Stubborn Love. [Larry Stylin...

By fanfics_everywhere

1.5M 82.1K 79.7K

Advertencia: Llorarás, sufrirás y quedarás con ganas de más. ¿Alguna vez se han enamorado de su mejor amigo... More

Amor terco.
La filarmónica.
Señorita Black.
Jealous.
No lo creo.
Extraño.
Trouble.
Supérala.
Don't let me go.
Revelaciones.
El inicio del show.
No eres tú....es Modest!
Cara o ¿Sam?
Lovely.
Esas pequeñas cosas.
Doncastah rulz.
Destino.
Lo prometiste.
Cartas.
Epílogo: We'll be hopeless and fearless and careless, like young lovers.
Capítulo sorpresa: El gran secreto ha salido a la luz.
Agradecimientos.
Aviso. [Léanlo es importante, bitches >:c]
NOOOOOOOOOO

No es lo que parece.

44.6K 2.3K 1.9K
By fanfics_everywhere

[Harry]  Somewhere - Sanders Bolhke.

El techo de mi habitación nunca se había vuelto tan interesante como ahora, a pesar de que es blanco, la ampolleta está apagada y un insecto revolotea por ahí; de todas formas sigue siendo interesante. No sé cuántas horas he pasado en esta posición, pero admito que mi trasero se ha adormecido y me duele la espalda, así que supongo que han sido sólo unas dos horas.

Sólo va un día que Louis no está y es como si fuera una eternidad. Lo extraño mucho y, literalmente, me siento perdido cuando él no está, no sé qué hacer con mi tarde, él ha ocupado cada una de las horas, minutos, segundos del resto de mi vida y ahora que no está, no recuerdo exactamente que solía hacer antes. Louis es mi guía. Soy tan cambiante como un barco siendo arrastrado por la marea, me pierdo con facilidad, Louis siempre se encarga de llevarme al lugar seguro y por el camino correcto. Él es mi brújula.

No sé por qué lo extraño tanto, se supone que regresa hoy al atardecer, casi en la noche, he hablado con él tanto como mi celular me lo ha permitido y de todas formas, esa sensación de vacío no se va de mí. Ahora logro entender a Niall, Liam y Zayn con respecto a sus parejas.

Louis.

Mi Louis.

Tan sólo pensar en su nombre me hace sonreír. Cuando le conté lo del contrato pensé que él se enojaría, que me abandonaría, que no sería capaz de soportarlo; sin embargo, fue todo lo contrario, él me reparó mientras yo me destrozaba. Y aún no se va de mi lado aunque, literalmente, se fue pero sólo 'para ver a su madre y hermanas.

Suspiré frustrado, definitivamente pasar todo el día acostado no iba a ser de mucha ayuda, de todas maneras, no podía pensar en algo para hacer, tampoco, encontrar algo para hacer sería más que complicado. Y como si mis plegarias fueron escuchadas, tocaron a la puerta. Con una mueca y sobándome el trasero, me levanté extrañado. No esperaba a nadie, los chicos salieron con sus novias y familiares. Algo fugaz pasó por mi cabeza. Podría ser Louis, talvéz decidió volver y darme una sorpresa, aunque ya no sería sorpresa.

Con una nueva esperanza y una gran sonrisa, fui hasta la puerta del departamento. Sin embargo, cuando abro la puerta, es sólo Sophie. Mi cara cae cien kilómetros por debajo del suelo y la esperanza se evapora.

—Ah, hola, Sophie.— le digo haciéndola pasar.

—Sí, yo también me alegro de verte.— a pesar de todo. Su voz chillonamente sarcástica, me sube el ánimo.

—Perdón, pero creí que eras Louis.

—Bueno, yo creí que me abriría Jamie Campbell Bower¹, pero no todo puede ser, ¿verdad?.

—Una de las cosas que más llaman la atención sobre ti, es la manera en la cual siempre eres sarcástica, Sophie.— le reclamo sirviéndole una cerveza.— quizá deberías cambiar eso.

—Tú amas que sea sarcástica.— ella le da una sorbo a su cerveza.— así que no me jodas.

—¿Estás en tú periódo?.— pregunté. La invité a sentarnos en el sofá. Por alguna razón desconocida para mí, Sophie se veía particularmente enojada este día.— ¿o bien, tienes síndrome pre-menstrual prematuro?.

—¿Síndrome de la mamá de quién?.— dijo ella sentándose con cara de póquer.— ¿de dónde demonios sacaste eso?.

—Un consejo: jamás veas el Discovery Channel, después de las tres de la mañana, aprendes cosas como esas.— me estremezco visiblemente, y le logro sacara una sonrisa.

—¿Así que, cómo vas con Louis?.— pregunta mirándome cautelosamente

—Bien, en realidad.— sonrío.— ¿qué hay de Julio y tú?.

—¿Julio?.— pregunta extrañada dándole un sorbo a su cerveza.

—Ya sabes, el pelirrojo ese.— hago una mueca, acomodándome en el sofá.

—Oh, Dios.— pone los ojos en blanco.— Se llama Jake, Harold. ¡Jake!.— frunce el ceño, pero de todas maneras, el fantasma de una sonrisa juega en su boca.– y vamos bien.

— Está bien, no hay para qué ser pesada.— me defiendo a duras penas.— además, ¿a qué debo el honor de tú visita?.

—¿Ahora no puedo venir a verte así como así?.— pregunta fingiendo indignación.

—Oh, vamos. Me has tenido medio botado desde que empezaste tú relación.— exclamo.

—¿Yo?, ¿qué hay de ti?.— frunce más el ceño si es que eso es facialmente posible.— Argh, no empezaré una discusión contigo sobre quién es el peor amigo. Así que, sólo bebamos y conversemos de cosas sin sentido.

—¡Ésa es mi Sophie Black!.— río abrazándola. Ella sonríe, sincera, esta vez.

Conversar con Sophie como en los viejos tiempos, en cierta manera, hace que fluya el viejo yo. Es como estar hablando con una persona normal, como si yo fuese una. Sophie no está hablando con Harry Styles, el chico mujeriego de One Direction, sino, ella está conversando con su viejo amigo Harry, el chico de Holmes Chapel.

Eso se siente malditamente bien.

Sin embargo, puedo darme cuenta de lo mucho que ella ha cambiado. Sigue siendo la odiosa, chillona y pequeña que conocí, pero algo en su manera de ver las cosas y de explayarse ha cambiado. Sin decir, también, que ya es toda una mujercita.

Verla a ella es verme a mí cuando tenía deciséis, cuando planeaba estudiar, sacar una carrera a futuro, cuando decidía qué iba a hacer el fin de semana con mis amigos o qué canción tocar con la banda. Nunca planeé que sería una estrella de pop adolescente y, muchos menos, tendría tanto éxito en menos de tres años.

Sophie hablaba sobre lo que haría entrada las vacaciones de verano, quizá ella podría viajar con su novio, aunque conociendo a sus padres, probablemente, nunca jamás les darían permiso para ello. Y yo tampoco.

Verano. Me pregunto qué haremos Louis y yo para esas fechas. Lo más probable es que pasemos de gira o en casa, o quizá, componiendo para el nuevo disco que debemos lanzar. De todas maneras, estar donde sea con tal de que Louis estuviese ahí, hace que las cosas sean más fácilies de sobrellevar. Y me hace feliz.

Me doy cuenta de que me he ido lo suficiente como para perderme la mitad de la historia sobre un perro y un lechero que Sophie ha estado hablando, así que sólo sonrío y asiento cuando debo hacerlo; eso parece convencerla de que escucho completamente, aunque no lo haga.

Mi mente viaja entre las infinidades del espacio. Pienso en Louis, principalmente. Aunque, ¿cuándo no pienso en algo que no sea Louis?. La respuesta es fácil: nunca. Pienso en sus dulces ojos azules que con el contraste de la luz se ven celestes, e incluso, si los miras de cerca ves que tienen algunas manchas verdes-amarillentas. Sus labios rosados, recorriéndome y haciéndome estremecer hasta la médula. Su cabello castaña que hace una perfecta combinación con su piel acaramelada, la cual, me he dado el gusto de probar.

El rumbo de mis pensamientos se sale de lo habitual. De repente, me imagino el peor de los casos. ¿Qué pasaría si algún día Louis, se va de mi lado?, ¿si ya no me ama más?, ¿si es tanto el odio hacia mi, que ya no quiere verme ni en pintura?. No podría soportarlo, Louis, desde que lo vi, ha sido la razón de mi respirar, y perderlo de esa manera, puede ser lo peor, mucho peor que caminar sobre fuego.

Observo Sophie, sacudiendo la cabeza imperceptiblemente para concentrarme en lo que está diciendo, me cuesta una gran cantidad de concentración hacerlo y, sin embargo, cuando lo logro, me arrepiento inmediatamente.

—(...)La cosa es que a este profesor, lo encontraron follando con la secretaria sobre el piano.— ella se estremece.— ahora nadie se quiere acercar a esa cosa por miedo de lo que puedan encontrar ahí.

La observo por un momento, antes de decidir decir algo sarcástico, grosero o simplemente colocar mi peor cara de asco. No opto por ninguna de las tres, así que sólo río.

—Ese tipo es un puto maestro.— le digo, sinceramente.

Cuando Sophie ya está aburrida de mi presencia y según ella, mi poco sentido de decoración de exteriores, se va, criticando todo lo que ve en el camino, y sin embargo, a pesar de su “hermosa“ actitud de crítica, sonríe como una pequeña de cinco años.

—Deberías hacer una cena para tu amour.— dice, apoyándose en el marco de la puerta.— lo sorprenderías bastantes.

—Esa es una buena idea.— sonrío.— muchas gracias por venir. Si no fuera por ti, estaría muriendo de aburrimiento en éstos instantes.

—No hay de qué, Harold.— sonríe nostálgicamente. Levanto una ceja.

—¿Pasa algo?.— pregunto, de repente, nervioso.

—Sólo estoy nerviosa. Tengo un concierto con la orquesta dentro de poco.— se encoge de hombros.

—Oh vamos, lo harás bien como siempre.— sonrío. Pero sé que hay algo más, sin embargo, si ella no me lo quiere decir, no debo obligarla.— de todas maneras, si no les gusta, puedo contratar gente para que los haga entrar en razón.

Le guiño un ojo, colocando mis manos en sus hombros.

—Como sea, idiota.— dice quitándolas con un golpe.— Te quiero, Harry. No lo olvides.

Me quedo en silencio un momento, hoy Sophie está particularmente sensible y tierna. Quizá ella se va a morir y se está despidiendo, aunque conociendo a Sophie, ella lo diría como si fuese lo más normal del mundo. Así que, esa opción queda descartada, por el momento.

—Me estás asustando.– le digo.— pero también te quiero, Sophie. Fue lindo tenerte por aquí.

—Espero que nos veamos pronto.— sonríe. Y ahí está de nuevo. La nostalgia. Es como si supiera algo que yo no, aún así, lo ignoro.— ve y prepara la cena. Adiós.

Ella se gira, haciendo rechinar sus converse por el limpio pasillo directo al ascensor. La veo desaparecer por las puertas de metal, y me estremezco. Las actitudes y humores de Sophie son todo un dilema, hay días en los que está bien y sonríe como si nada, pero hay otros días en los que te asesina con sólo mirarte, aunque no es la única, talvéz es alguna capacidad de las mujeres, la mayoría que conozco pasan por el mismo cambio. Me encojo de hombros y me concentro en preparar la cena.

Me quedo con la camisa pero me coloco un delantal de My little pony; pongo los ojos en blanco cuando lo veo, eso normalmente pasa cuando Zayn está enojado conmigo y hace las compras para todos en el edificio. Aunque he de admitir que este es mucho mejor que aquél que tenía a Barney y era de un rosado fosforescente.

Saco los sartenes y ollas del mueble en la cocina, prendiendo en horno con la facilidad con la que Hitler prendía a los judíos. Bien, eso fue cruel. De todas maneras, me río. Observo la hora en el reloj digital sobre la nevera. Aún faltan treinta minutos para que mi felicidad vuelva a mi. Sonrío apresurándome para hacer la cena, cuando vuelven a golpear. Miro extrañado, quizá es la odiosa de Sophie. Pongo los ojos en blanco  encaminándome a la puerta.

—Sophie, y ahora ¿qué demonios quieres?.— pero me sorprendo cuando lo que veo detrás, no es nada menos que: — ¿Eleanor?.

Estoy a punto de cerrarle la puerta en toda su, malditamente, perfecta cara cuando uno de sus tacones me lo impide.

—¡Serás idiota, Styles!.— chilla entrando como quien no quiere la cosa.— ¡te dejé el camino libre!.

La miro extrañado. ¿Y esta que se fumó?.

—Oye, oye, oye. Para empezar, ¿qué mierda está haciendo aquí? y segundo ¿de qué camino estás hablando?.

—Repito, ¡serás idiota!.— ella frunce el ceño moviendo su largo cabello.— Se supone que al no ser,ya ,novia de Louis, ustedes estarían juntos, pero ahora resulta que tú, idiota, estás con Cara, joder.

Muy bien. Recapitulemos. Hace meses ella me besó delante de Louis, ahora, ¿Ella está diciendo que cuando me besó, estaba planificado?, ¿que sólo era un espectáculo para que Louis se quedara conmigo en vez de con ella?. A pesar de todas las preguntas, sólo me atrevo a decir:

—¿Cómo lo supiste?.— mi voz es apenas un susurro.— el que yo estaba...estoy....

—¿Qué cómo lo supe?.— interrumpe y alza una ceja.— Harry, todo el mundo sabía que le hacías ojitos a Louis, excepto él. Y creéme que no es lindo tener a la mitad del mundo haciéndole ojitos a tu novio y menos lo es cuando se trata de su mejor amigo.

La miro por unos segundos absorbiendo la información. ¿Ella estaba ayudándome?. ¿En serio?. Pero algo de lo que hizo, no está bien. Ella le hizo daño a Louis. Eso no es ayudarme. Frunzo el ceño. Enojado, ahora.

—¿O sea, que le rompiste el maldito corazón, sólo para ayudarme?.— pregunto recuperando mi voz.— ¡Hay diferentes formas de romper con una persona sin que salga dañada!. ¿Sabes cuántos días estuvo sin comer, sin dormir?. ¡Una semana!. Toda una maldita semana de sufrimiento porque a su ex-novia se le ocurre engañarlo, pensando que es lo mejor, para que el estúpido mejor amigo enamorado pueda tener su oportunidad con él. ¿En qué diablos pensabas, Eleanor?. ¡Dime!.

Ella me observó, impactada, pensando en las consecuencias como si fuera la primera vez; y de todas maneras, pasaron meses desde el incidente y no sé por qué ahora viene a aparecer con eso. Estoy a punto de decírselo cuando ella ataca de nuevo, recomponiéndose.

—¡Te ayudé con eso!. Es lo que importa.— reclama.— ¡Además, ahora, después de todo, vienes con que tienes novia!.

Y ahí es cuando no puedo más. Exploto.

—¡Es un maldito contrato con Modest!, joder!.— me llevo las manos a la cabeza, desesperado.— ¡tengo que estar con ella porque sino, me separarán de Louis para siempre!.

Una chispa de empatía sale a la vista en los ojos color avellana de Eleanor, eso hace que me sienta peor de lo que ya me siento. Si no fuera porque ella ideó ese descabellado plan, yo ni siquiera estaría con Louis, si ella no hubiera hecho eso, aún estaría sufriendo en silencio. Y eso me hace sentir enfermo y enojado.

—Dios, Eleanor.— cierro los ojos intentando contenerme.— nunca debiste haber echo eso. ¡El fin no justifica los medios!.

—¡Oye!.— reclama y toda la empatía se va a la mierda.— ¡si no fuera por mi plan...!

—¿Plan?, ¿qué plan?.— la voz de Louis viene de la puerta.

Y esto no podría ponerse peor.

—Yo uhm...hola, Louis.— dice Eleanor, nerviosa.

—¿Harry?, ¿qué plan?.— dice Lou, ignorándola olímpicamente, buscando mi mirada.

Lo observo. Se ve tan jodidamente hermoso, que en un momento la habitación desaparece, sólo estoy con él, en una burbuja fuera del mundo, pero la realidad me golpea cuando veo su rostro herido y sus ojos azules tristes. Miles de dagas pequeñas se clavan en mi pecho dificultándome el respirar.

—Louis, esto no es lo que parece.— dice Eleanor por mi.

—¿Qué tanto has escuchado?.— susurro, incapaz de observar su rostro triste.

—Lo suficiente como para saber que yo fui nada más que una marioneta para los dos.— dice, su voz fuerte, pero sé que no se siente así.— pensé que eras mejor que eso, Harry. En serio, lo pensé. Pero como muchas cosas en la vida, me equivoqué fatalmente.

Lo miré desaparecer por el umbral de la puerta junto con la mitad de mi alma. Tan rápido como él se fue, me moví en su búsqeda, las cosas no se quedarían así, yo le explicaría todo y él tendría que escucharme costara lo que costara. Y si tuviese que amarrarlo a la silla y dejarlo ahí por semanas para que me escuchara, lo haría. Todo, con tal de no perder su amor.

Me saco el estúpido delantal de cocina, arrojándolo por ahí. Me permito mirar la cara culpable de Eleanor por un momento antes de salir.

—¡Louis, espera por favor!.— grito cuando él se sube al ascensor. — ¡si tan sólo me escucharas!.

—¡Creo que ya he escuchado lo suficiente!.— grita. Su voz desigual.

Mierda. Lo hice llorar.

Las puertas del ascensor se cierran justo cuando llego a éstas. Veo a Louis, sus ojos azules oscurecidos por la tristeza, algunas lágrimas caían por sus mejillas acarameladas. Me golpeo la frente contra la puerta de metal, incluso ese dolor en la frente no supera el ver a Louis llorar por mí.

Busqué las escaleras de emergencia y bajé por ahí como alma que lleva el diablo. Vivir en el piso 21 no es bueno, ya en las escaleras del piso 8 iba sin fuerzas, sin aliento y con el corazón roto. Pero era por Louis por quien corría y valía la pena cada respiración perdida, cada dolor en el estómago. El vale la pena y la alegría de todo mi mundo. Cuando llegué a la recepción, rápidamete corrí hasta su esbelta figura, él iba corriendo hacia la salida, alejándose de mí, porque eso es lo que hacía. Y ahí fue cuando todo pasó.

—¡Louis!.— grité y sin embargo, él no me escuchó.

Louis no lo vio. El chofer tampoco. Pero yo sí y preferiría no haberlo hecho.

—¡Louis!.— grité en vano, otra vez mientras corría.







¹Actor y modelo británico. Participó en la película y bestseller mundial 'Cazadores de sombras' (por Cassandra Clare) interpretando a Jace Wayland; también fue partícipe en otro bestseller mundial 'Crepúsculo' (Por Stephanie Meyer), interpretando al Vulturi 'Cayo' en 'Luna nueva'.

Continue Reading

You'll Also Like

246K 35.7K 10
"No se lo diré a nadie" -𝙳𝚊𝚗'𝚜 𝚟𝚎𝚛𝚜𝚒𝚘𝚗. Tranquilos... No se lo diremos a nadie. 💙💚
33.6K 3.8K 11
Un día sin nada nuevo para cupido Flechar a alguien quiso Pero ¡Mala puntería, cupido! Porque a dos chicos enamorar hizo Historia corta
140K 3.8K 30
la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...
55.7K 6.1K 74
ADAPTACIÓN SONATA DE INVIERNO Harry Styles se cambia a una nueva preparatoria en busca de su padre biológico. En la misma preparatoria se encuentran...