Narra _____:
Habían tocado para el primer receso y decidí salir un rato para poder dibujar con tranquilidad, pero era de esperarse que no duraría esa tranquilidad.
- _____!!.- dijo alguien saltando encima mío, era Rose.
- Hola Rose.- dije sonriendo.- y Juleka?
- Aquí estoy.- dijo apareciendo detrás de Rose, saludando con su mano mientras sonreía.
- Ya tienes el vestido?.
-*...oh dios lo olvidé por completo, que torpe y yo distraída dibujando, ni siquiera lo he comenzado!.*- pensé abofeteandome mentalmente.
- _____?.- preguntó Juleka.- no lo has hecho, verdad?.
Sonreí y reí nerviosa.- eeeeh...ups.
- No lo has hecho?.- dijo sorprendida Rose.
- No he tenido tiempo.- dije jugando con mechón de cabello.- cuando es la fiesta?.
- Mañana.- dijeron al unísono.
- Qué?!?!?.- dije parándome alarmada, provocando que se calleran mis cosas al suelo.
- Crees poder hacerlo?.- dijo Rose ayudándome a recoger mis cosas.
- Nada es imposible.- dije recogiendo mis cosas.-*pero siendo sincera no creo lograrlo.*
- Bueno, nos vemos.- dijeron ambas.
- Te deseamos lo mejor.- dijo Juleka.
- Si, suerte.- dijo Rose y se retiraron.
- Esperen!.- grité llamando su atención.
- Qué pasó?.- dijeron ambas -a veces pienso que están conectadas-
- Quería pedir su opinión para algo.- dije sonriendo nerviosa, ambas se miraron y luego volvieron su vista a mí, asintieron.
- Qué necesitas?.- preguntó Juleka cruzándose de brazos.
Saqué el pote plástico, me encargué de hacer Coulant de dos tamaños.
Medianos para los Agreste y pequeños -un poco más pequeños que un macaroon-, que eran las muestras.
Los pequeños lo quería dar a probar hoy, pues quería asegurarme de que supieran bien.
Me devolví a la banca y me senté, las llamé con la mano para que se acercaran.
Ellas vinieron, dejé a un lado el pote y busqué en mi bolso la bolsa donde dejé los tenedores plásticos pequeños -mi tía tiene un montón, me asusta el no saber el porque tiene tantos-
Pasé un tenedor a cada una, tomé el pote nuevamente y lo abrí.
- Adelante.- las incité a que tomaran un trozo.- necesito saber como quedó, es...importante.
Rose se dispuso a sacar un pedazo y apenas lo pinchó, se lo llevó a la boca con rápidez -tampoco eran muy grandes los pedazos-, Juleka imitó su acción.
Las miré expectante, me sentía tan nerviosa que pensaba que se demoraban demasiado en realizar cada acción -aunque fueron como 10 segundos- , cuando noté que tragaron el pequeño pedazo me entró un nerviosismo irracional.
- *Espero no haberlas envenenado...*- pensé y reí mentalmente por esto.- entonces?.- pregunté con demasiada inquietud.
Rose sonrió alegre.- está delicioso!.- saltó un par de veces, mientras que Juleka con una sonrisa levantó su mano con su dedo pulgar levantado hacia el cielo.
Suspiré aliviada.
Luego de eso ellas se retiraron y a los minutos después sonó el timbre.
Cerré el pote, guardé la bolsa con tenedores miniatura en mi bolso y con mi pote en mano volví al salón.
Empecé a caminar en dirección a la escalera que daba a mi salón, mirando hacia el pote plástico en mis manos, sin darme cuenta choqué con alguien, casi caen al suelo las muestras de no ser porque la persona con la que choqué lo agarró, lo más probable es que se habría caído el pote y se hubiese abierto, y ahora no tendría mis muestras.
- Muchas gracias.- dije tomando caja plástica y levantando la mirada.
- De nada.- era Damien Dumont, el estudiante nuevo.
- Damien, verdad?.- lo miré.- *estoy segura que te conozco del algún lugar*-pensé examinando sus facciones.
- Si, eso soy yo.- dijo sonriendo, a lo cual le devolví la sonrisa.
- Vamos a clases?.- dije poniendome en posición para seguir caminando.
- Claro.- dijo comenzando a caminar.- que tienes ahí?.
- Coulant.- dije sonriente.
- Coulant?, qué es eso?.- preguntó con cara confundida.
Uhm, no es francés, interesante, su acento francés es bastante convincente.
- Quieres un trozo?.- dije amablemente mirándolo.
- No es necesario.- dijo rascándose la nuca.
- Vamos, insisto.- dije abriendo en pote.- sostenlo.- se lo entregué y busqué un tenedor en mi bolso, con tenedor en mano pinché un trozo y lo acerqué a su boca.- abre la boca.
Dudoso abrió la boca, yo sólo le sonreí y le di el pedazo.
Retiré el tenedor con suavidad de entremedio de sus labios.
Guardé el tenedor en mi bolso, pues no me dieron ganas suficientes para buscar un contenedor de basura, tomé el pote nuevamente entre mis manos y lo cerré.
- Vamos rápido.- sonreí subiendo con rápidez las escaleras.
Mientras subíamos me contó el chiste más malo del mundo.
- Cómo cambias el sexo de a un burro?.- preguntó.
- Cómo?
- Metiendolo a una pieza oscura.
- Para qué?.
- Para que se aburra.- dijo con tono burlón.
Yo empecé a reír, pero no porque me diera risa el chiste sino porque fue el peor chiste que escuché jamás, además lo dijo con un tono gracioso.
- Dios...que chiste más terrible.- dije entre risas, mientras entrabamos al salón.
- Yo se que amaste ese chiste.
- Fue terr...- iba a decir, pero me interrumpió alguien.
- Hey _____!.- dijo alguien llamando mi atención, a la gente le gusta interrumpirme cuando entro charlando con alguien.
Nunca me dejan terminar de hablar...