Capítulo 2: Encuentros fugaces

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Nota: Lo siento por estar tan ausente, estuve llena de exámenes y no podía encontrar ni siquiera un pequeño momento para escribir. Además que ahora dejaré las notas al principio para ver si las leen ya que algunas personas me preguntan las misma cosas que aviso al final en los capítulos. Pido opiniones y criticas constructivas por favor <3

La tarde cayó en Nebula Noctis y mi visión ya no era tan buena con antes así que tendríamos que descender hacia la academia. Había sido simplemente increíble volver a volar con mi fiel compañera, sería algo de lo que jamás me cansaría.

En el patio de las mascotas quedaban muy pocos estudiantes y por el movimiento dentro del castillo además de las luces tenues, se podía apreciar gran parte del cuerpo estudiantil dentro del rústico castillo.

Dejé a Nicéfora dentro de su "casa", una simple construcción de piedras y una chimenea para el invierno, junto con un par de ventanas angostas. A pesar de ser simple, era bastante acogedora y ganas no me faltaban de quedarme a dormir con ella.

—Nos vemos en la mañana preciosa —me despedí.

Ella asintió mientras se sentaba y yo le daba la espalda para cerrar la gran puerta de hierro.

Mi estómago gruñó en protesta por no comer casi nada durante todo el día y se me hizo imposible no ir al comedor de la academia. No me gustan los espacios llenos de gente, jamás lo han hecho y solo recurría a ellos por situaciones de fuerza mayor.

Caminé rápidamente hasta casi el otro extremo del campus y me preguntaba: ¿Por qué el comedor tendría que estar tan lejos del patio de mascotas?, mi estómago no paraba de gruñir y apuré más el paso. Sin pensarlo ya estaba corriendo hasta que algo me impactó por el lado derecho haciéndome caer duramente de costado.

—Por eso necesito mis reflejos de vuelta —susurré molesta entre dientes.

Miré hacia lo que sea que me haya empujado y me encontré con un unicornio de pelaje negro que me miraba feroz.

—Blaki —interrumpió una voz masculina.

Me paré lo más digna que pude y dirigí todo mi odio hacia la persona que venía caminando desde lejos. Su silueta era alta, sus pasos agiles y bien definidos además de un cabello castaño corto que se distinguiría a metros.

—Deberías aprender a controlar a tu bestia —siseé con molestia, aun podía sentir como mi cadera izquierda se sentía caliente por el dolor.

—Discúlpalo es que es nuevo —pronunció la figura que se acercaba a mí.

Sus ojos turquesas se quedaron fijos en los míos, siendo el reconocimiento innegable.

Aaron Green, el príncipe de los altos Elfos y a quien no veía desde que era un niño. Todavía podía recordar la primera vez que lo vi. Un niño medio delgaducho, con el cabello algo largo y sus ojos mirándome con extrañeza junto a su padre, Balise, el rey de los Elfos. Creo que en toda mi vida jamás pude conocer a una persona más hipócrita que el padre del chico que tenía frente a mí.

Escuché un abrir de puerta estruendoso y en cosa de segundos Nicéfora llegó volando. Ella tenía sus alas un poco abiertas dándole un aire más imponente y su rostro alerta.

El cuerpo de Aaron estaba notoriamente tenso mientras apretaba la mandíbula. Al parecer el reconocimiento fue mutuo.

—Nicéfora, tranquila. —Indiqué con calma.

—Tal vez tú deberías controlar a tu bestia —comentó con una mueca de desagrado.

—Ella no golpeó a nadie —repliqué con tono serio y cortante.

Academia Nebula Noctis I: Corona.Onde as histórias ganham vida. Descobre agora