Ya era día 30. Mark se vistió y salió del cuarto. No había nadie en el pasillo pero cuando bajó las escaleras y llegó al comedor se dio cuenta de la cantidad de ajetreo y gente que estaba ya en pleno desayuno. Estaba mirando aún sin pasar a la estancia si había algún americano que conociera por allí dentro pero una voz le sacó de su búsqueda. La voz era conocida pero precisamente una que le hubiera gustado escuchar, preferiría mil veces haber escuchado a cualquier otro que lo nombrara.
-Mark –dijo JB que estaba cerca de la puerta junto a Yugyeom.
Cuando se miraron, el americano vio que no tenía escapatoria ya que estaban prácticamente a dos pasos. Se terminó de acercar a ellos dando un paso más así no estorbaba en la puerta, dejando el paso a la gente.
-Hola –dijo Yugyeom sonriente en inglés.
-Ayer te fuiste muy rápido... ¿Vas a desayunar de nuevo con alguien? –preguntó JB.
-¿Tanto quieres desayunar conmigo? –preguntó Mark con cierta desesperación. Yugyeom los miró algo más curioso que contento.
-Hace mucho que no nos vemos, no estaría mal –respondió JB encogiéndose de hombros.
Mark vio a Jackson bajando por las escaleras y saludando a la gente, parecía conocer a muchas personas aunque luego nunca le veía relacionarse con nadie más que él.
-¡Jackson! –gritó Mark y alzó la mano para que lo viera.
El chino se giró ante la llamada y luego se acercó tal y como hizo la mañana anterior. JB los miró y alzó una ceja.
-¿No nos vas a presentar a tu nuevo amigo? –preguntó JB.
-Soy Jackson –dijo el propio chino.
-Son JB y Juhyun –dijo Mark pronunciando mal el nombre del menor, aunque no fue adrede, no lo recordaba realmente.
-Yugyeom –corrigió él mismo. Todo el tiempo hablando en inglés.
-Encantado... ¿Sois amigos de Mark? –preguntó Jackson, a juzgar por la pronunciación de JB, sabía que no eran americanos aunque el menor lo parecía.
-Algo así –dijo JB.
-Unos más que otros, al parecer –pronunció por lo bajo Yugyeom, pero esta vez en coreano.
-Jackson y yo ya nos íbamos a desayunar –comentó Mark y agarró del brazo al chino.
-Buen día –dijo Jackson en coreano mirando a los dos chicos con una sonrisa y luego entró en el comedor con el americano.
JB y Yugyeom se sorprendieron al escuchar que hablaba en su idioma y Mark se preguntaba cuántos idiomas más sabría aquel hombre.
-¿De qué lo conoces? -preguntó el menor de los dos coreanos mirando al otro.
-Vamos a desayunar -respondió JB muy serio y entró en el comedor también.
-Jae... -Yugyeom se quedó con la palabra en la boca y entró a regañadientes.
Mark y Jackson se sentaron a desayunar después de haber elegido la comida puesto que era buffet, los dos comían un montón, aunque el americano comía más verdura y el otro proteínas. Los dos gastaban muchas calorías a lo largo de los entrenamientos pero Jackson prefería comer algo que le ayudara a muscular su cuerpo y Mark lo justo para mantenerse y tener la energía necesaria para sus entrenamientos. Una vez se sentaron con tranquilidad, Jackson tenía mucha curiosidad por el odio que le tenía a aquel coreano y, tras pensar en cómo preguntar sin que el otro se molestara, alzó la voz.
-Mm... Mark... ¿Por qué te llevas tan mal con ese chico? -preguntó directamente, pues no sabía dar rodeos.
-¿Con JaeBum? -preguntó ahora el americano.
-Sí, JB o como se llame.
Mark no quería contarle la historia real, aún no sabía si Jackson era gay o lo que pensaba de la homosexualidad y no quería que se enterase así, por lo que decidió contarle una mínima parte.
-Pues... Él y yo nos enfrentamos en la final del año pasado y perdí, no me llevo bien con él, su forma de ser es insoportable -respondió.
Jackson pensó que odiar a alguien solo porque le había ganado era malo, debería saber perder, pero se guardó el comentario. Asintió con la cabeza y se hizo el silencio. Comieron el desayuno sin volver a hablar y casi ni si quiera mirarse, todo se volvió un poco incómodo hasta que decidió romper el silencio el mayor de los dos.
-Gracias Jackson.
-¿Por qué?
-Por aparecer cada vez que JB está conmigo, así puedo escapar -dijo mirándolo algo cortado.
-Si quieres puedo ayudarte, cada vez que te vea con él me acercaré para alejarte.
-¿En serio? ¿Puedes hacer eso por mí? -preguntó Mark realmente sorprendido.
-Claro que sí... No te preocupes, si se te acerca en mi presencia te raptaré o algo -respondió Jackson riendo un poco.
-Está bien, lo agradecería mucho -dijo mirándolo con una leve sonrisa.
Tras el desayuno se fueron cada uno a su entrenamiento. Mark decidió que no pensaría en nadie, ni Jackson, ni JB, ni nada que no fuera estar centrado en lo que debía hacer. A mitad del entrenamiento volvió a salir cuando le dieron un pequeño descanso y aprovechó para ir al baño. Al salir casi se choca de nuevo con el chino que parecía que lo buscaba. Pero no iba a dejarse llevar, sería serio y cortante para no descentrarse.
-¡Mark! ¿Cómo lo llevas? –preguntó el menor de los dos.
-Hasta luego.
Y se fue dejando a Jackson con cara de circunstancia. Si bien pensaba que el americano era serio, ahora tenía claro que era bipolar y no serio. Tan pronto estaba tranquilo y medianamente agradable como se ponía serio o seco. Se fue a entrenar y a lo lejos vio que Mark ya estaba pegando patadas como si le fuera la vida en ello por lo que siguió con sus ejercicios sin preocuparse mucho más por aquel tema.
Cuando terminaron los entrenamientos, se fueron a las duchas. Coincidían todos juntos, tanto los chinos, como los japoneses y daba igual si hacías Karate o Judo, se repartían entre los tres vestuarios que había un montón de hombres con cuerpos de infarto, musculados y de todas las nacionalidades. El paraíso de cualquier hombre gay, aunque Mark prefería no fijarse en esas cosas, al menos en ese momento de su vida, en otros momentos había aprovechado aquella visión.
Cuando Mark entró al vestuario perdido en sus pensamientos sobre lo que tendría que hacer aquella misma tarde, pudo divisar a lo lejos a JB desnudo por completo. Quiso cambiarse de vestuario pero ya había demasiada gente empujándolo para entrar así que era tarde. Dejó su mochila en una de las taquillas abiertas de las pocas que quedaban vacías y se desnudó como el resto de chicos que estaban allí. Cuando no le quedaba ropa se metió en la ducha comunitaria. Si lo veía desde fuera podría parecer una orgía en la que un montón de hombres desnudos y mojados buscaban un hueco al que, hasta llegar a él, alguna vez se rozaban con algún cuerpo ajeno.
Entró en las duchas y no tardó en encontrarse cara a cara de nuevo con aquel coreano. No solamente se cruzaron sus miradas, pronto también sus palabras.
-¿Cómo vas? ¿Preparado para la derrota? –preguntó JB de broma, aunque solamente le hacía gracia a él.
Yugyeom se giró al escuchar la voz de su compañero y pudo ver con quien hablaba, su cara era de clara molestia por la presencia del americano y más por la coincidencia de las duchas.
-Ya veremos quien ríe este año –dijo Mark en tono despreocupado, aunque lo estaba desafiando.
-Ya veremos, por lo pronto te puedes ir a ducharte a la esquina –dijo Yugyeom en coreano, aunque no le entendiera. Por el tono y la cara Mark pudo comprender que era alguna clase de insulto o tal vez solo defendía a JB.
-¿Tienes algo que decir? –dijo Jackson apareciendo por detrás de Mark, y en coreano.
Yugyeom se calló, enfadado, y siguió con su baño. El americano por su lado dio un respingo al escuchar la otra voz y se tranquilizó al ver quien era. JB los seguía mirando con cara de pocos amigos.
-¿Alguien te llamó? –preguntó JB en coreano, así Mark no podía meterse en la conversación.
-¿Y a ti? Deja a Mark tranquilo hasta la competición –dijo Jackson en aquel idioma y luego desvió la mirada para así mirar al americano y preguntarle en su idioma. -¿Me frotas la espalda?
-¿Eh? Sí, sí... Claro –dijo Mark sorprendido de aquella petición, pero como no sabía lo que habían hablado en coreano simplemente se limitó a aceptar. Ya le preguntaría, igualmente pensaba lo raro que era que aquel chino le propusiera tantos acercamientos sin apenas conocerse.
Y así fue, se colocaron en otro lugar alejado de ellos y, con los jabones que estaban colocados en las paredes de las duchas para así evitar que cada competidor llevara su bote de gel, Jackson le puso un poco de jabón a Mark en las manos y se dio la vuelta. El americano comenzó a frotarle la espalda y los hombros.
Aquello entre hombres orientales era bastante común, pero para el más mayor estaba resultando bastante preocupante con respecto a las intenciones del chino. Una vez terminó sin tocar demasiado, Jackson le enjabonó a él la espalda. Sus manos no incitaban a nada sexual, no eran suaves ni tampoco posesivas, eran unas simples manos expandiendo jabón en la piel que podía ser la de Mark o cualquier otra.
Cuando terminaron en la ducha Mark se vistió corriendo y se largó a su cuarto, para meditar sobre lo que acababa de ocurrir y tratar de no pensar en Jackson desnudo para no alterarse más de lo que estaba, pero era imposible. No podía negar que, aunque había intentado mirar a otro lugar, se había fijado en el cuerpazo que tenía Jackson, mucho más musculado que JB, con un culo que pedía a gritos que lo agarraran y lo estrujaran, con unos abdominales que eran mejores que los de cualquier escultura del mismísimo Miguel Ángel.
Mark se tumbó en la cama y empezó a rodar como una croqueta de lado a lado tratando de expulsar aquella visión de su mente pero era imposible, tanto que una de las veces que rodó casi se cae al suelo. Entonces se levantó decidido y pronunció unas palabras en alto como si por el simple hecho de decirlas, serían ciertas.
-Es gay, seguro que es gay.