Entre cuerdas y sombras ||DES...

By Tsukii_Na

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La vida de un violinista profesional se ve invadida por la presencia de un chico extraño. Sus cambios de hum... More

Prólogo
Quiero sentir...
Lo que he buscado por siglos
Primera Sinfonía
Hubo una vez...
Un doble "yo"
Espinas en mis rosas
Notita (No es actualizacion)
El veneno que exhalo
Observando lo impuro (Parte 1)
Observando lo impuro (Parte 2)
Hermosas tentaciones
EXOrdium MEXICO

Ahogándome en lo prohibido

950 94 51
By Tsukii_Na

PD: esta canción es la que la sinfónica esta ensayando... Escuchenla :33 es hermosa




-Una vez más.


1...

2...

3...

4...


Con un suspiro, cerró los ojos y se concentró en el redoblante que se escuchaba de fondo, aquel que marcaba el inicio de una de las mejores melodías que había escuchado jamás de Dmitri Shostakovich.

El hermoso clarinete se escuchaba de fondo, dando inicio a la peculiar melodía que tuvo toda una historia por detrás. Esa genialidad escrita por aquel notable músico, compuesta en 1938 para la orquesta de Jazz de su época, que se perdió durante la segunda guerra mundial y solo se pudo recuperar su versión en piano hasta 1999.

De verdad se preguntaba porqué la gente no se interesaba en este tipo de música. Era arte en su máximo esplendor, y fueron creadas en el auge de problemas mundiales. Simplemente eran hermosas.

La melodía tranquilizadora y armoniosa siguió llenando el espacio de aquel recinto y la paz empezó a llenar todo su cuerpo.

Hasta que volvió a mirarlo a él...

Justo en frente suyo se encontraba Luhan, con su vista perdida hacia los asientos delanteros del teatro. Las luces tenues que se encontraban iluminando aquel lugar, destellaban en los ojos de Luhan, dándole un aspecto único y hermoso. Su cabello castaño caía por los lados de su frente con unas pequeñas ondas, poseía un aspecto juvenil; y su camisa ajustada azul marino, le daba el toque elegante que había dejado a más de una chica suspirando por el.

Simplemente era el estereotipo de chico perfecto. Aquellos hermosos ojos con largas pestañas, un cuerpo bien formado, su cabello impecable y su estilo de vestir tan elegante y provocador. No habían muchas palabras creadas para poder describirlo, siempre hacían falta más.

Y Sehun se reprendía una y otra vez, por que de su mente ya no había otra manera para describir a Luhan que esa, un chico realmente hermoso.

No supo que pasó aquel día. No sabía el motivo por la cual su cuerpo reaccionó de esa manera, haciendo que besara a Luhan, pero desde aquel dia, el castaño había vuelto a ser aquel chico intimidante; aquel joven que lo observaba en las sillas del anfiteatro, aquel que le dijo que admiraba su manera de tocar el violín...

No había quedado rastros del Luhan que tocó junto a él en la noche bajo un gran árbol, aquel que lloró frente a él y lo golpeó hasta el cansancio. Aquel chico que por un momento creyó tierno, se había esfumado, como espuma en el mar cuando las enormes olas chocan contra la superficie arenosa de la costa.

Aquel chico engreído y con aires de superioridad había vuelto y ese había sido Luhan durante las últimas dos semanas, solo dirigiéndole la mirada lo suficiente, lo que la sociedad consideraba correcto, y luego se iba y desaparecía.

Siempre desaparecía. No importaba que lo siguiera, no importaba lo mucho que corriera tras el; Luhan siempre desaparecía sin dejar rastro.

-Paren... empecemos otra vez. Oh Sehun, por favor concentrate esta vez o tendré que sacarte del ensayo. Lo mismo para ti, Luhan.

No supo en que momento se había perdido en sus pensamientos hasta que el director se había dirigido a el.
No importaba lo mucho que intentara pero no podía concentrarse. Simplemente sus manos no se movían con la misma gracia de siempre y las notas no se reproducían como quería.

Era la tercera vez que detenían el ensayo. Las primeras dos veces fueron porque Sehun no podía seguirles el ritmo. No era un estracto dificil de la melodía pero simplemente sus sentidos no estaban respondiendo.

Se sentía frustrado. Su mente estaba divagando y odiaba no hacer lo que mas quería. Pero se percato que no fue el único al que le llamaron la atención. Luhan no dejaba de ver a la nada desde que comenzó el ensayo. No tenía el aura de siempre, hoy estaba distinto. Casi sentía que podía tocar y ver al Luhan de antes.

La melodía volvió a comenzar y se decidió a concentrarse. Debía hacerlo.

De nuevo el redoblante se hizo presente en el teatro, seguido del hermoso sonido del clarinete y la armonía del siglo XX, inundó toda la instancia.
Debía tocar esta vez... debía hacerlo bien.

Sehun suspiró una vez más y cerró los ojos.

Apoyó su violín en su mandíbula y repasó mentalmente las partituras que se encontraban frente a el.

Sintió la suave textura de la madera de Lily y sonrió. Se sentía completo cuando la tocaba y lo invadía la felicidad de una manera muy abstracta. El amor hacia el arte y la música no podía describirse en simples palabras.

Faltaban pocos segundos para que los violines entraran en la melodía y que Sehun hiciera lo que mejor sabía hacer pero desvió su mirada.

Luhan lo observaba, atentamente, con esa mirada tan indescifrable en él.

Sus ojos no se despegaban de su ser, y el sentía que podía leer cada pensamiento que tenía, que podía ver tan claro en el y se sintió desnudo ante Luhan.

Esa mirada era atrayente, no lograba dejar de mirarlo... con cada parpadeo del castaño, en su ser se añadían nuevas emociones y cada vez se iban tornando mas intensas.

Sus hermosos ojos castaños eran lo único que existía en su mundo. Todos los demás instrumentos a su alrededor se volvieron invisibles, y en su mente, únicamente existía Luhan y su hermoso ser.

-Oh Sehun, Luhan... Retirense por favor. No podemos seguir postergando el ensayo de esta parte del número.

"No de nuevo, Oh Sehun. ¿Qué pasa contigo el día de hoy?"

Tomó a Lily con delicadeza y la guardo en su funda para luego salir de la manera más rápida que podía del teatro, hacía el área tras bambalinas que los actores y guionistas solían utilizar en las obras.

El pasillo se tornaba cada vez mas oscuro , solo podía escuchar la música de fondo y la respiración suya combinada con la de Luhan. La luz era casi inexistente y solo se podían observar pequeñas filtraciones de la iluminación exterior que indicaban el camino hacia la salida.

Todo era un ambiente muy tétrico, solitario. Solo dos almas caminando por un pasillo que se tornaba eterno, que los abrazaba en la oscuridad y no les daba una escapatoria.

El aire se sentía tenso, y no era por la infraestructura antigua que se apoderaba del recinto, tampoco de la falta de luz que se encontraba en todo el lugar. El aire se sentía de esa manera por todas las emociones y pensamientos que cruzaban por la cabeza de Sehun y Luhan; por que podían estar lejos, pero se sentían totalmente cerca, y eso creaba tensión en todo el lugar.

-Luhan...

El demonio continuó su camino, repitiendose una y otra vez en su mente, las mil razones por las cuales no debía girar, por las cuales debía continuar caminando sin mirar atrás.

No quería lidiar con los sermones de Sehun. No del chico tierno y amigable que las personas conocían, no. Ese Sehun no... Si no el Oh Sehun que se escondía en lo mas profundo de su ser.

Además ya había tenido suficiente con Chanyeol, no quería agregar mas dolores de cabeza al tema.

Seguía recordando los motivos por los cuales Sehun debía alejarse de él, por los cuales el debía abandonar la sinfónica, y todos se resumían en un simple y pequeño detalle; debió haber regresado al infierno y sin embargo, el aún no volvía... Eso decía más sobre sus verdaderos deseos y lo ponía en peligro justo como la última vez.

Sus anhelos, sus mas inimaginables pensamientos, sus ganas de sentir, todo ellos debían seguir escondidos.

Y aunque aún no se explicaba muchas cosas, de algo estaba muy seguro. El alma de Sehun seguía siendo un misterio para el, una incógnita que el deseaba averiguar. Su alma lo llamaba de una manera incontrolable, le gritaba que se acercara, que intentara arrebatarla de su cuerpo y no podía; sus sentidos se bloqueaban cuando intentaba tomar esa alma dorada. No podía... y en el fondo sabía, que no quería.

Habían tantas cosas... Tantos nuevos escenarios que se habían presentado en su vida que no supo en que momento dejó de ser ese demonio cruel. Pero la pregunta era; ¿el en realidad era esa clase de demonio?

En su mente cruzaban todas las posibles opciones por las cuales continuaba en la tierra, buscando así, la respuesta correcta. Pero cada una de esas posibilidades, no involucraban ni una actitud normal de un demonio. Y esto ya era un problema lo suficientemente grande, que no quería enfrentar.

Suficiente había tenido con Jongin...

-Luhan, escuchame...

Cerró sus ojos con fuerza, doblando hacia el primer pasillo que logró observar, intentando perderlo, pero se dirigió al lugar equivocado.

La luz invadió su campo visual y la escultura de un ángel se presentó ante el.

Grandes paredes de un tono blanco grisáceo se encontraban en el lugar, con diversos adornos dorados decorando el lugar.


No podía ser mas irónico. El demonio había caído preso en la habitación de un ser angelical, así como estaba a punto de caer en las manos de Sehun, quien venía tras el, aún podía escucharlo.

Y sabía que aquel niño testarudo, no lo dejaría ir al menos que consiguiera todas las respuestas que deseaba escuchar.

Había llegado al lugar equivocado, definitivamente esta no era la salida y lo que menos quería hacer en estos momentos, era hablar con Sehun. Estaba completamente seguro de que no terminaría bien.

Miró alrededor y todas las puertas que estaban visibles, no llevaban a ninguna salida. Eran pequeñas salas de exhibición y no tenía ninguna intención de estar en un lugar mas pequeño junto al rubio. Ya era lo suficientemente malo estar en ese lugar con un ángel riéndose de el.

Pensó en transportarse a otro lugar, pero justo cuando lo iba a intentar, la voz de Sehun volvió a colarse en el recinto, y en su interior, aunque lo reprimiera con demasiada fuerza, el no deseaba irse, el deseaba verlo.

-¿Me vas a escuchar, Luhan?

Matar a las personas, ser perseguido por ángeles, ser torturado por el alto mando de su clan... nunca nada de eso le había dado miedo, esta era la primera vez que sentía cada una de sus venas inundadas de temor. Porque lo que provocaba Sehun en el no era normal. No después de ese beso de hace unos días atrás que puso de cabeza todo su mundo.

-¿Que quieres, Oh?

-Luhan... no empecemos con el pie izquierdo de nuevo... Por favor.

Necesitaba alejarlo, ese era el único pensamiento que cruzaba su mente en esos momentos. Necesitaba ser brusco, ser odioso. Necesitaba mostrar lo peor de el, porque si el no podía alejarse de aquel joven, necesitaba que Sehun fuera el que huyera. Sería mas sencillo, menos doloroso y menos confuso para su ser.

-¿Podrías dejarme solo? Intento buscar la salida de este lugar.

-Luhan, conoces lo suficientemente bien este lugar. Estabas huyendo de mi.

-No. No lo hacía.

-Claro que lo hacías.

-De todas formas, ¿que quieres? Estas haciéndome perder el tiempo.

Se dispuso a salir de aquella habitación. Sentía que el aire le estaba comenzando a faltar y simplemente todo su sistema gritaba peligro, porque estar en una habitación vacía con Oh Sehun, no era buena idea.

-¿Te tiene tan molesto el beso de la última vez?

Luhan se tensó notablemente. No esperaba que el rubio dijera algo como eso de una manera tan natural, es más, esperaba que lo olvidara totalmente y que se metiera en su cabeza que eso que pasó, era un error. Pero no podía engañarse a si mismo. Ni el mismo había dejado de pensar en aquel beso desde que ocurrió...

-Eso fue un error, Sehun...

-Y ese fue un error que no intentaste parar... Al contrario, lo disfrutaste.

Luhan se volteó y miró a Sehun con rabia. Pero era mas rabia la que tenía con el mismo, que con el rubio, por que sabía que era cierto y el había seguido el beso; sabía que su interior se había desecho y que su mente se había hecho un caos. Porque eso era lo que Oh Sehun significaba en su vida en estos momentos. Caos total.

Una montaña rusa, un problema matemático sin una solución exacta, un peligro para su existencia.

No supo en que momento las cosas se salieron de su control. En que momento estos pensamientos invadieron su cabeza y dejo de ver a Sehun como simple platillo principal, aquel que deseaba probar y ver morir en sus manos. No se dió cuenta en que momento aquello cambió y sintió miedo.


Porque Sehun lo estaba haciendo sentir humano, pero se estaba arrepintiendo, le daba miedo lo desconocido, y nunca pensó que sentirse tan normal, de la manera que siempre soñó sentirse, le provocara todas estas cosas en su ser.

-Sehun... le fuiste infiel a Sunmi... Si sabes eso, ¿verdad?

-¿Y ahora me vas a dar clases de moral?

-¡¡¡Sehun!!! Estoy hablandote muy seriamente. Tu dices amar a esa chica, pero sin embargo, no lo pensaste dos veces antes de... antes de hacer...

-... de besarte?

-¡¡Callate!! ¡No te entiendo! Y no es como que esa situación me haya gustado. ¿Quien te crees?...

-Pero me correspondiste...

-¿Desde cuando corresponder un beso significa algo? Deja de ser tan doble cara, Sehun.

-Eres tú el que esta intentando huir, eso dice muchísimo más sobre la personalidad de alguien que unas simples palabras.

-¡¡Deja de ser tan confuso!! ¿Quien eres realmente? ¡Un día eres un idiota enamorado, y al día siguiente eres a alguien que le vale mierda su pareja!

-Sunmi no me vale mierda, Luhan.

-¿Ah si? Pues no parece.

-¿Estas celoso? ¿Quieres otro beso?

-No estaba en mis cinco sentidos, Oh Sehun... y tu tampoco... así que dejame en paz de una vez por...

La música del ensayo seguía colandose por las paredes del recinto, pero lo único que Luhan podía escuchar era la respiración de Sehun chocando en su piel.

El lugar estaba frió y se colaba por todo su cuerpo, haciendolo tiritar, pero lo único que su mente lograba procesar y sentir, eran los labios cálidos de Sehun sobre los suyos. Podía sentir rabia, ira, odio y rencor, pero en ese momento el único sentimiento que su pecho y mente querían albergar, era el anhelo y lo bien que se sentía al tener a Sehun de esa manera.

No supo en que momento las cosas cambiaron de esa manera, y tampoco le interesaba mucho saber. Solo sabía que no era correcto... pero no podía hacer nada para devolver el tiempo y tampoco para alejarse de ese chico.

No podía hacer nada, y tampoco tenía muchos deseos de ceder... Solo quería que pasara aunque su mente gritaba peligro.

Tenía miedo de lo que estaba empezando a surgir en su corazón...

No era amor y seguía sintiendo asco hacía esa emoción... pero esa necesidad de sentirse bien, no se iba y se estaba intensificando en su interior, no quería abandonarlo, nunca antes se había sentido tan humano como cuando estaba el.

Sehun estaba ayudandole a descubrir todo aquello que siempre quizo sentir y no bastó muchas palabras, para sumergirlo en un mundo en el cual el siempre había querido estar.

No hacía falta que se conocieran de hace mucho tiempo para sentir esa conexión inexplicable. Solo hicieron falta esas sesiones personales de música que tuvieron bajo aquel enorme árbol, para volverse cercanos.

Habían pasado meses desde que se conocieron, no cercanos. Mantenían pequeñas conversaciones y compartían ciertos chistes entre ensayos. Se podía afirmar que solo eran conocidos, pero ese imán que poseían ambos hacia el otro no se rompía. No se necesitaban tantas palabras entre ellos para saber que estaban cerca el uno del otro pero a la vez un abismo los separaba.

Era un sentimiento raro... de esos que solo te dan una vez en la vida. Sentirse cómodo y unido a alguien, como amigos de años, sin ser cercanos realmente.

Y así se sentían Luhan y Sehun en ese momento.

Quizo ser libre... Luhan quizo ser dueño de su propia vida por un momento y se dejó llevar, experimentando cada una de aquellas sensaciones nuevas que se instalaban en su cuerpo y lo dejaban sin aliento. Quería entregarse a ellas totalmente, sin importar las consecuencias por una vez en su vida. Aunque sabía que luego de esto, realmente tenía que irse.

Sehun dió unos cuantos pasos hasta que la espalda de Luhan chocó contra la pared.

¿Que estaba haciendo? ¿Porqué lo hacía?

Tantas preguntas se formulaban en su cabeza pero la única respuesta que obtenía era que realmente disfrutaba la sensación de besar a Luhan. Que sus labios eran suaves y se sentía bien... no podía explicar la sensación de paz que se formaba en su interior al sentir al castaño de esa manera.

Paró el beso por un momento, sin poder aguantar las ganas de observarlo por unos segundos...

Su boca entre abierta, aquella rosada y apetecible boca que hace unos segundos estaba besando... sus hermosos ojos adornados por aquellas perfectas pestañas...  Su piel blanca y delicada que lo hacía lucir angelical.

Luhan era hermoso...

Lo observó por un par de segundos más y el deseo de tenerlo en sus brazos se intensificó aún más.

Posó una mano en su mejilla, como la última vez, y la acarició delicadamente, mirando sus ojos y aquel brillo tan hermoso que despredían.
Lentamente sus dedos fueron bajando al igual que sus ojos, hasta posarse en aquella boca que lo estaba volviendo loco con tan solo unos pocos segundos... No podía alargarlo un segundo más.

Volvió a besarlo. Esta vez con mas determinación que hace un par de minutos, juntando sus frentes y sin dejar de acariciar su mejilla. Se sentía en las nubes...

Luhan posó sus manos alrededor del cuello de Sehun, atrayendolo mas cerca de él, deseando probar lo más que podía del rubio, desordenando su cabello y disfrutando la sensación que provocaba en sus dedos.

Las manos de Sehun se posaron en la cintura de Luhan, acercando ahora sus cuerpos y rozandose de mejor manera. El calor corporal de ambos había aumentado y se había convertido en uno solo. Las sensaciones recorrían desenfrenadas por cada una de sus venas, haciendolos estremecerse por todo lo que nuevo que estaban sintiendo.

Y Luhan podía percibir todo esto. Cada uno de sus sentidos estaba activado al máximo y el deseo invadió todo su ser.

Tomó a Sehun de los hombros y cambió las posiciones, dejando al rubio acorralado contra la pared, volviendo a tener el control de las cosas, como siempre había estado acostumbrado a actuar.

-No puedo creer que esté en esta situación... y menos contigo, Sehun.

Miraba al rubio a los ojos, con desesperación y miedo.

Aunque se sentía bien, aunque aquella situación fuera una de las más excitantes en su vida, no dejaba de sentir miedo. Miedo a lo desconocido y miedo a descubrir quien era él realmente.

No Luhan, aquel demonio de alto rango. No... el no.
Tenía miedo de descubrir quien era Luhan, el violinista de la sinfónica de Seúl, el violinista que se estaba volviendo loco por los besos de Sehun.

Tomó el cabello rubio entre sus dedos y miró los labios hinchados de Sehun, rojos y húmedos por la intensidad con la que se estaban besando. ¿Que estaba sucediendo con el? No le importaba... su cordura se había esfumado de su ser.

-Luhan... no me mirés de esa manera... No me provoques más, por favor.

-¿Y si lo que quiero es provocarte?

Sehun se mordió el labio y miró intensamente a Luhan. ¿En que momento el castaño se había convertido en una debilidad?

Lo volvió a besar, esta vez con un deseo mas carnal, y sus manos viajaron rápidamente hacia el cinturón del pantalón de Luhan, sacandole así, las faldas de la camisa que se encontraban aprisionadas en el interior.

Sus dedos tocaron la cintura del castaño, sintiendo la piel suave y blanca del mayor en cada uno de sus poros. Con cada toque que le dedicaba, Luhan se acercaba mas a él y respiraba con mayor dificultad, conteniendo el deseo que en su interior comenzaba a crecer.

Sehun pensó que no había visto a nadie tan erótico como Luhan. Su camisa azul marino desarreglada, esa camisa ajustada en sus brazos y con varios botones abiertos  lo estaban llevando al borde de la locura.

El pecho de Luhan subía y bajaba con rapidez,  y por su pecho, bajaban gotitas de sudor que simplemente marcaron la linea entre lo que sea que hubieran tenido entre ellos.

Ya no era su compañero de sinfónica... Ya no más...

Luhan ya había cruzado esa linea y ahora era el principio y el final de los deseos mas ocultos de Sehun.


-Pare... paremos... paremos Sehun...

Las palabras salían de la boca de Luhan pero no se separaba ni un centimetro del rubio. Su cuerpo seguía reaccionando ante sus toques y se mordía el labio inferior con fuerza.

-No pidas que me detenga. No ahora, Luhan.

-No Sehun... debemos parar...

Con dificultad, Luhan tomo las manos del menor y las alejó de su cuerpo. No podía permitir que pasara a algo más... no sabía que podía causar en Sehun...
No sabía hasta donde estaba dispuesto a llegar y solo algo rondaba en su cabeza y no lo dejaba concentrarse.

Sabía lo que le pasaba a los humanos cuando tenían ese tipo de contacto con el. Sabía claramente cuales eran las intensiones de Sehun, no dejaba de transmitirle eso con cada toque y cada beso que le daba. Era tan claro y facil de leer, que se dio cuenta que el rubio no dudo ni un minuto en llevar las cosas más allá de lo normal. Más allá de un beso y manos juguetonas.

Sabía que pasaba cuando se daba ese tipo de unión... y Luhan suspiró...

No quería matarlo.

No quería hacerlo...

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

Si esto no es perfección, no se qué lo sea... 😍😍😍😍
Y... Estoy en exámenes... Patética vida laboral y estudiantil que me deja como zombie !!!
Pero al fin... HUNHAN RULES...

Espero que les haya gustado mucho :33 perdon por la actualización lenta pero, prefiero tomarme mi tiempo (sumandole que lo que me sobra al día son 4 horas que son las que uso para dormir... See, no estoy durmiendo nada, me voy a morir 😐) y darles algo que les guste mas, a una actualizacion corta y que sea como para salir del paso...
Igual ya tengo el otro cap escrito :33 que besho

Y espero que este capitulo no les decepcione tanto (?) ya vamos a dejar un poquito el drama que se viene lo kawaii (?) jajaja

Feliz semana santa a las que lo celebran...
Y feliz semana a todos en general ❤️❤️❤️

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