Corazón Principiante✔️

By BreiwuyVivas

616K 42.5K 3.2K

Una turbulenta infancia convirtió a Noah en un hombre frío, demandante y desconfiado. Él ha vivido en una sol... More

Sinopsis
AVISO
CapítuloUno|Inicio|
CapítuloDos|Inicio de una historia|
CapítuloTres|Golpes|
CapítuloCuatro|Nervios|
CapítuloCinco|Rescate|
CapítuloSeis|Amigas|
CapítuloSiete|Indecisión|
CapítuloOcho|Nuevo trabajo|
CapítuloNueve|Mente en descontrol|
CapítuloDiez|Encuentros|
CapítuloOnce|Besos a escondidas|
CapítuloDoce|Cambio de actitud|
CapítuloTrece|Solos|
CapítuloCatorce|RCP|
CapítuloQuince|Incomodidad|
CapítuloDieciséis|Cambio|
CapítuloDiecisiete|Desesperación|
CapítuloDieciocho|Discusiones|
|NOTA BORRADA|
CapítuloDiecinueve|Sucia|
CapítuloVeinte|Primera venganza|
CapítuloVeintiuno|Pérdida de sangre|
CapítuloVeintidós|Fastidio|
CapítuloVeintitrés|Salida|
CapítuloVeinticuatro|Gritos|
CapítuloVeinticinco|Querido Amigo|
CapítuloVeintiséis|Ojos Intensos|
CapítuloVeintisiete|Palabras Duras|
CapítuloVeintiocho|Vídeo|
CapítuloVeintinueve|Reencuentro|.
|NOTA BORRADA|
CapítuloTreinta|Sospecha|
CapítuloTreintaYUno|Juntos|
CapítuloTreintaYDos|Preguntas|
CapítuloTreintaYTres|Erick se confiesa|
TreintaYCuatro|Querida Prima|
CapítuloTreintaYCinco|Declaración|
CapítuloTreintaYSeis|Prueba|
CapítuloTreintaYSiete|¿Tú Quién Crees?|
CapítuloTreintaYOcho|Sorpresas|
CapítuloTreintaYNueve|Segunda Venganza|
CapítuloCuarenta|¿Eres tú?|
CapítuloCuarentaYUno|Malestar|
CapítuloCuarentaYDos|Decisión|
CapítuloCuarentaYTres|¿Jane?|
CapítuloCuarentaYCuatro|¿Quieres ser mi...?|
CapítuloCuarentaYCinco|¿Cómo te atreves?|
CapítuloCuarentaSeis|Recuérdame|
CapítuloCuarentaYSiete|¿Qué me ocultas?|
CapítuloCuarentaYOcho|Revelaciones|
CapítuloCuarentaYNueve|Aclaraciones|
CapítuloCincuenta|Presentación|
CapítuloCincuentaYUno|Miedo|
CapítuloCincuentaYDos|Collar del corazón|
CapítuloCincuentaYTres|Estás muerto|
CapítuloCincuentaYCuatro|Junto a mí|
CapítuloCincuentaYCinco|Sorpresas|
Epílogo.
Agradecimientos
"Por Siempre, Implacable"
Extra #1
HOLAAAA

|Inicio II|

18.4K 1.2K 52
By BreiwuyVivas

Julio 20 de 1993

Carol y Erick se miraban ansiosos el uno al otro. Se encontraban en la espera de recibir a sus mellizas y no podían estar más que emocionados.

Carol gritó al sentir una fuerte contracción en su vientre. La hora había llegado. Erick se apuró en tocar el botón rojo a un lado de la camilla que le habían informado horas antes las enfermeras que debía presionar cuando ella comenzara a tener contracciones.
No había pasado ni un minuto cuando varias de ellas los abordaron en la habitación y se llevaron a Carol a la sala de parto.

Ella casi no podía soportar el dolor. Sentía que la estaban rompiendo en dos y no paraba de apretar los dientes y maldecir a Erick, el cual ya tenía puesto un traje azul sobre su ropa y un gorro del mismo color para poder presenciar el parto.

—No se preocupe, está sintiendo mucho dolor y es normal que lo insulte en estos momentos, puesto que es gracias a usted que ella está así.—dijo una enfermera mirando a Erick

— ¡Pero si ella estuvo de acuerdo de no usar protección!—chilló éste y la enfermera lo miró con mala cara.

—Cállese y dele la mano a su mujer. Apóyela porque lo necesitará.

Erick se calló y se colocó a un lado de su esposa, le sostuvo la mano y le dio un leve apretón cariñoso, a diferencia de ella que apretó tan fuerte su mano que lo hizo soltar un gemido lastimero.

Luego de haber preparado a Carol el médico comenzó a decirle que pujara, y así lo hizo. Le dolía, y mucho. Dudaba que pudiera seguir con eso por más tiempo. Se estaba comenzando a arrepentir de haber elegido parto normal en vez de cesárea y principalmente de no haber usado protección en primer lugar.

Pujó unas cuántas veces más y nació una de las dos niñas. Bueno, faltaba la otra. Empezó a pujar con la poca fuerza que le quedaba y cinco minutos después nació la otra niña. Dio un sonoro suspiro, ya no había dolor...

Siete años después.

Kara jugaba con sus bloques de juguete mientras todos veían asustados Poltergeist. Observó como Clara se escondía en el pecho de su padre mientras pegaba gritos. Kara miró la Tv y era la escena en donde el payaso de la mecedora cobraba vida y estaba debajo de la cama intentando estrangular al niño. Pero, ¿A que clase de padres se les ocurría regalarle a sus hijos un payaso tan feo y aterrador como ese?, ¿eran tontos o qué? Sus hermanos, Brandon y Lucas estaban a su lado derrumbándole todo lo que hacía.

—¿Tienes miedo?—preguntó Brandon golpeándole suavemente el hombro—. Eres una cobarde, Kara

—No, es sólo que odio a ése payaso y deja de derrumbar lo que hago.

—No eres la única, a mi también me dio algo de miedo.

—Nunca se te ocurra regalarme un payaso en tu vida, porque lo quemaré frente a ti.

—Oh, ya sé qué regalarte para tu próximo cumpleaños.—sonrió pícaro, le sacó la lengua y volvió a derrumbarle lo que hacía.

Eran las diez de la noche y todos ya estaban agotados. Se levantaron de donde estaban y estiraron sus cuerpos. Fue entonces cuando un fuerte estruendo resonó por todo el salón. Alarmados, Erick y Carol se miraron entre sí, la semilla del miedo y preocupación por sus hijos se sembró en ellos. Les gritaron a los niños que se movieran, que corrieran pero ninguno de los cuatro se movía.

Un disparo sonó desde afuera, seguido de gritos y fue ahí cuando entraron nuevamente en sí y fueron conscientes de lo que ocurría. Brandon tomó a Kara y la cargó. Lucas, de igual manera tomó a Clara y salieron corriendo a esconderse.

Ni a Carol ni a Erick les dio tiempo de correr. La puerta de entrada cayó al suelo y seguidamente entraron aproximadamente diez hombres totalmente encapuchados y con armas entre sus brazos. Ninguno de los dos sabía qué hacer mas que quedarse quietos, no podían arriesgar la vida de sus hijos así estuvieran apuntándoles con esas armas. Miraron hacia el enorme hueco que dejó la puerta y de ahí entró un hombre de mediana estatura. No estaba encapuchado por lo que podían ver su rostro, vestía traje rojo y los miraba con una sonrisa que podría calificarse como malévola. Erick lo detalló, lo había visto en algún lugar, pero, ¿en dónde?

—Hola familia.—miró alrededor y se fijó que los niños no estaban—. ¿Y los niños? Quería jugar un poco con ellos.

—¿¡Quién eres!? ¿¡Qué haces aquí!?—vociferó Erick mientras dos hombres lo separaban de su esposa. Vio como la amarraban y la hacían arrodillarse en el suelo—, Cariño...

—Digamos que... vine a hacer una corta visita.—miró a sus hombres y les hizo un ademán con la mano—. Vayan a buscar a los niños y tráiganlos.

—¡No!—vociferó Carol mientras se removía e intentaba soltarse de las cuerdas que la mantenían sujetas.

—Shh, creo que calladita te ves más bonita, ¿no lo crees, Erick?

Cuatro hombres habían ido a buscar a los niños. Comenzaron la búsqueda habitación por habitación. Habían tenido la suerte que en la mansión eran pocos los trabajadores y deshacerse de ellos había sido como quitarle un dulce a un bebé.

Dos de ellos encontraron a Lucas y Clara escondidos de uno de los gabinetes altos de la cocina. Dos menos. Siguieron buscando por cada habitación pero aún no daban con ellos, así que intentaron una nueva táctica, dejar de hablar y concentrarse en el silencio absoluto del lugar.
Lograron oír una respiración acelerada, observaron todo el cuarto pero no daban con el lugar de donde provenía. Estaban en lo que parecía ser el cuarto de juegos, detallaron de un lado a otro la pared hasta que encontraron algo que no encajaba. Luego de moverlo varias veces abrieron una puerta dejando al descubierto a un adolescente y a la niña. Brandon tenía a Kara pegada a él y sabía que si hubiera podido calmarla por completo no los hubieran encontrado.

Los sacaron a la fuerza de la pequeña cabina e intentaron alzar a Kara cuando Brandon se precipitó y le dio una patada con toda su fuerza al hombre en los genitales, pero la suerte no estuvo de su lado por el golpe contundente del otro encapuchado a su cabeza que lo dejó completamente indefenso en el suelo.

Amarraron a los cuatro niños y los colocaron al frente de sus padres de rodillas ordenándolos de mayor a menor. Todos estaban de rodillas, menos Brandon, quien se encontraba acostado por su estado de inconsciencia.

¿Qué estaba pasando allí y por qué?

—¿Quién eres? ¿¡Qué le piensas hacer a mis hijos, mierda!?—gritó Erick con la desesperación de ver a sus hijos ahí, amarrados como animales—. Ellos no han hicieron nada...

—Ése chico es muy fuerte—habló señalando a Brandon e interrumpiendo a Erick—, le dio una muy buena patada a unos de mis hombres, pero lástima que tuvieron que darle su buen tatequieto.

—¿Podrían decir qué es lo que quieren de nosotros? Si quieres dinero, te daré todo lo que pidas pero no le hagas daño a mis hijos...—preguntó Erick mirando a un dolorido Brandon.

—No necesito tu asqueroso dinero...—su sonrisa se iluminó más—. ¿Sabes? Seré bueno contigo ¿A cuál de los cuatro me llevo?

El corazón de Erick y Carol se paralizó por unos segundos. ¿Para eso habían ido? Se miraron entre sí y una lágrima bajó por la mejilla de Carol

—No te llevarás a ninguno de ellos, sobre mi cadáver.

— Ay, no... Eso no sería para nada divertido y además no sufrirías lo que sufrirás llevándome a uno de tus polluelos.

—Llévate lo que desees, pide lo que quieras pero... por favor con ellos no te metas.

—Bueno, creo que es hora de elegir ya que tú no quieres hacerlo y el tiempo es oro.—se acercó a ellos con una gran sonrisa en su rostro y se acuclilló. Le revolvió el cabello rubio a un dormido Brandon—. Tú me caes bien, eres fuerte. Pero me traerás problemas.—se giró y miró a Lucas—. Tú también me caes bien, no dejaste que agarraran a tu hermana tan fácilmente y lograste que se mantuviera callada.—giró un poco más y miró a las niñas—. Son muy lindas las condenadas. ¿A cuál debería llevarme? —en ése momento Clara miró a Kara deseando que fuera a ella a quien se llevarran, no quería irse con esos hombres—. Deberías ser tú,—dijo mirando la cabellera rubia de Clara—. ¿O tú pequeña soplona?—miró directamente a Kara y vio miedo reflejado en sus ojos. Observó la mirada de todos y ahí se dio cuenta que les dolería más que se llevara a la pequeña de cabellera negra. Le quitó la cinta de los labios—. ¿Cómo te llamas?

—Que te importa.

El hombre la abofeteó y volvió a preguntar.

—Kara—dijo ella con lágrimas en los ojos.

—Ohh, tienes un hermoso nombre, ¿no crees?

Se levantó e hizo un ademán a uno de sus hombres para que cargara a la niña. Éste la agarró con fuerza y la colocó sobre el hombro mientras escuchaba como los padres empezaban a gritar por su pequeña. Kara comenzó a moverse violentamente y le golpeó un ojo con el codo al tipo que la sostenía. Éste, en un ataque de rabia, le estrelló la cabeza contra una pared, acto seguido, dejó de moverse. Carol gritó tan fuerte que su garganta dolió.

—¡Llévame a mí! ¡No a ella! ¡Es sólo una niña, mierda!—gritó mientras intentaba deshacerse de las cuerdas que la amarraban.

—Hmm...—simuló pensárselo, pero era obvio que no claudicaría—. No. Quiero ver sufrir a Erick con todo mi corazón, así que no, lo siento.

Caminó hasta la mitad de la sala; en medio de todos, Extendió uno de sus brazos y señaló a Kara, quien seguía desmayada en el hombro del grandote.

—Mírenla por última vez, porque será la última vez que la verán.

Todos, menos Clara, comenzaron a moverse desesperados. No podían hacer nada para evitar que se la llevaran. Carol se movió rápidamente y en un descuido de los grandotes se logró soltar. Corrió hasta el tipo que tenía a su hija y comenzó a golpearlo con todas sus fuerzas mientras Erick le gritaba que se detuviera. Había comenzado a forcejar con él hasta que escuchó un disparo, y luego, el sonido de un cuerpo caer al suelo.

Erick había logrado escapar de los brazos de esos grandotes y había evitado que le dispararan a su esposa. La bala había impactado en su columna. Se quedó completamente quieto en el suelo mientras gemía de dolor.

El hombre se acercó cargando el cuerpo desmayado de Kara y lo acercó a Carol que sostenía el cuerpo de Erick, quien apenas lograba respirar.

—Jamás la volverán a ver, olvídense de que tuvieron mellizas al igual de que todo esto ocurrió. Si llegan a informar a la policía sobre mi rostro la mataremos y recibirán todos su cuerpo en trozos y no queremos eso, ¿o sí?—los miró a los dos fijamente. Ambos tenían sus rostros rojos—. De hecho, estoy siendo muy generoso con ustedes, les estoy asegurando que la niña seguirá con vida y que no le haremos daño alguno a menos que sea como hace un momento... Bueno, lo único que no les puedo asegurar es que lleve la vida que estaba llevando con ustedes.

...

Kara despertó con un fuerte dolor de cabeza. ¿Dónde estaba? Miró a su alrededor y todo era obscuridad. Intentó recordar por qué se encontraba allí, pero no recordaba nada. ¿Por que no recordaba nada? Se sentó en la fea cama e intentó recordar su nombre. Caminó un poco por la estrecha habitación hasta que logró recordarlo, vino a su mente como si le estuvieran gritando, llamándola. ¿Kara? Sí, posiblemente, ése era su nombre. No le dio más vueltas al asunto e intentó salir del cuarto obscuro en el que se encontraba. Minutos después de no obtener resultados, se quedó quieta y se recostó en la cama.

Horas después.

Robert miraba a Stephy serio. Acababa de entregarle un acta de nacimiento en donde certificaba que Kara era su hija.

Stephy era una vieja amiga que le debía mucho dinero, ¿y qué mejor manera que saldara su deuda de esta manera?

—A partir de ahora eres su madre ante la ley—Stephy se removió en su asiento. Ser madre y por obligación no era algo lo que esperaba cuando Robert la llamó—. Su nombre apartir de ahora es Kara Smith—ella asintió—. Ah, pero te advierto, ella no puede saber nada de esto, nunca. Milagrosamente ella perdió sus recuerdos así que te verá a ti como su verdadera madre. No la pueden descubrir, porque si me entero de que la descubren, iremos por tu cabeza.

Desde ése día todo comenzó a ser un desastre para Kara. Su mamá no la quería y pasaba día y noche fuera de casa dejándola sola todo tiempo. No podía salir del minúsculo apartamento que compartía con ella y pasaba largas horas con sólo una comida. Stephy llegaba a altas horas de la noche, y lo primero que hacía era buscarla para desahogar todo su enojo por la vida que le tocó.

—¡KARA!—gritó Stephy cerrando la puerta de un portazo— ¡Ven aquí!

Kara apreció cómo su madre la buscaba como animal rastreando a su presa. Stephy giró el rostro, encontrándose con el rostro tímido y pálido de Kara.

—¡VEN AQUÍ!

—Mami, por favor... ¡NO!

Los años pasaron y cuando Kara cumplió los dieciséis, Stephy se casó y se mudaron del pequeño departamento a una casa considerablemente grande pero bastante desgastada. El hombre con el que se casó, tenía un hijo dos años mayor que Kara.
Al principio, cuando Kara lo vio, pensó que podría ser la persona que había estado esperando; la persona con la que podría hablar y desahogarse e incluso la persona que la ayudaría a escapar de su miseria, pero como su suerte no existía, fue todo lo contrario.
Marcus se había encargado de ejercer todo derecho que creía, tenía sobre ella. Él pensaba que ella era suya, por ello la cuidaba más de lo debido. Se negaba a dejarla salir y cuando la veía hablando con alguien más así fuese una mujer, se enfurecía.

La vida de Kara no mejoró al llegar a esa casa. De hecho, había empeorado. Vivió su vida encerrada en una casa y siendo visitada por maestros que no sabía de dónde salían, los cuales eran igual de abusadores que su madre y que se daban la libertad de dañarla tanto física como mentalmente.

Varios años después cuando Kara cumplió los veintidós, Stephy pensó que era hora de colocarla a trabajar, para que sirviera de algo. Comenzó a trabajar en el Club de Stripptease en donde ejercía como mesera y bailarina ocupando el puesto que Stephy antes mantenía en el lugar.

A sus veinticuatro años ya tenía dos años trabajando en ése club y de tener dos años de relación obligada con Marcus. Estaba cansada de todo. No quería trabajar más allí y prácticamente vender su cuerpo con esos diminutos trajes que tenía que usar. Además de que cada dos horas, ella y dos de sus compañeras se subían a la barra a bailar.
Eso no era lo suyo. Quería dejarlo todo. Huir de allí, pero con Marcus como jefe de seguridad la tenía muy difícil. Había intentado huir una vez, pero todo había sido devastador para ella y había recibido una de las peores palizas de su vida.

Lo que Kara no sabía, era que muy pronto todo cambiaría para ella. Ese alguien que había estado esperando toda su vida llegaría, y en el mejor momento.

Continue Reading

You'll Also Like

Hades By Estefan

Fanfiction

799 62 8
Continuacion de Andromeda
10K 1.2K 10
-Cuéntame algo -le exigió cuando ya había ido más de siete días y sentía que el hombre cada vez aprendía más de él pero él no del hombre. El hombre s...
Ella By Ly_JC

Short Story

25K 1.6K 12
"Amar siempre es correcto" es mi primer libro espero y les guste. Voten! En los capítulos por favor ❤
40.5K 2.8K 40
Todo parecía normal, en calma hasta que un accidente puso la vida de Karolina Miller de cabeza. Ella pensaba que tras la muerte de su hermana gemela...