—¿Puedes sacar tu trasero de mi auto?.—Fruncí el ceño.
—No hasta que me digas que puedo ir contigo a la fiesta.
—¿Estabas escuchando toda nuestra conversación?.—Crucé los brazos, arqueando la ceja.
—No pues, es que tú y tu amiga no hablan tan bajo que digamos, ¿Ves ese edificio de allá?. —Señaló un edificio muy hermoso, que pertenecía a un banco.
—Sí, ¿Porqué?.
—Bueno, hasta allá las escucharon.
—Que payaso eres.— Puse los ojos en blanco.
—Lo sé, Ahora... ¿ puedo ir contigo?.—Preguntó nuevamente.
—No sé todavía si voy, así que puedes ir con Susana.— Camine hacia la puerta del conductor y la abrí esperando que saliera.
—¿Porqué no piensas ir ?.— Salió, quedando en frente mio, como siempre tuve que mirar hacia arriba de lo alto es que es.
—No me gustan las fiestas.
—Que aburrida eres.
—Gracias.—Sonreí falsamente.
—De nada. —Sonrió igual.
—¿Qué hiciste con el chico que estaciona los autos?.
— Pues solo le pedí la llave de tu auto. — Se recostó a mi carro.
— Vaya... que seguridad la de este lugar. ¡Quita tu trasero de mi auto!.
—Se te olvida que soy el dueño de esta empresa y todos lo saben. Solo le dije que me llevaría tu auto y me lo dió. Y no me quitaré hasta que me digas que vamos a ir a la fiesta.
—¿Porqué actúas así?, hace un rato estabas enojado y ahora actúas como si te hubieran inyectado paciencia.—Puse los ojos en blanco.
—Quiero ir contigo.
—¿Para qué? .—Ya me estaba colmando la paciencia.
—Debo cuidar a mi jefa de que ningún loco que ande por la calle le haga daño, ya que me quedaría sin empleo, sin dinero y ¿Quién va a mantener a mi futura familia?. —Actuaba demasiado extraño, no parecía ser Harry.
—¿Estás borracho?—Le miré extrañada
—Claro que no.—Respondió.— Estoy cuerdo
—¿Drogado?.
—No que yo sepa, ¿acaso me drogaste tú? .—Revisó sus brazos ,imagino que para ver si tenía marcas de que fue inyectado.
—Claro que no, pero tal vez tus amigas sí, adiós. —Me subí al auto y cerré la puerta, aún Harry seguía parado, bajé el vidrio de la ventana . —¿Esperas quedarte allí?.
—Sí, hasta que me contestes si puedo ir contigo a la fiesta.
—Adiós. —Subí el vidrio y arranqué el auto y conduje hasta mi casa, dejándolo parado como tarado en el estacionamiento.
Llegué a mi casa y pedí pizza ya que no quería cocinar, aún estaba pensando si ir a aquella fiesta , caminaba de un lado a otro veía cómo el tiempo pasaba y ya eran las 6:00 P.M. debía decidir si iría o me quedaría en casa a ver películas de amor acompañada de un delicioso pote de helado de chocolate y un enorme cucharón. Aquella última idea no sonaba nada mal. A los minutos mi celular comenzó a sonar y fui corriendo a ver quién era, era Susana, me había enviado un mensaje.
Hoy
Susana : ¿Irás A la fiesta ?.😞
Yo: Aún no sé, sigo pensando.😣
Susana: No me dejes ir sola por favor.😭
Yo: Está bien, iré😢.
Susana: ¡Wuju!🙌, genial, te espero allá. ¡Nos vemos!.😘
Me fui a bañar con toda la pereza del mundo, odio con toda mi vida las fiestas me traen malos recuerdos, salí del baño, comencé a buscar en el closet que podía ponerme, escogí un traje negro corto, que no se note que amo mucho el color negro.
Me maquillé, sí señores aprendí a maquillarme, era necesario ya que Susana no podía hacerlo todos los días por mí. Me puse mis zapatos negros de tacón, algunos collares y pulseras de oro, aretes largos, cabello suelto y ya estaba lista para la tortura. Se escuchó el timbre y bajé rápido las escaleras ya que moría de hambre y quería comer pizza antes de irme, abrí la puerta y...
—Buenas noches , aquí está la pizza que pidió señorita.—Dijo ...
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—Buenas noches , aquí está la pizza que pidió señorita.—Dijo Harry con la caja en mano.—Wow... te ves ...wow.— Puso los ojos como platos.
—¿Cómo conseguiste la pizza? ¿Qué hiciste con el repartidor?.—Tenía tantas preguntas y ninguna sola respuesta porque Harry sólo me miraba. —Hola ...—Moví mis manos para que reaccionara.
—Lo siento, ¿Qué decías?. —Preguntó.
—¿Qué hiciste con el repartidor?. ¡Le estás quitando el trabajo a todos!
—Bueno estaba parado aquí hace rato, le dije que me diera la pizza, la pagué y se fué, pero ahora dime tú ¿Qué haces así? ¿no que no ibas?.
—Dije que no estaba segura, además lo que yo haga no es de tu incumbencia.—Agarré la caja de pizza de sus manos y le iba a cerrar la puerta en la cara pero detuvo la puerta.
—¿Piensas dejarme así de nuevo?, ¿Puedo ir contigo?.
—Aguarda te pagaré lo que costó la pizza.
—No es necesario, tómalo como regalo.
—Bueno gracias. —Entró a mi casa y se sentó en el sillón de la sala.-oh claro Harry pasa.—Dije sarcástica.
—Gracias, tienes linda casa.—dijo.—¿Puedo ir a la fiesta?.
—Está bien...anda a la fiesta, me estresas ¿sabes?.
—Sí, lo sé. —Sonrió.—Oye te ves linda.
—Emmm ¿Gracias?. Iré a buscar mi bolso, ya vuelvo. Subí las escaleras y busqué el bolso en mi cuarto, luego bajé y estaba la televisión prendida .
—¿Te gustan mucho las películas de amor cierto?.—Se levantó del sillón.
—Si, mucho ¿Cómo lo sabes?.
—Tienes muchas películas de amor ¿porqué no nos quedamos a ver una?.—Enserio se comportaba tan raro hoy.
—Debo ir a la fiesta, Susana debe estár esperandome.—Dije nerviosa.
—¿Y después de la fiesta?.
—Ya veremos que sucede después , vamonos. Agarré la caja de pizza, apagué la televisión y salimos. Iba a buscar mi auto y miro a Harry.
—Vámonos en el mío.—Dijo.
—¿Y luego quién me trae a casa?.
—Yo mismo.
—Está bien .— Abrió la puerta del auto y Subí en el puesto delantero junto con mi deliciosa pizza de pepperoni. —Gracias.—Dije y la cerró, luego rodeó el auto y se sentó en el puesto del conductor. Y arrancó, hubo un incómodo silencio .
—¿No piensas comerte esa pizza? Ya debe estar fría.—Dijo mientras conducía .
—La había olvidado por completo.—Abrí la caja, olía tan bien. —¿Quieres?.
—Sí. —Abrió la boca.
—¿No puedes agarrarla?
—Estoy conduciendo ¿Que no ves?. —Agarré la rebanada de pizza y la metí en su boca para que comiera, si aún me gustara Harry estaría gritando por dentro.—Gracias.-—Dijo el idiota con la boca llena, luego se estacionó en un lugar que desconocía .
—¿En dónde estamos?.—Los nervios invadían mi cuerpo.
—En mi casa, no iré a la fiesta así vestido, me opacarías. —Bajó del auto y abrió la puerta para que saliera.
—Me siento halagada, te opaco ahora mismo. —Sonreí.
—Sí, ahora baja.
—¿No piensas abrir la puerta? Que poco caballeroso eres.
Bajó del auto y abrió la puerta al salir miré a mi alrededor y era área de clase alta, todas las casas eran gigantezcas y muy hermosas, la de Harry era blanca y de unos tres pisos, se veía espaciosa, era enorme.
—Esperaré aquí afuera.—Dije.
—Puedes entrar si deseas, no te haré nada.
—No te preocupes, estoy bien aquí.
—Está bien.—Abrió la puerta de su casa y entró yo me senté en un escalón de la entrada a seguir comiendo mi pizza, no quería entrar, se ve mal que esté a solas con un hombre que tiene pareja.
Salió de su casa y wow... se veía muy bien vestido
Enserio no quería que lo opacara, se veía tan bien, camisa manga larga negra, pantalón negro, zapatos negros y su perfume que olía tan exquisito.
—Vámonos.—Dijo mientras caminaba en dirección al auto, me levanté y al verme se detuvo .—¿te has comido toda esa pizza tu sola?.—me miró sorprendido.
—Hey no me juzgues, estaba deliciosa. — Costesté aún con un pedazo de pizza en mi boca.
—Ya que.—Abrió la puerta del auto para que entrara nuevamente, luego rodeó el auto y ya saben, lo mismo.
Condujo hasta el hotel en el cual era la fiesta, al llegar dejé la caja de pizza en el asiento me retoque el labial y maquillaje, bajamos del auto y le entregó las llaves a un chico para que lo estacionara, agarramos el elevador hasta el piso 16 que era el salón de fiestas. Al llegar habían luces por todos lados de diferentes colores, la música resonaba en mis oídos, las personas bailaban al ritmo de la música, entramos y las chicas miraban a Harry, como si nunca hubieran visto a alguien de su rara especie, lo rodearon, claro, como el era reconocido en este país, lo dejé y caminé rápidamente mirando a todos lados en busca de Susana, no la veía por ningún lado así que le escribí en donde me encontraba, no pasaron ni dos minutos cuando ya estaba en el lugar que le dije.
—Al fin llegas. Me has salvado—Me abrazó. —No conozco a nadie y todos los chicos me miran como si fuera una hamburguesa.
—Entiendo—Reí.— Me encanta tu vestido— Traía un vestido corto rojo muy hermoso de lentejuelas.
—¡ Gracias!, ese vestido a ti se te ve ¡increíble!.— Dijo emocionada.
—Gracias. Anda y diviértete, yo me quedaré aquí sentada. —Me senté en un sillón verde caña que era tan cómodo.
—Ahhh no... tú vienes conmigo.—Me haló del brazo haciendo que me levantara.
—no me gustan las fiestas, ya sabes la razón.—Trataba de zafarme de su agarre pero no podía. Era como un bebé cuando se agarra a tu dedo y no te puedes soltar.
—Si, la sé, pero ya debes olvidar eso, que quede en el pasado.
Me quedé con ella mientras bailaba con un chico y sin que ella me viera me fui a sentar nuevamente en el sillón, Harry por otro lado estaba bailando con algunas chicas, yo solo miraba como se divertía y me preguntaba ¿Porque no puedo yo divertirme igual?, Ailaan eres joven, no eres fea, no tienes mal cuerpo o al menos eso creo. Y así se encontraba Ailaan en una gran fiesta hablando con su mente, sentada viendo como otros se divierten.
—Hola ¿Puedo sentarme?.—Dijo un hombre super hermoso, tragué saliva al verlo.
—SI.—Dije un poco nerviosa, recosté mi espalda en el sillón.
—¿cómo te llamas?.—Preguntó.
—Ailaan ¿ y tu ?.—Mi corazón latía extremadamente rápido.
—Mucho gusto Ailaan , muy lindo nombre , Me llamo Williams .—Agarró mi mano y ¿la Besó?.
—gra...gracias. —Estaba demasiado nerviosa.
Nos quedamos charlando un largo rato, los demás seguían bailando, Williams me había invitado a bailar pero le dije que no estaba de ánimo, así que respetó eso. La noche fue mas bien risas, me contaba cosas que le pasaban en su infancia que eran tan graciosas, tanto hablar me dio mucha hambre y fuimos al area del buffet, agarré puré de papas, ensalada de lechuga y tomate, carne picada, pan bola con una mantequilla, arroz y un dulce de chocolate, una caja de pizza no fue suficiente para satisfacer mi estómago, nos sentamos a la mesa y comenzamos a comer, llegó un mesero y nos preguntó que queriamos de tomar, al escoger nos trajo las bebidas, esta comida estaba deliciosa .
Terminamos de comer y nos fuimos a sentar nuevamente en el cómodo sillón verde caña, miraba a Harry como se divertía y como en menos de una hora ya estaba borracho, cosa que me hizo pensar que no iba a poder conducir de esa manera.
—¿Es tu novio?.—Preguntó Williams.
—¿Quién ? .—Respondí .
—El chico que está hablando con aquellas mujeres, te está mirando desde hace un rato .—Señaló a Harry .
—No, es sólo un amigo, bueno no exactamente mi amigo, es mi jefe, vine con el .
—¿Pero son algo cierto?.
—No.
—Que bueno , tengo oportunidad .
—¿De qué ?.
—De hacer esto .—Dio un beso en mi mejilla , quedé roja como un tomate .
—¡Oh vaya!.—Dije apenada .
—¿Te molestó?, si fue así lo siento mucho.—Se levantó .
—No, no es eso, si no que fue de repente .
Harry se estaba acercando a nosotros, esto no iba a salir nada bien .