―QUE TU ¿QUÉ? ―gritó Ash luego de haberle contado todo lo ocurrido con Bradley.
―¡Cállate! No me hagas repetirlo.
―Está bien, lo siento. Pero... ¿Bradley no es tu hermano?
―Es mi hermanastro.
―Oh... -alargó mirando hacía la ventana.- ¿Y qué has sentido luego?
―¿Luego de qué?
―Luego de haber descubierto América, Señor Colon. ―ironizó―Luego del beso, tonta.
―Con el primero me enojé, ya sabes, tu hermanastro al cual odias te roba un beso en la boda de su padre y tu madre, ¿Qué harías?
―Claro que me enojaría.
―Y el otro se lo he dado yo, prácticamente.
―No me has dicho eso antes.
―Se me ha pasado.
―Claro.
―Ya, es que casi caigo al lago y él me salvó de caer, quedamos bastante cerca y...
―¡Oh, mi héroe! ―dramatizó parándose sobre la cama y poniendo una mano en su frente como hacen las mujeres de la ópera.
- Ashley no seas tonta.
―Lo siento, soy youtuber ―se excusó y luego comenzamos a reír por lo idiota que se vio al hacer eso.
―¿Entonces?
―Entonces ¿Qué?
- ¿Has sentido algo?
―No lo sé. ―respondí luego de unos segundos en silencio.
―¿Cómo que "No lo sabes"?
―No lo sé Ash... Me ha... Me ha gustado.
[...]
―¿Quién habla? ―murmuré apenas descolgué.
Luego de que Ash se vaya de casa me acosté a dormir un poco, estaba bastante cansada. El sonido de llamada me despertó y descolgué sin mirar quién era.
―Ashley, ¿Cuántas Ashleys tienes agendadas en el móvil?
―Sólo tú, estaba durmiendo.
―Oh, lo siento.
―Ya. ¿Qué sucede?
―¿Quieres hacer un video conmigo? Es que tengo que hacer un ask y no sé con quién.
―¿Cuándo?
―¿Ahora?
―Deja que me arregle un poco.
―¿Para qué? Si tú te ves perfecta siempre. Por eso te odio.
―¿Te has visto en el espejo? Mejor cállate, adiós. ―reí y colgué.
Me senté en la cama y pasé mis manos por mi rostro. Me levanté y caminé pesadamente hasta mi baño; quité todo el maquillaje corrido y lavé bien mi rostro. Coloqué todo el maquillaje nuevamente y ondule mi cabello. Volví a la habitación y me quité completamente el uniforme del instituto. Me coloqué una camiseta de tirantes, unos skinny jeans, unas botas y una chaqueta. Tomé el móvil y mi bolso y salí de mi habitación.
―¿Mamá? ―hablé cuando bajé el último escalón de las escaleras. Entré al living y ahí estaba Brad sentado en el sofá.
―No están. ―murmuró sin mirarme.
―Oh, bueno. ¿Le avisas que no me espere para cenar? Regresaré algo tarde.
―¿Dónde vas?
―Ashley quiere grabar un video conmigo y debo ir a su casa.
―Está bien, cuídate. ―volvió su vista a su móvil.―Amber ―gritó y regresé para verlo.
―¿Si?
―La casa de Ashley es lejos, ¿En qué piensas ir?
―En taxi. ―respondí frunciendo el ceño por su pregunta.
―Claro que no, yo te llevaré.
―No hace falta, tengo diner...
―Te llevaré yo. ―dijo firmemente.
―Como tú quieras. ―caminé fuera de la casa y subí al auto, seguida de él.
―Cinturón. ―murmuró serio.
―Ya, no debes llevarme he dicho.
―Quiero hacerlo.
―No parece. ―me coloqué el cinturón y me crucé de brazos, mirando hacia afuera. Sentí su mano girar mi rostro y luego sus labios sobre los míos.
―Me das ternura. ―rio y volvió a su asiento. No respondí ya que estaba algo sonrojada y seguí mirando hacia afuera. Él encendió el auto y salió de la casa.
[...]
―Gracias por traerme. ―murmuré cuando estacionó frente a la casa de Ash.
―No es nada. ―sonrió. Inconscientemente mordí mi labio inferior al ver su hermosa sonrisa y, al parecer, lo notó.―No eres más bonita porque no tienes tiempo. ―dijo acercándose a mí. Sentí como la sangre subía a mis mejillas rápidamente al escucharlo decir eso.―Y aún más cuando te sonrojas. ―pegó sus labios a los míos en un dulce y delicado beso que no duró mucho gracias a mi adorada amiga.
―¿Qué sucede, Ashley? ―pregunté nada más descolgar, mientras Brad intentaba seguir besándome.
―Deja de besuquearte con Simpson y sube tu trasero hasta aquí que he prometido subir video hoy. ―dijo. Me separé de Brad y miré hacía las ventanas del segundo piso; allí estaba ella saludando con una sonrisa burlona en sus labios.
―Te odio. ―murmuré y colgué.
―¿Nos ha visto? ―preguntó Brad algo preocupado.
―Ya lo sabía desde antes. ―informé y él asintió―Debo irme, gracias. ―dije y abrí la puerta para bajar pero él me tomó por el brazo y me dio un último beso.
―De nada. ―guiñó un ojo y sonrió. Caminé hacia la casa y toqué el timbre. Segundos después una Ashley con la misma sonrisa burlona que antes me abrió la puerta.
―Cállate. ―dije antes de que diga algo y me encaminé a las escaleras.
―¡Yo no he dicho nada! ―se defendió. Cuando ya estuve en el segundo piso la esperé y fuimos a su habitación, ya preparada para grabar. ―Siéntate en alguna de las sillas esas, ya termino y comenzamos. ―dijo mientras terminaba de retocar su maquillaje.
―Claro. ―me senté en la silla que estaba del lado izquierdo y me quité la chaqueta; ella fue hacia la cámara y la encendió para luego sentarse a mi lado.
―IT'S ASHLEYYYYY! ―chilló cuando se acomodó. La miré frunciendo el ceño, evitando reír―Bienvenidos a un nuevo video. Hoy tengo el honor de presentar a mi preciosa amiga, Amber Scott.
―¡Hola! ―saludé con mi mano a la cámara.
―No tiene cara de bebé? ―preguntó mirándome y luego a la cámara nuevamente―¿O solo yo le veo cara de bebé?
―No tengo cara de bebé, Ashley.
―Ellos lo decidirán. ―dijo sacando su lengua, tal niño enojado―Comenta si crees que tiene cara de bebé. ―rodé los ojos. ―Okay, hoy en la mañana les he pedido en Twitter que hagan preguntas con el hashtag #AskAshber y he aquí sus respuestas.―explicó y yo sólo miraba la cámara o a ella y asentía.―Debes hablar, pareces mi madre cuando aparece en algún video mío. ―dijo seria.
―¿Qué quieres que diga? Estás hablando tú.
―Ya, ya. Bueno, pues comencemos. ―puso sus piernas cruzadas debajo de su trasero y leyó algo en su móvil.―"Amber, ¿Alguna vez...?"
―Tengo una duda. ―interrumpí levantando la mano como en el insti.
―¡Estaba leyendo! ―chilló indignada.
―¡Y yo tengo una duda! ―dije de la misma manera que ella.
―Ya, ¿Cuál es?
―Acabas de decir que publicaste ese tweet en la mañana, pero a mí me has preguntado hace una hora, ¿Cómo sabías que iba a aceptar?
―Porque si no lo hacías iba a extorsionarte con alguna cosa. ―dijo levantando y bajando sus cejas varias veces con cara de psicópata.
―Eres una mala persona.
―Claro que sí. Continuemos. ―se puso seria y volvió a leer.―"Amber, ¿Alguna vez has golpeado a Ashley? Todos golpean a Ashley." ―leyó―¡Hey! ―chilló cuando se dio cuenta.―Me ofenden.
―No, aún no la he golpeado, pero algo me hace pensar que pronto lo haré. ―respondí pensando en sus burlas.
―No es necesario, gracias. ―alejó su silla de la mía un poco y me quitó el móvil de las manos.―¡Sácale la maldita contraseña al maldito móvil! ―dijo mencionando palabra por palabra, gritando al estilo Ashley.
―No, ¿Para qué quieres mi móvil? ―pregunté quitándoselo.
―Para que veas los screenshots que te he enviado, torpe.
―Ya, ya. ―desbloqueé mi móvil y sonreí al abrir WhatsApp y ver los mensajes de Brad.
―El amor da asco. ―dijo mirando mi móvil con una mueca de asco.
―¡Oye no leas! ―grité.
―¡Y tú no grites!
―¡Yo no estoy gritando! ―grito.
―¡Claro que sí!
―Ya, cállate. ―bufé y abrí sus mensajes; luego las fotos que envió.
―Ashley, estas preguntas son súper inocentes, eso no vale.
―Son preguntas normales.
―No, yo las elegiré. ―dije y abrí twitter para después buscar el hashtag y revisar entre todas las preguntas alguna que me gustara.―Esta. ―Ashley, ¿Has fumado marihuana alguna vez?
―¡Amber! ―chilló.
―Vamos, contéstale a Audrey. ―reí y ella rodó los ojos.
―Sí, he fumado una vez en una fiesta.
―Ya casi me agradas. ―dije dando palmaditas en su hombro.
―Quita, te odio. ―dijo fingiendo enojo.
Así pasamos la hora siguiente, riendo y haciendo idioteces. Me mostró como edita sus videos y mientras se subía a Youtube bajamos a cenar, su familia es adorable.
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All the love, Sabrina