-¿Por qué le hizo eso a mama?, es decir, ¿Por qué se separó de ella?- bajo la mirada- No soy idiota, por supuesto que no , ni un pelo de idiota tengo y la misma mirada que le da a mi madre – lo vio con mirada acusadora- es igual a la de mi tío Ichigo cuando ve a su esposa- Toshiro tuvo que voltear su rostro para que su hijo no viera el leve color del rosado pálido en sus mejillas.
Ahora volviendo al tema principal...
Ni siquiera pudo responderle eso a Karin , como se lo iba a explicar a su hijo.
-He visto desde que era niño como mama lloraba por usted. En esos momentos no tiene idea de cuando desee tenerlo en frente mío y gritarle porque hacia llorar a mi madre, ¿Por qué solo ella tenía que llorar? – El peliblanco menor aparto la vista- Siempre decía que era algo pasajero , pero siempre lo recordaba y le dolía , demasiado-
Él ya se imaginaba ello, el sufrió igual que ella al apartarse de la primera mujer que habría logrado calar dentro de su frio corazón. Aun con el pasar de los días no lograba comprender como una simple humana hubiese logrado lo que ella logro, aguantar el genio de los mil demonios que el se manejaba , se sorprendió al ver como se derrumbaba al sentir su ausencia , al pensar que mientras él estaba lejos alguien la esté consolando y se torturaba cada noche imaginando su delicado cuerpo en brazos de otro.
-Nunca quise separarme de Karin- Yuki lo miro confundido , y como no , si toda su vida creció creyendo que su padre no lo quería y que los había abandonado- Sabes algo , tu madre fue la primera mujer que logro hacerme abrir los ojos, me mostro lo relajante que puede ser olvidarse un día completo de tus obligaciones y solo centrarte en no dejar que el balón caiga en tu arco- sonrió al recordar los días completos que pasaban pateando el balón -me mostro que con solo una simple sonrisa podías alegrar no solo a ti mismo , sino a todas las personas que te rodean , me enseño a ser sobreprotector y créeme que aprendí a celarla de cualquier humano que se le acercaba- y como no iba a celarla si para la vista de cualquier simple mortal era ella una diosa a la cual solo hacía falta mirar para desearla- Tu madre simplemente fue la mujer más importante de mi vida, me hizo ver que no solo servía para pelear y proteger el Sereite , servía para algo más , mucho más- suspiro al recordar las exactas palabras que ella le había dicho a sus 18 años.
"Sirves para mucho más que sostener una katana , me haces sonreír y eso significa mucho, bueno , al menos para mí"
-Si dices que mama era la persona más importante en tu vida ¿Por qué te separaste de ella? Siendo sincero contigo yo no podría-
-Yuki dime algo, Karin te hablo del destino ¿no es así?- el asintió.
-Entonces sabrás que el destino es un arma de doble filo. Si desea puede hacerte vivir las mejores experiencias de tu vida , pero si no , es capaz de destruirte y dejarte sin ganas de levantarte- él lo vio confundido- En este caso el destino me jugo una mala pasada, cometí un error en el pasado que no pensé que afectara mi futuro , mejor dicho , el futuro que tenía planeado con Karin.
-¿Fue algo tan grande?-
-Por supuesto que sí, me castigo de una manera lenta pero dolorosa, "el tiempo". Nosotros en la sociedad de almas podemos vivir por más de cien años y no envejecemos , al menos no tan rápido como en los humanos. Sin embargo ustedes envejecen muy rápido, además de que su vida disminuye gracias a las enfermedades , por no hablar de los accidentes a los cuales son muy propensos. Lo que para mi era solo un par de décadas, para ella era demasiado tiempo . Por eso le pedí que fuera conmigo a la sociedad de almas, para que al menos el riesgo de accidentes y enfermedades se redujera y permaneciera más tiempo a mi lado . Pero las cosas no salieron como tenía planeado, ese error que cometí en el pasado amenazó con hacer que el poco tiempo que tenía con ella se redujera mucho más, amenazo con provocarle accidente tras accidente hasta que su vida como mortal terminara-
Al levantar la vista vio el rostro del peliblanco menor , no mostraba ni la más mínima facción de sorpresa , miedo , furia o algo parecido , estaba neutral.
-¿Puedo preguntar que fue ese gran error o...-
-Ese "error" pienso que primero se lo debería decir a tu madre ¿no crees? –
-Si, pero ... no sé qué decir . ¿Por qué me dices todo esto y a ella no le dices nada?-
-Porque conozco a Karin y si le hubiese dicho esto antes lo más probable es que no haya querido que nos distanciemos, así que era mejor que ella pensara que yo era una basura al hacerle daño , así ya no me buscaría y estaría a salvo-
-Pero saliste perdiendo-
-Podría decirse que si, pero gane para ella una vida tranquila. O al menos 14 años de tranquilidad a tu lado-
-Con que fue por eso- ahora comprendía mucho mejor la situación de sus padres. Mal que bien, aquel hombre en frete suyo era su padre, si no pudo estar con él en sus primeros años de vida bien justificado lo tenía.
Lo miro nuevamente y por primera vez desde que lo conoció le dio una pequeña sonrisa sincera. Se podría decir que ya sentía algo de admiración hacia el, no cualquiera deja a la persona más importante para uno y se aleja sin más.
-Pero no contaba con algo-
-¿Con que?-
-Con que ella estuviera embarazada-
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De acuerdo, eso no se lo esperaba.
Por supuesto que no se lo esperaba.
Al parecer ella no estaba viendo doble.
Estaba totalmente equivocada.
Y como no estarlo, si alrededor de las 2 de la mañana el capitán de la décima división se escabullía entre los árboles que daban al frente de su casa.
Si , definitivamente era él. No podría equivocarse.
Ahora la pregunta era ¿Por qué estuvo en su casa? Y con su hijo.
Un minuto...
¡Yuki!
Salió de su habitación como alma que lleva el diablo hasta la recamara del peliblanco. Ella esperaba encontrar la habitación desordenada, como si hubiesen discutido y alguno de los dos hubiese perdido la paciencia.
Pero no.
Lo único que vio fue al peliblanco dormido plácidamente en su cama cubierto por su cobertor.
¿Cómo es posible que no se diera cuente de algo así?
El mismísimo capitán de la décima división estuvo hablando con su hijo prácticamente toda la noche y ella ni enterada. Aunque ya debía de sospechar algo así , claro , después de lo que le dijo en la tarde era lógico que deseara hablar con Yuki. Pero no pensó que de manera tan precipitada.
Se acercó a él, le dio un beso en la frente , lo abrigo bien y se dispuso a salir pero algo llamo su atención. Una nota en su escritorio.
"El que puede cambiar sus pensamientos, puede cambiar su destino"
Pensó que la había olvidado.
Pero no.
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-No podemos estar juntos, simplemente no podemos-
-¿Por qué lo dices?-
-Eres humana – suspiro – con eso ya te digo todo-
-¿Y que con eso? Yo...- se sonrojo al momento de pronunciar estas palabras- Yo si quiero estar contigo-
¿Es que una persona podía ser tan frio como el en este momento?
-Tu no lo entiendes –
-Entonces explícamelo, me conoces muy bien para saber qué tan persistente puedo llegar a ser-
-Eres humana ¿no lo entiendes?- su voz se estaba elevando- Eres propensa a perder tu vida de mortal y yo... yo no creo poder soportarlo, por eso es mejor que no te agarre cariño-
Con que eso era...
Que mentalidad más anticuada- pensó la pelinegra al momento de acercarse lo más que pudo y tomo una de sus manos entre las suyas.
- El que puede cambiar sus pensamientos, puede cambiar su destino-
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Una radiante sonrisa ilumino su rostro ante tal recuerdo.
Habían sido varios los momentos maravillosos que había pasado al lado del peliblanco, pero para su mala suerte los tuvo que arruinar. Los arruino en el preciso momento en el que decidió jugar con ella.
No quiso pensar más en eso
"Es cosa del pasado" – pensaba ella
Dejo la nota en su lugar y salió de la habitación de su hijo. Necesitaba dormir, hoy fue un dia de grandes confesiones (bueno, al menos para ella)
Lo que no sabes es que ellos también tuvieron unas horas de confesiones.
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Los días pasaron, y su rutina se regularizo como siempre. Ella trabajando en el hospital de la ciudad, el vigilándola desde los arboles viendo lo que hacía y tratando de relajarse cuando cualquier simple humano le dirigía la palabra , por otro lado el peliblanco menor de la casa a la escuela y de la escuela a la casa , aunque había días en los que se iba a practicar en la cancha que estaba cerca a su casa , pero este día precisamente fue diferente , pues el capitán de la décima división no siguió a su hijo como era de costumbre .
Ding, dong
Por la puerta de la cafetería se dejó ver a cierto peliblanco aun con su uniforme de la escuela.
-¡Hey , Yuki¡-
-Hola Rui- respondió el saludo de uno de los meseros del lugar -¿Cómo has estado?-
-Como siempre- dijo el, sirviendo a una pareja su pedido-¡Ah! Por poco me olvido – se regañó –Le comente a mi jefa si te daba el trabajo y me dijo que tenías una buena posibilidad , pero necesita hacerte una entrevista personal-
-Está bien, ¿Dónde la encuentro?
-Está en su oficina , al lado de la cocina – señalo Rui- Te va a agradar , ella es un ángel caído del cielo, no nos regaña mucho , aunque si le gusta la eficiencia-
-Entendido- dijo él y camino hasta la oficina de su casi jefa.
Toc , Toc
-Adelante- se escuchó desde adentro de la oficina.
-Buenas tardes- saludo cortésmente – Mi nombre es ...
-Yuki Kurosaki ¿no es así?- se sorprendió.
-Sí , así es-
-Lo suponía, no ves a mucha gente con el cabello blanco-
Él se sonrojo.
-Bueno... debo de suponer que Rui le informo por qué estoy aquí ¿verdad?
-Así es, será un placer que trabajes con nosotros Yuki-Kun- aquella peculiar mujer de cabellos castaños y piel cremosa se acercó a él y le tenido la mano.
-Mucho gusto, soy Hinamori Momo y desde ahora seré tu jefa-
Continuara....