Cuando el amor llegó ⟨••Caius...

De Huess15

519K 24.7K 2.6K

[REESCRIBIENDO] Un encuentro inesperado, dos personas solitarias sin experiencia alguna en el amor. Ella es u... Mai multe

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capítulo 4
Capitulo 5
Capítulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capitulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capitulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capitulo 18
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capítulo 27
Capitulo 28
Capítulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32

Capitulo 19

13.6K 954 45
De Huess15

Después de la charla familiar que tuvieron un par de días antes, los Cullen se dieron cuenta que no contarían con la ayuda de los Denali para acabar con el ejercito de neófitos que se estaba creando en Seattle. Laurent había sido asesinado por los lobos mientras ellos abandonaron Forks, así que no sabían que el vinculo que había formado con Irina era tan fuerte.

Aleksandra pensó que las cosas serian mas tensas, pues no sabían con exactitud quien estaba detrás de todos los ataques, pero la tomo por sorpresa que Alice planeara una fiesta de graduación en casa. Imagino que Carlisle y Esme dirían algo al respecto, pero ellos solo aceptaron, incluso estaban ayudando con la decoración y la comida.

Estaba pensando seriamente en invitar a Caius a su graduación, pero no sabia la reacción que tendrían los demás cuando lo vieran ahí. Aleksandra realmente lo quería y esperaba que los demás lo aceptaran. Sabia que aquello seria difícil, pues no era considerado buena persona y lo odiaban.

—No puedes hablar en serio —Bella rechistó—. ¡A ti se te ha ido la olla! ¡Te has vuelto loca!

—En efecto, estas loca al seguir con esto —Aleksandra miro a Alice, la cual solo le hizo una mala cara.

—Puedes ponerme a caldo —replicó Alice—, pero no se suspende la fiesta.
—¡Venga, Bella, tranquila! No hay razón para no celebrarla. Además, ya están enviadas las invitaciones.
—Tú... estás... tocada... del... ala... como... una cabra —farfulló.

—Encima, ya te he comprado mi regalo —le recordó—. Basta con abrirlo.

—Una fiesta es lo menos apropiado del mundo con la que se nos viene encima.

—Lo más inmediato es la graduación, y dar una fiesta es tan apropiado que casi parece pasado de moda.

—¡Alice!

Ella suspiró e intentó ponerse seria.

—Nos va a llevar un poco de tiempo poner en orden las cosas pendientes. Podemos aprovechar el compás de espera para celebrarlo. Vas a graduarte en el instituto por primera y única vez en la vida. No volverás a ser humana, Bella. Esta oportunidad es irrepetible.

—Créeme que después de esta graduación no volverás a disfrutar ninguna —Aleksandra se cruzó de brazos— cada vez se vuelve mas tedioso.

—Ahora que Caius esta aquí será diferente —Alice levanto ambas cejas de abajo a arriba mientras miraba a Aleksandra.

—Ni siquiera decido aun si lo invitaré o no —Aleksandra apartó la vista avergonzada.

Edward, que había permanecido en silencio durante aquella pequeña discusión, le lanzó a su hermana una mirada de advertencia y ella le sacó la lengua.

—¿Qué es lo que hemos de poner en orden? —preguntó Bella, negándose a cambiar de tema.

—Jasper cree que un poco de ayuda nos vendría bien —respondió Edward en voz baja—. La familia de Tanya no es nuestra única alternativa. Carlisle está intentando averiguar el paradero de algunos viejos amigos y Jasper ha ido a visitar a Peter y Charlotte. Ha sopesado incluso la posibilidad de hablar con María, pero a nadie le apetece involucrar a los sureños —Alice se estremeció levemente—. No iba a sernos difícil convencerlos de que echaran una mano —prosiguió—, pero ninguno queremos recibir mas visitas desde Italia... bueno, ya tenemos mas que suficiente teniendo a Caius aquí.

—Pero esos amigos... Esos amigos no son «vegetarianos», ¿verdad? —protestó Bella, utilizando en tono de burla el apodo con el que los Cullen se designaban a sí mismos.

—No —contestó Edward, súbitamente inexpresivo.

—¿Los van a traer a Forks?
—Bella, no quiero ser grosera contigo, pero no entiendo la razón de ser tan despectiva con personas que no conoces. Después de todo, lo que sea que esta sucediendo es por causa tuya. —Aleksandra le dijo con molestia. Edward la miró mal, pero aun así no se quedó callada— nada te parece, siendo que nos estamos metiendo en problemas que no nos incumben con tal de salvar tu trasero.

—¡Aleksandra, basta ya! —Edward exclamó con molestia.

—Sabes que tengo razón. Estamos haciendo lo posible por mantenerlos a salvo a ti y a Charlie, incluso estamos intentando traer personas de confianza para que nos ayuden —Aleksandra respondió desafiante.

—Son amigos —aseguró Alice, interrumpiendo la discusión—. Todo va a salir bien, no te preocupes. Luego, Jasper debe enseñarnos unas cuantas formas de eliminar neófitos...

Al oír eso, una sonrisilla iluminó el rostro de Edward, olvidando al instante lo anterior.

—¿Cuándo se marchan? —preguntó Bella con voz apagada.

—Dentro de una semana —replicó Edward con indiferencia.

—Te has puesto verde, Bella —comentó Alice.

—Va a ir bien, Bella. Confía en mí, tranquila —Edward la rodeó con el brazo y la estrechó con fuerza contra su costado.

Aleksandra ya no se sentía tan cómoda después de lo anterior. Amaba a Edward y le había tomado cariño a Bella, pero no le parecía justo que todos tuvieran que arriesgar sus "vidas" por alguien que ni quiera lo apreciaba. Bella siempre le ponía un pero a todo, incluso le parecía horrible que siempre tuviera a su hermano preocupado porque a ella le gustaba estar con lobos. Sin decir mas, se levantó y se marchó. Mientras no le diera su lugar como pareja a Edward, ella no se interesaría por ayudar. Todo lo que estaba haciendo era por el bienestar de su familia.

x

No le sorprendió en lo absoluto cuando Caius llegó uno segundos después que ella al lugar que habían acordado por teléfono. Desde aquella noche habían comenzado una especie de relación. Charlaron un poco y cazaron juntos, lo que hizo la experiencia aun mas agradable. Aun se sentía bastante nerviosa a su lado, pero aun así sentía que estaban hechos para estar juntos.

Los ojos de Aleksandra se encontraron con los carmesí de Caius. Sus ojos cada vez se aclaraban mas. Ella se sentía fuera de lugar, pues sus ojos jamás habían cambiado de color. Desde que nació hasta su inmortalidad.

—¿Aleksandra, te puedo hacer una pregunta?

—¿Qué pasa? —respondió con otra pregunta, sintiéndose fuera de lugar de repente.

—No se si te incomode, pero me estaba dando cuenta que ni siquiera se la razón por la que te cambiaron —Caius intentó parecer desinteresado, pero sucedió todo lo contrario.

La Cullen no pudo disimular una mueca que recorrió su rostro. Era algo en lo que nunca pensaba para no volver a sentirse mal. Su transformación no fue algo de lo que le gustara hablar, ni siquiera con Carlisle, siendo que gracias a el seguía existiendo en ese momento.

—No quiero ser grosera contigo, pero es algo delo que no me gusta hablar —la sensación de veneno acumulándose en sus ojos la hizo darse media vuelta. Era tan triste que ni siquiera podía llorar por mas que lo deseara.

—Lo siento, no quería ser imprudente.

Caius se dio cuenta de inmediato que algo no iba bien, así que su primera reacción fue acercarse a Aleksandra, abrazándola por la espalda.

—Fue una total mierda —Aleksandra susurró, sabiendo que podía escucharla a la perfección.

El Volturi no quiso preguntar nada mas, pues no quería que se sintiera obligada a contarle las cosas. Solo se quedo a su lado, abrazándola hasta que se sintió un poco mejor. Aleksandra se dejó caer en el suelo sin importarle si su ropa se ensuciaba y se recostó. Caius no sabia que hacer, así que no tuvo mas opción que recostarse a su lado.

—Mi infancia no fue la mejor. Mi madre nos crio a mi y a nueve hermanos mas después de que mi padre muriera gracias a una infección en una herida mal tratada —Aleksandra se dio vuelta para mirar al hombre, sorprendida de que haya tenido la iniciativa para contarle algo tan personal— en la época en que nací no teníamos mas opción que encontrar las cosas por nosotros mismos para poder sobrevivir, así que como podía ayudaba a llevar sustento a casa.

—No quisiera interrumpir, ¿pero en que año naciste?

—Para serte sincero no lo recuerdo el año con exactitud, pero fue aproximadamente en el 1300 antes de Cristo en Grecia —Caius sonrió al ver el rostro sorprendido de Aleksandra.

—Eso fue hace muchísimo... pero lo siento, prosigue —ella respondió algo avergonzada y se quedo en silencio par seguir escuchando.

—El ultimo día de mi vida salí a buscar algo para comer. Llevábamos mas de tres días sin probar bocado y sabia que si no hacia algo al respecto mis hermanos morirían de inanición —Caius puso sus manos detrás de su cabeza— no tuve mas opción que entrar a robar a una pequeña choza que estaba cerca de un rio. Cuando entre me lleve la sorpresa de que no había nada que me pudiera servir, así que decidí irme... vaya la sorpresa que me lleve al ver en la puerta a un enorme hombre con los ojos completamente negros —Caius hizo una mueca— me dejó a punto de morir y me tiró al rio para deshacerse de mi, aunque no contaba que mi transformación ya había comenzado.

>>Jamás había sentido un dolor tan horrible en mi vida, así que los siguientes días pensé que nunca terminaría, hasta que de la nada se detuvo. No sabia lo que era, pero si sabia que tenia un hambre voraz. Llegue al pueblo y acabé con veinte personas sin saber lo que hacia. Una vez estuve satisfecho me di cuenta de que algo no estaba bien y que me tenia que ir para no dañar a mi familia. Sin mi estaban perdidos, pues yo siempre proveía de todo, pero estarían aun mas perdidos si yo me quedaba.

>>Tarde bastante tiempo en acostumbrarme a esta vida y acabe con miles de personas gracias a mi hambre que jamás se iba. Un día conocí a una mujer que era igual a mi, así que decidí quedarme junto a ella.

—¿Fue la mujer de la que me hablaste antes, Athenodora? —Aleksandra se levanto y quedo sentada frente a Caius, el cual solo la miro con gracia.

—¿Solo a eso le prestaste atención? —Caius soltó una carcajada en cuanto vio a la chica avergonzarse y negar en repetidas ocasiones con la cabeza.

—Solo tenia curiosidad, ya no volveré a interrumpirte.

—Muy bien... como te estaba diciendo, me quedé muchos años con Athenodora y solo nos dedicábamos a cazar y pasar el rato. Nos llevábamos bastante bien y a pesar de que quise darnos una oportunidad algo no se sentía del todo bien, por lo que decidí tomar mi distancia a pesar de que ella realmente quería llegar a algo mas.

>>Mas de un siglo después decidimos regresar a Grecia, ahí fue donde encontramos a Aro. Al principio me molesto muchisimo que fingiera tanta amabilidad, así que lo vi como mi enemigo un par de siglos mas hasta que me di cuenta de que me podía servir de mucho. No era agradable que supiera todo de mi, pero gracias a eso encontré lealtad. Ambos teníamos el mismo pensamiento y las mismas ganas de gobernar sobre todas las cosas, así que era un beneficio mutuo.

>>Cuando decidí unirme por completo a él me di cuenta de que tenia a tres personas mas en su clan. Estaba su esposa Sulpicia, su hermana Didyme y Marco, el cual estaba casado con esta ultima.

—No sabia que tuvieran esposas —Aleksandra lo miró con asombro.

—Aro convirtió a Sulpicia porque la amaba, pero a su hermana Didyme porque tenia la esperanza de que desarrollara algún don lo bastante bueno para ayudarnos a gobernar. Se llevó una enorme sorpresa al darse cuenta que su don no le servía para nada, pues solo podía hacer feliz a la gente. Marco la amaba tanto que estaba dispuesto a irse con ella y dejar todo atrás, así que Aro la asesinó.

—¿Cómo le pudo hacer eso a su hermana? —Aleksandra estaba horrorizada.

—A veces el deseo de poder es mas fuerte. Marco jamás se enteró de esto. Aro y yo nos dimos cuenta de que si no cuidábamos bien a nuestras adquisiciones eran vulnerables y podríamos perderlas, así que decidimos encerrarlas en una torre —Caius hizo una mueca— Hasta ahora usamos la ayuda de Chelsea para garantizar la lealtad de Marco.

>>De inmediato nos dimos cuenta que no éramos lo suficientemente poderosos para hacernos un lugar para gobernar a todos los vampiros, por lo que nos dimos a la tarea de buscar a humanos que tuvieran capacidades diferentes a lo normal. Nos enteramos por un nómada de la existencia del clan rumano, el cual tenia por lo menos a treinta y cinco miembros sin contar a los dos lideres, los gemelos Andriev y Selene, los cuales compartían un don único que los hacia tener conexión mental. Ambos apreciaban la vida humana, así que solo cazaban a criminales y animales, por lo que tenían un color único en los ojos.

>>Aro había escuchado rumores de un par de mellizos que eran temidos en la aldea en que vivían, así que los vigilamos muy de cerca. Sabíamos que ellos eran capaces de hacer sufrir a los demás si así lo querían, así que una vez que fueron convertidos nos ayudaron a derrocar al clan rumano.

>>Una vez que llegamos al poder implementamos nuestras propias leyes y a duras penas nos dimos a respetar. Hice muchas cosas malas para llegar hasta aquí, pero nunca antes me había arrepentido de todo hasta que te conocí.

Aleksandra apartó la mirada de Caius, procesando todo lo que acababa de oír. Era muy sorprendente para ella estar con alguien que había nacido cientos de años atrás. No conocía a muchos de los amigos de Carlisle, pero su padre era el mas viejo que había conocido, hasta en ese momento. Tenia una pregunta mas que hacer, pero le daba un poco de vergüenza.

—¿Qué sucede? —Caius le pregunto al verla sin moverse— creo que me apresuré mucho a contarte mi vida.

—No es eso, solo estaba imaginado todo —Aleksandra respondió avergonzada. Caius levantó la ceja y la miro fijamente. De alguna manera sabia la duda que la chica tenia.

—Por Athenodora no debes preocuparte. La deje irse en cuanto te conocí —Caius sonrió al ver como Aleksandra bajaba la cabeza para no verlo— me insistió mucho sobre querer ser mi esposa, pero mi corazón solo te pertenece a ti.

Continuă lectura

O să-ți placă și

111K 6.5K 21
Chiara se muda a Madrid en busca de nuevas oportunidades para lanzar su carrera como artista. Violeta se dedica al periodismo musical, trabajando en...
91.4K 5.2K 28
Chiara, una farmacéutica profesional y dispuesta a la que el mundo se le pone patas arriba por una pelirroja sin receta. ⚠️ +18 (incluye contenido ex...
124K 7.9K 45
Porque Avery Leclerc siente que nadie va a volver a amarla tanto como Max Verstappen, hasta que Lando Norris le demuestra lo contrario. o Porque Lan...
130K 17.8K 103
𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 || 𝙴𝚕 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚎𝚗𝚐𝚊ñ𝚘𝚜𝚘, 𝚢 𝚌𝚘𝚗 𝚜𝚞 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚎𝚣𝚊 𝚑𝚊𝚛á 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚛𝚛𝚎𝚙𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜. Teen Wolf...