Capitulo diez.
Sentí un nudo en la garganta cuando dijo eso, mi mirada se perdió en sus ojos por un segundo y empecé a sentir cosquillas en la panza y los latidos de mi corazón me ensordecían.
- ¿Cómo podría yo hacerte sentir feliz? Mi voz temblaba
- No tienes que sonrojarte, te ves muy tierna, me sonríe.
- Soy humana y siento cosas que me avergüenzan. – Pero no respondiste mi pregunta.
- Hay algo que me contagias con tu presencia, no tienes malicia, me siento libre de confiar en ti.
- Pero yo soy una extraña para ti, ¿tu mama nunca te dijo que no confiaras en extraños?
- Sonríe. – Si me lo dijo, pero ya no somos unos extraños, yo soy tu vecino y también tu profesor estamos aquí tomándonos un café conversando.
- Tienes Razón, pero en realidad ¿qué somos? ¿Amigos? ¿Conocidos? ¿Vecinos? ¿Profe-Alumna?
- Somos lo que somos, no le pongamos un nombre, me responde tomando mi mano.
Muchos sentimientos que nunca había experimentado antes salieron a flote esa noche. ¿Sera que me estoy enamorando? No puedo ser tan torpe como para enamorarme de alguien como él.
Pero no puedes dejar de sentir algo si te mira con esos tiernos ojos azules.
- Creo que debemos irnos, me dice al mirar su reloj.
- Si, mañana debo ir a clases, le contesto tomando mis cosas.
Salimos del café y un silencio sepulcral se nos unió hasta que llegamos a los apartamentos, el espero a que yo abriera la puerta de mi cuarto.
- Buenas noches, Que descanses. Digo amablemente mientras cierro la puerta.
- ¡Espera! - Pone su pie impidiendo que la cerrara. – Si tienes tiempo mañana, en la facultad hay un viejo teatro, todos lo conocen, al fondo del teatro hay una pequeña bodega, la puerta es color azul, te espero allá a las 10:00 am quiero mostrarte algo ¿Puedes ir?
- Lo intentare, respondí.
Me sonríe y sube las escaleras. – ¡Buenas noches niñita! Grito desde las escaleras.
¡Lo odio!
Cerré la puerta, aun tenia puesta su chaqueta y me recosté sobre la cama, no me había percatado que el agujero ya no estaba.
¡Como desearía que estuviera allí, otra vez!
¡No la escuches!, ella te miente no te ama, yo si te amo. Le gritaba a Kevin mientras se iba con Melanie, yo los seguía bajo la lluvia y un estruendo me despertó.
Estaba lloviendo a cantaros y había una tormenta eléctrica, no me gustan los relámpagos y las centellas. Mire la hora y eran las 5:30 am. Entonces, vi caer una centella a través de la ventana provocando un apagón y sin querer grite.
Kevin Adams.
¡Odio las tormentas! No me dejan dormir.
Mire la hora y eran las 5:05 am, ya no podía volver a la cama, así que tome una ducha y prepare café, me senté a mirar por la ventana y un estruendoso relámpago sonó, me estremecí y a los pocos segundos una centella cayó en el cableado y corto la luz, escuche un grito, reí supe que no era el único despierto por allí.
Esa niña, es un caso, no sé qué es lo que hace para que piense en ella, desde la conocí mi complicado mundo está de cabeza. No sé si será esa mirada tierna o su personalidad tan envolvente.
La tormenta ceso y la luz volvió.
Me prepare para ir al trabajo, tome una taza de café y salí, baje las escaleras y me quede frente a la puerta de jess por un minuto, quería tocarla mi chaqueta pero mejor esperaba a que ella me la regresara, así tendría otra excusa para verla.
La mañana estaba fría, decidí caminar a la universidad, así tendría tiempo para pensar un poco, sonó mi teléfono, un mensaje de Melanie; me había olvidado de ella por completo.
De: Mel
Hola cariño, debo salir de viaje, mi papa está enfermo y voy a visitarlo, vuelvo la próxima semana. Te amo! <3
Yo
Está bien Mel, envíale un saludo de mi parte.
De: Mel
¿Estás molesto? No dijiste que me amas.
Yo
Te amo cariño, cuídate mucho.
De: Mel
Tu también. :*
Ya con ella, nada es igual cada día es más difícil seguir amándola, de hecho no sé si algún día la ame, siento que no compartimos las mismas cosas pero no sé como estar sin ella, es la única que ha permanecido a mi lado luego de dejar mi vida atrás, a veces quisiera ser valiente y dejarla, pero no puedo hacerle eso, yo le di mi palabra y me comprometí con ella, si hay algo que mi padre me enseño bien es que un hombre vale por su palabra y debo cumplir mi promesa.
Llegue a la universidad, di mis clases de la mañana tome a mis cosas y fui a la bodega, la prepare para recibir a jess, sentía ansias de verla, quería reír un rato con sus ocurrencias, esa chiquilla si que me hacia olvidar todo lo malo con su sonrisa.
Mire la hora y eran las 10:15 am y no llegaba espere otros 20 minutos y aun no llegaba, sentí un poco de desilusión pero tal vez tenia cosas más importante que hacer, ya eran las 11:00 am y supe que no vendría, cerré la bodega y salí; cuando di la vuelta la vi venir.
Un poco desaliñada lo que la hacía ver más tierna, unos jeans desgastados y una sudadera un poco grande para su cuerpo, parecía un poco perdida pero no la llame para seguir observándola mientras me buscaba, su naturalidad era muy espontanea, tanta sencillez era fascinante, su belleza no es comparable a la de las mujeres con las que crecí, todas artificialmente moldeadas para lucir como barbies, ella simplemente es hermosa en todo aspecto, su mirada, su cabello enmarañado, su cara recién lavada, para mi es una obra de arte.
Volteo hacia donde estaba yo y sus ojos encontraron los míos, me sonrió de alivio y yo la salude, se acerco a mí y pude sentir ese dulce aroma que me encantaba.
- Hola, pensé que no vendrías, dije.
- Disculpa es que mi profesora se extendió, dude en venir porque creí que te habías ido.
- La verdad guardaba la esperanza de que vinieras.
- ¿Eso quiere decir que aun me mostraras lo que dijiste? Pregunto entusiasmada
- Por supuesto, Acompáñame. Le señale el camino.
Jessica García
Seguí a Kevin al fondo del teatro, había una pequeña puerta azul, por fuera parecía una bodega pero luego Kevin abrió la puerta y entramos
Era una pequeña habitación rodeada de todo tipo de dibujos, pinturas, bosquejos cuadros, aunque había poca luz se podía apreciar muy bien cada obra era realmente hermosa, dibujos de niños jugando en el parque, ancianos alimentando palomas, parejas teniendo picnics, hombres con niños en sus brazos.
Todo era tan cautivador, estaba abrumada, habían diferentes materiales usados por un pintor, pinceles, lápices, carboncillos, acuarelas, paletas, lienzos, era un sueño hecho realidad para cualquier artista.
- ¡Bienvenida a mi hogar! Kevin rompe el silencio.
- ¡Es lo más hermoso que he visto en mi vida! Lo dije con toda la sinceridad del mundo, me sentía como un niño en una juguetería, tocando por aquí, mirando por allá, preguntando por todo.
- ¡Cálmate, Jess! no pensé que te gustaría tanto.
- ¿Gustarme? ¡Me encanta! Grite.
Me mira y ríe rascándose su cabeza, no sabe lo que hizo al traerme aquí, necesito verlo todo y necesito que me explique como hizo esos hermosos dibujos.
- ¿Todas y cada una son obras tuyas? Pregunte curiosa.
- Si.
- ¡Son preciosas Kevin, preciosas! ¡Eres todo un artista!
- No son tan buenas, responde cabizbajo.
- Dije que son preciosas y lo son, yo no miento. – Gracias por mostrarme tu estudio.
- En realidad, esto no es lo que iba a mostrarte, me respondió.
- ¿Entonces que era? Estaba confundida.
Tomo un banco y me ordeno que me sentara, el se sentó en su mesa de dibujo, tomo un lápiz y prendió su lámpara.
- ¡Voy a dibujarte!.
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Nota: hola hola, que tal esa perspectiva de kevin?.. comenten comenten o los ratones les mordieron los dedos?, me gusta leer sus comentarios.. se viene algo bueno pronto prontito.. ya empece a escribir el próximo capitulo, espero este haya llenado sus expectativas y gracias por seguir la historia.