Realmente, creo que ha sido hasta ahora el momento más confuso de mi vida; por un lado, Sirius estaba furioso, y por otro, estaba a punto de llorar. Una mezcla muy rara, en mi opinión.
Lunático intentaba calmar a Sirius, quien estaba tirando todo a su paso. Iba de un lado a otro en la habitación, golpeando todo lo que se encontraba. Razón por la cual más de una vez casi recibí un golpe.
- ¡Sirius! ¡Calmate!- Remus no lo conseguía, asi que tomé medidas extremas. Saqué mi varita, y le lancé un "Petrificus Totalus".- No hacía falta, Olivia.
- Claro, por que tu forma de pararlo era mucho más efectiva.- sonrió, y seguidamente sacó su varita mágica y ordenó el lugar en diez segundos.
- ¿A ti que te parece que... Bueno, Sarah considere a Sirius como su "nuevo" padre?
- ¿Sinceramente?- asintió.- Fatal. Sirius es... Muy cabezota, tu lo sabes incluso mejor que yo. Si no llegamos a poder impedir la batalla en el ministerio, estoy segura de que acudirá para ayudar. Y... Lo más probable en ese caso, es que la historia siga su curso original: Que muera por culpa de Bellatrix. Llegados a ese punto, Sarah perdería también a su padre (aunque en verdad no lo sea), y ya le costó mucho no recordar siempre la muerte de su madre. No pienso permitir que sufra de nuevo, y si de verdad llegase a morir Sirius a finales de este año escolar, no pienso permitir que Sarah sufra tanto por su muerte.
- Pero... Olivia, si ella lo considera su padre... Será por algo, ¿no crees?
- Estoy segura de que si hubieses sido tu el que tendría que cuidar de Sarah, te consideraría a ti su padre.- me miraba confuso.- A lo que voy es que ella está encerrada aquí con el. No tiene a nadie más para hablar, y ahí se crean los vínculos afectivos.
- No estoy de acuerdo.- Remus estaba más serio que nunca.
- Entiendeme; es cierto que ambos ya "sentían" algo por el otro al conocerse, y al saber quienes eran. Adler le dijo ya quien era, y Sirius al saber que era hija de su ex-prometida, se encariñó con ella. Además, no le veo muy capaz para cuidar de ella, y menos criarla como un verdadero padre.
- Olivia... Sigo pensando que no tienes razón.
- Puede que si...- ambos miramos a Sirius, a quien ya se la había pasado el hechizo.
- ¿Puede que si, qué?
- Pues que... Ni yo mismo creo que sea capaz de cuidar de ella, prolongadamente. ¡Miradme, soy un prófugo! ¡Me buscan por cometer un crimen que en realidad no cometí, pero lo hacen igualmente! ¡¿Como creeis que me sentí, cuando me dijo: Te quiero, papi?! ¡Claro que... Por un lado estaba feliz, pero dias después ya me di cuenta de que si llegara el caso, no podría cuidar de ella! Soy un inutil, ¡¿vale?! ¡No he conseguido hacer nada más en mi vida que prestarle a Dumbledore esta casa para la orden! ¡Y encima ni siquiera es del todo habitable!- a estas alturas ya lloraba.
Remus fue hacia el, y le abrazó.
Yo me mantuve al margen, incluso cuando Sarah entró corriendo, a causa de los gritos. Los merodeadores la miraron, Remus le susurró algo a Sirius (que hasta el día de hoy no sé que fue), y el animago abrazó a la niña, besandole la frente, y diciendole que la quería. Ella respondió diciendole lo mismo.
Lo cierto era que yo, por entonces, no podía considerarla como la "recién adquirida hija de Sirius por que lo llamaba Papi". Para mi nunca sería su hija, y no lo admitiría en voz alta. Albus vino a por mi, y volvimos al colegio. Les conté a los chicos como estaban todos, y les di a cada uno lo que me había dado Molly para ellos.
Cuando fueron los cumpleaños de Sirius y Sarah ( ya que eran en días seguidos), les mandé una carta, bastante sosa, a ambos un mismo día.
***
El ED progresó mucho: En nuestra última reunion antes de las vacaciones de navidad, practicamos el conjuro "Patronus".
¡Increíble! ¡La imagen ante mi era increíble! Una docena de animales de color plateado/transparente corrían o volaban por la sala. El patronus de Hermione fue una nutria, el de Ron un perro Jack-russell terrier, y el mio resultó ser... ¿Un león?
Sé lo que se os pasará ahora mismo por la cabeza; un león, y está en Gryffindor... Pues no, no tiene nada que ver con mi familia. El motivo de que mi patronus sea un león, es por mi valentía, que fue demostrada a lo largo de mi vida, según Albus.
Todos se quedaron callados admirando el gran león que había creado. La pregunta es... ¿Como había conseguido crear un patronus corporeo habiendo tenido una vida... Horrible? Simple; pensé en mis nuevos amigos, y en que de verdad era parte de este mundo, el mundo mágico. Cuando llegamos al final de la clase, me sentí confusa, y enfadada. Harry iba a besar a Cho en cuanto se quedaran solos. Por un lado, me parecía bien, pero por otro... Sentía, celos.
Raro, pero cierto.
Decidí irme, igualmente ellos no llegarían a ser nada, ya lo sabía, aunque me molestaba que el primer beso de Harry fuese con una engreída.
Ya en la sala común, media hora después, Harry entró por el retrato. Ron le preguntó si había besado a Cho, y, para mi sorpresa, negó.
- ¡¿No la has besado?!- exclamó Ron sorprendido.
- No... No podía. No se por qué pero... No pude.- el pelirrojo asintió, y seguidamente subió a dormir, al igual que Hermione.- Olivia.
- ¿Si?
- En... Bueno, la versión "original" de la historia... ¿Acabo saliendo con Cho?- no sabía que decir. Lo medité bien.
- No. Se supone que os besabais hoy, pero no llegaríais a nada serio.
- ¿Y con quien acabo saliendo?
- No puedo decirtelo, gafotas.- reímos, y comenzamos a burlarnos del otro, en plan amigos.
Después de cinco minutos, caí al suelo aguantandome el estómago a causa de la risa. Harry se acercó para ayudarme, pero tropezó, y cayó encima mío.
- Pesas mucho, Potter...- susurré, mirandolo a los ojos. Nos quedamos mirando un buen raro, uno al otro, uniendo nuestras respiraciones a un solo compás.
Poco a poco se fue acercando, sus labios rozaban los mios y entonces...
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Soy especialista en dejar las cosas con intriga.
Que creeis que pasará???
Besoss y difuu