Sentencia(dos).

Od phoenixetwolf

8K 796 98

Todos tenemos secretos. Pueden parecer inofensivos... pero, ¿y si no lo son? ¿Qué pasa cuando alguno de esos... Více

Introducción
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29

Epílogo

316 34 10
Od phoenixetwolf

TRES MESES DESPUÉS

-Hola, mamá.

Como siempre, no obtuvo respuesta. Un viento gélido le despeinó por completo, agitando su cabello rubio.

-Siento... siento no haber venido antes. -soltó un sonido a medio camino entre un gruñido y una risa. -Ya sabes cómo son los médicos. Unos pesados. No... No me dejaron salir antes.

Sorbió por la nariz. Levantó ligeramente la cabeza, mientras la lluvia empezaba a caer con fuerza sobre él.

-Siento que hayas estado sola... incluso en esto. Renunciaste a todo por mí... Y yo ni siquiera estuve ahí.

Escuchó unos pasos tras él. No se atrevió a volverse. Un hombre se colocó a su lado, mirando al chico con ternura.

-No fue culpa tuya. Ella eligió darlo todo por ti. Incluso su vida.

Naruto sonrió amargamente. Se arrodilló para acariciar con los dedos lo único que le quedaba de ella: unas palabras grabadas sobre la piedra.

-Ni siquiera supe quién era realmente.

Minato extendió el brazo con torpeza, rodeándolo. Naruto se dejó hacer, sin fuerza para zafarse.

-Eso pensaba yo también. Pero sí, lo supimos. Fuimos los únicos a los que se mostró realmente. Estoy seguro.

No contestó. Ninguno habló en un rato. Dejaron que la lluvia les empapara y se llevara cualquier otro sonido.

-Te quería. Te quería con toda su alma. Lo sabes, ¿verdad? -Naruto asintió, sin poder evitar reírse.

-También te quería a ti.

Minato sonrió por primera vez en mucho tiempo.

-Quizá. Yo... Quiero creer que, incluso después de tanto tiempo, yo también la amaba a ella.

-Ella me lo contó. Que de verdad se enamoró de ti. Que te quiso como nunca había querido a nadie.

Antes de que Minato pudiera interrumpirle, Naruto continuó:

-¿Sabes? Ella solía decirme que puedes volver a enamorarte... Pero que la primera vez que te enamoras, que te enamoras de verdad, nunca la olvidas. Que nunca será igual.

Minato sonrió.

-Quizá.

-Estoy seguro -replicó el muchacho, sonriendo.

-¿Entonces...?

-¿Entonces? -arqueó una ceja. Minato sonrió con picardía.

-¿Le has dicho ya que tú ya has encontrado a ese primer amor?

Naruto abrió mucho los ojos, para después pegarle un codazo en las costillas. Minato gruñó, pero seguía riéndose a pesar de todo. Naruto acabó por reírse también, mirando con dulzura el nombre de su madre.

-No tengo que decírselo. Ella ya lo sabe. Lo supo antes que yo.

No sabrían decir cuánto tiempo se quedaron allí, quietos, sin mediar palabra. Simplemente, sintiendo. Sintiendo dolor por la mujer que habían perdido, por el amor que habían ocultado, por todo lo que habían pasado. Y diciéndose mil cosas en silencio. Cosas que nunca habían compartido como padre e hijo, y que a esas alturas, ya nunca compartirían.

-Naruto. Quiero darte algo.

El muchacho miró a su padre. Eran iguales. Desde los ojos hasta la barbilla, pasando por la nariz, la boca, la cara. No había nada en él que no le recordara a su padre.

-Te equivocas -dijo Minato, como si le hubiera leído la mente. -Tú nunca tuviste mis ojos azules. Tus ojos son de tu madre.

Naruto sonrió. Agradeció a la lluvia que no se notara que estaba llorando.

Minato le cogió la mano, y depositó un colgante en su palma. Era un símbolo muy sencillo, una simple espiral.

-¿Qué...?

-Poco antes de que Kushina se fuera, yo le propuse casarnos. Ella nunca me respondió, pero... Yo le regalé ese colgante. Le dije que era nuestro símbolo, que siempre que lo mirara sabría que yo la quería con toda mi alma. Cuando se fue, lo encontré en mi mesilla.

Entrecerró los ojos con una sonrisa.

-Pensé que con eso me decía que no me quería. Que solo había fingido para acercarse a mi padre. Que yo nunca signifiqué lo que ella significó para mí.

-No. -le interrumpió Naruto, cerrando la mano en torno al colgante. -Si ella hubiera conservado eso, no habría podido soportar estar lejos de ti. Porque al recordar que tú la querías, recordaría que ella te quería.

Minato sonrió.

-Ya no necesito nada de eso para recordar que la quiero. Es hora de que lo tengas tú.

Sabía que aquello sería raro, e incluso incómodo para los dos. Pero no pudo evitarlo. Se lanzó contra él, hundiéndose en sus brazos, sofocando el llanto contra su pecho. Minato, sorprendido, tardó unos segundos en reaccionar. Las lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas mientras cerraba los brazos en torno a ese muchacho. Su hijo.

Por un momento, dejaron de ser quienes eran. Por un momento, Naruto volvía a ser solo un niño asustado, abrazado a su padre. Por un momento, Minato era un padre cualquiera, consolando y buscando consuelo en su hijo.

Se separaron a trompicones. Ambos sonreían, con los ojos aún rojos.

-Naruto, voy a volver a mi ciudad, donde vivo ahora. Quieres... ¿quieres venir conmigo?

Naruto carraspeó, algo incómodo.

-No. Ya tengo 18 años. Puedo vivir solo. Además, tengo el bar de mamá. Y... -miró de reojo a un banco cercano, y sonrió levemente. -Tengo otras razones para quedarme.

Minato sonrió.

-Ya veo. Entonces déjame desearte suerte, Naruto. Yo... yo también te quiero, hijo.

Le costó poner esas palabras seguidas, y Naruto lo sabía. Por eso no pudo evitar cogerle de la cazadora, intentando retenerle unos segundos más.

-Podré... ¿llamarte alguna vez? Para... hablar.

Minato pareció sorprendido, pero asintió.

-Claro, Naruto. Puedes llamarme cuando quieras.

Dieron media vuelta, echando a andar cada uno en una dirección distinta. Minato montó en su coche, se despidió del muchacho rubio con la mano y arrancó, perdiéndose en la lejanía. Naruto echó a andar hacia el banco, donde había una figura sentada, con las manos entrelazadas.

-Hola -musitó el rubio, sentándose junto a él. El otro inclinó levemente la cabeza a modo de saludo. -Tan hablador como siempre.

Se quedaron en silencio, con la vista fija en un punto cualquiera del cielo.

-Están desmontando la organización de Hidan -dijo rápidamente, como si temiera no poder decirlo. -Kakashi me dijo que no presentarían cargos contra mí. Soy... libre.

Naruto le miró de reojo, intentando no incomodarlo.

-Entonces, ¿qué se te pasa por la cabeza? -preguntó despreocupadamente.

El moreno suspiró.

-Que ya no tengo nada de la vida que conocía.

Naruto se mordió la cremallera de la chaqueta.

-Yo tampoco -susurró. -Dejamos mucho atrás... Pero eso sólo significa que es hora de comenzar una nueva vida.

El moreno lo miró de reojo.

-¿Por qué no te has ido con tu padre?

El rubio se giró hacia él, mirándolo directamente por primera vez en tres meses. Vio en la profundidad de sus ojos negros lo mismo que latía en los suyos. Le sonrió, burlón.

-¿Tú que crees?

El moreno consiguió sonreír.

Habían perdido muchas cosas. Pero también habían encontrado una que latía con tanta fuerza que les hacía creer que nada más importaba.

Y es que, quizá, nada más importara.

-Déjame adivinarlo.

Enredó sus dedos en torno a su cabello rubio. Esta vez, no tuvo que hacer fuerza alguna. Se inclinaron y sus labios se juntaron, sellando una vez más algo que sus corazones ya habían sentenciado hacía mucho tiempo.

Pokračovat ve čtení

Mohlo by se ti líbit

153K 12.8K 51
Es un omegaverse La historia es un AU Es decir Un universo Alternativo de Dakaretai otoko, no tiene ningún relación con la trama original. Disfruten...
986K 104K 142
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...
190K 16.1K 35
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
56.5K 1.5K 23
-Imágenes de kakashi y su generación -Ship principal obikaka Las imágenes no son mías y se dan los créditos correspondientes a sus autores.