¿Nervioso? Sí.
Muevo mi camiseta queriendo refrescarme un poco, me encuentro al aire libre y no está haciendo realmente mucho calor, pero siento que me estoy asfixiando dentro de mi ropa. Tomo aire nervioso mirando para todos lados, examinando cada rincón como si fuese a ocurrir algo inesperado.
Doy vueltas sobre mis talones de manera incesante desesperada, esperando a que mi dulce ángel aparezca en algún lugar con su brillante sonrisa. Las personas me miran un poco curiosas por mi extraño comportamiento pero no le doy importancia, mi mente se reduce a una sola persona que me ha vuelto un loco enamorado.
Todavía parece un sueño lo ocurrido entre nosotros.
Después de lo ocurrido en el aeropuerto, sí, cuando vomite sobre él, fuimos al baño a limpiarnos con Heechul tras nosotros recriminándome lo idiota y mal bebedor que era. Pero lo importante en medio de todo aquello, fue que Ryeowook se quedó conmigo, aunque perdió el contrato en Busan.
Acaricio mis cabellos tratando de calmar un poco los nervios que amenazan con comerme vivo aquí mismo. En medio de mi espera me dejo llevar por mi mente a las cientos de escenas de la cita maravillosa que voy a vivir el día de hoy junto a Ryeowook. A pesar de llevar tanto tiempo juntos, cada día parece la primera vez que me enamoro. Sus defectos me atraen como un imán -exceptuando un poco su obsesión por el sexo- y sé que el siente lo mismo por mí.
Pero hoy no es un día cualquiera, ni una cita cualquiera. Hoy es nuestro aniversario de novios. Sí, aniversario. Como leíste.
Aprieto ligeramente la caja que reposa dentro del bolsillo de mi pantalón. Tiene que salir perfecto. Debe ser un día perfecto. He meditado este asunto con mi almohada y con Heechul, y he tomado una firme decisión. ¿Qué si es apresurado? Puede ser, pero no me importa. Nada quiero más que estar junto a él y ofrecerle lo que hasta el momento nadie ha hecho.
Unir nuestras vidas por completo suena maravilloso, además nada quiero más que estar junto a él, cuidarlo y cerciorarme de que nada le haga falta.
De pronto el contacto con otra piel me trae de regreso a la realidad. Aquella mano se entrelaza con la mía suavemente, en un gesto de cariño y amor. Me dejo perder en aquella piel suave y tersa que se acaricia con la mía como si danzaran, el cosquilleo que recorre mi cuerpo es exquisito. Siento un beso en mi mejilla y ladeo mi rostro encontrándome con unas orbes color ámbar que me enloquecen. Mi perdición.
— ¿Qué haremos primero? —Dice ronroneando contra mi oreja. Poco le importa que alguien nos esté observando.
Su cálido aliento eriza mi piel a lo que él sonríe por mi reacción. Sabe que me tiene en sus manos, sabe que soy su esclavo y estoy dispuesto a hacerlo todo por él. Me mira con sus ojos brillantes, expectantes por nuestro destino.
— Lo que quieras, bebé. — Digo dejando un beso en su hermosa mejilla, suelta una risita alegre. Música para mis oídos.
Sus delgados brazos se cierran en mi cuello y besa la punta de mi nariz, se aparta mirándome a los ojos de esa manera que me enloquece. Sé lo que quiere y no se lo voy a negar. Me acercó a su boca y uno nuestros labios con ternura. Hace un día que no nos vemos y lo he sentido como una eternidad. Me he vuelto dependiente de sus besos, de su voz, de sus caricias, de todo lo que él es. Lo necesito para no morir.
Sus manos se pasean por mis mejillas y descienden por mi cuello buscando rastro de algo que él no haya hecho, en medio de nuestro beso sonrío por su actitud infantil. Acaricias mis cabellos y se niega a separarse de mis labios, sediento, necesitado de mí. Cuando el aire empieza a hacer falta nos apartamos. Ensimismado observo como arruga su nariz mirando para todo lado un poco molesto.
— No entiendo porque escogiste el acuario— Alza una ceja y suelta mi cuello deslizando sus manos por mi pecho—. Quiero decir, podemos buscar un mejor lugar para tener una cita.
Se queja como un niño pequeño, sabe que siempre cedo a sus caprichos, pero hoy va a ser la excepción. Pongo un dedo sobre sus lindos labios conteniendo el deseo de besarlo de nuevo.
— Es el lugar ideal para nuestra cita, cariño—Digo mirándolo fijamente.
Veo sus ojos brillar, parecen emitir cientos de sentimientos que son indescifrables, sus mejillas se tiñen suavemente y aparta su mirada de la mía molesto por el poder que ejerzo sobre él.
— Woonnie—Vuelve la mirada hacia mí con un adorable puchero.
Utiliza el sobrenombre que me debilita, sabe cómo manipularme, pero debo ser fuerte. Sus tiernos ojos brillan con una pizca de maldad en su interior. ¡Ay, mi ángel! . Niego de manera insistente y tomo su mano guiándolo hacia el acuario, a regañadientes me sigue y lo escucho murmurar cosas de que un hotel sería mejor.
Se muestra enojado, pero en el fondo sé que está feliz por poder estar conmigo, siempre lo está y sé que hoy no es la excepción ¿qué importa si no le doy gusto por un día?
Caminamos por el hermoso acuario, los grandes vidrios a nuestro alrededor exhiben unos hermosos peces que no muestran mucho interés en nosotros. El exquisito ambiente parece lleno de magia, cada rincón parece un nuevo descubrimiento. Miro de reojo a Ryeowook quien mira con poco interés los peces que se golpean con el vidrio mientras hace un comentario acerca de lo aburrido que es estar aquí.
Me volverás loco cariño.
Pero en medio de su enojo sé que es el lugar ideal, es único ¿quién hace una petición de matrimonio en un acuario? ¡Nadie! Además, he escogido hacerlo aquí junto a mis amadas tortugas ¡Soy un romántico!
Me acercó a Ryeowook y entrelazo nuestras manos con emoción contenida, siento que el corazón se me va a salir por la boca. No puedo esperar a ver su cara de sorpresa al ver la argolla que con tanto esmero he adquirido.
— Jong, ¿te ocurre algo?—Su voz me llama de nuevo a la realidad.
Lo miró, parece un poco preocupado y me mira de manera minuciosa. Niego suavemente y aprieto su mano enlazada con la mía.
— No sucede nada —Hago una sonrisa que juro se ve terrible y forzada. Aprieto la caja en mi bolsillo con la otra mano ¿cómo lo haré?
Asiente poco convencido por mi respuesta y mira a su alrededor un poco aburrido. Lo atraigo a mi cuerpo y lo beso. Aprieto su cintura queriendo que su cuerpo se funda con el mío, acaricio su espalda arrebatándole suspiros que sólo a mí pertenecen. Introduzco mi lengua en su tierna cavidad y empiezo a beber de su néctar. Acaricio sus mejillas, y dejó un par de besos más antes de separarme. Me mira como un bebé deseando más de su leche, su cuerpo tiembla entre mis brazos. Me desea.
—Muero por sentirte dentro de mí— Jadea.
Y yo dentro de ti, cariño, pero no podemos marcharnos sin antes asegurarme de que serás mío para siempre. Lo suelto y le tomo de la mano.
— Disfrutemos de nuestra cita.
Hace un mohín molesto y empieza a caminar soltando mi mano. Suelto aire frustrado. Follón, bipolar, madrugador, manipulador, caprichoso. Ese es mi ángel.
Camino tras él y trato de entrelazar nuestras manos pero se aparta bruscamente ignorándome por completo.
— Ryeowook— Suplico.
Niega con ira sin aminorar el paso. Voy tras él siguiéndole el paso un poco desconcertado por la situación, no deberíamos discutir antes de hacer la pedida de mano. Siento un poco de alivio al entrar al terrario donde se hallan las tortugas, observó el exquisito lugar con cristales y suelos arenosos donde reposan algunas de ellas. Ryeowook se detiene mirándolas con molestia, me quedó a unos pasos de él esperando a que se calme un poco. Con curiosidad se acerca a una de las barandas que nos separan de ellas y se queda ahí pensando en ciento de cosas que desconozco.
Me acerco por detrás rodeándolo con mis brazos y beso sus cabellos.
— Te amo— Musito.
Se apoya contra mi pecho y acaricia mis manos.
— Yo te amo más.
Allí en silencio nos quedamos mirando a las tortugas que se mueven lentamente sobre la tierra, el tacto con la piel de Ryeowook me llena de completa felicidad. De pronto lo escucho reír suavemente transmitiéndome un cosquilleo por su espalda.
— ¿Qué te da gracia?— Digo divertido.
— Son igual de lentas a ti.— Señala las tortugas con una enorme sonrisa.
Siento como conduce mi mano a su boca y deposita un beso en ella. Mi ángel, eres perfecto.
Me aparto ligeramente extrayendo la caja que he guardado con recelo la última semana. Me mira y sin darle tiempo de abrir la boca me arrodillo a sus pies abriendo la caja donde resplandece un lindo anillo.
— Ryeowook, ¿quieres casarte conmigo?
Me mira sin creer lo que sucede, sus ojos viajan entre mi cuerpo y el anillo. Veo sus ojos humedecerse mientras sonríe con emoción, mira para todos lados sonrojado por las personas que nos miran un poco sorprendidas por la escena inusual.
Ryeowook me mira con una enorme sonrisa y seca sus lágrimas negando levemente.
— Eres un idiota— Murmura. Alza la mirada y se arroja sobre mí, lo atrapo entre mis brazos con torpeza —. Por supuesto que sí, me casaría miles de veces contigo.
Acarició su espalda queriendo calmar sus sollozos, sabía que iba a ser especial.
— Lo tenías todo planeado— Dice separándose, golpea ligeramente mi hombro—. No es justo.
Sin darle tiempo de nada deslizo el anillo en su dedo anular de la mano derecha. Al terminar me encuentro con su rostro lleno de felicidad.
— Te amo, Ryeowook.
Se abraza nuevamente a mí, con dificultad me pongo en pie sin romper el abrazo y lo aparto levemente para dejar un beso en su frente.
— Ahora sí, vamos a donde tú quieras.
Salimos del acuario tomados de la mano, Ryeowook sonríe con grandeza mirándome emocionado. No para de mirar el anillo que decora su mano y en ocasiones lo acaricia como si se tratase de un sueño. Nos detenemos a comer un helado después de unos minutos en un parque cercano, nos sentamos a contemplar a las personas que pasean allí.
Miro a nuestro alrededor lamiendo mi helado y me percato de una joven que nos mira con intensidad, ella parece percatarse de mi mirada y gira su rostro avergonzada. Le resto importancia y regreso mi atención a Ryeowook quien me mira, mira por encima de mi hombro y frunce el ceño automáticamente.
— Deja de mirar a mi esposo, maldita zorra—Gruñe en dirección a la joven que hace unos minutos había descubierto.
¿Esposo?
No me esperaba esa declaración tan prematura. Pero me hace feliz saber que me considera suyo.
Ryeowook mira de manera amenazante a la joven que parece desconcertada como yo por su repentina reacción, mi pequeño se pone en pie pero lo tomo de la mano impidiéndole cometer una locura más.
— Ryeowook, cálmate— Digo preocupado.
— Y tú, deja de coquetearle — Me señala histérico, me quedo mirando asombrado por su reacción. Es posesivo—. Eres mío — La joven nos mira sorprendida, Ryeowook dirige su atención de nuevo a ella— ¡Que se busque quien le haga sus hijos!
Envuelvo a mi pequeño amor entre mis brazos y lo alejo de allí ignorando sus palabras. Un vez lejos me aparto ganándome una furiosa mirada por su parte, parece dispuesto a marcharse pero lo tomó del brazo y lo atraigo a mi cuerpo, acaricio su espalda hasta que siento como se relaja.
— Wook— aprieto su mejilla—, ¿qué haré contigo?
Suspira y se abraza a mí.
—Puedes hacerme el amor—Murmura.
Rio divertido.
— No hemos terminado nuestra cita.
— Ya vimos las tortugas—Dice indignado, me mira con sus ojos brillantes.
— Wook—Me quejo.
Sonríe enormemente y se me acerca a la oreja.
— Quiero que me hagas el amor toda la noche, Woonnie — Dice con voz sensual, arrastrando las palabras. Trago duro al ver el deseo en sus ojos, muerde su labio y se apega un poco más a mi cuerpo. Él sabe cómo llevarme a la cama. Siento el cosquilleo incesante en mi parte baja, mis piernas tiemblan ante la idea de sentirlo. Mi cuerpo ruge por él— Woonie— Se aprieta contra mí— Anda, vamos a celebrar.
Cariño, ¿piensas en algo que no sea sexo?
— Amor— Acaricio su espalda haciéndole ronronear—, podemos hacerlo después.
— No me amas— Se aparta de mi lado, cruza sus brazos y empieza a caminar por la calle.
— Ryeowook— Empiezo a andar tras él—. Cariño, ven.
— Si me amaras como dices celebraríamos— Alza la voz, la gente nos empieza a mirar, unos desconcertados y otros divertidos.
— Por favor, no hagas un escándalo aquí.
— Déjame entonces.
Siempre es así. Es un caprichoso, enano follón, malcriado que busca su bienestar. Bien, si quiere su guerra la va a tener. Sin remedio lo tomo con brusquedad y detengo un taxi. Confundido por mi reacción obedece y guarda silencio en el trayecto. Cruzo mis brazos y mi piernas queriendo golpear a alguien, no le dirijo ni una palabra. El ambiente ne medio de nosotros se pone tenso y se percata de ello.
El taxi se detiene frente a los edificios donde tengo mi departamento. Pago ignorando a Ryeowook que permanece expectante. Sin decir nada lo tomo contra mi cuerpo arrastrándolo conmigo hasta la habitación, sonríe por mi reacción, le gusta cuando tomo el control de la situación y le ordeno las cosas. Cierro la puerta de un golpe y me adentro a mi habitación donde lo arrojo a la cama.
— Wonnie — Dice con ojos brillantes.
Me quedo frente a él sin disminuir mi ira. ¡Ah, Ryeowook! Me desesperas en ocasiones.
— Nunca me dejas opción, cariño — Me quito los pantalones mientras él lame sus labios feliz, dichoso —. Te gusta hacerme enojar para que te lleve a la cama —Me arrojo sobre él y tomó sus labios, lo muerdo, aprieto su anatomía como un mendigo.
— Me gusta hacerte enojar— jadea.
Silencio sus palabras con un beso, me muevo por su cuello y me adentro en su cuerpo, pone sus delgadas manos en mis hombros apoyándose para que pueda entrar con más profundidad. Su rostro se desfigura de placer y su cuerpo se derrite ante el contacto.
Cierro los ojos dejándome llevar en las sensaciones y me empiezo a remover con pesadez. De pronto todo se pone negro.
Abro mis ojos nuevamente y contemplo una espalda desnuda frente a mí. Estaba soñando. Acaricio el cuerpo de mi pequeño amante frente a mí deseándolo intensamente.
¿Cuántos días han pasado desde aquello?
No lo sé realmente, podríamos multiplicar 365x3 y eso nos da... 1460.
¡Exacto!
1460 días desde que le pedí matrimonio en el acuario. Hoy cumplimos tres años de casados. Y esos días no han bastado para demostrarle la grandeza de mi amor.
¿Qué puedo decir acerca de eso?
Atraigo el cuerpo de mi esposo hacia el mío y beso su nunca con suavidad, lo siento removerse entre mis caricias mientras alega cosas entre dientes.
— Vamos, pequeño dormilón— Besó su mejilla—. Despierta, tu esposo quiere mimarte.
— Mhn— Se remueve molesto—. Quiero dormir.
Río por su comportamiento, se gira hacia mí con los ojos todavía cerrados y me abraza buscando regresar al mundo de los sueños.
— ¿Sabes?— Me apartó ligeramente picando su nariz haciéndolo enojar—. Hoy soñé con el día en que te pedí matrimonio.
Gruñe bajito y cierra con más fuerza los ojos.
— ¿Te refieres al aburrido día junto a las tortugas?— Dice quedado.
— Me refiero al día en que me hiciste hacer el amor toda la noche— Alego.
Suelta una leve carcajada y toma mis labios con cariño.
— Te amo, Wonnie— Susurra multiplicando mi felicidad.
— Yo te amo más.
Lo abrazo nuevamente cerrando mis ojos.
Siempre te amaré.
¡Hola, bonitas!
Muchas gracias a todas y cada una de las que apoyaron este fic a través de sus votos y comentarios, yo me reía mucho leyendo lo que comentaban. Me siento muy feliz de saber que tuvo una buena acogida, al principio no le tenía mucha fe debido a que manejaba una temática un poco diferente a lo usual, pero de todos modos lo hice y fue mejor de lo que esperaba.
Cada vez que escribía un diálogo o creaba una situación me decía ¿Será divertido? Yo me reía literalmente sola frente al computador escribiendo, pero era inevitable. Creo que deposite en este fic mi frustración como comediante jajaja, quería ser sarcástica y burlarme un poco de las cosas que uno se encuentra en su vida. Lo siento se ofendí a alguien pero quería hacerlo ¡Sorry!
Escribir esta historia fue realmente todo un reto, tenía que crear escenas divertidas y hacer diálogos fuera de lugar que me costaron, pero sinceramente me divertí mucho haciéndolo, fue una experiencia que espero repetir. Quería salirme un poco de lo común y ofrecer una historia diferente. Me alegro de los resultados, espero que se hayan divertido mucho así como yo lo hice.
Sé que fue corto pero procuré hacerlo bien, y espero que les haya agradado porque realmente lo hice con mucho cariño como todos mis fics.
En serio gracias a todas esas chicas que comentan y votan en cada capítulo, soy una malagradecida ¡Lo sé! Seré su esclava escritora de Yewook como recompensa.
Ya sin más que decir nos leemos en próximas actualizaciones.
¡Feliz 411!
¡Chao, chao!