Se escuchó movimiento detrás de la puerta y como algo de vidrio caía al suelo, partiéndose en miles de pedazos. Luego varios insultos antes de que la puerta fuera abierta.
Jessica Jones sonrió irónicamente antes de dejarlos pasar, guiándolos a ambos hasta la pequeña sala donde una mesa de madera con varias botellas y envolturas de comida los esperaba.
Ninguno de los dos se atrevió a sentarse, simplemente miraron como la mujer caminaba hasta la silla y se sentaba, tirando los papeles de comida al suelo en un intento de limpiar la mesa.
—¿en qué puedo ayudarles?— preguntó, con voz ronca, observándolos con atención.
—no estamos acá para contratar alguna investigación— Jessica rodó los ojos —, estamos por asuntos más importantes.
—¿cómo cuales?— preguntó, agarrando el vaso sobre la mesa y sirviendo un líquido oscuro sobre el. Los observó unos segundos antes de mover la botella hacia ellos, preguntando sin hablar si querían un poco de la bebida.
Matt negó con la cabeza pero Lea presionó sus labios, dudando de la oferta de Jessica. Sonrió levemente, sintiendo que rechazar una oferta de ella sería una oportunidad menos para convencerla.
Jessica Jones sonrió de lado antes de tomar otro de los vasos sobre la mesa y servir el líquido sobre éste. Se lo tendió a la muchacha que mantenía una enorme sonrisa sobre sus labios.
Lea olió la bebida mientras Matt se aclaraba la garganta.
—habrás escuchado sobre los Acuerdos que el gobierno quiere que los héroes firmen...— le pelinegra dio un sorbo antes de reír hacia ellos.
—¿a dónde quieren llegar con eso?— levantó levemente la ceja —No estoy de humor para que un par de idiotas lleguen a intentar hacer que firme.
—no, no queremos que firmes— Lea contuvo el vaso entre sus manos, observando con atención los ojos de la mujer —. Queremos que nos ayudes a detener la guerra que se armó por los Acuerdos.
—¿yo? ¿me están jodiendo?— Les presionó sus labios levemente antes de llevar el vaso a su boca, tomando un pequeño trago, que rápidamente empezó a picar contra su lengua, provocando que lo escupiera lo más disimuladamente que podía sobre el vaso otra vez —Quiero que se vayan, no estoy de humor para las tonterías de dos imbéciles.
Jessica llevó una mano a su cabeza y cerró los ojos, presionándolos con fuerza. Lea la miró unos segundos antes de golpear el vaso contra la mesa, con tanta fuerza, que éste se partió entre sus dedos, provocando pequeños cortes sobre su palma, pero no le importó mientras Jessica la observaba entre sorprendida y molesta.
—¡vas a pagar por ese vaso!
—no llegué tan lejos, arriesgando a todos los que quiero y a mi misma para que Jessica Jones no esté de humor para ayudar a quienes podrían terminar salvándola.
—¿salvándome?— rió levemente —¿de qué? ¿de una jaqueca?
Lea la observó a los ojos, sabía que tenía que ser dura con ella, que no sería fácil. Imaginó un lugar distinto, un lugar del Universo poro recurrente.
Los ojos de Jessica de agrandaron mientras todo a su alrededor se oscurecía y comenzaba a brillas en cientas de estrellas.
—¿qué mierda...?— Jessica guardó sus palabras para darse cuenta de quién era ella.
En realidad, todo el mundo sabía de ella, la Hija de las Cenizas, condenada a una guerra nuevamente, entre sus amigos.
—Jessica, los Acuerdos sirven para que no hayan otras guerras— comenzó, mientras las dos parecían flotar en la infinidad —, pero está generando una. Todo humano con poderes o con alguna capacidad especial deberá firmar, obligándolo a dar toda su información, eso quiere decir que el gobierno podría encerrar a la mayoría de los humanos por miedo a que sean peligrosos.
—¿encerrar a todos?— preguntó, juntando levemente las cejas.
—eso sería peor para todos...— la pelinegra negó con la cabeza.
Lea quitó todo a su alrededor, volviendo a la realidad de Alias Investigations. Jessica se levantó de la silla y tomó su campera negra, colocándosela sin decir nada.
—¿Jessica?— Matt mojó levemente sus labios con su lengua después de hablar.
—voy a firmar.— dijo, dirigiéndose a la puerta.
—¡Jessica!— Lea corrió hacia ella, tomando su brazo, tirándola hacia ella.
La mujer respondió, empujándola con fuerza, también como ella. Ambas tenían súper fuerza, y no podía negar que le tenía un poco de miedo.
—voy a firmar, esto hubiera sido bueno un par de meses atrás.— comentó, mirando a los dos con atención.
—estas dejándote llevar por simples palabras.— Matt ladeó la cabeza.
—no voy a dejar que nadie vuelva a pasar por todo lo que yo tuve que pasar— dijo, un poco incómoda —. Si puedo evitar que algo así vuelva a ocurrir, sería lo mejor.
—¡no estás escuchando! ¡ellos van a encerrar a cualquier persona con alguna posibilidad! Estarías en la lista, junto a Luke.— Jessica la miró de reojo.
—¿qué tiene que ver Luke en esto?
—ir a firmar, es también revelar tu identidad, e identificar a todo aquel con poderes— Lea presionó levemente sus labios antes se seguir —. Luke Cage quedaría en medio, y tus amigos estarían implicados. No te gustaría que ellos salieran heridos por firmar, ¿no?
Jessica Jones bajó la vista, sabiendo que en parte Lea tenía razón. La muchacha sabía que ella estaba debatiendo consigo misma, dudando de las distintas posibilidades.
Levantó sus ojos y la observó, con atención, como esperando algo que sabía que no podia ver a simple vista.
—¿qué es lo que están intentando hacer, par de idiotas?— preguntó para luego cruzarse de brazos.
Estaba evaluando ambas posibilidades, Lea podía notar sus dudas en la pequeña arruga entre sus cejas y en la curva en sus labios.
—queremos detener a los Vengadores de matarse entre ellos.— dijo Matt, sonriendo levemente.
—¿cómo piensan hacer eso?— volvió a decir.
—tengo un par de ideas, pero necesitamos de tu ayuda.
—¿no hay otras personas que puedan ayudarte?— Lea negó con la cabeza.
—todos los Vengadores están divididos, los agentes de Shield responden a los Acuerdos, los Inhumanos de Coulson están en medio de algo importante, tienen que terminar con Hive...— empezó a enumerar con los dedos.
—bueno, me quedó claro— interrumpió Jessica —. Esos imbéciles dependen de nosotros.
—si— asintió —. Prometo protegerte después de que todo termine, nadie va a saber nada sobre Jessica y nadie vendrá a buscarte.
—puedo defenderme sola, pero, ¿qué va a hacer un ciego por nosotras?— señaló a Matt. Él sonrió, marcando sus hoyuelos.
—ya vas a verlo.
—¿podemos irnos? Tony debe estar buscándome.— susurró.
—¿Tony Stark? Él está del lado para firmar.
—lo sé, pero no sabe que yo no estoy de ese lado— tomó el brazo de Matt y se acercó para agarrar a Jessica, pero ésta se alejó.
—¿y por qué estás con él?
—porque en un principio creí que era lo correcto— hizo una mueca con sus labios —. Y porque ahora, seguramente, necesitaremos sus armamentos y trajes.
—¿así que es tu propio lado de la guerra?— rió levemente —Me gusta.
—yo tengo mi traje.— comentó Matt Murdock.
—lo sé, pero quizás Tony pueda hacerle algunas mejoras.
—yo no quiero ningún estúpido traje de colores ni ninguna estupidez.— Jessica comentó.
Lea asintió y sonrió antes de estirar nuevamente la mano hacia Jessica, que no estaba contenta de recibir el tacto de Lea sobre su campera.
La pelinegra inspiró fuertemente, sintiéndose rodeada de idiotas antes de intentar caminar hasta la puerta, pero Lea no le permitió. La observó, preparandose para reclamarle, pero no llegó a hacerlo.
Pronto los tres desaparecieron, sin dejar rastros dentro de la sala. Todo volvió al silencio, entre papeles y vidrios rotos.