendo su báculo —Si me concentro, sé que podré lograrlo —se dijo para sí, cerrando sus ojos concentrándose en el poder de su Cristal de Plata.
Su cristal comenzó a emitir una luz blanca y su báculo creció mucho más —Por favor Cristal de Plata, bríndame de tu poder para poder volver todo a la normalidad —le pidió aún con los ojos cerrados, la media Luna que tenía en la frente brilló con intensidad y una ráfaga plateada se extendió desde su báculo y broche hacia toda la ciudad restaurando absolutamente todo, volviéndola a la normalidad al igual que las personas que habían sido afectadas por Miss Heartbreak.
Ante tal acontecimiento, Ladybug y Chat Noir dejaron caer nuevamente sus mandíbulas en incredibilidad, fue entonces que el héroe felino se percató de algo.
— ¡My Lady! ¡Mira! —le dijo asombrado mostrándole su anillo, ahora tenía toda la huella completa, su energía estaba de nuevo al máximo —Tus pendientes también están recargados —señaló al ver todas sus motas.
— ¿Cómo fue que...? —se preguntó Ladybug tocando sus pendientes, luego miró hacia Sailor Moon que aún seguía emitiendo esa luz plateada y cálida, luego esta cesó y su báculo desapareció, lucía cansada.
—Creo que ahora todo está bien ¿verdad? —les preguntó la senshi, incluso tras sentirse cansada por haber empleado una parte del Cristal de Plata no dejó de brindarle su sonrisa amable. Cuando sintió que su cuerpo comenzaba a entumecerse, Usagi decidió que era hora de irse.
—Bien, ya he cumplido con mi deber ¡Adios! —se despidió rápidamente no sin antes hacer una última pose giñando su ojo, luego saltó del techo hacia el callejón donde Luna la esperaba sin darle la oportunidad a Ladybug o Chat Noir de decirle algo o seguirla.
— ¡Espera! —intentó detener la parisina pero ya era tarde, Sailor Moon ya había desaparecido; estaba dispuesta a buscarla pero su compañero la detuvo.
—Ya se fue My Lady, y nosotros debemos hacer lo mismo —dijo Chat al ver que los reporteros y demás ciudadanos se les acercaban.
—Pero aún tengo muchas preguntas que hacerle —dijo con un mohín la heroína.
—Seguramente esta no será la última vez que la veamos My Lady —tranquilizó Chat a su compañera.
—Sí, tal vez tengas razón...bien ¡nos vemos gatito! —se despidió con una sonrisa antes de tomar su yo-yo e irse rápidamente dejándolo sólo.
Chat se quedó en su lugar estático con los ojos abiertos —Y yo que quería invitarla a salir...bueno ya tendré la oportunidad —se auto consoló extendiendo su bastón yéndose también.
Mientras tanto Usagi ya se había destransformado y se encontraba apoyada contra la pared del callejón, Luna la veía con preocupación pero también con orgullo por lo que había hecho.
— ¿Cómo te encuentra Usagi? —preguntó la gatita apoyando su patita sobre su dueña.
—Estoy bien Luna, sólo un poco cansada —respondió con cansancio, pero le mostró una sonrisa para no preocuparla más.
—Es normal, has tenido que usar una gran cantidad de energía para restaurar todo...por cierto ¿Cuándo fue que has aprendido a controlar así el Cristal de Plata? —volvió a cuestionar asombrada la gata negra.
—Bueno, Setsuna me ha estado ayudando...dice que en un futuro cuando sea la Neo Queen Serenity tendré que manejar a mi antojo el poder del Cristal de Plata, aún me falta mucho por aprender —respondió Usagi como restándole importancia— Ahora lo mejor es que vayamos a nuestro nuevo hogar —sentenció tras agarrar sus cosas y salía rumbo a su nuevo departamento.
—Usagi se ha vuelto muy madura desde la primera vez que la vi...me siento orgullosa de ella —pensó Luna mientras seguía a su dueña.
— ¿Qué te parece si luego de desempacar compramos comida Parisina? —preguntó con entusiasmo la japonesa.
—Me parece bien —fue todo lo que contestó Luna quien se había subido al hombro de Usagi, mientras hablaba por lo bajo para que nadie la escuchara.
Así con un plan para el resto del día, ambas se encaminaron hacia su nuevo destino, sin saber todo lo que les esperaba en un futuro en aquella ciudad.