querida charlotte:
¿recuerdas cuando llegaste a mi casa y nos quedamos dormidos viendo películas? ya tenías catorce años, y estabas a punto de cumplir quince, dijiste que te encantaría que te regalaran una de esas cámaras que sacan fotos instantáneas, así que desde ese día fui a ver ese tipo de cámaras, quería la mejor cámara para la mejor chica.
oh, ¿y charlotte?, también recuerdo que no estaba viendo la pelicula, estaba más ocupado observando otra pieza de arte; esa eras tú.
16 de diciembre del 2014
Mansión Styles, Los Angeles
11:00 p.m.
— ¿Harry? —dijo Charlotte a su lado.
Estaban haciendo brownies, Charlotte y Harry se convirtieron en muy buenos amigos. Iba a casa casa de él casi todos los días. A la rubia le encantaba la presencia del rizado y no podía evitar ir muy seguido a su casa.
David, o Dave, como Harry le decía, le había dicho que era bueno que su bebé (aunque el hombre no la veía tanto como una) tuviera algo así como un hermano mayor.
Y sinceramente Harry estaba empezando a dudar que la viese como la hermanita que nunca tuvo.
Harry estaba asustado.
— ¿Que pasa Charlotte? —preguntó.
Charlotte estaba asustada también. Últimamente había estado confundida. Sentía una atracción hacia alguien que sabe que no debería.
—Yo...—pausó—...creo que quiero ver Love, Rosie hoy.
Charlotte no quería asustar aún más a su amigo si le decía que se trataba de él.
Harry dudaba mucho que quisiera decir eso, pero lo dejó pasar, no quería que ella se sintiera presionada. Sabía lo que pasaba si se sentía así.
—Esta bien, sé que es tu película favorita de todas formas—dijo tratando de animarla un poco.
Últimamente notaba un poco triste a Charlotte, ya no tenía los mismos ojos alegres de hace dos años y eso le daba temor.
Pero Charlotte sabía quien era el culpable de eso.
"Está creciendo muy rápido" él pensó.
— Listo —dijo terminando de llenar el molde para los brownies— Puedes meterlos al horno, Char.
A Charlotte le gustaba mucho cuando Harry y ella se ponían a hacer todo tipo de postres; era como algo entre ellos dos.
—Claro —dijo y agarró el molde, se volteó al horno y se agachó para meterlo.
Dios, santo.
Harry no sabía como sentirse respecto a sus pensamientos. Definitivamente ya no veía a Charlotte como una hermanita.
Tosió un poco y ella se levantó rápido—¿Estás bien, Harry?.
—Si, creo que la lluvia de ayer me afectó un poco—mintió, tratando de no pensar mucho en esos shorts que traía.
Charlotte le hacía cosas que ella ni siquiera notaba. Era como una bendición y una tentación en un solo cuerpo.
Ella tomo su mano y se dirigieron a la sala, en donde habían almohadas por todos lados y su gran televisor en frente, las letras de Netflix eran visibles y varias películas se mostraban.
Se acostaron y por el bienestar de él y el de Charlotte, decidió acostarse en el sillón, mientras ella se acostaba en las almohadas, su cabeza quedaba a la altura del sillon y podía acariciar su suave cabello si el joven lo deseara.
Ella era su bebé y no estaba a discusión.
—Podría ver esta película un millon de veces y no me cansaría —dijo Charlotte— Gracias por enseñármela, Harry.
Sonrió un poco y le dijo: —No hay nada que agradecer, bebé.
Abrió más los ojos en cuanto se dio cuenta de las palabras que se habían escapado de su boca sin querer. Observó a Charlotte esperando su reacción; ella sólo le sonrió.
Pero la adolescente estaba saltando internamente de alegría y confusión.
— Me gusta —susurró— me gusta que me digas así.
Y era bueno decir algo que pensaba en voz alta por una vez en su vida.
La película comenzó y ella se volteó. Charlotte lloraba siempre que veía esa película y en realidad nadie sabía el por qué.
Siempre que él le pregunta dice que ni ella misma tiene idea del por qué esa película la pone tan sentimental. Harry realmente había intentado ver la película. ¿Pero como podría ver la película teniendo una distracción tan preciosa? Todo en ella era increíble; todo en ella parecía irreal.
Charlotte era un misterio; era arte y sobre todo, Charlotte era como una adicción.
Cualquiera que la conociera no podría ser capaz de olvidar a una presencia tan magnética; tan electrizante como ella misma. Podrías enamorarte tontamente, absurdamente de ella.
Y ella ni siquiera tendría que intentar ganar tu corazón.
La película terminó y con ella terminaron los pensamientos confusos del joven de ahora veintiséis años.
—Charlotte, tu cumpleaños está cerca—le recordó.
— ¡Si!, le dije a mis padres que quería una cámara que saca fotos instantáneas, así podemos empezar a hacer un álbum de fotos de nosotros—dijo feliz y se acostó a su lado en el sillón.
Él tenía los brazos detrás de su cabeza y ella tenía la cabeza acostada en un almohadón del sillón. Harry tenía ganas de hacer cucharita con ella. Por más absurdo, patético y cursi que sonara.
Pero bueno, Harry era un romántico sin remedio.
— ¿Y qué piensan tus padres?— le preguntó, tratando de no pensar en el olor a vainilla de su cabello.
Harry deseaba que Charlotte no creciera más. Parece que conforme ella va creciendo, sus sentimientos se hacen más claros, y sinceramente no cree que esté listo para afrontarlos.
Ella hizo una mueca y dijo: —Con lo enfermo que esta mi abuelo, dicen que no creen poder tener suficiente dinero para esa fecha, pero prometieron comprármela después.
Y no es que Charlotte no quisiera a su abuelo, pero últimamente solo sus padres se ocupaban de él, y le parecía injusto.
—Al menos sabes que la tendrás —trató de animarla.
Aunque él podría comprársela. Haría lo que fuese por hacerla feliz; verla feliz de nuevo.
—Si —murmuró.
Se quedaron en silencio un rato, hasta que ella colocó su cabeza en su pecho y sus brazos alrededor. Se había quedado dormida en los brazos de Harry.
Y realmente esperaba que no pudiera escuchar la rapidez insana en que su corazón se encontraba latiendo en ese momento.
na: holaaa, quiero agradecer a quienes votaron y comentaron en el primer cap; sé que no es nada pero me anima a seguir escribiendo, aunque sean 5 o menos comentarios, btw escribo esto porque en serio me gusta como esta saliendo y quiero desahogarme, aunque este capítulo no me agrada tanto:(
Gracias de nuevo xx