Nota: ¡Adivinen quién estuvo sin inspiración! Creo no fue mi mes, fue bastante monótono y gris, pero creo que ahora volví. Muchos me hablaron por mensajes privados y me dijeron lo que pensaban sobre la historia y muchas fueron criticas a lo falto de sentimiento, y sinceramente yo cuando escribía me sentía igual, sin emoción ni nada, pero en este capítulo me esmeré que tuviera un poco más de inspiración y espero que les guste porque me divertí mucho haciéndolo <3
La celebración se estaba haciendo a un costado del campus en donde limitaba con un bosque lleno de árboles que eran iluminados con pequeñas luces de diferentes colores y velas en las zonas altas. Había dos mesas como las que estaba en el comedor llenas de comida y bebidas, además de estar perfectamente ambientado con la música de los tambores dirigida por los sátiros y las flautas por las hadas.
—Viniste —escuché la clara voz de Leonora.
—Tenía la intención de hacer algo nuevo —solté una pequeña sonrisa.
—Ven te presentaré a algunos amigos míos —comentó.
La seguí hacia un rincón de la celebración en donde había un grupo de personas que hablaban con entusiasmo.
—Chicos, atención, —pidió Leonora y por lo menos media docena de personas posaron sus ojos en mí—. Ella es Elora.
—Hola —saludé.
—Hola —devolvieron el saludo a coro.
—Selene que la ya la conoces, —comenzó a presentar—. Janik Lessin —e indicó a un chico de cabello rubio oscuro y ojos cafés que me miraban con diversión—. Él es Aecio Ayax y Sly Letiria —apuntó a un moreno y a un chico de ojos verdes esmeraldas penetrantes además de nada amigables.
—Un gusto —saludé con una media sonrisa.
—Tenía muchas ganas de conocerte —soltó Janik, el rubio, quien no pudo esconder su sonrisa.
—Cuidado Janik, es la hija de un Drow —comentó con burla Leonora.
Janik rodó los ojos y me dedicó una sonrisa. —Eres una leyenda.
Definitivamente no me gustaba que todos supieran mi vida, era una verdadera invasión a mi privacidad. Captaron mi incomodidad y rápidamente cambiaron de tema.
—Creo que este año tenemos a mucha gente reconocida ¿No creen? —Preguntó al aire Janik.
—Está el vampiro, el heredero de la isla Triana al sur —Dijo Aecio.
Me dediqué unos segundos a analizarlo y supe enseguida quien era. Por el tono chocolate de su piel y ese extraño color de ojos, era como zafiro o inclusive un tono más llamativo. Los Rakshasa de la línea real poseían ese tono de piel y esos ojos tan particulares, era obvio que era su heredero al trono.
—También entró a la academia la última hija del rey de los elfos de mar, creo que se llama Celeste —comentó Sly, quien no miraba a nadie particularmente.
—El príncipe elfo, Aaron Green, lo vi por el pasillo que conduce al comedor —dijo Leonora.
Mi mandíbula se apretó al instante que escuché su nombre, sería mi futuro enemigo y no pude evitar una sonrisa amarga, sonaba como un retorcido compromiso a odiarnos y ansiar matarnos. Una vez escuché que lo que se hereda en la sangre es lo que más prevalece, pero mi destino por sangre estaba dividido en caminos muy opuestos.
—¡Hola chicos! —Exclamó una voz femenina a las espaldas de Leonora.
Abrieron el circulo en el cual estábamos hablando y allí pude observar a una pequeña chica de cabello rubio crespo y ojos dispares, uno verde brillante y el otro rojo opaco.
—Hola Clarette, qué sorpresa —saludó Selene muy amigable.
Sus ojos se centraron en mí y me sonrió.
—Ella es Elora Deacon —anunció Leonara.
—Encantada, soy Clarette Wella —se presentó.
—Un placer, —respondí por cortesía.
Clarette tenía rasgos delicados y finos, evidentemente de la familia de las hadas, pero aun así su sonrisa poseía algo perturbador. Mi instinto de supervivencia me decía que me alejara de ella y pretendía tomarlo en cuenta.
A unos metros se encendió una fogata, en frente se veía a una mujer adulta de cabello oscuro y con un vestido largo con mangas de color vino.
—¡Es la directora! —exclamó un chico a unos metros.
Todos avanzamos logrando verla con más detalles. A pesar de que el tiempo para los magos junto con los licántropos era el más rápido de todas las especies, se veía bastante joven, sus ojos eran azules claros muy luminosos, rasgos delicados, nariz recta y labios finos.
—Es la tradición de todos los años —susurró Leonora cerca de mi oído interrumpiendo mi análisis.
—Queridos estudiantes —comenzó a hablar en voz alta e inmediatamente todo dejaron de emitir ruido—. Me presento para los que no me conozcan, mi nombre es Minerva Lessin y soy la directora de la academia, como es tradición todos los años nuestros estudiantes nuevos tienen una pequeña prueba de iniciación. Sus compañeros de último año junto a su futura profesora de estrategia Celina Corwell han escondido en el bosque que está dentro de los límites un collar de esmeralda, una pluma de Fénix y una espada de Opal. —Sonrió y le cedió lugar a uno de los profesores asumí.
Era un hombre bajo, de aspecto anciano aunque es sus ojos verdes se distinguía la jovialidad, una nariz grande y labios apenas existentes. Iba vestido con un pantalón café oscuro, un saco verde musgo y una camisa blanca.
—Buenas noches, yo seré su futuro profesor de historia —habló con tono simpático—, mi nombre es Tadeo Nauro, soy un duende como muchos supondrán y hoy mi deber explicarles a los ganadores el significado de los premios. Pero por ahora solo me queda desearles suerte y un pequeño concejo seria que usen la cabeza no la fuerza.
A la fogata se acercó una mujer rubia muy alta y de cabello corto.
—Yo soy Celina Corwell su profesora de estrategia y la que dirigirá la actividad. —La mujer tenía una voz potente y fuerte, por su postura orgullosa y vestimenta se distinguía claramente que era una valquiria.
—Primero, lo que será valorado en esta ocasión no será solo los ganadores de los premios, sino que también yo personalmente decidiré quienes entrarán a mi clase de élite junto con sus compañeros mayores, lo cual es un privilegio que pocos tendrán y que les servirá para dirigir en sus distintos gobiernos. Quiero que den lo mejor. Además decirles que tendrán una dificultad —sonrió con entrenamiento puro y siguió—, escogí a un grupo de alumnos de último que serán los que les darán caza a ustedes dentro del bosque, ustedes solo entraran como están, es decir, sin armas. Tienen diez minutos para ponerse cómodos.
Un desafío, pensé con entusiasmo.
—¿Desde cuándo mamá aprueba estas actividades? —Preguntó Janik atónito.
Lo miré y me di cuente de inmediato que era hijo de la directora, solté pequeña risa por no haberme dado cuenta de su parecido innegable.
—Desde que Celina le dijo que era buena idea —comentó Leonora con humor.
—En mis tiempos estas actividades las hacíamos sin el consentimiento de nadie —comentó un chico a unos metros de nosotros.
Lo miramos todos interrogantes y él nos miró con una sonrisa.
—Kilian Biskar, de último año. —Se acercó y con la luz pude apreciar a nuestro recién conocido.
Era bastante alto, bien formado y llevaba una camisa negra que combinada a la perfección con su cabello y ojos que eran igual de oscuros. Tenía un rostro bastante exquisito, pómulos altos, ojos grandes y bien definidos, nariz recta que le daba un aire agradable a su cara y labios gruesos.
—Leonora Teros, de segundo año, —se presentó la chica a mi lado.
—Janik Lessin, novato, —tomó su mano y la estrechó.
—Elora Deacon, primer año, —me presenté y también estreché su mano.
—Deacon —tomó su mentón de forma pensativa—. Conozco a tu padre, Arthur y también a tu tía Andra, un amor de persona, —comentó con ironía.
Solté una risa porque realmente mi tía era un muy dura y poco amable, pero me enseñó mucho y después de mi padre era la guerrera más fuerte que conocía.
—¡Chicos y chicas reúnanse! —Indicó la profesora Celina y todos los nuevos comenzamos a movernos en su dirección.
—Suerte chicos —dijo Leonora y le agradecimos en coro con Janik.
—Nos vemos en el bosque Elora —me guiñó un ojo, Kilian y se metió entre los arboles detrás de la profesora junto con otros chicos.
—El chico es muy poco evidente —dijo con humor Janik.
—Demasiado diría yo —bromeé.
—Ya saben las reglas, en unos minutos los dejaremos entrar, pueden usar hechizos y golpes físicos, no se preocupen ya que son mis mejores estudiantes —dijo con una sonrisa orgullosa la profesora.
Miré a mí alrededor y unos metros detrás estaba Imi, la hermana de Leonora, con Sly hablando animadamente.
—¿Dónde está Aecio? —Pregunté.
—Aecio es de segundo año —respondió con media sonrisa.
Asentí y sentí una mirada en mi nuca, ladeé un poco la cabeza y allí un par de ojos turquesas me miraban con atención, ¿Green? Pensé y me di vuelta para verlo con los brazos cruzados marcando aún más su evidente altura, desvió su mirada hacia la chica que estaba en frente de él quien al parecer le hablaba animadamente, solo podía ver desde donde estaba una larga cabellera roja. Volví mi mirada a Green y logré sus suaves facciones que a pesar de todo eran bastantes bonitas, unas cejas gruesas oscuras que marcaban el color de sus ojos, un turquesa muy claro y brillante, nariz respingona, pómulos que se marcaban más cuando sonreía, mandíbula marcada y labios bonitos.
Para, ¿acabas de pensar que los labios de Green son bonitos? Creo que lo que sea que haya comido me hizo mal, no podía pensar ese tipo de cosas estúpidas.
Despejé mi cabeza y pude ver cómo me miraba con una ceja arqueada y cara de molesto. Moví mi miraba al frente, genial él comienza y se enoja porque hago lo mismo. Uff.
—Hora de entrar —dijo con voz alta la profesora y la multitud se dispone a entrar incluyéndome.
Algunosde esos premios serian mío.meͯ