-Creo que debo dejar el club de fotografía.- Me dice Jimin mientras estamos en camino hacia allí.
-¿Y eso por qué?
-Son horas que podría aprovechar para trabajar...
-Estas bromeando, ¿verdad?- Le digo ofendido- ¿Acaso quieres morir en el intento?
-No seas exagerado no es para tanto.
-¡Trabajas 10 horas al día! ¿Y me dices que exagero?
Jimin trabajaba cuatro horas en la biblioteca, más seis horas en el minisúper. De lunes a sábados. Pero insiste en que puede trabajar unas horas más.
-Además quedamos en que los chicos y yo te ayudaríamos. Y que te dejarías ayudar. Ya conseguí trabajo en el mismo minisúper y tengo dinero ahorrado. No veo la necesidad.
-¡Yo sí! ¡No ves que tu sólo deberías estar estudiando y no trabajando! No me gusta la idea de que puedes atrasarte en tus estudios por mi culpa. Ya te lo dije, Jungkook. No es tu responsabilidad.
-¿No la es? ¿Realmente piensas que miraré como te quitan a Sarang quedándome de brazos cruzados?- Su rostro muestra dolor al escuchar esa posibilidad, pero es la única forma de que recapacite.
-No lo permitiré.
-No lo permitiremos.- Me abrazo a sus hombros, revolviendo su cabello juguetonamente. Él ríe molesto.
-¿Qué le dirás a tu madre? No estará de acuerdo con que trabajes y estudies.
-Yo me las arreglaré. Quizás ni siquiera se entere. Diré que me quedo a dormir en casa de Tae los días de semana y listo. No suele salir a comprar a esa hora porque es un poco peligroso.- Otra vez se disgusta con mi decisión.- ¿Por qué preguntas si no te va a gustar la respuesta?
-¡Jimin-ah!- Escucho que lo llaman una vez dentro del salón del club de fotografía. Jinhye se acerca a él con una brillante sonrisa. Demonios, que linda es.- ¡Hola, Jungkook!- Me saluda amable, a lo que le devuelvo el saludo tímido.- ¿Cómo estuvieron tus clases de hoy?- No seas tan amable que se me hace imposible odiarte.
-Pues algo pesadas...- Recuerdo que Jimin está escuchando y cambio mi relato para no hacerlo sentir mal.- Pero ya me estoy acostumbrando al ritmo.
-¡Genial! Entonces te veremos seguido por aquí.- Asiento indicándoles que me voy a sentar. No me gusta dejarlos solos, pero no queda otra. Al parecer Jinhye tiene algo que decirle a Jimin pero no lo hará en frente mío. Y Jimin, seguramente, le contará lo sucedido con Sarang.
Mientras ellos hablan, yo saco el photobook que armamos con Jimin. En realidad lo armó él pero tendría que haber sido en equipo.
Todo el mundo llega y la charla se intensifica, Jimin y Jinhye se ubican en los asientos y se sientan. Como ya no quedan muchos, se ubican juntos, lejos de mí.
Todo el mundo se va pasando los photobooks para poder observarlos. Cada que vez que el nuestro cambia de manos mi incomodidad vuelve, hay fotos mías allí, y a pesar de que salgo razonablemente bien, no me agradaba la idea de que todos las miren. Yo también pude ver unos muy bonitos. Hasta había una foto en la que tomaron a una pareja besándose. Las emociones de ese beso podían sentirse con solo mirarla.
-Jungkook...- Me llama Jimin desde lejos. Todo el mundo se da vuelta por volumen de la voz, no quedaba otra, no nos sentamos juntos. Levanto la cabeza y subo mis cejas en señal de que lo escucho.- ¿Te llama la atención esa fotografía?- Asiento y vuelvo mi vista a la imagen.
-¿Deberíamos repetirla?- Pregunta la persona que la sacó. Era la pelirroja que me coqueteaba siempre.- ¿Qué tal si tú y Jinhye se besan para poder mostrarle a Jungkook, qué ángulos son mejores para sacar fotos de besos?
Mi cuerpo se tensa pero no levanto la mirada de la foto. No quiero mostrar mi expresión. Di que no. Por favor, di que no.
-No sería correcto.- Responde Jinhye para mi sorpresa.- Jimin y yo no estamos saliendo.
-Pero son los únicos que fueron pareja aquí. Será un beso profesional, nada más.- Si la pelirroja no cierra la boca, le cortaré la yugular con su propia foto.
-No lo sé... Jimin, ¿qué opinas?- Vuelvo a levantar mi mirada y me encuentro con la suya. Intenta decirme algo pero no puedo entender qué es.
-No sería correcto.- Articula y yo vuelvo a respirar, ¿en qué momento empecé a contener la respiración?
-¡Oh, vamos! Será una buena práctica. ¿No lo crees, Jungkook?- Me pregunta acercándose más de lo debido.
-¿Eh? No lo sé.- Respondo incómodo, moviéndome a un costado, soltándome de su agarre.
-Si Jimin y Jinhye no quieren hacerlo... ¿Deberíamos hacerlo tú y yo?- Todo el mundo se sorprende por aquello. Pero para mí ya era sabido que esa era su intención desde un principio. Sin embargo, no contaba con cierta información.
-No.- La pelirroja hace un puchero ofendida por mi rotundo rechazo y los demás ponen cara de "¡Qué insensible eres!".- Lo siento. Pero soy gay.
Si antes se sorprendieron por mi respuesta, ahora sus caras eran un poema. Jimin reía divertido pero los demás no podían creerlo.
-¿De... verdad?- Pregunta otra compañera.- Quiero decir... No lo creo.
-Es la verdad. No mentiría con algo así.
La pelirroja no insiste más, mientras que los demás intentan asimilar la información.
-Entonces tendrá que ser ustedes dos.- Vuelve a hablar liberándose del shock. Está enojada y se le nota. Toma su cámara y busca la mejor posición para tomar la foto.- Solo será un beso, ya deberían estar acostumbrados.
Jimin y Jinhye se asombran por el atrevimiento pero no se niegan. Despacio se ubican uno en frente del otro, provocando un fuerte dolor en mi estómago. Creo que quiero vomitar.
Jimin no me mira en ningún momento, pero yo sí a él, no me perdería ningún movimiento suyo y él lo sabía. ¿Pero por qué le importaría?
-Será corto.- Le explica Jimin, más para sí mismo que para la pelirroja con la cámara.- Tómalas rápido.
No tardan mucho en juntar sus labios. Jimin toma delicadamente su barbilla, mientras ladea un poco su cabeza para más contacto. Acostúmbrate. Me reprocha mi conciencia. Pero tiene razón. Es por eso que, a pesar de que duele, no aparto mi mirada de él.
El beso termina, pero para mí fue eterno. La clase sigue sin problema. Esta vez pasando la foto del beso de Jimin de mano en mano. Realmente habían salido bien. En especial Jimin.
La clase concluye más rápido de lo que creí. Ya no me siento incómodo, ya que la pelirroja que siempre estaba pegada a mi, ya no molesta.
Tomo todas mis cosas para salir. Hoy debía empezar a trabajar, así que comí antes de venir. Mi turno es el mismo que el de Jimin excepto el fin de semana, donde yo descansaba.
Salgo del salón y me dirijo al ascensor, Jimin se había quedado hablando, así que no lo molesté. Debo llegar temprano a mi primer día. A un par de cuadras del edificio, siento como me llama y paro para esperarlo.
Corriendo, llega a mi ubicación, agachándose para tomar aire. Yo también lo hago pero para golpear despacio su espalda.
Él levanta su cabeza y me mira desconcertado.
-No hagas eso.
-¿Qué cosa?- Le pregunto confundido.
-No actúes así.
-¿Así cómo? No entiendo.
-Sé que estas enojado, pero no lo demuestras.
-No lo demuestro porque no tengo por qué estar enojado.- Le digo emprendiendo una vez más la marcha.
Jimin no me contesta, ya que sabe que tengo razón.
No hablamos en todo el recorrido, pero al tener a la vista el minisúper, mis cuerpo reacciona tomando a Jimin de su campera para arrastrarlo a un callejón al costado del mismo.
-¿Jungkook?- Me pregunta medio confundido, medio asustado.
Lo ubico contra la pared y me paro en frente para que no pueda escapar. Lo miro a los ojos llevando mi mano a su boca, paso mi pulgar por sus labios intentando borrar el rastro invisible que dejó el beso de Jinhye.
Mi pulso va a mil, no sé lo que hago pero lo hago.
-No vuelvas a besarla, por favor.- Digo pegando mi frente a la suya, para luego juntar nuestros labios. Nuestras bocas bailan en un beso dulce y lento. Como si se necesitasen, al menos yo sí lo hacía. Me separo de él por falta de aire, pero no lo suficientemente lejos como para no sentir su agitada respiración. Muerdo mis labios en señal de satisfacción por aquel beso.
-Éste es el Jungkook que conozco...- Susurra Jimin en mi boca, volviendo a unir nuestros labios en otro beso mucho más feroz.