Capitulo 2: La luz.

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Gracias al poli, pude llevarme a la pequeña Sarah al horfanato.
Los directores la aceptaron, a pesar de no tener la edad requerida. Según ellos, podría servir de inspiración para los jovenes, al haber sobrevivido a un accidente de coche. En mi opinión: No se puede ser más cabrón.

En fin, la primera semana fue la más dura. Habían instalado a Sarah en mi habitación, ya que era la única persona a la que hablaba. Por las noches se despertaba por pesadillas. Veía como moría su madre, el impacto del coche... Seguramente la peor experiencia de su vida, la cual su subconsciente repetía cientos de veces. La única forma con la cual conseguía calmarla, era leyendole algo, y como no tenía libros infantiles, le leía mis favoritos: Harry Potter. Se negaba a llevar la pulsera de su madre, decía que no era suya, y que no se la habían regalado a ella. La tenía en su mesita de noche, y aunque no la llevaba, la miraba constantemente. Su collar, al contrario de la pulsera, siempre lo llevaba puesto. No tenía ni una foto en su interior, ni una frase importante. Era una simple medallita, dorada, al igual que la cadena, en la que ponía FOX. Como me dijo, supuse que era una reliquia familiar. Los del horfanato la trataban bien, aunque al poco tiempo fue una más. Llegamos a mediados de Julio, y no ocurría nada fuera de lo normal, y no parecía que fuese a pasar nada importante; lo equivocada que estaba.

En el horfanato llevabamos tres semanas sin un accidente. Para algunos, como yo, era una buena noticia. Para otros, como los directores, era una mala noticia, ya que significa que no los pagan por hacer el bien. Era... Sábado. Bien. Tenía el dia libre.

Tomé una ducha algo larga, ya que solo eran las siete de la mañana. Salí media hora después del baño, vestida, y con mi pelo negro algo humedo. Miré hacia la cama contigua a la mia, y vi a la niña dormida.

Resultaba gratificante ver que conseguía dormir alguna noche sin tener pesadillas. La dejé ahí, y bajé al comedor a por comida. No había nadie levantado, así que me cojí una gran cantidad de galletas de chocolate, junto a un brick de leche junto a dos vasos. Volví a subir, intentando no hacer mucho ruido.
La última vez que me llevé comida a mi cuarto... No es que se pusieran muy contentos, ya que estaba prohibido.

Abrí la puerta con algo de dificultad, ya que al tener las manos llenas resulta algo más complicado. Sarah estaba sentada en la cama, con la "varita", que llevaba su madre en sus manos, dándole vueltas, murmurando cosas.

- ¿Qué haces?

Me miró sobresaltada, y rapidamente dejó el palo en la mesita.

- Na-nada...

- Puedes contarmelo, ¿sabes?- me miró a los ojos, y esta vez detecté miedo en los suyos.

- Mami decía que era secreto... Que no se lo podía contar a nadie...- decidí no presionarla. Al fin y al cabo, ese "secreto", podría ser una de las últimas conexiones que tuviese con su madre fallecida.

- Ven, vamos a desayunar.

Se arrastró de una cama a otra, y se sentó al lado mia. Comimos galletas, y bebimos la leche. De vez en cuando, veía una debil sonrisa, pero se notaba que era forzada. Sus ojos no sonreían con ella.

- ¿Quieres ir a jugar al parque?- se lo pensó un rato, y al final aceptó, con la condición de que le leyera algo.

Nos cambiamos de ropa (ella se puso lo que le habían traido de su casa), y cogí mi ejemplar favorito. Pesaba unos tres kilos, pero merecía la pena: Eran los siete libros de Harry Potter en uno. Lo
metí en la mochila más resistente que tenía, y metí también el resto de las galletas junto a algo de dinero, y una manta para el suelo. Sarah cogió una mochilita, y metió dentro el palo y la pulsera de su madre, junto a una chaquetita. La cogí de la mano, y juntas bajamos.

- ¿A donde vas?- Me giré, y ví a la directora.

Sinceramente, creía que me odiaba, pero su marido, el viejo almirante, me adoraba.

- Voy a dar un paseo con Sarah, que nos dé el aire.

- No vuelvas tarde.- y con eso desapareció por una puerta que daba al comedor. Se escuchaba ruido proveniente de esa sala.

- No me cae bien esa señora.

- A mi tampoco, vamos.- salimos, y una fresca ráfaga de viento nos dió en la cara. Paseamos un rato por las calles, y la llevé en dirección contraria a donde nos conocimos.

Llegamos a un parque, saqué la manta de la mochila y la extendí por la hierba. En un puesto de comida, compré bebidas y bocadillos.
Nos tumbamos, y miramos las nubes.

- Mira.- señalé al cielo.- eso parece un elefante.

- No, es un delfín.- Reí un poco, pero ella no. Me sentía mal por la niña.

Comimos un poco, y no tardó en pedir que le leyera algo.

- ¿Tu mamá también te leía cuentos?

- Sí... Los mismos que tú.- me sorprendí bastante. Pensé que si eso, le leerían cuentos infantiles. La observé por unos segundos. Era bastante raro, ya que... Bueno, Adler le leía Harry Potter a su hija, y tenía un palo, que parecía una varita mágica, metido en un bolsillo de su pantalón. Y Sarah no quería decirme porqué la tenía.
Ignoré los datos que tenía, al menos por el momento.

- Entonces... ¿Cuál quieres que te lea?-Meditó por unos segundos.

- Creo que... El quinto.- asentí.

- Harry Potter y la Orden del Fénix...- comenzé a leer.

La estadía de Harry en casa de los Dursley, el ataque de los dementores, la supuesta expulsión de Hogwarts, como llega al cuartel, cuando tiene un ataque de ira... Estuve unas cuantas horas leyendo.
Iba poco a poco, para que Sarah entendiera todo, pero ella parecía ausente al relato. Tenía la mirada fija en las nubes, y solo de vez en cuando parecía que escuchaba.

Al final, cuando empezaba el capitulo diez, la niña se durmió. Un leve rayo de sol se coló de entre las esponjosas nubes, y le iluminó la cara, al igual que a mi. Era muy tentador tumbarse sobre la manta, cerrar los ojos, y relajarse acompañada de la brisa que se levantaba. No dudé en hacerlo.

Metí el libro en la mochila, y me tumbé junto a Sarah. Puse las mochilas entre nosotras, agarrándolas para que nadie nos las robara. Sin poder evitarlo, caí rendida al sueño, divisando un último rayo de luz azul que nos envolvía.

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Y se hizo la lu.

Besoss y difuuu

Querido Diario: Soy Olivia Black {Harry Potter} [actualización lenta]Where stories live. Discover now