*3/5*
Diez de la mañana y yo esperando como un idiota. ¿Cómo pude confiar de Soohyun? Seguro fue una de sus bromas, estoy casi seguro.
Me dijo que a las siete estaría aquí y hace tres horas que aguardo con todos mis bolsos hechos. Mi madre se ríe sin disimulo y eso me cabrea más.
-Lo mataré. Lo descuartizaré en pedacitos pequeños para dárselo a las ratas porque no se merece ser comido por perros.
Tecleo otra amenaza de muerte y aprieto enviar.
-Ya no vendrá.- Vuelve a reír mi madre.
-Más le vale no volver a aparecerse por aquí.- Y ni bien termino la frase. El timbre de casa suena.
-Oh... no es él.- Corriendo me voy al humo hacia la puerta siendo detenido por mi madre.
-Contrólate, Jungkook. No quiero peleas en casa.
-No lo mataré. Solo lo golpearé lo suficiente como para que aprenda su lección.
-Nada de peleas, Jeon Jungkook.- Me reprende mi madre. Yo girando mi ojos acepto.
-Bien.- Sigo mi camino abriendo la puerta. Detrás de ésta, está un Soohyun agitado. Respiraba con dificultad y se veía claramente que había corrido hasta aquí.- Explícate.- le digo sin dejarle pasar.
-Yo... perdona... quería...- Pero no puede articular palabra por lo agitado que está. Toma aire y continúa, yo lo espero apoyado en el marco de puerta. No volverá a pasar a mi casa. Se endereza y vuelve a hablar.- Lo siento. Es que el... inquilino no me quería alquilar el lugar. Me costó muchísimo convencerlo pero ya está.- Intenta pasar y lo detengo levantando una ceja.
-Me tomas por idiota o tu broma sigue.
-Vamos, Jungkook. Perdóname, ¿si? Me costó convencerlo, no hagas que me odie ahora que pude.
-No me interesan tus asuntos. Podrías haber avisado que no llegabas.
-Olvidé mi teléfono en casa.
Ruedo los ojos incrédulos.
-Vuelve a casa, Soohyun. Ya no me interesa el lugar, buscaré otro.
-Espera.- Me detiene tomando de mi muñeca cuando intento entrar.- ¿Recuerdas que ayer tuve mucha razón y te dije que deberías aprovecharme?- Asiento.- Ahora también.
Suspiro resignado y salgo del departamento.
-Tendrás que bajar tú las valijas.- Lo castigaré de ese modo por tanto alboroto.
Tardamos no más de media hora en cargar un taxi y salir. Soohyun dice la dirección y se sienta sonriente conmigo en la parte de atrás del auto.
-Te encantará. Es una casa cálida y los vecinos son agradables. No pasan muchos autos...
-Espera, espera. ¿Casa? No dijiste nada sobre una casa.- Creo que debí haber corroborado antes de salir.- No tengo presupuesto para alquilar una casa.
-Ya te he dicho que no debes preocuparte por eso. El inquilino es amigo mío. Te la dejará muy barata.
-¿Cuánto?- Pregunto sin más.
-Me haces sentir como una prostituta.
Río de lado y vuelvo a insistir.
-¿Cuánto?
-Lo arreglaremos allá.- Luego de responder, mira hacia afuera zanjando el asunto. Niego indignado y también miro por la ventanilla.
¿Qué estarás haciendo? Otra vez pienso en él. Cada vez que tengo tiempo de pensar termino pensando en Jimin. ¿Estará bien? ¿Estará triste? Claro que no. Ya está viviendo con su hermana, debe estar muy feliz. Sin ti.
Mi pecho arde y siento ganas de llorar nuevamente pero no lo hago, ya no lo haré más.
-¡Jungkook...!- Salgo de mis pensamientos y me doy cuenta de que el taxi paró. Soohyun está pagando mientras bajan mis cosas. Esta vez ayudo y bajo todo.- Allí.
Veo donde señala y me encuentro con una pequeña casa de dos pisos, de frente se ve un patio pequeño pero lleno de pasto verde y algunas flores. Demonios, me va a salir fortuna.
Cruzamos la calle ya que la casa está al frente, cargando con todo el equipaje.
-Yo debo irme. ¡Suerte Jungkook! ¡Se que la tendrás!
-Espera, espera, ¿qué haces?- Pero antes de que pueda decir o hacer algo, sube una vez más al taxi y emprende su viaje.
-¡Toca el timbre!- Me grita al huir de mi. No tengo un buen presentimiento de todo esto.
Perturbado, me empiezan a sudar las manos. ¿Por qué estoy tan nervioso?
-Esto no es muy buena idea mejor me voy.- Pero al divisar los dos lados de la calle noto que no cruza ningún taxi y apenas y pasan autos. Tenia razón cuando decía que es muy tranquilo.
Quizás deba pedir ayuda al inquilino...
Voy hasta la puerta y toco el timbre, espero unos minutos pero nadie sale. No fue buena idea.
Arrepentido vuelvo a donde están mis valijas y bolsos tomando uno para colgarlo en mi hombro y otro para arrastrarlo. Los cruzaré de calle y haré varios viajes.
Cuando me cuelgo el primer bolso al hombro enderezándome, escucho el sonido del portón abrirse.
No le presto atención, si es el inquilino diré que otra persona tocó el timbre. Sin embargo, no me espero lo siguiente.
-¿Jungkook?- Su conocida voz provoca que me asuste, más no me doy vuelta por temor. No puede ser. No debe ser él.- Jungkook...- Vuelve a repetir, con tono de... ¿alivio?