Estamos viajando en tren, rumbo al dichoso lugar al que Jimin quiere ir. Está tan emocionado que se le nota en el rostro la euforia.
-¿A dónde vamos? ¡Dime! Podrías estar secuestrándome en este preciso momento y yo sin darme cuenta de nada.
-Pero confías en mí.- Me dice sonriendo.
-Dime dónde vamos... Soy una persona curiosa. Me voy a enojar...
-¿Eso es una amenaza?- Pregunta con picardía.- ¿Qué vas a hacer si no lo hago?
-Si realmente te estaría amenazando, no podrías distraerte ni por un segundo. Cualquier cosa podría pasar en ese tiempo. Ahora dímelo.
Como dos idiotas, estamos conversando por teléfono. El tren va llenísimo y conseguimos asientos separados, así que lo llamé ya que tengo el manos libres a la mano.
-Ayer peleamos así que no pude preguntar por Sarang, ¿mañana irás a verla?
-Si.- Asiente también moviendo su cabeza. Mi ubicación me permite verlo mientras que él no a mí.- No he faltado a una visita desde que entró a ese lugar.
-¿Cuánto tiempo lleva?
-Van a cumplirse tres años.- La tristeza en su voz es palpable.- Debo sacarla de allí...- Dice más para si mismo.
-Lo harás. Estoy seguro.- Ya no responde pero puedo ver su rostro pensativo. Quizás no debí preguntar.- ¿Falta mucho?- Intento cambiar de tema.
Él se endereza para ver por la ventana y ubicarse.
-Solo un poco. No te molesta esperar, ¿verdad?
-No, realmente.
-Oye... me contaste que saliste con Tae una vez. ¿Cómo fue? Debe de ser cansador.
-¿Cansador?- Le pregunto confundido.
-Si, Hobie y Tae se la pasan besuqueándose y... lo otro también. Debe ser exhaustivo.
Río exagerado por su relato, viendo como hace un puchero por mí reacción.
-¿Qué?- Pregunta ofendido.
-Nada, nada.- Le contesto intentando calmar mi risa, la gente empieza a mirarme extraño.- Sólo digamos que podía seguir... el ritmo.
Jimin no contesta a eso. Simplemente se queda mirando a la nada, tengo miedo de lo que está cruzándo por su cabeza.
-No debías preguntar si no te sientes cómodo con el tema.
-No es eso... Solo me resulta difícil de imaginar. Quiero decir... ya ni siquiera sé que estoy diciendo. Es que eres tan varonil que nunca lo podría haber adivinado si no me hubieses contado.
-Pues... No todos los gays son iguales...
-¿Lo has hecho con mujeres?- Río bajito por su pregunta, no quería ofenderlo otra vez.
-Sí. Muchas veces. ¿Tú los has hecho con hombres?- Digo lo último en un tono bajo para que nadie escuche.
-¡No!- Grita escandalizando a todos a su alrededor, sonrío para mi mismo al ver su cara abochornada.- No.- Vuelve a repetir bajito.
-¿Nunca lo harías? ¿O crees que habría posibilidad?- Definitivamente, soy masoquista.
-No, no... podría. Los hombres no me atraen, no me... excitan.
-Ya veo...- Mi tono de voz suena triste pero al parecer no se percata por estar hablando por teléfono.
-Ya casi llegamos. Cortemos para acercarnos a la puerta.
Sin más preámbulos, corto y pidiendo permiso, me escabullo hasta donde está Jimin. Para no perderme tomo su mano, él no se niega sino que la toma con fuerza para no soltarme en el camino.
Una vez fuera, logramos respirar el aire frío de la mañana otra vez. Allí dentro se estaba calentito, sin embargo, casi no se podía respirar por la cantidad de gente.
-Por aquí.- Me indica Jimin, ya que nuestras manos se sueltan al bajar.
Miro a todos lados percatándome del lugar en donde estábamos.
-No me digas que iremos a la Torre Busan...
-¿Eh? ¿Cómo lo sabes? Creí que logré marearte lo suficiente como para que no sepas donde estamos.- Mi risa no se hizo esperar una vez más.
-Si serás idiota. ¡Yo nací aquí, en Busan!
Los ojos no se le salieron de las cuencas porque no somos dibujos animados.
-¡¿Por qué no me lo dijiste?!- Grita Jimin emocionado.
-Porque no preguntaste. Debí adivinarlo... después de haber viajado como tres horas.
-Hace mucho que no vengo. No puedo por los horarios. Y no puedo quedarme porque debo visitar a Sarang. Pero quería mostrarte el lugar en donde nací. Supongo que mi plan es un total fracaso.
-Claro que no... Bueno... No te mentiré, es un completo fracaso pero de igual manera podemos divertirnos. Además, también vinimos a tomar fotos.
-Bien...- Dice algo decepcionado.- Vamos allá, en la escalinata, allí la luz da perfecto para tu perfil.
-¿Mi perfil?- Pero no oye mi pregunta ya que sale corriendo al lugar indicado.
Lo sigo hasta encontrarlo analizando el lugar.
-Quizás deba sacarte de aquel ángulo... Mmm... no lo sé. ¿Cuál es tu mejor perfil?
-¿Qué pregunta es esa?
-Claro, tienes razón. Saldrás bien de todos los ángulos. Entonces ven, sostente de la barandilla e intenta mirar a lo lejos.- Me dice tomando mis hombros para ubicarme en el lugar indicado.
-¡Espera!- Le digo soltándome de su agarre.- ¿Por qué tengo que yo ser el modelo? ¿No íbamos a sacar fotografías del paisaje?
-¿Quién dijo eso?- Era verdad, nadie dijo que tenía que ser precisamente fotografías de paisajes. Jinhye solo dijo que hay que entregar un photobook de veinte fotografías.
-Creo que nadie.
-¡Lo ves! Ahora ubícate ahí.
-¡Espera!
-¡Qué ocurre esta vez?- Me pregunta exasperado.
-¿Quién te dijo que yo sería el modelo?
Jimin me mira suplicante pero yo sólo niego la cabeza.
-¡Vamos, Kookie! ¡Eres perfecto!... para esto, quiero decir.- Se corrige.
-No quiero hacerlo y no lo haré. A menos que... No, nada.
-¿Qué? ¿A menos que...? Dime.- Me pregunta curioso. Ya que quieres saber. Voy a jugar un poco.
-¿Harías cualquier cosa?- Pregunto imperante.
-Sí.- Me responde firme. Esta cerca de mí, ya que antes me estaba ubicando donde la luz daba con mi perfil.
-¿Lo que sea?- Vuelvo a preguntar, pero esta vez doy un paso hacia él quedando de frente, él se tensa.- No importa que te pida... ¿Lo harás?- Hablo casi sobre su boca. Jimin lame sus labios, sin quitar su mirada de los míos. Las ganas que tengo de besar esa boca es casi desesperante. Pero debo comportarme, no quiero asustarlo.
-Jungkook...- Susurra cerca de mis labios suplicando para que me aparte.
-¿Te rindes?- Pregunto divertido. Pero él no se mueve. Mantiene su posición firme negando con la cabeza. Las personas que pasan nos miran indignados por la escena que estamos montando.
Vuelvo a mi posición alejándome de Jimin, viendo como éste volvía a respirar tranquilo.
-Bien. Entonces, tu también los harás.
Asustado, me mira a la cara preguntando con la mirada a qué me refería.
-También posarás para mí. Si tú me tomas fotos entonces yo te tomaré fotos a ti.
-Ah... Claro...
-¿En que pensabas?- Le pregunto riendo con picardía.
-Eres un perverso. No te hagas el inocente.- Río a carcajadas por su comentario, tapando con mi mano mi boca.- Tsk... No hagas que me enoje contigo. Ya para.
Intento regular mi respiración. Mi estómago dolía de tanto reír.
-Por un momento creí que aceptarías.- Le confieso.
-¡Ya! Ponte ahí.- Me dice alejándose, sacando su cámara de la mochila y preparándola.
Nunca he posado para fotografías profesionales o semi profesionales. A lo sumo para fotos con amigos y ya.
-No sé que debo hacer.- Medio grito a Jimin, ya que estaba algo lejos.
-Solo mira a lo lejos. El resto déjamelo a mí.- Asiento e intento hacer lo que me indica.
Me siento patético en esa situación. Las personas pasan mientras el click de la cámara de Jimin suena. Después de unos minutos, ya estoy cansado de ser el centro de atención.
-¡Es tu turno!- Le grito bajando de la escalinata para ir donde estaba Jimin.
-Aún no he sacado las suficientes.- Me dice haciendo un puchero.
Tomo la cámara para ver las fotos y me encuentro con unas doscientas.
-¡¿Qué no has sacado suficientes?! ¡Mira esta cantidad!.
-No he tomado todos los ángulos. Ve una vez más ¿si?
-No.- Le respondo.- Es tu turno. Pero no en ese lugar. Que tal allí. Cerca de las flores.
-¿Tanto te gustan las flores?
-No las adoro ni me desagradan. Solo lo propuse por encontrar otro lugar.- Le digo tomándolo de la muñeca para llevarlo hasta allí.- Aquí.
Lo dejo en su lugar y me ubico para tomar fotos. Preparo la cámara para sacar fotos pero algo me detiene. En la pantalla veo a Jimin observándome fijo, intento disimular que no lo veo para poder contemplarlo un poco más. Su rostro denota confusión, como si luchara contra si mismo.
-¿Listo?- Pregunto, a lo que Jimin aparta su mirada de mí abochornado, para observar otro lugar. Comienzo a tomar fotos intentando tomar cada ángulo que me es posible.
Su rostro era muy bonito al igual que todo en él. Es mucho más lindo cuando el sol da en su anaranjado cabello, provocando que destaque entre todas las personas.
-Jimin-ah sonríe.- Le grito avergonzandolo, pero su sonrisa no se hace esperar.
Cuando veo que Jimin se acerca a mi posición, dejo de tomar fotos, entregando la cámara.
Jimin la toma para verlas.
-Oye. ¿Por qué tan cerca?- Desconcertado me acerco a él para yo también poder ver las fotos. En un principio había sacado fotos de lejos, pero cada vez que avanzaba, eran tomas cada vez más de cerca. Sin darme cuenta, había dado zoom con cada fotografía que tomaba, hasta llegar a tomar su rostro y parte del torso. En aquellas Jimin sonreía.
-No me di cuenta. Supongo que quería tomarte fotos más de cerca.- Le digo sincero.- ¡Oh! Luego me pasas esa.
-Claro que no. ¡Mírame! Mi sonrisa es exagerada.- Le quito la cámara de forma brusca antes de que pueda eliminarla.- ¡Oye! ¡Devuélvemela!
-Solo quiero esta foto.- Le digo forcejeando mientras intento pasar la foto a mi celular.- Es-muy-lin-da.
Una vez la paso, le entrego la cámara a Jimin.
-Bien, pero tendrás que sonreír para mí. Yo también quiero una foto tuya sonriendo.
-Eso no sucederá.- Le digo avanzando hacia un puesto de comida.- Tengo hambre. Comamos algo y volvamos. Se está haciendo muy tarde.
-¡No se vale! Yo también quiero una foto tuya sonriendo.- Dice Jimin haciendo un berrinche.
-¿Qué quieres comer?
-¡No me cambies de tema!
-Si no quieres comer esta bien por mi.
-¿Jungkook?- Siento que me llaman, pero esa no era la voz de mi amigo. Paro en seco para saber quien me habla y veo allí parado, cerca de la posición de Jimin, a Yoongi. Intento controlar mis ganas de salir corriendo del lugar, compensándolo con ir donde Jimin está parado, posicionándome a su lado. Él nota mi incomodidad y a pesar de mi comportamiento anterior no me aparta.
-Yoongi.- Saludo medio cortante. No me sale ser más amable.
-¿Cómo has estado? Tiempo sin verte.- Exclama acercándose un poco más a nuestra posición. Por alguna razón mi cuerpo reacciona escondiéndose detrás de Jimin.
-¡Bien!- Digo algo avergonzado por mi actitud.- ¿Y tú? ¿Cómo has estado?
-Todo tranquilo.- Yoongi me mira interrogante ante la persona que está en frente mío. Jimin está tenso, podía notarlo en su espalda.
-Oh, claro. Yoongi, él es Jimin, un amigo. Jimin, él es Yoongi.- Yoongi iba a acercarse a darle la mano pero al parecer cambio de idea.
-Encantado, Jimin.- Sin embargo, éste no contesta y el miedo que en un principio sentí por Yoongi ahora era reemplazado por temor a cómo reaccione Jimin.
-¿Jimin?- Lo hablo al oído. Él relaja un poco sus hombros, pero no lo suficiente como para tranquilizarme.
-Acaso tu amigo no habla.- Bromea Yoongi y desearía que por lo menos una vez en su vida se hubiese quedado callado.- Jungkook, ¿quieres comer algo?
-¿Eh?- Su pregunta me desconcierta pero no tengo tiempo para contestar, ya que Jimin toma mi muñeca y camina lo más rápido posible hacia algún lugar desconocido. Su agarre es tan fuerte que la piel me escuece.- Jimin... me duele...- No me escucha, sigue con su camino hacia donde quiera que vamos. Pierdo de vista a Yoongi provocando calma en mi cuerpo.
Estamos ya demasiado lejos del sitio en donde nos sacamos fotos, pero Jimin sigue caminando.
-¡Ya basta!- Grito soltándome de su poderoso agarre.- ¿Qué demonios te ocu...?- Pero antes de que pueda terminar, Jimin le da un puñetazo a la pared partiendo la piel de sus nudillos, provocando que su mano sangre.
-Distráeme.- Me dice exaltado.
-¿Qué?- No entiendo nada, mis nervios se descontrolan al verlo sangrar
-Distráeme o volveré a golpearlo. ¡Distráeme!
Nervioso por la posibilidad de que Jimin y Yoongi peleen pienso en algo para distraerlo. Nada se me ocurre.
-Va-vamos a comer. Ven...- Le digo tomando esta vez yo su muñeca. Caminamos unos pasos pero vuelve a soltarse.
-No, no es suficiente.- Me dice caminando de un lado a otro como león enjaulado.
-Ya basta, Jimin. No tienes que preocuparte por él.
-¡¿Que no me preocupe por él?!- Me grita asustándome.- Me dices que no me preocupe cuando producto del temor te escondiste detrás de mí. ¡Del temor que él te provoca!
Que puedo responder a aquello cuando todo lo que dice es cierto...
-A mí no me importa. No debería importarte a ti tampoco.
-¡¿Qué no me importe?! Ya... deja de hablar, que a quien golpearé es a ti...- Se lleva ambas manos a su cabello desordenándolo con furia y hace el amague de querer volver a dar otro puñetazo en la pared.
Esta vez lo detengo, detengo su mano para que no termine por rompérsela.
-Ya basta, Jimin. Ya no te hagas daño...- Le suplico pero no me hace caso, quitándome del camino. Asustado otra vez al comprender hacia donde se dirigía, lo tomo de un hombro, estampándolo contra la pared, posicionándome al frente, pegando mis labios a los suyos.
No entiendo porque lo hice, solo lo hice y ya. Nuestro labios no se mueven, sólo están pegados. Mantuve mis ojos cerrados por miedo a ver la expresión de Jimin.
Poco a poco los abro encontrándome con su mirada. Me separo de su boca apoyando mi frente en la suya. Mis lágrimas empiezan a correr sin previo aviso.
-Lo siento.- Sollozo. No quiero perderle, no por una estupidez como un beso. Aunque para mi no era ninguna estupidez.- Yo... estaba asustado... No pensé... Perdóname, por favor.- Le suplico cerrando mis ojos, sin separarme.
-Jungkook...- Me susurra Jimin, provocando que mi cuerpo se tense al ver aproximarse sus palabras de odio.- Yo también lo siento. Te asusté cuando eso me proponía a evitar. Soy un idiota. No llores.
Aún con los ojos cerrados, siento sus manos por mi rostro limpiando mis lágrimas. Intento tranquilizarme, no quiero que Jimin me vea así.
Me separo un poco de él y llevo mis manos a mis ojos para limpiar el resto de las lágrimas. Miro a Jimin, notando como su rostro cambia de una expresión de furia a una preocupada.
-Quiero ir a casa...- Le pido. Asiente y toma mi mano dirigiéndose a la estación.- Tu mano...- Vuelvo a recordar su herida.
-No es nada. No te preocupes. En la estación compraremos algo para curarme y algo para comer.
Asiento una vez más. Eres tan inútil, sólo eso puedes hacer, asentir.
-Jimin-ah, no volverá a suceder...- Le digo avergonzado.- Te prometo que no volveré a besarte.- Si así no lo prefieres...