July regresó de la escuela más contenta desde que llegó aquí. Cuando que ya ha hecho varios amigos y pidió permiso a mamá de ir a una fiesta el sábado.
—¿Puedo ir yo también? — pregunto mientras comíamos en la mesa.
July y papá empezaron a reír y mi hermana fue la que contesto:
— Eres muy pequeño para eso, ya irás a las tuyas cuando seas mayor. Además, tú puedes quedarte en casa y jugar con tu nuevo juguete ¿que te parece? —
Solo pude mover mi cabeza afirmando, July estera decepcionada de mí si llega a enterarse.