Me dirigí a la cocina, tomé mi móvil y envie un texto a Eva.
Paula
Eva, te necesito.
Eva
Mas te vale que sea importante. Estoy en quince minutos
Dejé mi movil en la cocina y subí a cambiarme. Al llegar a mi habitación, Mattew seguía recostado en mi cama. Se veía tan lindo, con el torso desnudo y su pelo despeinado. Me quedé tanto tiempo mirándolo que no me percate que el tambien lo hacía, y algo confundido.
Debes dejar de hacer eso. Solo llevarás todo al final.
— Ya se que soy muy lindo... pero deberías disimularlo un poco–dijo orgulloso— o si queres ver-me desnudo, solo tienes que pedirlo— agregó y se destapó completamente con una sonrisa. Una sonrisa tan perfecta.
—¡Cúbrete! — grite dándome la vuelta— Ya quisieras tu eso... voy a salir. Adiós. — dije y salí rápido de allí. Ni siquiera le di tiempo a responderme.
Subí al auto de Eva y ella tenia una sonrisa, no entendía el porqué, si la acaba de despertar y odia despertar temprano.
— ¿Por qué esa sonrisa? Pensé que ibas a matarme por despertarte a estas horas, pero debo contarte algo...
— Quise matarte, pero primero debo saber que ha pasado...
Le conté todo lo que había pasado desde que llegue a la casa luego de la fiesta.
—¿Que? ¡¿Te acostaste con Mattew?!— gritó abriendo los ojos como platos.
—¡No lo grites!
—¿No recuerdas nada luego de ese beso?
— No, bebí demasiado.
MATTEW
Cuando Paula salió, me quede un buen rato en su habitación, pensando en la noche. Ella era tan atractiva, tan dulce y tan bella, lo que más me atrae es que somos hermanastros. No hay nada como un amor clandestino. Pero no podía lastimarla, no debemos estar juntos. La sacaré de mi cabeza como sea.
Tome mi móvil y llame a una amiga.
Mattew
Nena, voy tu casa. Espérame ;)
Megan
Te espero, lindo.
Me vestí y me dirigí a su casa. Al llegar, se imaginan lo que hicimos, pero era inevitable, no podía dejar de pensar en ella. Me levanté de la cama de Megan, me vestí y me fui, sin decir una palabra. Quede en encontrarme con Luke en un Bar. Olvide decir, ya llegaron de Madrid, no tendrían que quedarse dos meses... sus padres ya tenían su casa lista y era todo una sorpresa.
— Hola amigo, ¿Como has estado?— Dijo Luke al verme entrar.
—Mal. Siempre he sido un mujeriego, y me encanta serlo. Me encantan las chicas. Pero desde ese beso, no puedo hacer nada sin pensar en ella, no puedo dejar de pensar en sus bonitas ojos y rostro perfecto, en sus labios... y en lo que paso anoche. ¿Que me ocurre Luke?
—Amigo, sé perfectamente lo que te pasa. Te gusta esa chica...
–¿Y que deberia hacer, carbón? ¡Es mi hermanastra!
–Ve y dile que te gusta. Hermanastra no es lo mismo que hermana, amigo...