Route 66

بواسطة saritasegval

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Lexa trata de huir de sus problemas y para ello usara a su ex amante Clarke, quien la odia con toda sus fuerz... المزيد

Parte 1
Parte 2
Parte 3
Parte 5
Parte 6
Parte 7
Parte 8
Parte 9
Parte 10
THE END

Parte 4

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بواسطة saritasegval

Estaba reclinada a la salida de los juzgados esperando por mi inversión. La rubia salió con unos pantalones vaqueros negros que se ajustaban a sus piernas y una camisa roja de cuadros sin mangas sobre una camiseta de un grupo de rock. Gritaba bollera desde lejos ese look y reprimí una sonrisa mientras se despedía del abogado que había contratado para ella.

-¿Clarke?-Me acerqué a ella.

-No necesitaba que me pagaras nada.-Espetó poniéndose unas gafas de sol.

-Tampoco lo has rechazado.-Ladeé la cabeza.

-Mmm...-Se encendió un cigarro.-¿Se supone que ahora estoy en deuda contigo?

Lo estaba, pero no las tenia del todo conmigo. No iba a dejar algo importante en manos de una delincuente de poca monta por muy bien que conducencia.

-Solo dime una cosa antes. ¿Por qué robaste un taxi?

-Me lo pidieron.-Se encogió de hombros.-No suelo hacer muchas preguntas. Y de no ser por ti no me habrían pillado, así que tu deuda conmigo esta saldada.

Acababa de destrozar en segundos mi plan para que me debiera un favor. Me gustaba su actitud, tenia que ponerla a prueba, debía ofrecerle algo para que aceptara.

La seguí cuando empezó a caminar hasta una Indian en la cual había un casco colgando y una chaqueta.

-¿Es tuya?

Me miró divertida montando y poniéndose la chaqueta.

-Debes querer morir si tocas una moto que no es tuya.

Sonreí.

-Te pagaré por conducir para mí.

-Thunderstruck, yeah, yeah, yeah, tunderstruck, thunderstruck, thunderstruck whoa baby, baby, thunderstruck you've been thunderstruck.

Ya era mediodía, el sol quemaba así que tan solo iba con mis botas unos boxers y una camiseta de tirantes que había tomado prestada del interior de la casa. Como los dueños no habían aparecido investigué un poco, que manía tenia la gente de dejar un juego de llaves bajo las macetas.

La casa era de una adorable anciana viuda según había apreciado por las fotos, decoración y la ropa de los armarios. Aproveche para darme una ducha y tomé prestado también del garaje unas cuantas herramientas polvorientas para trabajar en mi moto.

-Recuerdo la primera vez que te escuché cantando esa canción.-Ni siquiera miré a Lexa cuando por fin se levantó y salió del coche.-¿De donde has sacado eso?

-De dentro.-Le di un trago a la cerveza que tenia en el suelo a mi lado.

-Claro, añadamos allanamiento de morada a la lista.-Refunfuñó.

Sabia que solo tenia que llevarla hasta los jodidos Ángeles, que ahí terminaba todo, sin embargo una parte de mí no quería que acabara el viaje. Pero estaba claro que lo haría y que ella se largaría con tipo ese y un montón de dinero a algún lado del Caribe.

-Tengo que ir al pueblo a por unas piezas.-Mentí.

-No sé como, te has cargado los dos transportes que teníamos.

-Por suerte hay un coche en el garaje.

-¿Y por qué no usamos ese coche para ir a Los Ángeles?

-No pienso robarle el coche a una anciana, ni abandonar a mi pequeña.

Entré al baño cuando Lexa se estaba terminando de duchar y empecé a lavarme las manos para deshacerme de toda la grasa del motor.

-¡Ah joder esta helada!-Gimió Lexa y carcajeé.-Clarke.-Gruñó.

Empecé a jugar con el grifo, caliente, frío, caliente, frío... regodeándome en los gritos de Lexa que salió de la ducha cogiendo una toalla molesta ante mi risa.

-¿Te parece divertido?-Me fulminó con la mirada.

-Mucho.-Me sequé las manos en la toalla que llevaba puesta.-Es más satisfactorio que follarte.

-Ni que lo hicieras tan bien.-Murmuró.

Dejo caer la toalla al suelo reclinándose sobré la pila del lavabo para buscar algo en el estante. Era una puta provocación la visión de su trasero en pompa, tan dispuesto para mí.

Me relamí los labios y me metí en la boca dos de mis dedos para humedecerlos, acaricie su espalda para que se mantuviera en esa posición y la penetré.

-¡Ah!-Clavó sus ojos sorprendidos sobre mí a través del espejo.

Empecé a embestirla sin miramientos, rápido y con fuerza. El sonido viscoso que producía por su lubricación me hacia estremecer de placer, el sonido de su precioso culo estampándose en mi mano con fuerza era excitante al igual que sus jadeos que me hacían saber que tenia el control. Por no hablar de la magnifica visión de sus pechos oscilando de forma desenfrenada.

Dudo que el su amiguito el scarface la follara como yo.

Mi mano recorrió su espalda y la cogí de la nuca mientras añadía un tercer dedo dentro de ella, mi pulgar se hundía en otro orificio y seguía follándola sin compasión. Todos sus músculos contrayéndose, Lexa temblaba entre mis manos y cada vez me resultaba más difícil mover mis dedos en su interior, así que la moví a ella y me ayude con el cuerpo para empujar mis dedos hasta lo más profundo.

-¡Ahhhh...

-Di mi nombre.-Gruñí.

-¡Clarke!-Gritó antes de correrse.

-En quince minutos nos vamos al pueblo, estés vestida o no. Yo que tú me daría prisa.

Corrí hasta el coche sentándome al lado de Clarke, lanzando una mochila al asiento trasero y quitándome el pasamontañas. De inmediato pensé que esa chica no era profesional, era una chica mala pero sin cabeza, esto no era como robar un coche, que por cierto ya lo había hecho.

-Now we're shaking at the knees could i come again please? Thunderstruck, thunderstruck yeah yeah yeah, thunderstruck thunderstruck, yeah, yeah, yeah...-Asentía con la cabeza mientras cantaba y la miré estupefacta.-Y...-Miró su reloj.-nos vamos.

-Espera un momento, faltan los chicos.

-Pensé que había quedado bastante claro que os quería a todos a menos cinco en el coche.-Sonaron unos disparos.-Nos largamos.

Salió de allí chirriando ruedas. No pude evitar mirarla, seguía cantando, su mano izquierda le bastaba para direccionar el coche, la derecha no se despegaba del cambio de marchas. Me estaba excitando su manera de conducir, del control que ejercía sobre el vehículo como si fuera una extensión más de su cuerpo.

Frenó sin que lo esperará y tuve que apoyar las manos en el salpicadero para no comérmelo, con un pequeño giro dio marcha atrás y dejó el coche aparcado en batería al lado de otros. Se supone que una amiga suya vendría a recoger el coche, no quise indagar demasiado en aquel asunto.

Fuimos a la habitación del motel donde habíamos quedado todos si las cosas se complicaban, pero había pasado más de una hora y ninguno acudía. Me estaba poniendo nerviosa, faltaba más de la mitad de la droga de Jaha, él y Alie eran buenos pagadores cuando todo salia a la perfección, pero también les gustaba dejar claro que al igual que premiaban en lo bueno castigaban en lo malo. Presentarme ante ellos con un tercio del cargamento era muy mala idea.

Robar gasolineras era algo que no podía hacer muy seguido, así que cuando el entonces novio de Anya me presento a su jefe cambie el oficio de atracadora por este. Descargar los cargamentos que recibía, amenazar a quien se retrasara con los pagos... era un buen trabajo.

-Creo que no vendrá nadie.-Murmuró Clarke subiendo el volumen a la televisión.

Las noticias hablaban de dos muertos en un tiroteo en el puerto junto a un alijo de drogas.

-Genial.-Me eche las manos a la cabeza.

-A mí págame y me voy.

La miré incrédula.

-No vas a cobrar porque yo no lo voy hacer, como me presente tan solo con eso,-Señale la mochila que había en la cama.-estoy muerta.

-Véndela y desaparece.

-¿Estas loca?

¿Me estaba hablando de robarle a unos narcotraficantes? Negué.

-¿Hay algo que te retenga aquí? Yo conozco a alguien que la puede distribuir, nos repartimos el dinero a partes iguales y listo. Puedes irte y continuar tu carrera delictiva a otro estado.

-¿Me juego el cuello y quieres repartirlo a partes iguales?

-Lo veo lógico, tú tienes la droga y no sabes que hacer con ella, yo te ofrezco un distribuidor... ¿Quieres sacar los cálculos? Todos ganamos.

Al final iba a resultar que esa cabellera rubia sí que pensaba, nada bueno pero tenia ideas interesantes. Accedí, de muertos al río.

-Eres muy guapa.-Me recorrió de pies a cabeza.

-¿Estas ligando conmigo?-Fruncí el ceño divertida.

-Podrías arriesgarte menos, ¿sabes?-Se encendió un cigarro.-Trabajar por tu cuenta sin los riesgos que conlleva toda esta mierda.

-¿Cómo qué?

-Podrías usar tu cara bonita para seducir a tipos asquerosos y borrachos con buena fortuna en el juego...-Alcé una ceja interesada en aquello.-Robar un dinero que no ha costado sudor y esfuerzo. Es sencillo, menos peligroso y depende de la racha de la víctima se puede sacar mucho dinero.

-¿Y tú que te llevarías a cambio?

-El cuarenta.

-¿El cuarenta por no hacer nada?-Reí.-Un diez puesto que solo tienes que esperar fuera.

-Soy parte fundamental, un treinta y cinco.

Era un caso perdido y en sus ojos podías ver el símbolo del dolar.

-Yo soy la que haría todo el trabajo, tú solo me sacarías de allí. Un veinte.

-Un treinta y te como el coño ahora mismo.-Carcajeé.-Lo digo de verdad.-Tiró de mi camiseta hacia ella.

-¿Y qué beneficio sacaría yo de eso?-Susurré en su oído antes de separarme.-Nunca hay que mezclar los negocios y el placer. Un veinticinco.-Le tendí la mano.-¿Hay trato?

-Tú te lo pierdes bonita de cara.-Me estrechó la mano.

Estaba fumando mientras escuchaba musica en el coche, esperando que Lexa saliera de la casa. Le acababa de demostrar que yo estaba al mando, que aquí se hacia lo que yo quería y ella no tenia ningún poder de decisión. Apareció mosqueada, subió al coche y cerró la puerta de golpe haciéndome sonreír.

-No puedes tratarme así.-Espetó.

-No te he visto quejarte mientras gemías. ¡Oh sí Clarke!-La imité con voz de guarrilla.-¡Joder no pares!

-Que te den Clarke.-Me mostró el dedo corazón.

Sonreí satisfecha y nos pusimos en marcha al pequeño pueblo que había a unas millas. Lo bueno de que Lexa no supiera de mecánica era poder continuar con mi mentira, le pediría cualquier cosa al mecánico que sonara complicado para demorarme unos días más.

No es que quisiera volver con ella, solo pretendía volver a encender la chispa que nos unía para poder despojarle de ello a nuestra llegada a Los Ángeles y se sintiera una mínima parte como lo hice yo cuando desapareció de mi vida.

Obligué a Lexa que entrara delante de mí al taller, no pensaba perderla de vista, seguro que me robaría el coche aunque llevaba las llaves a buen recaudo, en mi sujetador.

-Buenos días.-Sonreí amablemente al anciano.-¿Es usted el señor Wallace del cartel?

-Sí señorita. ¿Ese es el coche de la señora Kane?-Entrecerró los ojos mirando por la ventana.

-Sí.-Saltó Lexa con esa cara de no haber roto nunca un plato.-Somos sus sobrinas y habíamos venido a visitarla pero en lugar de darle una sorpresa a ella nos la hemos llevado nosotras al ver que no estaba.

Lexa tenia una facilidad para mentir, y su preciosa cara te hacia creerla de inmediato. Era una maestra del engaño.

-Vera ha ido a visitar a su hijo Marcus.

-¡Oh el primo Marcus!-Exclame.-Vaya, es que se me rompió la moto y no hemos podido contactar con ella, por suerte mi tía siempre deja una llave a mano por precaución.-Le guiñe un ojo al anciano.

-Sí.-Carcajeó.-¿Os vais a quedar a esperarla? Creo que me dijo que estaría unas semanas fuera.

-No estaremos tanto.-Intervino Lexa de nuevo.-Tenemos prisa, estábamos de paso y mi hermana y yo decidimos parar a verla.-El hombre asintió.-¿Me prestaría su teléfono para llamarla y decirle que hemos venido?

Me dirigí hacia el teléfono mientras Clarke le pedía la pieza que le hacia falta para su adorada Indian. Cualquier persona se sentiría menospreciada al ver el cariño y la atención que le procesaba a esa moto.

-Hola buenos días, ¿me podría poner con el agente Emerson?-Esperé mientras le pasaban la llamada.-Soy yo, no he podido ponerme en contacto antes.

-¿Donde estas Woods?-Sonó ajetreado.

-He tenido un pequeño incidente.

-¿Cómo quemar una furgoneta en un área de servicio? ¿Quien te acompaña? No me la vayas a jugar. Como me vuelvas a dejar en ridículo huyendo te voy a buscar hasta debajo de las piedras y no habrá trato que sirva.

-Confía en mí, cuando este llegando a Los Ángeles te volveré a llamar.

-¿Roan estará allí con el resto del dinero?

-Sí. Estamos en contacto Emerson.-Colgué antes de que localizaran la llamada y de tener escolta. Seria algo de lo que Clarke sí se percataría.

Tenia tantos frentes abiertos este plan que era confuso, Roan, Emerson, México, Canadá... y ahora Clarke se sumaba a la ecuación de una forma muy distinta.

-No se lo va a creer,-Le dijo exageradamente al señor Wallace llamando mi atención.-me he olvidado la cartera en casa de la tía Vera.-Rebuscó en sus bolsillos.-¿Hermanita llevas dinero?-Me sonrió.

Resoplé y saque un billete de cien, él cual Clarke miró con interés y curiosidad. Había cogido un par de ellos antes de montarme en el coche.

Clarke me cogió del brazo con fuerza cuando salimos mientras disimulaba despidiendo y sonriendo a aquel hombre.

-¿De donde has sacado eso?-Preguntó entre dientes.

-De la tía Vera.-Sonreí con sarcasmo.

-Pues la tía Vera me va a regalar unas cosas.

Twitter: saritasegval


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