Capítulo 6
Los Dioses
El duque y sus amigos siguieron los planes predeterminados , depositaron la botella en la arena de la playa y esperaron a que los acontecimientos se desarrollarán como estaban previstos. Al poco tiempo de que un niño del poblado, jugando encontrara la botella y se la entregara a sus padres y estos al jefe de la tribu, apareció el grupo precedido por Fred ,el inglés.
Llegaron con mucha ceremonia, para ello marchaban en una fila, encabezada por el duque, vestido con los restos de una coraza extraña (conseguida de los restos del naufragio), que le daba un aspecto imponente, seguido de Nue semidesnudo, con su cuchillo al cinto y con su figura negra musculosa, brillando gracias a unos aceites que se había aplicado a tal efecto y a continuación los presos de la tribu incluido Fred, atados y con pasos vacilantes gracias a las drogas y bebidas que previamente les habían suministrado.
La impresión que produjo esta aparición, fue la deseada, y pronto avisaron al jefe de la tribu que les esperó en el centro del poblado, rodeado de muchos guerreros mayas armados.
Este era un hombre de unos cincuenta años, de rostro y cuerpo enjuto, cubierto de tatuajes, y muchas heridas que manifestaban una vida dura y repleta de actividad, su mirada profunda e inquisidora denotaba su desconfianza ante todo lo que no entendía, y ese era este caso.
El duque se acercó con autoridad a él y con voz fuerte y segura gritó. -¡ Arrodillaros ! -
El jefe no entendió nada pero por el gesto y la voz comprendió que era una orden y dudó durante un momento que hacer, lo que aprovechó Fred para intervenir y explicarle que estos seres tenían un poder superior, que eran enviados de los dioses y que convenía no contrariarlos y obedecerlos, si no se quería sufrir un horrible castigo divino. Para convencerlo inventó, que él mismo había visto como con un sólo gesto, el duque había hecho sucumbir y desaparecer envueltos en fuego a tres de sus enemigos, sólo por discutirle una orden.
Ante la duda, pero aún no muy convencido, el jefe, se inclinó, en señal de respeto ante el duque, que inmediatamente y antes de que este cambiará de opinión, sonrió amablemente y empezó a hablar, para que Fred fuese traduciendo, y este así lo hizo, consiguiendo poco a poco la confianza del jefe, que según oía al inglés, iba asociando lo que estaba ocurriendo con los augurios y predicciones de los que hablaba la tradición en su antigua religión maya.
El jefe maya en un momento de la conversación, dio la orden a uno de sus hombres de traer la botella que hacía poco habían encontrado en la playa, y pidió a Fred si el comprendía los garabatos y signos dibujados en ella.
Fred siguiendo el guión previsto, puso cara de sorpresa y le dijo
- Señor, esto que hay dentro de la botella es lo que los dioses utilizan para comunicarse con los hombres, es un mensaje y los garabatos que nosotros vemos, son signos equivalentes a los que los antiguos mayas gravaban en las piedras, y les sirve para hablar ya que son la expresión gráfica de sus palabras, si queréis yo puedo intentar traducir lo que dice, pues está "escrito" en un lenguaje que yo entiendo de mi época de esclavo con los españoles.-
- Hazlo, ordenó el jefe -
Así lo hizo Fred, explicando cada palabra al jefe y poniendo mucho énfasis en ello.
Aquí copiamos ese manuscrito.
Al terminar, el jefe se dirigió a su pueblo y dio las órdenes de que inmediatamente se pusiese en libertad a los negros que tenían custodiados y prisioneros en una choza y agregó que a partir de ese momento se hiciese sin discutir, todo lo que el hombre blanco de la poblada barba dijese u ordenara