JungKook sonrió divertido al ver a la chica ponerse roja.
-¿Qué? -preguntó, nerviosa.
-Sí, me gustaría escuchar todo lo que escribiste salir de tus labios -respondió.
-¡Eso no pasará!
-¿Por qué?
-No, no. Que vergüenza.
JungKook estalló a carcajadas.
-¿Qué es divertido?
-Tú.
-No lo soy.
-¡Vamos! ¡Te has puesto roja! -acarició una de sus mejillas, aún riendo.
Ariel abrió los ojos tanto como pudo.
JungKook la estaba tocando. Jeon Jeongguk la estaba tocando.
¡Jeon JungKook, miembro de Bangtan Boys la estaba tocando!
-¿Qué pasa? -JungKook preguntó al ver el repentino tono pálido que el rostro de la chica había adoptado.
-Tú...tú...m-me estás t-tocando
-Oh, ¿te incómoda? Lo siento -retiró la mano.
-No, no. Es sólo que...aún no me lo creo.
-Soy una persona más, Ariel. No debería ser para tanto.
-No eres una persona más. Eres una de mis personas favoritas -agachó la cabeza, ocultando el calor de sus mejillas-. Que cursi ha sonado eso.
-Bastante -admitió ladeando la cabeza-. Pero lindo. Gracias por admirarme tanto, Ariel. No creí ser tan importante.
-No hay nada qué agradecer.
-Gracias -repitió sin hacer mucho caso a las palabras de la chica extranjera-. Me gustaría...conocerte más. Pero no ahora. Más tarde, si se puede. Debo volver, me he escapado.
Ariel sonrió aún embobada por la perfección hecha persona frente a sus insignficantes ojos.
-¿Te encuentro aquí mañana?
-Mjú.
-¿A las tres te parece bien?
-Mjú.
-¿Me estás escuchando?
-Mjú.
-Ariel.
-¿Mjú?
-Nos vemos.
Volvió a a sentir con la cabeza, perdida. Se despidió con la mano, la celebridad volvió a colocarse el tapa-bocas, y se marchó.
Ariel gritó, chilló, bailó y celebró decenas de veces en ese mismo día.
Deseaba que no fuera un sueño.