Término Medio ( #1 Saga InfoN...

Af darlis_steff

20.3M 1.7M 1.4M

Adelaide Parson se define así misma como una mujer en el término medio: En lo bonita, en la suerte, en virt... Mere

Prologo
Capítulo Uno: Nuevo Trabajo
Jocker Hans
Capítulo Dos: Té rojo
Capítulo Tres: Prejuicios
Jocker Hans
Capítulo Cuatro: Tesorito
Capítulo Cinco: En vivo
Capítulo Seis: Rara
Capítulo siete: Nudos de corbatas
Capítulo Ocho: Fresa para el postre
Capítulo Nueve: Lujuria
Capítulo Diez: Pequeño Demonio
Capítulo Once: Me gustas. Te gusto. Nos gustamos
Capítulo Doce: Mundo feliz
Capítulo Trece: Preguntas
Capítulo Catorce: De ordinaria a extraordinaria
Capítulo Quince: Antiguo Desastre
Capítulo Dieciséis: Manos traviesas
Capítulo Diecisiete: La mejor cita
Capítulo Dieciocho: El regalo de Adelaide
Capítulo Diecinueve: Summerland
Capítulo veinte: El talento de Brody
Capítulo Veintiuno: El último
Capítulo Veintidós: Preciosa
Capítulo Veintitrés: Conociendo los secretos
Capítulo Veinticuatro: El peor actor, el mejor mentiroso
Capítulo Veinticinco: Bad Boy
Capítulo Veintiséis: Miedo
Capítulo Veintisiete: Ojos fríos
Capítulo Veintiocho: Quebrándose
Capítulo Treinta: Pesadilla
Capítulo Treinta y Uno: Avanzar
Capítulo Treinta y Dos: Solo seis meses
Capítulo Treinta y Tres: Soledad y Culpa
Capítulo Treinta y Cuatro: Oscuridad
Capítulo Treinta y Cinco: Frases incompletas
Capítulo Treinta y Seis: Promesa rota
Capítulo Treinta y Siete: Noticias
Capítulo Treinta y Ocho: El recuerdo de una Flor
Capítulo Treinta y Nueve: Promesas
Capítulo Cuarenta: Un respiro
Capítulo Cuarenta y Uno: Nuevos sueños
Capítulo Cuarenta y Dos: Seducción
Capítulo Cuarenta y Tres: El error de Alice
Capítulo Cuarenta y Cuatro: Cerrar el pasado (Penúltimo)
Capítulo Cuarenta y Cinco: La estrella más Brillante (Final)
Epílogo
Agradecimientos
Derechos de autor

Capítulo Veintinueve: Aun está aquí

332K 34.3K 29.9K
Af darlis_steff


Capítulo veintinueve: Aun está aquí.

12 de julio, 2014.

No he hablado con Brenda desde que supe que Warren es el dueño de la esperma de la que vengo o al menos no con frecuencia o una conversación real. Pero, por primera vez le estoy dando la oportunidad de ser la madre que ella debió ser. La dejo consolarme, la dejo sostener mi cabeza sobre su regazo mientras acaricia mi cabello y yo ridículamente lloro.

Lloro por el desastre actual.

Lloro por Jocker.

Lloro porque lo extraño.

Lloro porque sé que voy a extrañarlo mucho más una vez se vaya.

Lloro porque me he enamorado y las cosas no han salido bien para mí.

—Esta bien nena, todo va a estar bien.

—No, nada esta bien. Todo se ha ido a la mierda— aseguro.

Ella acaricia mi cabello y en algún punto me calmo, me tranquilizo y solo quedan mis ojos irritados e hinchados junto a una nariz muy sonrojada.

—Adelaide...

— ¿Ah?

— ¿Si sabes que él se va y no tendrás tiempo para pasar con él?

Gracias por hacerlo más obvio, quiero decir. Me incorporo y abrazo mis piernas.

—No lo digo para lastimarte, solo que... estás aquí, llorando y sufriendo pero Jocker aun esta a una corta distancia. Aun esta aquí esperando quizás que lo dejes compartir contigo.

>>Quizás no te sientas bien, pero piensa en cómo vas a sentirte cuando te des cuenta que se ha ido por un tiempo y ni siquiera te despediste o terminaron en buenos términos, sobre todo teniendo en cuenta que...

— ¿Qué va a dos países en situaciones conflictivas? ¿Qué puede vivir como morir?

No me dice nada pero asiente con la cabeza. Según lo que Elise me dijo mientras hablamos por mensajes, Jocker se va el 17, falta tan poco para eso.

En el programa ya están anunciando su despedida y Breana dice que están buscando a alguien para que este durante esos dos años en los que Jocker no estará.

Todo pasa muy rápido.

Veo hacia la pared y suspiro. Vuelvo la vista a Brenda, viendo por este momento a la madre que creo debió estar siempre presente.

—Esta es la madre que siempre quise ver— susurro.

—Tú nunca me dejaste cuidarte. Siempre fuiste independiente...

Permanecemos en silencio, mi celular suena y ella me lo extiende. Es un mensaje de Holden invitándome al cumpleaños de Derek.

***

15 de julio, 2014.

— ¿Si es una buena idea?

—Deja de ser una mártir, que esa no eres tu— Alexa da un golpe en mi frente, me quejo—. Ve a disfrutar con ellos, se convirtieron en tus amigos que ya no les lleves café no quiere decir que no puedas venir a estos eventos.

>>Cierto, el tipo que te dio el corazón roto esta adentro, pero ¿Y? Ambas sabemos que aun así quieres verlo para saber que esta bien porque te mata saber que una vez se vaya no sabrás con frecuencia cómo se encuentra.

Es temprano, una fiesta a la luz del día porque luego ellos deben ir al programa. Curiosamente hoy en el programa es la despedida de Jocker. Y muchos están desbastados porque ¿Quién no ama a Jocker siendo parte de InfoNews?

Alexa Detiene el auto de su papá frente a la casa de Derek. Hay varios autos estacionados, entre ellos el de Jocker. Bueno, yo he llegado un poco tarde y eso me lo ha confirmado los mensajes de Elise sobre cómo va a degollarme si no aparezco.

—Renuncié al trabajo, finalmente lo hice y Gary casi me mata por ello.

—Porque Gary es el chico raro que ama acecharnos mientras conversamos— aseguro volteando a verla—. Me alegra que lo hicieras, ahora vas vía ser una gran estilista.

—Eso esperemos, va a ser raro. Como que ya estaba acostumbrada.

—Acostumbrada a ser una esclava.

—Esa es mi Ade— ríe—. Ahora baja y ve a pasar un buen momento.

— ¿Estás segura que no quieres venir?

—Muy segura, tengo clases en el curso y luego veré a Nixon.

—Está bien, conduce con cuidado.

Bajo del auto y tal como en el cumpleaños de Holden, traigo una botella de vino. Paso una mano por mi cabello cuando me detengo frente a la puerta y toco el timbre.

Krista es quien abre la puerta y me observa con sorpresa antes de sonreír, inclinarse y besar mi mejilla.

— ¡Que gusto verte! Se te echa de menos.

—Apuesto a que nadie tiene tan buenas habilidades con el café como yo—bromeo.

Con Krista no intercambie muchas conversaciones en el programa, casi siempre estaba hablando por teléfono, enloqueciendo por su novio y simplemente ocupada organizando su segmento, pero me agrada y parece que yo le agrado a ella.

Me deja entrar, escucho las risas y conversaciones dispersas. Camino detrás de Krista.

— ¡Pero si es mi bella Adelaide!— exclama Holden llevando de modo dramático las manos a su boca. Río y me sonrojo solo un poco porque sé que varias de las personas invitadas están viéndome.

—Si, parece que soy yo.

Él me da un fuerte abrazo impidiéndome caminar hasta Derek, quien rueda sus ojos y termina su trago.

—Holden, el cumpleañero soy yo, ese abrazo es mío.

—Pues yo he tomado tu abrazo.

—Tengo muchos más abrazos— aseguro.

Holden ríe liberándome y entonces abrazo a Derek deseándole un feliz cumpleaños. Le extiendo la botella y agradece por ella y que viniera. Saludo a las pocas personas que conozco porque muchas de ellas ni idea de quienes son.

Asiento con la cabeza hacia Jocker y le doy el intento de una sonrisa antes de caminar hasta mi dúo favorito que se encuentra con Rayan: Breana y Elise.

—Ese fue definitivamente un saludo muy tenso— asegura Breana.

—Lo fue— apoya Rayan.

— ¿Qué tal esta Summerland?— pregunto desviando el tema y porque quiero saber de ella. De inmediato él sonríe.

—Bastante bien, ahora esta en la escuela luego mi mamá irá por ella. Nos hemos adaptado bien... Melissa no ha dado señales.

—Ella se lo pierde— dice Elise—. Ade intercambié interesantes correos con Matthew.

— ¿Volvieron a la guerra?

—Nuestra guerra aun no termina, queda mucha de ella.

Río y rechazo la bebida que Holden me ofrece. Converso con ellos de forma tranquila y río, no sabía que extrañaba tanto hablar con ellos y tener este tipo de conversaciones.

No me duele haber perdido mi trabajo – duele un poco – lo que me duele es haber perdido la comodidad y buenas personas de las que me rodeaba.

Camino por la casa observando los cuadros como lo hice en el cumpleaños de Valerie. Intento distraerme porque mis ojos solo quieren buscar a Jocker.

—Supongo que estás furiosa con él.

La voz de Valerie me sobresalta pero luego solo me encojo de hombros, no es la persona con la que me gustaría tener una conversación sobre Jocker.

—Esa es la cosa con Jocker, es determinado y cuando se propone algo lo consigue. Desde que lo conocí siempre se ha interesado por visitar los lugares de conflictos y finalmente lo ha logrado. Estoy aterrada de que se lastime.

—O de que muera— la interrumpo y volteo a tiempo para verla estremecerse.

—Pero también me siento feliz de que alcance una meta algo que siempre ha querido hacer. Confío en su juicio de valor, en sus decisiones y creo que sería justo y agradable que él se fuera sabiendo que acá todo queda en orden. Que todos los que le importamos estamos bien.

—Supongo.

—Y tú eres de las personas que más les importan. Él lo necesita.

—Eres una buena amiga para él— suspiro—. Tú lo amas.

—Lo hago.

Y su declaración no me deja ni un poco de sorpresa. Es algo esperado, algo que no puedo siquiera juzgar y algo que imaginé.

—Pero entiendo que lo nuestro no pudo ser, puedo vivir con eso. Tú eres la afortunada de nosotras dos, has conseguido su corazón.

Si, y un corazón roto también. El dos por uno.

—No tengas luego el arrepentimiento de no haber hecho lo que deseas por intentar ser racional. A veces las cosas no se deben pensar, a veces solo se debe actuar y hacer lo que deseamos, Adelaide.

Permanecemos en silencio durante un largo rato antes de que ella apriete mi hombro y se aleje. Me balanceo sobre mis pies.

—Hola, Adelaide.

—Hola Jocker.

Paso mis manos por mi falda intentando limpiar el sudor que aparece en ellas. Respiro hondo porque parece que mis pulmones se han quedado sin aire y mi corazón tiene una loca carrera en mi pecho.

Casi sin darme cuenta estiro mi mano buscando la suya y le doy un suave apretón. Luego me atrevo a girar el rostro para observarlo.

—Te he echado de menos.

—Y yo a ti, cariño— responde—. Lo siento.

—Me lastimas.

Poco a poco libero mis dedos de los suyos y camino hasta el sofá en donde se encuentra Krista y su novio Garret. Jocker me observa y parece que sus hombros se encorvan un poco.

No quería que sucediera, pero creo que lo arruinamos.

No hay relación perfecta.

***

Estoy en mi casa con un gran tarro de palomitas de maíz con extra mantequilla. Mi vista esta fija en el televisor. Hace más de tres horas volví de la fiesta de Derek y ahora es el programa final para Jocker.

Su despedida.

Es casi lindo que el que parece que más rápido va a llorar en televisión en vivo es Holden. Él lo ha conocido por años y seguro que conoce cada sueño por vivir de Jocker, sabe que este es uno de ellos pero ha de estar igual o más preocupado que yo.

—Yo quiero decir algo— dice Breana—. He sido la última de todos en conocerte, pero no por ello te quiero menos. Eres muy especial caramelito serio y sé que te irá grandioso. Lo harás estupendo en tus planes.

No especifican a que lugar se va a Jocker lo cual tiene sentido. Es mejor que se piense que va de paseo a un mundo feliz a que va a arriesgarse en un caso de estudio polémico y problemático.

Todo el programa gira en torno a Jocker, en recuerdos, bromas y abrazos. Muchos espectadores mandan sus buenos deseos y comentarios todos ellos siendo leídos por Krista.

Detengo la mano echa puño de palomitas que guiaba a mi boca porque me doy cuenta de algo:

Todos se han estado despidiendo de Jocker... menos yo.

¿Quiero que se vaya sin siquiera haber tenido un momento con él? ¿Y si sucede algo y lo último que hice fue soltar su mano?

Justo entonces la cámara lo enfoca y pasa una mano por su cabello. Sus ojos tienen unas pequeñas arrugas alrededor por su sonrisa y están tan brillosos que creerías que va a llorar. Quizás quiere llorar, InfoNews se ha significado mucho en su vida.

—Quiero agradecer a todos porque este programa ha significado mucho en mi vida. Me ha ayudado a obtener crecimiento personal y profesional. Sé que aquí se encuentra parte de mi familia, parte de mis sueños y metas alcanzadas.

>>No es un adiós, volveré de nuevo a este lugar que me ha abierto muchas puertas y me ha ayudado a madurar. Gracias a las personas que han seguido cada segmento que ofrecí, cada mensaje y todo el apoyo. A los productores, equipos técnicos, asistentes y demás.

>>A mis compañeros de trabajo que se han convertido en mi familia— sonríe a la cámara con cariño y mi corazón parece que quiere salirse de mi pecho—. Y muchas gracias a quien en este último tiempo me enseñó a amar un té rojo, creo que esos tés ayudaron mucho en mi ánimo. Gracias a ti...amor. Gracias a ti por todo.

Libero mi puño y las palomitas caen en la sabana, parpadeo muchas veces y solo observo como lo abrazan antes de que despidan el programa y comience otra programación.

Su voz se repite una y otra vez en mi cabeza.

Jocker se va pasado mañana y no me he despedido.

Salgo de mi estupor y me lanzo por mi celular marcando el número de Brody. Contesta con rapidez.

— ¿Laide?

—Necesito que tomes el auto del tío Bruno y me lleves a ver a Jocker.

—Entendido, alista tu culo. Llego en quince minutos. Me alegra que fueras una chica inteligente.

—A mi también.

***

—Estos edificios lucen genial— asegura Brody deteniéndose frente al edificio donde vive Jocker. Su auto ha de estar estacionado en el aparcamiento privado.

O quizás no esta y mi viaje ha sido en vano.

—Por dentro los apartamentos también son muy geniales y las habitaciones...

—Cállate Laide, no quiero saber de tus cochinadas— me interrumpe, volteo a verlo.

— ¡No estaba diciéndote cochinadas! Solo hablaba de lo bonitos que son.

—Pues cállate.

—Grosero.

—Estúpida.

—Idi...

—Cállate y sal del auto, tengo sueño y tú tienes que despedirte de alguien ¿No?

Suspiro y bajo del auto, me doy cuenta que ni siquiera traje bolso. Uhm, no entiendo cómo pretendo volver a casa. Al menos en mi bolsillo esta mi celular.

—Oye, no traje bolso ¿Cómo vuelvo a casa?

— ¿No va a llevarte él? Vamos, no creo que se niegue.

—Pero no sé... traje mi celular igual— doy una palmada en el bolsillo de mi pantalón.

—Dudo que él no te lleve o se asegure de que llegues a salvo a casa, pero si ese fuera el caso, llámame y vendré de inmediato por ti.

Sube la ventanilla del auto pero no se va. Me acerco al edificio y carraspeo llamando la atención del vigilante dormilón que he visto en diversas ocasiones en la que estuve aquí antes.

—Buenas noches señoritas ¿La anuncio?— pregunta reprimiendo un bostezo.

—Si no le importa, creo que prefiero anunciarme sola.

Me da un asentimiento de cabeza y abre la puerta para mí, solo entonces Brody pone en marcha el auto. Subo con mucha lentitud las escaleras.

Estoy aquí no puedo devolverme, pero por alguna razón estoy nerviosa y llena de ansiedad.

Cuando llego al segundo piso, en donde él vive, toco el timbre, me muevo impaciente en mis pies. Balanceándome de adelante hacia atrás y con las manos metidas en los bolsillos delanteros de mi pantalón.

La puerta se abre y tomo un respiro que se asemeja más a un suspiro ¿Para qué mentir? Yo lo he extrañado.

No es lo mismo no verlo a no haber tenido ningún contacto con él. A que todo haya sido silencio entre nosotros.

Y se va Adelaide, tendrás mucho tiempo más con ese silencio. Me recuerdo.

Su boca se abre levemente antes de que pase una mano por su cabello que hasta ahora noto va a un poco más crecido. Lleva un jean con una camisa blanca sencilla.

—Uhm... Hola Jocker.

—Hola...

— ¿No vamos a hacer la cosa incómoda del silencio, verdad? Porque te he echado de menos, no me he despedido y nos quedan pocas horas— digo haciendo que luzca aun más sorprendido.

— ¿De verdad?

—Quiero tener más recuerdos de nosotros. Buenos recuerdos.

—Jock... ¿Con qué más puedo ayudarte?

La voz de Valerie nos sobresalta, no puedo evitar los breves segundos de celos, pero me ordeno no enloquecer. Ella se acerca y esta detrás de él, parece sorprendida de observarme. Durante largos segundos que quizás se convierten en un minuto ninguno de los tres decimos algo.

—Creo... creo que ya te he ayudado suficiente por hoy a organizarte— dice ella caminando dentro y apareciendo un minuto después—. Intenta no ser tan desordenado— me sonríe—. Que bueno verte Adelaide, se te extraña por el programa.

—Seguro— digo viéndola besa la mejilla de Jocker y abrazarlo.

—Gracias por intentarlo Jock. Eres un sol, pero hay cosas que no se pueden enmendar. Te quiero mucho.

—Y yo a ti Val. Gracias por la ayuda.

Miro hacia un lado porque por un momento parece que soy la que sobra. Ella pasa por mi lado y aprieta mi hombro susurrando un "adiós", me agrada. Alzo la vista hacia Jocker.

—Pasa adelante.

Se hace a un lado y entro. Cuando cierra la puerta y se da la vuelta suelto las palabras.

—Me duele que no me hayas dicho, estoy molesta de saber que te vas y entender que esta ha sido parte de tus metas. Y puedo tener todos esos sentimientos pero también quiero abrazarte locamente porque me importas y no quiero perder más tiempo.

Dicho eso, me arrojo a sus brazos y lo envuelvo con fuerza. Necesitando aferrarme a él, inhalando su olor y fundiendo su calor con el mío.

Suspiro cuando me abraza con fuerza y presiona su mejilla de mi cabeza.

—Mierda, gracias Adelaide. Temía... no poder tener un momento contigo.

—No quiero enfocarme en la parte de mí que en este momento se sigue sintiendo herida, yo solo quiero... estar contigo.

Deja un beso en mi frente y me separa viendo alrededor. Muchas cosas han sido empacadas o se encuentran etiquetadas en cajas.

— ¿Vas a llevarte...todo?

—No, de hecho llevo muy poco— parece incómodo—. Solo que voy a enviar algunas cosas a casa de mis padres y otras para evitar que se arruinen en mi ausencia. Conservaré el apartamento porque voy a volver. Voy a hacerlo.

>>Todos deben creer que estaré bien Adelaide. Voy a estarlo.

—Vas a estarlo— repito— ¿Quieres que termine de ayudarte?

Asiente lentamente con la cabeza y sacudiendo toda la nostalgia comienzo a ayudarlo. Incluso intento hacernos reír pero no es tan fácil cuando sabemos que es quizás el último momento juntos que pasemos en mucho tiempo.

Me quedo con la vista perdida en un libro de temas civilizacionales. Los choques de las civilizaciones, las discrepancias y desligues de Occidente con Oriente. Mi corazón se estruja.

Él puede irse, podemos haber terminado pero la preocupación sobre su bienestar va a estar presente.

—No, no hagas eso. No vamos a enfocarnos en eso— sacude su cabeza tomando el libro de mis manos y añadiéndolo a la caja—. Quiero que tú te quedes con esta caja de libros, cuando vuelva puedes devolvérmela.

— ¿Es tu garantía de que volverás?

No me responde, toma mi mano y me ayuda a ponerme de pie. Con sus dedos retira el cabello de mi rostro. Sus ojos oscuros se mantienen viendo con fijeza los míos.

—Lo lamento, cariño. Lo siento mucho.

—Lo sé.

—Pero no quiero que este sea el último momento de lo que será un largo tiempo sin vernos.

—Lo sé— repito.

Me da una pequeña sonrisa antes de inclinarse y acariciar con su nariz la mía. Cierro en automático mis ojos disfrutando de la ternura de su caricia. Pasan unos segundos antes de que sus labios rocen los míos y luego se presionen iniciando un beso que toma todo de mí.

Paso mis brazos alrededor de su cuello y con mis manos en su cabello atraigo mucho más su rostro al mío, pegando todo lo que puedo mi cuerpo al suyo.

Creo que estamos desesperados. Mi espalda da contra una pared sus manos están en el broche de mi pantalón y cuando logra abrirlo solo pasan segundos para que mi pantalón salga junto a mi ropa interior. Escucho el golpe del celular aun en el bolsillo contra el suelo, espero no se haya dañado.

Aunque en este momento solo Jocker me importa.

Toma mis piernas y me alza haciendo que estas se enreden alrededor de su cadera. Dejo su boca besando todo su rostro y me retuerzo cuando siento sus dedos acariciándome, volviéndome más líquido.

Haciéndome más difícil aceptar que va a irse por un tiempo. Un largo tiempo.

Vuelvo a sus labios y mis manos despeinan su cabello. Creo que comienza a luchar con el botón de su jean y cuando lo logra lo baja junto a su bóxer. Mi espalda se presiona más de la pared y luego siento como se pierde en mí, llegando profundo. Haciéndonos jadear.

Deja mi boca y presiona su frente de mi hombro, sale y vuelve a entras de mi cuerpo. Me estremezco. Seguro que quedaran unos pequeños moretones en mi piel clara por la presión contra la pared. No es algo que me preocupe ahora. En este instante.

—Oh... Jocker— digo con la voz entrecortada.

No detiene sus movimientos. No es algo lento. Es algo crudo, rápido y profundo. Es desesperación con algo de pasión. Algo que me desarma y me hace aferrarme a él con fuerza.

Algo que me deja muy en claro que no quiero dejarlo ir.

Debo hacerlo.

Pero no es lo que quiero hacer.

Son apenas pocos minutos los que transcurren para que un largo gemido y tirando de su cabello anuncie mi orgasmo y solo un poco después, él se estremece alcanzando su propio clímax.

Mantiene su frente sudada presionada en mi hombro mientras ambos intentamos estabilizar nuestras respiraciones. Mi cuerpo ha transpirado y en mis dedos su cabello se siente húmedo por el sudor

Eso ha sido intenso, tan intenso como resulta todo con él.

Intenso al estilo Jocker Adam Hans.

—Ade...

— ¿Si?— pregunto en susurro.

Levanta solo un poco su rostro para observarme, me mira muy fijamente. Esos ojos oscuros pueden hacer perder a cualquiera.

Esos ojos oscuros me han enamorado como una idiota. Creo que nunca tuve oportunidad de no enamorarme de él.

— ¿Puedo decir algo que sería injusto?

Me remuevo y sale de mí ayudándome a poner de pie. Por un momento casi caigo porque mis piernas están inestables y acalambradas, pero él me ayuda con sus manos en mis hombros. No quita su mirada de la mía.

— ¿Qué cosa dirías? ¿Y cómo sería injusto?

—Sería la clase de cosa que no dices cuando vas a irte y has terminado la mejor relación que has tenido. Cuando alguien te importa lo suficiente como para siempre tenerla en tu mente.

Paso una mano por mi cuello y veo detrás de mí. Meditando si he entendido bien.

— ¿Incluye la letra A?— pregunto sin verlo.

—Mírame.

—No.

— ¿Por qué?

—Porque no puedo verte sin pensar que puedes decir algo como eso y luego irte. Tienes razón, eso no sería justo.

—Por favor.

Suspiro y vuelvo la vista a él. Seguro que esta no es una conversación que debería tener sin pantalón y ropa interior y él con el pantalón y bóxer abajo. Así que me movilizo tomando al menos mi ropa interior, aunque necesito una ducha.

Él sube su ropa y luego toma mi mano acercándome. Alzo la vista. Viéndolo.

—Lo si...

—No te disculpes de nuevo ¿De acuerdo? Puedo estar cabreada porque te vayas, triste por no verte pero no estoy haciendo la cosa cobarde de desear que nada hubiese pasado. Porque me encanta que todo pasara. Me encanta haber trabajado en el programa, me encanta haberte conocido y me encanta cada momento que hemos pasado.

>>No digas que lo sientes, las cosas han sucedido y punto. Tú avanzarás y yo también lo haré. Caminos distintos, pero así funciona la vida a veces.

—No me disculpo por ello.

— ¿Entonces?

—Me disculpo porque voy a hacer la cosa injusta y egoísta de decirte que te amo.

—No.

—Si. Te amo, yo te amo.

— ¡Eso es injusto! No puedes decirlo cuando te vas Jocker. Eso no lo hace más fácil.

—Pero te amo.

Suspiro y camino hasta el sofá sentándome. Miro las cajas frente a mí, ahora el apartamento se ve mucho más amplio. No es como si empacó o guardó todo, pero se ve la diferencia.

—Adelaide...

Se sienta a mi lado, dejo caer mi cabeza sobre su hombro y una de mis manos cae en su brazo.

—Entiendo que es parte de tu meta profesional quizás hasta personal. Que este viaje es importante para ti. Pero entiende tú también que hasta hace pocos días tenía a mi novio conmigo, alguien con quien pensar en un futuro y ahora solo tengo un exnovio al que despedir. Es duro Jocker. Me duele.

>>Y que tú me digas eso solo me hace saber cuánto más voy a extrañarte y cuánto más duele todo ¿Por qué decirlo ahora?

— ¿Por qué no decirlo nunca? ¿Qué pasa si luego es tarde?

— ¡Dijiste que vas a estar bien!

—Lo dije.

Permanecemos en silencio, besa mi frente.

—Si lo sientes, a mi me gustaría escucharlo así sea una vez. Cuando vuelva no sé como estará... todo.

— ¿Te refieres a si estaré con alguien?

—En dos años y medios pasan muchas cosas. No es como si tengo derecho a cabrearme sobre esa idea.

— ¿Te molesta?

—Me mata.

—No sé cómo será mi vida de aquí a dos años, pero voy a decirte algo que no voy a repetir. Solo seré egoísta esta vez.

—De acuerdo.

—Mírame— baja su vista, le doy una sonrisa—. Estoy idiotamente enamorada de ti. Te amo.

Me da una sonrisa antes de inclinarse y besarme. Paso mis manos por su cabello y nos conozco lo suficiente para saber hacia donde va esto.

—Necesito una ducha. Estoy... llena de ti— digo contra su boca.

—Bien, vamos a compartir una ducha— abro mis ojos y encuentro los suyos—. Quédate. No te vayas. Ya te he estado echando de menos y me quedan más de seiscientos días en los que voy a extrañarte.

—Tengo una regla.

— ¿Cuál?

—Estás 24 horas juntos no vamos a mencionar tu viaje. No vamos a estar nostálgicos. Vamos solo a ser nosotros dos, del modo en el que lo hemos sido antes. Y no vamos a volver a decirlo.

Él sabe a lo que me refiero, asiente con la cabeza y me atrae para abrazarme.

Voy a extrañarte mucho Jocker Hans. Es un pensamiento que se repite en mi cabeza, sí que lo echaré de menos.



Estuve aquí hace poco así que no tengo mucho que decir. Excepto que wow admiro un poco la madurez de Ade. Toma los buenos momentos por sobre los malos ¡Esa es mi chica!

Capítulo dedicado para Vania ¡Yeih! El hada ahora te señala a ti por ser una lectora constante, alguien genial y agradable para hablar. Gracias por tooooooooooooodo el apoyo y por tu bello nombre de usuario.

Espero les guste.

Un beso.

Fortsæt med at læse

You'll Also Like

59.6M 1.1M 13
Sinopsis Kaethennis ha disfrutado de los placeres de la vida, mucho, casi se puede decir que demasiado. Un alma libre, al menos así se definiría el...
24.4K 3.2K 15
Stuart usa las flores cómo lenguaje y Murdoc es un menso que no entiende para la buena suerte de la dignidad de Stuart.
3.1K 79 5
Donde la nerd es la novia del hombre más codiciado por las mujeres de la escuela, lo sé, una historia muy cliché, pero totalmente diferente a las dem...
1.8K 324 17
Llegó el día de la prueba de compatibilidad y Olive sabe que va a volver a dar positivo. No entiende por qué eso la entristece, Moran es su amigo de...