(Pov Rose)
-¿Rose?- La voz de Yeva me saco del trance en el que ella misma me había metido - ¿Cómo estás?- digo ayudándome a levantarme del piso.
-Confundida y mareada- dije llevándome una mano a la cabeza tratando de estabilizarme de nuevo, el mundo entero daba vueltas a mí alrededor sin parar.
- Es normal en situaciones como estas-dijo con total calma como si no hubiera estado metida en un mundo alterno un minuto antes.
-¿Es acaso normal conocer a la hija que está esperando por medio de un hechizo porque yo no lo creo?- digo con voz plana y sin emociones, ignorando todo lo que se revolvía en mi interior, definitivamente quería vomitar pero no lo haría, malditas nauseas.
-Me refería al mareo- dijo con total indiferencia, realmente había veces, como ahora, en que detestaba lo indiferente que podía llegar a ser Yeva.-Baja antes de que Dimka se preocupe de más- dijo antes de caminar hacia la puerta e irse.
- Adiós a ti también Yeva- susurre sarcástica antes de darle un última mirada a la habitación y decidir que esa sería la habitación de mi hija cuando creciera.
Para cuando regrese al primer piso de la casa, después del mareo no vi a Yeva por ningún lado pero Altan y Dimitri platicaban en la cocina y aun que Dimitri parecía relajado había cierta tensión a su alrededor que me indicaba que lo que sea que estuviera hablando con mi hermano no era mucho de su gusto. También estaba segura de que Altan no notaba la tensión en Dimitri, con el tiempo me había dado cuenta de que había algunas coas que solo yo era capaz de notar en él.
-Rose- dijo Dimitri en cuanto me vio al pie de la escalera, camine a paso tranquilo hasta la cocina y el me intercepto a medio camino -¿Estas bien?- pregunto revisándome de arriba abajo poniendo sus manos sobre mis hombros.
-Estoy bien-le dije con una sonrisa, y era cierto lo estaba tal vez solo un poco en shock por lo que había pasado escalera arriba pero estaba bien, no estaba herida y el shock pasaría.
-¿Dónde está Yeva?- Pregunte
-La anciana se fue antes de que bajaras- dijo Altan con la boca llena antes de que Dimitri pudiera responder, tenía un tono demasiado alegre que no me gustaba nada.
- ¿Podrías no ser tan asqueroso?-pregunte haciendo una mueca de asco- si, Gracias, ahora cállate- seguí con todo el sarcasmo del mundo y una mueca de falso agradecimiento, definitivamente no estaba de buenas, no había desayunado y Altan no ayudaba de nada con mi mal humor, sin contar los cambios de humor repentinos que había estado teniendo esta última semana.
-¿Desayuno?- pregunto Dimitri con voz suave y acariciando mi mejilla con su pulgar, tratando de no hacerme enojar más de lo que ya estaba, pero seamos realistas quien podría enojarse con el cuándo se comportaba de esa forma, porque sinceramente yo no podía.
-¡Claro!- respondí repentinamente animada ante la idea de algo de comida, con eso prácticamente corrí hasta la barra de la cocina escuchando a Dimitri de fondo diciendo que no debía de correr, pero eso no me importaba en lo absoluto yo solo tenía una cosa en mente en ese momento... Donas, esa era mi prioridad y nada más.
El desayuno era la comida más importante del día y nadie podría hacerme cambiar de parecer.
-¿Y tú que haces aquí? ¿Por qué no te fuiste con el viejo?- pregunte a Altan mientras me sentaba en un banco a esperar mi comida, el me dio una sonrisa ladeada que sinceramente me habría hecho darle un puñetazo de no ser porque Dimitri puso un plato de comida frente a mí pero la alegría de la comida duro poco.
-¿Qué es esto?- pregunte con toda la calma que pude intentando no hacer muecas de asco al plato frente a mí, esa cosa no parecía comida, no de verdad al menos.
-Comida- dijo con calma cruzando los brazos sobre el pecho y recargando se sobre el fregadero. Hice mala cara y agarre el tenedor para picar la comida, Sip, estaba en lo correcto, vegetales.
-Camarada, no soy conejo- deje el tenedor de lado y trate de ignorar la risa silenciosa de Altan, literalmente podría asesinarlo en este momento- soy una persona- me queje- las personas sobre viven con más que esto, esto es comida para conejo- volví a quejarme pero él solo parecía a punto de reír- ¡Dimitri!- y esa fue la gota que derramo el vaso porque ambos empezaron a reírse como psicópatas desquiciados que debería mandar mínimo, al manicomio, consiguiendo que me pusiera más furiosa, sabía que Dimitri esperaba que hiciera un drama pero no iba a hacerlo. Dimitri odiaba que lo ignorara así que eso haría, Altan no me importaba tanto pero tampoco sabía que es lo que lo molestaría más así que haría lo mismo que con Dimitri.
Y así pase el resto del día, ignorando al fastidioso de mi hermano menor y a mi prometido. Dimitri fue el que se encargó de llevarme a la clínica y asegurarse de que llegara a tiempo durante el viaje en auto no le puse atención en ningún momento sin importar que tanto se disculpara por ser un idiota, después de eso regresamos a la casa, la consulta había estado bien, la doctora dijo que los gemelos eran sanos así que no tenia de que preocuparme luego dio algunas recomendaciones sobre la comida - de nuevo - , también dijo que en un par de meses seria capas de saber que serían los bebes y decirnos en caso de que quisiéramos saberlo, sino podía esperar hasta el parto, que es lo que me preocupaba más aparte de la salud de los gemelos, ¿Por qué no podía adelantar el tiempo y saltarme todas las peleas y partes dolorosas y ya tener a mis hijos conmigo?
Sabía que no podría pasar mucho tiempo aplicándole la ley del hielo a Dimitri pero lo haría tanto tiempo como pudiera, no tenía ganas de perdonarlo aun y aparte podía sacar algo bueno de esto, estaba totalmente consiente de que se me acababa el tiempo ya que no tenía idea de cuánto tiempo me quedaba antes de que Dimitri hiciera algo para que volviera hablarle. La última vez que había hecho esto las cosas habían terminado de una forma... interesante, muy interesante.
De Altan estaba segura de que no le importaba que no le hablara, seguramente estaba feliz por ello ya que no se había molestado en disculparse, definitivamente no podía ser peor y no podía librarme de él porque seguramente Abe le había dado órdenes de que me cuidara, de echo estaba un poco sorprendida de que el viejo no hubiera preguntado nada sobre mi ropa, pero seguramente ya sabía de mi embarazo y eso no podía ser una sorpresa.
En la noche había conseguido dormirme antes que Dimitri y Altan sin haber pagado las consecuencias de haber ignorado a Dimitri todo el día por eso no me sorprendió cuando desperté a media noche solo que no desperté a causa de Dimitri si no por hambre.
No me sorprendía el tener hambre pero si la hora, siempre había tenido un gran apetito pero nuca había llegado a levantarme a media noche por ello y aun así eso no fue lo que más me sorprendió, así que me puse un suéter que me quedaba demasiado grande y baja a la cocina.
En la sala, Altan estaba acostado en el sillón roncando en una posición que parecía bastante incomoda con las piernas salidas ya que el sillón era demasiado pequeño para él pero a pesar de lo incomodo que parecía yo no iba a despertarlo, de todas formas no había donde más durmiera así que trate de pasar lo más silenciosa que pude a la cocina, no quería despertarlo y que empezara con sus comentarios sarcásticos poniéndose a medio camino entre yo y mi comida
Ya dentro de la cocina busque un bol para poner cereal, sin importarme que los platos estuvieran demasiado altos para que yo los alcanzara, a pesar de lo alto que estaban los platos la caja de cereal parecía estar mucho más alta, momentos como estos era cuando realmente apestaba ser un pitufo en versión miniatura, durante un momento me debatí si debía despertar a Dimitri o a Altan y pedirles que me ayudara con los cereales, pero eso sería darles y la razón y yo no podía hacer eso, además, estaba segura de que podía lograr bajar un plato y una caja de cereales sin caerme no importa que tan dañado estuviera mi equilibrio.
Al final conseguí lo que quería para hacer me de comer y librarme del hambre que parecía hacerse peor a cada segundo puse el cereal y la leche en un tazón junto con los doritos que había logrado esconder en una de las repisas más bajas que sabía que Dimitri nunca revisaba. La verdad nunca era fácil esconderle algo pero la situación lo requería, solo esperaba que no despertara y me descubriera porque si no se pondría como loco y revisaría el resto de la casa y encontraría mis otros escondites.
La verdad los doritos con cereal y leche sabían mucho mejor de lo que esperaba sin importar que tan asquerosos parecieran de hecho podría haberlos mezclado con chocolate de no haber sido porque ya se habían acabado, así que tuve que dejar el tazón vacío en el fregadero. Durante un momento me debatí si debía lavar el plato antes de regresar al segundo piso, si lo dejaba Dimitri se enteraría de que había despertado a media noche a comer lo que no tenía nada de malo pero preguntaría que es lo que había comido y sabría si estaba mintiendo incluso antes de que empezara a hablar, definitivamente no podía arriesgarme a que Dimitri se enterar de mi pequeña excursión nocturna a la cocina.
Después de lavar el plato regrese a mi cuarto pero en el momento en que puse un pie en la escalera se me ocurrió la mejor idea que había tenido en todo el día, posiblemente la mejor de todo el mes.
Altan que seguía roncando en el sillón no se imaginaba lo que le pasaría.
Busque entre las pocas bolsas que había traído algo con que rayar a Altan hasta que encontré dentro de una cartera dos plumones: uno era negro permanente y el otro era azul de agua, sin importar que tan gracioso fuera ver a Altan paseando por Baia con la cara rayada no podía ser tan cruel y hacerle eso, así que tome el plumón azul y empecé a dibujarle un bigote solo esperaba que no despertara y me atrapara.
Chicos perdón por haber tardado tanto en publicar :(