Término Medio ( #1 Saga InfoN...

By darlis_steff

20.3M 1.7M 1.4M

Adelaide Parson se define así misma como una mujer en el término medio: En lo bonita, en la suerte, en virt... More

Prologo
Capítulo Uno: Nuevo Trabajo
Jocker Hans
Capítulo Dos: Té rojo
Capítulo Tres: Prejuicios
Jocker Hans
Capítulo Cuatro: Tesorito
Capítulo Cinco: En vivo
Capítulo Seis: Rara
Capítulo siete: Nudos de corbatas
Capítulo Ocho: Fresa para el postre
Capítulo Nueve: Lujuria
Capítulo Diez: Pequeño Demonio
Capítulo Once: Me gustas. Te gusto. Nos gustamos
Capítulo Doce: Mundo feliz
Capítulo Trece: Preguntas
Capítulo Catorce: De ordinaria a extraordinaria
Capítulo Quince: Antiguo Desastre
Capítulo Dieciséis: Manos traviesas
Capítulo Diecisiete: La mejor cita
Capítulo Dieciocho: El regalo de Adelaide
Capítulo Diecinueve: Summerland
Capítulo veinte: El talento de Brody
Capítulo Veintiuno: El último
Capítulo Veintidós: Preciosa
Capítulo Veintitrés: Conociendo los secretos
Capítulo Veinticuatro: El peor actor, el mejor mentiroso
Capítulo Veinticinco: Bad Boy
Capítulo Veintiséis: Miedo
Capítulo Veintisiete: Ojos fríos
Capítulo Veintiocho: Quebrándose
Capítulo Veintinueve: Aun está aquí
Capítulo Treinta: Pesadilla
Capítulo Treinta y Uno: Avanzar
Capítulo Treinta y Dos: Solo seis meses
Capítulo Treinta y Tres: Soledad y Culpa
Capítulo Treinta y Cuatro: Oscuridad
Capítulo Treinta y Cinco: Frases incompletas
Capítulo Treinta y Seis: Promesa rota
Capítulo Treinta y Siete: Noticias
Capítulo Treinta y Nueve: Promesas
Capítulo Cuarenta: Un respiro
Capítulo Cuarenta y Uno: Nuevos sueños
Capítulo Cuarenta y Dos: Seducción
Capítulo Cuarenta y Tres: El error de Alice
Capítulo Cuarenta y Cuatro: Cerrar el pasado (Penúltimo)
Capítulo Cuarenta y Cinco: La estrella más Brillante (Final)
Epílogo
Agradecimientos
Derechos de autor

Capítulo Treinta y Ocho: El recuerdo de una Flor

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By darlis_steff



Capítulo treinta y ocho: El recuerdo de una Flor.

16 de febrero, 2015.

¡Dios! Este café es muy malo. Es horrible, pero doy un trago. Yo lo que quisiera es una buena taza de té.

Tomo asiento en la banca y doy un mordisco a la barra de granola. Albert Hans me pidió quedarme aquí mientras iba por Holden, para mi fue la mejor petición. Es de noche y finalmente puedo cuidar de Jocker, las ultimas dos noches era el señor Hans quien se quedaba.

Estoy ansiosa de que despierte totalmente, ha estado entrando y saliendo de la inconsciencia. La infección se ha aplacado y ahora solo queda esperar que él despierte del todo. Ayer mientras estaba en su habitación y solo lo observaba entró una enfermera diciendo que debía curar sus heridas.

Entendí que era plural cuando al indagar tras su bata en su costado había una venda y cuando la venda se abrió había una herida apenas cerrándose que lucía como alguna quemadura bastante grave, estaba también la profunda herida en una pierna que ahora parecía una línea rosa cerrándose. Ella ante mi impacto me garantizó que las cicatrices no serían cosas asquerosas de ver, serían trazos rosas y el de su costado quizás no dejara algo feo.

Pero no era eso lo que me impactaba, lo que me produjo conmoción fue imaginar cuán doloroso se veía todo y magnitud de a lo que sobrevivió Jocker, no fue solo una bala lo que lo afectó.

Intento dar otro sorbo del café pero me doy por vencida y me pongo de pie dejándolo caer en la papelera, cuando vuelvo a sentarme solo pasan unos minutos para que alguien se siente a mi lado, giro mi rostro y me sorprende encontrarme con Laurent.

— ¿No es muy tarde para que estés aquí?— pregunto dando el último mordisco a mi barra, doblo en envoltorio hasta hacerlo mínimo y guardarlo en el bolsillo de mi suéter.

—He estado aquí desde que Jocker fue traído.

—Eso es lindo teniendo en cuenta que su equipo lo abandonó.

—Yo no estaba.

— ¿En dónde estabas?

—Había partido antes con otro grupo. Yo insistí en buscarlo, deberías agradecerme.

No puedo evitar girarme hasta verla de frente. Su cabello es caoba y esta un poco más debajo de su barbilla, es lacio y sus ojos son color café. Tiene pecas en su nariz y unas malditas pestañas larguísimas; sus labios tienen forma de corazón y debo admitir que es bastante bonita, de hecho luce como un ángel, una persona buena.

Excepto que las miradas que me ha dado desde que llegué me hacen saber que no hay gotas angelicales en ella.

— ¿Debo agradecerte por hacer algo tan humano cómo buscar a una persona de tu equipo? Bueno, en ese caso, gracias ¿Te hace mi agradecimiento sentir mejor?

—No lo entiendo, no eres nada especial por lo que esperar.

—Ese ha sido el halago más bonito que me ha dado alguien en mi vida, eso es porque no me has visto sin ropa.

—Si, seguro que sin ropa yo luzco mejor, Jocker puede darte fe de ello.

Me ordeno mantener mi mente en calma, no voy a cabrearme, no cuando quien puede confirmar su declaración se encuentra inconsciente en una cama de hospital.

—Seguro, solo que tenemos que esperar que despierte y que con una sonrisa nos responda. Aunque si que se ve que tienes buen cuerpo, felicidades Laurent.

—Si, Jocker seguro lo disfrutó— sonríe. Tomo un mechón de mi cabello para mantener mis manos ocupadas.

—Si ese es el caso espero y lo haya disfrutado aunque en casa le espera algo mejor— termino de enfrentarla—. No soy una persona muy amable cuando me cabreo y trato siempre de ser directa, así que aquí esta la cosa. Dudo seriamente que te hayas acostado con mi novio.

—Mira...

—Espera, hay normas de educación, yo hablo y tú escuchas, luego yo escucharé tus intervenciones— aseguro y por experiencia sé que eso hace molestar aun más a las personas—. Seguro que conoces a Jocker desde que llegó a este país, pero los que lo conocemos de verdad sabemos que cuando hace una promesa la cumple. Prometió que estaríamos juntos al volver, nunca te nombró. Habló de Noel, Mike y otros más, pero tú nunca estuviste en el cuadro.

>>Conozco a Jocker, él no me mentiría, primero terminaría conmigo y si estaba muy caliente él sabe darse placer aunque si has estado pendiente de él sabes que es lo último en su mente cuando solo estaba aquí queriendo ayudar a todos. Sé que no es un santo, solo Dios sabe que aun quiero golpearlo por venir acá y avisarme poco tiempo antes, pero no seas una perra queriendo hacer ver mal cuando él solo esta inconsciente. Si tuvo sexo contigo entonces espera a que despierte para restregarme justo frente a él porque ahora no voy a creerte nada.

>>Es evidente que tienes un flechazo por Jocker, no te culpo. Pero soy una mujer a la que le gusta pensar y antes de hacer el drama y correr a Londres pensando que Jocker te lo hacía de mil maneras, prefiero esperar a que mi novio despierte y me lo digas justo frente a él en donde pueda confirmármelo. Gracias.

Ella abre y cierra la boca, me doy palmaditas en la espalda mentalmente porque creo que eso ha sido sensato. No la he insultado, al menos no directamente y he dejado mi punto en claro de que confío en Jocker y no quiero ser la adaptación de un mal drama en donde huyo cuando él no puede ni explicarse.

Me pongo de pie y me estiro.

—Si me disculpas, estoy de guardia para cuidar a Jocker. Buenas noches, puedes irte a dormir— anuncio antes de entrar a la habitación.

Me acerco a la cama de Jocker y me dejo caer en una silla. Sonrío, el señor Albert ha quitado su barba y pidió que cortaran un poco su cabello, se ve más cercano el Jocker que dejó Londres. Tomo su mano en la mía y le doy un apretón.

—Será mejor que no hayas metido tu pene en ese hoyo, ella puede estar buena y ser un bombón, pero seguro que tiene una actitud perra que a ti no te agrada. En todo caso la hubieses metido en un agujero culto, cariño.

Río de mis propias palabras, tomo el libro que dejé junto a la pequeña mesa a su lado y aclaro mi garganta.

—Ya sabes, voy a leerte esto pero nunca le digas a Elise que estoy cargando con un libro de Matthew como una biblia. A ver, veamos por dónde quedamos.

Continúo con la lectura hasta que mis parpados se cansan y me quedo dormida.

***

17 de febrero, 2015.

—Adivino, esa pecosa asegura que Jocker se la folló.

Levanto la mirada de la Tablet que Holden me prestó para jugar y lo encuentro viendo a Laurent. Pauso el juego.

— ¿Cómo tú sabes eso?— frunzo el ceño.

—Porque ella era como una especie de soldado acosadora— me observa—. Cierto que Jocker no quería decirte. En resumen quería que Jocker se lo hiciera y Dios bendiga la voluntad del hombre que prefería una paja pensando en ti que metérsela a ella.

—Eso ha sido gráfico.

—Una noche despertó con la boca de ella sobre su...

—Voy a matarla si dices pene o boca.

—Pene.

—Voy a matarla ¡Eso es como violación! ¡¿Está malditamente loca?! ¡Es una soldado violadora!

Creo que ella escucha mis palabras porque se sobresalta y me observa desde donde esta, la señalo con mi dedo y gesticulo "violadora", seguro no me hace la mujer más ruda, pero le muestro el dedo medio.

Nadie tiene porque actuar sobre el cuerpo de otro sin consentimiento, digas lo que digas eso es abusar de la persona. Dejo verla y decido que ya luego le haré saber donde puede poner su boca de zorra.

—Si, Jocker como que pensó lo mismo y desde entonces la cosas quedaron muy tensas entre ellos. Él la evitaba, así que si dice cosas como que lo hicieron hasta el cansancio, tú no le creas. La única persona con la que Jocker tuvo sexo y diversión fue su mano.

—Esa es mucha información.

Se ríe pasando una mano por su cabello poniéndolo en punta, fue el único al que Kennedy dejó venir y eso porque amenazó con renunciar.

Un doctor junto a enfermeras nos pasa entrando a la habitación de Jocker. Holden y yo nos observamos antes de ponernos de pie y caminar hacia la habitación, pero por supuesto que no nos dejan entrar.

Mi mano aprieta el brazo de Holden con fuerzas.

La puerta se abre y el señor Hans sale, lo miro con expectativa pero la expresión de su rostro me da toda la respuesta de la pregunta que quiero hacer.

—Está consciente, un poco alterado porque está desorientado. Pero está despierto.

Abrazo a Holden quien maldice con alegría. ¡Ufs! Alaska siempre tuvo razón: Jocker cumple sus promesas. Volvió.

***

18 de febrero, 2015.

Tuvimos que esperar que le hicieran muchos chequeos médicos a Jocker que lo evalúen totalmente y todo eso se llevó el día de ayer. Tengo que ver como el su papá entra junto a Jona. Luego es una tortura escucharlo gritar, al principio me asusta y quiero correr adentro para ver que sucede. Pero luego todo es más claro porque comienza a llamar a alguien.

— ¡Noel! Maldita sea ¡Noel!—siendo mi corazón encogerse— ¡¿Dónde esta el niño?! ¡Noel! Oh, Dios. No digas eso... No lo digas. No me toques ¡Cállate no es verdad!

>>Hay sangre. Oh, Dios. Hay mucha sangre, disparos. ¡No lo ayudaron! ¡No me ayudaron! ¡Noel!

Seguro que gritar esta quemando su garganta, pero lo llama dos veces más antes de que los gritos se detengan. Me abrazo a mi misma preocupada.

¿En qué condiciones voy a tener a Jocker?

Entiendo que las situaciones por las que ha pasado han sido traumáticas, pero no quiero creer que Jocker no va a recuperarse. Holden me abraza y recuesta su cabeza de la mía mientras me dice que debo calmarme, que Jocker solo esta sintiendo dolor en este momento por saber la triste noticia de Noel.

—Va a pasar. Todo ha sido muy fuerte y recién ha despertado ayer. Va a estar bien Adelaide.

— ¿Va a superar esto?

—Es un hombre fuerte, él sabía que estas cosas podían pasar. Va a estar bien una vez se adapte y entienda.

—Creeré en tus palabras Holden.



Cuando finalmente siete horas después de que él despierte de un sedante nos dejan entrar a Holden y a mi, estoy asustada sobre qué encontrar. Entro un poco cohibida, pero cuando sus ojos rojizos, agotados e hinchados me observan el miedo se va. Es Jocker.

Sigue mis movimientos mientras me acerco con rapidez y sin ningún tacto paso mis manos por su rostro. Está despierto. Está vivo.

—Jocker— su nombre suena como un lamento, una exclamación de felicidad y tranquilidad. Todo ello junto.

Hay una mirada triste en sus ojos y su boca es una mueca desolada. Su cuerpo se estremece comenzando a temblar. Susurra el nombre de Noel y pide disculpas una y otra vez. Eso podría romperme.

—Cariño, lo siento. Lo lamento mucho, va a pasar. Estás bien— digo con la mano su rostro—. Es terrible lo que ha sucedido pero estoy feliz de verte. No sé si eso me hace una mierda porque mientras yo estoy feliz otras personas sufren por la muerte de tu compañero, pero ¡Jesús! Siento que mi corazón ha vuelto a su lugar.

Por un largo momento en el que la inquietud se apodera de mi, él solo me observa con esos ojos tristes, pero hay algo en esa mirada que me da esperanza de que va ha superar esto. Parpadea dos veces antes de que de forma muy lenta una comisura de su boca se alce solo unos pocos centímetros. No es una sonrisa, pero es el intento de una.

—Amor— dice con voz ronca y cerrando sus ojos mientras toma una profunda respiración, parece que algo le duele porque hace una mueca—. Estás aquí.

—Si, mi novio terco hizo que viajara al otro lado del mundo para confirmar que respiraba.

—Hombre... astuto.

La broma sale tan seca y en palabras tan serias que no hay rastro de diversión en ella, siento un nudo en mi garganta y mis ojos humedecerse.

—Idiota, nunca vuelvas a hacerme creer que moriste.

Mis lágrimas caen sobre su rostro, paso una mano por su cabello. Quiero golpearlo por haberme asustado y hacerme miserable, pero quiero besarlo por no fallarme.

—No todo es Adelaide— anuncia Holden acercándose, despeinándolo y luego sin inhibiciones o vergüenza machista, besando su frente por prolongados segundos— ¿Qué tal es la muerte? ¿Viste algún túnel?

>>Bienvenido al mundo de los vivos, estabas como un drogadicto yendo y viniendo de la inconciencia. Te eché mucho de menos, hermano. Me alegra que cumplieras tu promesa y sigas respirando, igual nos debes dinero por el improvisado funeral que hicimos los del programa por ti para llorarte en colectivo.

Mi mano va a su mejilla mientras Holden parece ser incapaz de callarse, Jocker se inclina hacia mi toque y sus ojos no dejan de verme. Paso mis pulgares por sus cejas oscuras, mis dedos van a su barbilla que ya tiene la sombra de barba creciendo.

Él solo me observa mientras acaricio su rostro, me inclino y beso su frente. Hay una contradicción de emociones en esa mirada, noto la tristeza en sus ojos y quisiera quitarla. Pero no tengo magia o alguna capacidad que borre de su cabeza todas las tormentosas imágenes. Tengo las mías propias que aun no puedo borrar, él tiene muchas más.

—Ni siquiera estás flacucho muerto de hambre, luces como todo un macho que ha trabajado duro y...

—Noel... está muerto— dice Jocker cortando a Holden, sus ojos se humedecen y luego las lágrimas comienzan a caer—. Salvaba mi culo cuando estaba en peligro...— da la impresión de que hablar lastima su garganta, pero no se detiene—tenía una esposa y una hija ¿Quién va cuidar de ellas? ¿Quién va a espantar a los chicos de ella cuando crezca? Noel no merecía morir así... no Noel.

No sé qué responderle, nosotros estamos felices de que él esté bien, pero ¿Y la viuda e hija de Noel?

—El niño... no pude...

—No es tu culpa— asegura Holden—, hiciste lo que pudiste.

—Quise ayudarlo. Era solo un niño— su rostro se contrae antes de que comience a llorar—. No pesaba, solo estaba mis brazos sosteniendo un balón. Vi tantas veces a la muerte pasar y llevarse a otros. No lo merecían.

>>Por todo lo sagrado que no lo merecían. ¡Oh, Dios! ¿Quién va a cuidar de la familia de Noel? ¿Quién abrazará a su pequeña cuando tenga miedo? Lo siento, lamento mucho que muriera, no quería ¡¿Por qué Noel?!

Suelta la respiración por su boca, con mis dedos limpio sus lágrimas. Sé que hoy es un día fuerte para Jocker porque debe enfrentarse a todas esas emociones y sentimientos.

—Es triste Jocker, es terrible lo que sucedió— me inclino hasta llegar a su oreja para susurrar—. Pero entre la tristeza, estoy feliz de este momento. De que estés bien. Te eché de menos, no quiero vivir extrañándote.

—No voy a ningún lado...no vas a extrañarme.

***

21 de febrero, 2015.

Tres días parecieron ser lo que Jocker necesitaba para asimilar la muerte de Noel, para comprender lo que había pasado y dejar de pedir disculpas a cada segundo. Sentía dolor fuerte en varias ocasiones pero no lo admitía, nos dábamos cuenta al ver su frente sudar frío.

Para mi se hizo más evidente y clara la amistad de él con Holden cuando éste último le sacaba pequeñas sonrisas de mirada triste cuando contaba anécdotas graciosas de InfoNews en su ausencia.

Sus ojos estuvieron llenos de una chispa de alegría cuando Holden habló de Summer, los dejé hablar a solas mientras iba a orinar y cuando volví solo éramos de nuevo él y yo.

— ¿No te afecta estar aquí?

—Podrían despedirme pero el papá de mi novio movió sus influencias.

—Tú novio...

Tomo su mano y entrelazos nuestros dedos.

—Mi novio, da la casualidad de que tienes una novia.

—Es una buena noticia.

—Tantos meses Jocker— susurro.

—Lo siento.

—Siempre estará ese recuerdo de que no me lo dijiste, pero ya estaba hecho.

—No estuve para ti.

—Los meses en los que no he tenido a mamá me he dado cuenta que algunas personas a veces no están presentes de forma físicas, pero eso no significa que no estén para ti. No quería hacer nada, solo quería llorar. Pero tu correo junto a una carta escrita antes de macharte me dieron un empujón para continuar.

A veces siento que digo solo mierda motivacional para hacer ver que he superado que mamá no está, pero estoy consciente que es una herida que yo aun no cicatrizo.

—Has sido fuerte.

—Eso me han dicho, pero creo que más que fuerza es perseverancia de querer algo bueno en mi vida, de querer vivir y seguir adelante. Aún me duele pero trato de enfocarme en las cosas buenas.

La puerta se abre y Jocker entrecierra sus ojos mientras Laurent deja lo que luce como sopa en la pequeña mesa, creo que ella no esperaba encontrarme, como si yo quisiera ir a algún otro lugar.

—Ella dice que follaron ¿Es cierto?

Creo que mi pregunta tan directa toma por sorpresa a Laurent ¿Qué esperaba? ¿Qué adornara la pregunta? Jocker lleva una mano a su costado como si doliera, está algo pálido. Ve a Laurent.

—Yo no tuve sexo contigo. Nunca. No te besé o toqué— luego frunce el ceño—. Y no cuenta el que me atacaras al dormir— me observa—. No te engañé, Adelaide. Lo prometo.

—Lo sé, pero le dije que hablaríamos de esto al despertar.

—Gracias por insistir en que me buscaran Laurent, por estar al pendiente mientras contactaban a mi familia, pero necesito que entiendas que no hubo nada entre nosotros, no del modo en el que lo manifiestas— hace una mueca de dolor—, siempre estaré agradecido de que por ti estoy aquí, pero hasta ahí puede llegar mi agradecimiento.

Ella aprieta sus labios le da una tensa sonrisa y sale de la habitación. En silencio ayudo a Jocker a sentarse un poco pero cuando veo hacia su bata noto gotas de sangre. Alzo la bata ignorando su desnudez y la venda antes blanca en su costado se encuentra llena de sangre.

—Pero ¿Qué mierda?

Alzo la vista y por primera vez noto el sudor en su frente, toco su cuello y esta muy caliente. Cierra sus ojos y toma profundas respiraciones.

—Duele mucho, arde. Arde. Dile a Noel que...el niño. Duele, me duele mucho.

Sus palabras son susurros y parece perdido en sus pensamientos, rápidamente me pongo de pie y salgo llamando a una enfermera.

No solo llega la enfermera, el doctor aparece, escuchamos gritos de Jocker, son gritos de agonía y dolor. Puedo jurar que grita algo en otro idioma. Holden limpia con discreción una lágrima que derrama y pone una mano en mi hombro. Cuando los gritos paran el doctor sale y no me gusta que diga que la infección no se ha ido, que lo duerman y nos digan que debemos esperar un par de horas para ver si hay mejoría.

— ¿Y si no las hay?— pregunta Holden.

—Vamos a evaluar todas las opciones.

***

24 de febrero, 2015.

— ¿Cómo va eso?— pregunta Brody del otro lado del teléfono.

—Jocker está teniendo una buena recuperación, el doctor dice que en tres días podría salir de alta si la infección no avanza.

—Entonces ¿En tres días podrían estar volviendo?

Suspiro y veo desde la ventana a Jocker, él nota mi mirada y alza su mano saludándome. Le devuelvo el saludo aun sin creerme que esté bien. Regresa de nuevo su mirada al libro de Matthew, la novela paranormal que estuve leyendo desde que llegué.

El día de hoy ha sido calmado, descubrí que leyendo dispersa su mente y se enfoca. Leer quita algo de la tristeza de sus ojos.

—Escuché a Jona decir que Jocker es bienvenido a continuar con su investigación y que de igual forma si él decide irse Zohan no tomará ninguna represalia contra él.

— ¿Quién es Zohan? Solo conozco al Zohan de la película divertida de peluqueros.

— ¿Qué película es esa?— pregunto riendo.

—Luego te la cuento ¿Entonces?

—Él decide si quiere volver.

Permanecemos en silencio, Brody me conoce demasiado bien y seguro sabe todas las cosas que pasan por mi cabeza en este momento.

— ¿Y si él quiere quedarse?

—Lo amo Brody, lo amo locamente. Pero también me amo y sé que no quiero soportar esta angustia de nuevo, no me haría bien. Si él decidiera quedarse yo lo dejaré ir, pero él también tendrá que dejarme ir a mi. Sin notas, sin llamadas.

— ¿Hablaste con él de eso?

—No voy a interferir en su decisión. No voy a presionar.

—Eres demasiado madura, tan madura que das miedo.

—Imbécil.

—Espero y todo salga bien, trata de regresar pronto que como estás ausente Alexa me jode el doble. Tiene demasiada energía.

—Ah, es que en este momento eres su Adelaide.

—Pero con polla.

— ¡Iugh! Saludos a todos, incluso a Bianca.

—Se los haré saber, sobre todo a Bianca. Cuídate.

Finalizo la llamada y entro a la habitación, Jocker baja el libro y me da una pequeña sonrisa. Sonríe poco pero va bien en su recuperación.

—Él es bastante bueno escribiendo, solo había leído uno de sus libros. Ahora entiendo por qué Elise quería entrevistarlo.

—Aun discuten por correos, por si te lo preguntas. Ya va o casi llevan un año en eso.

Su mano se estira y acaricia mi mejilla, me gusta que ya no se vea pálido y que hablar no le produzca dolor en su garganta. La herida de su pierna esta cerrando rápido.

—Te amo— susurra.

—Si no te amara yo no estaría aquí.

— ¿Cuándo iremos a casa?— pregunta, muerdo mi labio— Aunque no lo creas he aprendido a tomar mis decisiones. Sabía lo que hacía al venir, he visto el otro polo de la historia. Siento en mi corazón deseos de ayudar a todas estás personas, pero sé que no es algo en mis manos, mi aporte será narrar y escribir sobre esta experiencia, intentar que las personas vivan a través de palabras todo.

>>No soy un súper héroe, me gustaría poder solucionar todo, pero no puedo—su mano baja a mi cuello y da un tirón que me hace saber que quiere que me acerque—. Quiero ir a casa contigo, quiero volver a Londres.

Suelto la respiración que no sabía que estaba conteniendo, tira aun más. Me acerco todo lo que puedo y su nariz acaricia la mía.

— ¿Fueron ocho meses?

— ¿Eh?

—Ocho meses para volver a Londres.

—Te superaste Jocker Hans, porque te ha tomado siete meses.

Me da por primera vez desde que despertó, una sonrisa verdadera que llega a sus ojos antes de presionar sus labios sobre los míos.

Siete meses sin probar esos labios.

Me gustaría besarlo con desenfreno, dejar ir la ropa y solo seguir. Pero en su lugar, lo beso con delicadeza, con movimientos suaves de nuestras bocas y roces de lenguas. Me alejo dejando un beso en su nariz.

—Esta será la última nota de esta experiencia que recibirás de mí.

Me mira con fijeza, su sonrisa aparece de nuevo.

>>La primera vez que me sentí unido a ti no fue cuando entré en ti, la primera vez fue cuando me di cuenta que estabas llevándote de a poco mi corazón, cuando me di cuenta que una sonrisa tuya me hacía feliz.

—Eso ha sido rosa pero lindo. Un buen cierre para las notas. Cada vez te superas más.

—Me alegra escuchar eso.

***

1 de marzo, 2015.

Jocker ve un punto indefinido de la pared mientras termino de cerrar los botones de su camisa. Paso mis manos por su cabello peinándolo hacia tras con mis dedos, su vista viene a mi.

— ¿Realmente me estoy yendo?

—Si, estás volviendo a casa.

Sus labios se estiran en una pequeña sonrisa antes de que presione su frente de mi pecho, se mantiene sentado en la cama.

—La realidad me asusta ¿Y sí las pesadillas nunca se van?

Albert Hans en un hombre inteligente que ya ha conseguido la ayuda profesional que Jocker va a necesitar para lidiar con todo lo ocurrido, todos sabemos que él podrá hacerlo. Es el mismo hombre que en un correo me insistió en que avanzara, estoy segura de que él puede seguir su propio consejo.

—Entonces esperemos y tú seas bueno siguiendo tus propios consejos. Avanzar. Hay una gran cantidad de personas esperando por ti en Londres y seguro que todas ellas junto a mi vamos a ayudarte a superar esta experiencia de vida y seguir adelante.

— ¿Las personas creen... que morí?

—Nunca se dijo nada de tu "muerte", no era en lo que tu familia pensaba.

Tomo la chaqueta y lo ayudo a ponérsela, se queja porque su costado aun es un poco delicado sanando, fue una fuerte quemadura la que consiguió. El doctor advirtió que podía optar luego por una cirugía pero por ahora será corteza rosa un poco magullada.

No es algo que vaya asquearme, es Jocker, amo a este hombre y nada podría hacerme sentir rechazo y asco, mucho menos una marca que me indica que volvió de un viaje que en su momento me gustó llamar como algo suicida.

—Eso está bien, no quiero que las personas usen este viaje para hacerme ver como alguien que fue bueno y ayudó, como una clase de héroe. No hice esto para conseguir encabezados en noticias, lo hice por mi propia necesidad de ver y comprender el mundo.

— ¿Te arrepientes, Jocker?— tomo su rostro en mis manos. Tiene ojeras, a veces despertaba en la noche agitado y no volvía a dormir.

No han sido buenas noches para él.

—Me gustaría decir que puedo cambiar algunas cosas, pero este viaje me ha cambiado un poco la perspectiva, arrepentirme sería irrespetar toda la admiración que he ganado por cada persona que conocí en este lugar. Han sido cosas jodidas, pero es parte de la formación. No puedo arrepentirme, no puedo hacerles eso a las personas que han muerto frente a mis ojos.

Me inclino y dejo un suave beso en sus labios resecos, la puerta se abre y Holden usando una camisa mangas largas aparece. Lleva una gran sonrisa.

—La gente de tu equipo quiere despedirse.

Antes de que Jocker pueda decir algo, doce personas entran. Entre ellos hay dos mujeres aparte de Lauren, pero ellas no son soldados. Jona da un paso adelante.

—Gracias por haber trabajado con nosotros, fuiste de ayuda y muy valiente. Me disculpo por parte del equipo por haberte abandonado a tu suerte y dar por sentada tu muerte. Estamos complacidos de saber que vives y que todo estará bien. Gracias por haber sido parte del equipo, espero que este viaje haya sido de aprendizaje para ti.

>>Aprendimos muchas cosas de ti y espero tú de nosotros. Ten buen viaje Jocker Hans. Británico y siempre serás bienvenido a unirte, a volver.

Hay una expresión nostálgica y alegre en el rostro de Jocker, toma un profundo respiro antes de estrechar la mano de Jona.

—Gracias por todo. Me llevo muchos aprendizajes.

El resto dice unas despedida y estrechan su mano. Las dos mujeres treintañeras son amables y les desean éxito. Luego esta Laurent, ella lo abraza sin darle oportunidad a escapar, creo que le dice algo porque él niega con su cabeza. Lo besa muy cerca de su boca.

—Nos volveremos a ver, británico.

Muerdo mi lengua para no ser inapropiada, Jocker suspira y por un momento su mirada se oscurece y adquiere un semblante serio, luego sacude su cabeza y se relaja.

—Todo listo para irnos, hijo—anuncia Albert Hans.

Con la ayuda de Holden Jocker se pone de pie, le cuesta un poco mover su pierna aun herida. A paso lento y recargando la mayor parte de su peso en Holden camina. Tomo la pequeña mochila con las cosas que mantuvo con él y recojo mi libro en la pequeña mesa, noto al lado una flor seca.

No conozco esta flor, pero por alguna razón Jocker la ha mantenido con él.

—La flor...—lo escucho decir, me volteo y está viéndome. Me acerco y se la entrego un poco dudosa.

Él la toma y la sostiene en la palma de su mano. Tiene una mirada nostálgica.

—Uno de los mejores regalos de cumpleaños que me han dado en mi vida y esta persona ya no está.

Albert Hans se acerca a su hijo y palmea su mejilla.

—Entonces hijo, hay que conservarlo como un recuerdo de un buen obsequio que cambió tu vida. No lo opaquemos, fue un buen gesto que merece ser recordado con la facilidad y bondad con la que esa persona te la dio.

—Solo era una niña...— cierra sus ojos durante largos segundos antes de abrirlos. Mete la flor en el bolsillo de su pantalón y asiente hacia Holden que lo ayuda a terminar salir de la habitación.

—No tengas miedo, Adelaide. Sigue siendo Jocker, ahora tiene experiencia que esperemos lo haga más sabio. Conozco a mi hijo y va avanzar.

—Sé que lo hará.

Cuando logramos salir estoy un poco paranoica sobre si algo puede suceder, pero hay seguridad. Jocker protesta del dolor al subir al auto que nos lleva al aeropuerto. Subo a su lado y él se inclina para observar por la ventana mientras avanzamos.

—Muy pocas veces visité las ciudades principales.

—Por eso tu señal era una mierda— asegura Holden quien no oculta su felicidad de estar volviendo con Jocker.

— ¿Crees que alguna vez volverás?— cuestiono. Deja de ver la ventana para observarme. La comisura de su boca de eleva levemente.

—No si significa dejarte.



Holaaaa, parece que por aquí (historia) todo comienza a marchar bien...

Capítulo dedicado a @@fiver_VeiuAnd gracias por todo el apoyo y comentarios, me alegra muchooooo que la historia te guste de esa loca manera <3

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Espero les guste.

Un beso

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