Capítulo 3: Juegos nuevos

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Nota: ¡Adivinen quién estuvo sin inspiración! Creo no fue mi mes, fue bastante monótono y gris, pero creo que ahora volví. Muchos me hablaron por mensajes privados y me dijeron lo que pensaban sobre la historia y muchas fueron criticas a lo falto de sentimiento, y sinceramente yo cuando escribía me sentía igual, sin emoción ni nada, pero en este capítulo me esmeré que tuviera un poco más de inspiración y espero que les guste porque me divertí mucho haciéndolo <3

La celebración se estaba haciendo a un costado del campus en donde limitaba con un bosque lleno de árboles que eran iluminados con pequeñas luces de diferentes colores y velas en las zonas altas. Había dos mesas como las que estaba en el comedor llenas de comida y bebidas, además de estar perfectamente ambientado con la música de los tambores dirigida por los sátiros y las flautas por las hadas.

—Viniste —escuché la clara voz de Leonora.

—Tenía la intención de hacer algo nuevo —solté una pequeña sonrisa.

—Ven te presentaré a algunos amigos míos —comentó.

La seguí hacia un rincón de la celebración en donde había un grupo de personas que hablaban con entusiasmo.

—Chicos, atención, —pidió Leonora y por lo menos media docena de personas posaron sus ojos en mí—. Ella es Elora.

—Hola —saludé.

—Hola —devolvieron el saludo a coro.

—Selene que la ya la conoces, —comenzó a presentar—. Janik Lessin —e indicó a un chico de cabello rubio oscuro y ojos cafés que me miraban con diversión—. Él es Aecio Ayax y Sly Letiria —apuntó a un moreno y a un chico de ojos verdes esmeraldas penetrantes además de nada amigables.

—Un gusto —saludé con una media sonrisa.

—Tenía muchas ganas de conocerte —soltó Janik, el rubio, quien no pudo esconder su sonrisa.

—Cuidado Janik, es la hija de un Drow —comentó con burla Leonora.

Janik rodó los ojos y me dedicó una sonrisa. —Eres una leyenda.

Definitivamente no me gustaba que todos supieran mi vida, era una verdadera invasión a mi privacidad. Captaron mi incomodidad y rápidamente cambiaron de tema.

—Creo que este año tenemos a mucha gente reconocida ¿No creen? —Preguntó al aire Janik.

—Está el vampiro, el heredero de la isla Triana al sur —Dijo Aecio.

Me dediqué unos segundos a analizarlo y supe enseguida quien era. Por el tono chocolate de su piel y ese extraño color de ojos, era como zafiro o inclusive un tono más llamativo. Los Rakshasa de la línea real poseían ese tono de piel y esos ojos tan particulares, era obvio que era su heredero al trono.

—También entró a la academia la última hija del rey de los elfos de mar, creo que se llama Celeste —comentó Sly, quien no miraba a nadie particularmente.

—El príncipe elfo, Aaron Green, lo vi por el pasillo que conduce al comedor —dijo Leonora.

Mi mandíbula se apretó al instante que escuché su nombre, sería mi futuro enemigo y no pude evitar una sonrisa amarga, sonaba como un retorcido compromiso a odiarnos y ansiar matarnos. Una vez escuché que lo que se hereda en la sangre es lo que más prevalece, pero mi destino por sangre estaba dividido en caminos muy opuestos.

—¡Hola chicos! —Exclamó una voz femenina a las espaldas de Leonora.

Abrieron el circulo en el cual estábamos hablando y allí pude observar a una pequeña chica de cabello rubio crespo y ojos dispares, uno verde brillante y el otro rojo opaco.

Academia Nebula Noctis I: Corona.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora