Glamour © [Editando]

Od ItsJonesBriel

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Stephanie Moore. 18 años. Hija de papá. Destinada a tener éxito. Fama, dinero, lujo, fiestas y de la alta éli... Viac

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
#Wattys2016
Capítulo 44
Capítulo 45
Epílogo P. I
Epílogo P. II
Agradecimientos + Curiosidades
CAPÍTULO BONUS: 'Papá' [ESPECIAL +500K LEÍDOS y 1k seguidores]

Capítulo 34

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Od ItsJonesBriel

Reviso cada página de cada revista de prensa rosa que me encuentro cuando confirmo por mí misma que es verdad y que se ha filtrado todo: desde la foto del baño que ya se había exparcido como la pólvora en la Universidad, hasta una foto nuestra cogidos de la mano yendo a almorzar.

Cierro los ojos mientras se me cae la carta al suelo. Me paso la mano por el pelo y con la otra cuelgo a Cassandra que seguía en la otra línea. No sé exactamente qué hacer. Esto aparte de arruinarme a mí, arruinará a mi padre dado el hecho de que haya acabado mi relación con Daniel sin que haya sido expuesta públicamente; además de que Elliott va a dejar de ser un simple chico y la prensa lo va a acosar. Su privacidad va a ser nula a partir de ahora.

Me siento mal, y mis ganas de llamarle aumentan. Pero, ¿estaría mal hacerlo, no? He sido yo la que ha roto con él, la que le ha roto el corazón y casi le arruina la vida... además de eso, ahora acabo de quitarle su privacidad. Me siento fatal.

Decido con la ayuda de una moneda. Si sale cara, le llamo. Si sale cruz, no lo hago. Tiro al aire la moneda y cierro los ojos; y cuando cae en la palma de mi mano, lo miro.

Agh, a la mierda.

*****

—¿Stephanie?

Su voz suena entre sorprendido y soñoliento. Creía que iba a estar trabajando en el bar, pero no escucho ruido de fondo.

—Siento si te he molestado, es que...

—Son... las tres de la mañana—me interrumpe más confuso aún—. ¿Ha pasado algo?

Trago bilis. Si no me ha contestado mal, es que no sabe nada aún, ¿no? Le conozco bien y aunque pueda contestarme mal, él nunca me haría eso. Aún así...

—Olvidaba la zona horaria—contesto cortada, y añado en voz baja:—Lo siento.

—¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?

Le estoy llamando desde una cabina telefónica. He pensado que desde ahí sería más difícil rastrear la llamada por mi padre, y aunque no estoy segura de si es capaz de eso, me quería asegurar.

—Estoy bien—digo—. De hecho quería preguntarte qué tal estabas.

—Ah—chasquea la lengua—. Bien. Todo ha vuelto a la... normalidad.

Su voz de alivio me rompe un poco el corazón. Sé que todo ha vuelto a ser como antes porque corté con él. Me duele haber sacrificado eso, porque realmente lo quiero. Pero también me importa lo suficiente como para dejarle ir para que tenga una vida normal y sin mi padre drástico detrás de él.

—Me alegro—sonrío tristemente al teléfono—. Creía que trabajabas en el bar. Por eso llamé...

—Es mi día libre. Pasado mañana vuelvo a trabajar.

—¿Ya no trabajas para... mi padre?—me atreví a preguntar.

—No. Denegué la beca concedida en Londres y fui yo personalmente a dimitir mi puesto. Parecía satisfecho con mi decisión.

No sé cómo tomarme aquel tono de voz. Tengo un nudo gigante en la garganta y me escuece... Sé que me pasa eso cuando estoy a punto de llorar. Escuchar su voz me hace llorar, porque realmente lo echo de menos.

—¿Y tus padres? ¿Tu madre ha vuelto a trabajar?—intento desviar el tema.

—Sí. Los dos. Mi madre en otra empresa y mi padre sigue en Stirlines. Tu padre sigue siendo generoso.

Eso me vuelve a romper un poquito más el corazón. Sé que no lo dice con ironía y que agradece que todo vuelva a la normalidad, pero sé que en algún punto, le duele todo como a mí.

—¿Qué tal tú, con Daniel? He oído sobre el anuncio de la fecha de vuestro compromiso; felicidades.

Frunzo el ceño. ¿Qué? ¿De qué habla?

—Perdona, ¿qué?

—Tu compromiso con Daniel O'Donnel—repite, y su voz es tan neutra y póker que no sé si está molesto o no.

—No he vuelto con él.

—Tu padre y él anunciaron hace tres días que...

Tengo la boca abierta. Dios mío. Mi padre ha vuelto a meterme en el ajo. Tengo un cabreo impresionante encima que siento la adrenalina correr por mis venas. Creo incluso que estoy roja como un tomate de la rabia. No me podía creer que hubiera hecho eso.

—Mi padre... Oh Dios, nunca me va a dejar en paz.

—Lo siento—contesta realmente sincero—. No sabía que... pero él llevaba semanas diciéndolo públicamente. Hace tres días dio una conferencia y al final del evento apareció O'Donnel y anunciaron la fecha, para el 28 de Agosto de este año...

Me paso las manos por el pelo intentando asimilar todo. No puedo creer que esté actuando sin consentimiento, controlando mi vida privada completamente y a mis espaldas. No me creo que pueda ser tan rastrero.

—Dios, lo que me faltaba ya...

—¿Por qué? ¿Ha pasado algo más?

—Ajá. Mi querido acosador ha vendido información y fotos a la prensa rosa sobre nuestra relación—digo con bastante cuidado, y él no responde por lo que sigo hablando—. Lo siento muchísimo, Ell... Halliwell. No te van a dejar en paz nunca. Todo es mi culpa, lo siento.

Escucho un suspiro por la otra línea y ya asoman lágrimas de mis ojos. Las limpio rápidamente, enfadada conmigo misma y con mi padre en general.

—Eh, no te disculpes. No es tu culpa. Son cosas que pasan y...

—No lo entiendes—le interrumpo—. La prensa y paparazzis te va a perseguir y van a invadir tu espacio personal... Realmente lo siento, haré lo que sea en mi mano y te compensar...

—Por favor, Steph—y yo de alguna manera me derrito en cuando vuelve a llamarme así y me siento tan tonta y estúpida... no debería sentirme de tal manera y aún así lo hago—. Relájate. Podré con ellos.

—Lo siento—digo simplemente, sin controlarme las lágrimas—. Lo siento por todo. De verdad.

******

Al día siguiente voy a clase con toda la normalidad del mundo; algo decaída después de haber hablado con Elliott la noche anterior y no poder decirle de verdad todo lo que quiero decir, pero como podía.

Alice me pregunta sobre la París Fashion Week y yo me animo un poco tras contarle sobre mi encuentro con el diseñador Archie Nelson y que aceptó mi portofolio de diseños.

—Oh Dios mío—ella suelta un gritito y me sacude levemente—. Es casi como si te hubiera dejado un sitio para ser una de sus limitadas estudiantes de prácticas en cuanto te gradúes. ¿Sabes qué significaría, verdad?

Asiento con la cabeza.

—Tendría un puesto en su equipo... La nueva pero prometedora apuesta del gran Archie Nelson.

Sonreímos las dos complácidas. Pensando en aquella utopía, pienso en lo agradecida que estoy de haber ganado aquella beca en la Royal College of Arts y de haberme rebelado en mi vida profesional a mi padre. Puede que todo fuera mal, pero...

Llegamos a clase, y en cuanto entramos por la puerta todas las miradas van dirigidas a nosotras. Frunzo el ceño y ambas nos miramos, mientras nos sentamos en nuestros sitios. Aún así, no paran de mirarnos... aunque sinceramente, parece que sólo me miran a mí. Me doy cuenta de que todos sostienen el periódico del campus y un par de revistas del corazón.

Abro los ojos por completo en cuanto me doy cuenta de la razón por la que lo hacen: ya saben mi verdadera identidad, que soy la heredera o ex heredera o casi heredera de la empresa mundialmente conocida Stirline.

Me levanto de mi sitio. Cojo la mochila y me disculpo con Alice antes de salir corriendo por la puerta. Parece una escena típica de una película de instituto pero de repente aquel edificio me parece asfixiante y necesito aire.

Cuando algo del edificio y respiro profundamente, veo delante un todoterrenos de color negro y no es precisamente el Range Rover de Halliwell...

Dos hombres salen de él y se dirigen hacia mí. En cuanto se acercan, cada uno de ellos me coge del brazo y me arrastran hacia dentro del coche.

—¿Qué estáis...? ¿Qué están...? ¡Socorro! ¡Ayuda!—grito inútilmente.

Mis peores miedos se despiertan. ¿Por qué me cogían contra mi voluntad? ¿Por quién estoy siendo llevada? ¿Es mi acosador?

No me da tiempo a gritar más porque hay otro hombre sentado en el coche y me pone un pañuelo en la nariz que me hace dormir.

__________________________

¡Hoooola!

Ajá. Capítulo intenso right there 🐸☕️

Espero que os haya gustado el capítulo. Sigo sin saber el número exacto de capítulos de esta Historia, y veo que el final sigue siendo lejano así que podéis respirar tranquilos 🤔

¡Muchas gracias por todos los votos! Y a los nuevos que leéis esta novela. Los que comentáis, leéis y votáis sois los reales MVPs. Se agradece un montón y me hacéis sonreír muchísimo 💖

Os dejo mis redes sociales 😌

Twitter: @JonesWeirdo
Tumblr: dontbeinlovewithsomeonelse
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Kisses, Nicole 💁🏻

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