Narra _____:
- _____!!- dijeron mi nombre giré mi cuerpo en dirección donde oí mi nombre y vi a Adrien, Alya, Marinette y Nino viniendo hacía mí.
- _____,se te olvido que íbamos a mostrarte París.- dijo Marinette.
- Oh!,claro se me había olvidado.- dije rascandome la nuca, la verdad si se me olvidó...- que torpe soy.- sonreí apenda.
- Pues que esperamos?, vamos rápido.- dijo Alya alegremente, tomé mi skate y lo puse debajo de mi brazo.
- Dónde vamos primero?.- pregunté alegre con un movimiento inquieto en mis pies, de adelante hacia atrás.
Estoy emocionada, será divertido.
Iba a ser mi primera salida con chicos de mi edad y no sabía que es lo que tendría que hacer, no sé que hacen las chicas normales.
- París es un lugar genial te encantará.- dijo Nino poniéndose a mi lado.
Al dar vuelta mi cabeza para su lado vi a Adrien con la mirada hacia mí, así que le sonreí y el me devolvió la sonrisa.
- Y bien?, donde vamos primero?.- dije colocando mis manos en mi cintura.
- Podemos ir a la torre Eiffel, supongo que nunca la has visto.- dijo Alya.
Despues del paseo...(3 hrs,7:30)
- Me voy a morir.- dije sentandome en la banca del parque.- fue el recorrido más largo que me han dado.- suspire y cerré mis ojos, sentí que alguien se sentó a mi lado así que los abrí y ví a Adrien de reojo.
- Bueno, igual ya es tarde, Marinette, yo y Nino debemos irnos ya.- dijo Alya, tomando a Marinette del brazo.- Nos vemos mañana!.- despidió sacudiendo la mano, Marinette copió el acto.
- Hasta mañana.- dijimos Adrien y yo al unísono.
Al irse ellos, un silencio incomodo comenzó a aparecer, nerviosa por eso decidí romper el hielo.
- Y bueno...ehm...cómo es tu casa?.- pregunté para acabar con el silencio.
- Vivo en una mansión cerca de la Torre Eiffel, por la calle ____(nose me ocurrió ninguna).- dijo a lo cual me sorprendí.
- Yo vivo en esa calle.
- En serio?,Cuál es el número de tu casa?
- 3425.
- Yo vivo al frente.- sonrió de lado feliz.
- En la mansión Agreste?
- Si, es que soy hijo de Gabriel Agreste.
- No puedo creerlo eso es genial!, soy una gran fan de la ropa de tu padre.- dije feliz tomando sus manos y levantandolas a la altura del pecho.
Pero... mi humor cambio cuando ví que suspiro y miró hacia otra parte.- dije algo malo?.- bajé mis manos con las de él, no las solté solo las apoyé en mi regazo.
- No, no dijiste nada malo.- dijo sonriendo falsamente, no muy convencida asentí, luego mire la hora en mi teléfono.
- Ya, son las ocho deberíamos irnos.- dije viendo un reloj que estaba en una tienda cercana.
Entonces caí en cuenta de que...estaba tomando sus manos, lo miré y sentí mis mejillas arder.
Él me miró, no parecía incomodarle, más bien, no parecía darse cuenta, hasta que miró nuestras manos, lo ví sonrojandose bastante.
- Ehm, e-esto es incómodo.-reí nerviosa sin saber como soltarlo.
- Ahm, y si nos soltamos al mismo tiempo?.- sonríe apenado mirando a su derecha.
- B-buena idea!
- 1...2...3!.- nos soltamos las manos al mismo tiempo -eso fue muy torpe...-, me volvió a mirar.
- Pff...- comenzó a reír cerrando los ojos, yo también reí con él.
- Qué acabamos de hacer?.- dije riendo, comencé a pararme y tomé mis cosas.- vamos?
- Oh!,si claro.- dijo él poniéndose a mi lado y tomando sus cosas.
Caminamos hacía su mansión y mi casa/mansión, al llegar nos despedimos con torpeza.
- Bueno nos vemos mañana _____.- dijo despidiendose sacudiendo la mano mientras cruzaba la calle.
- Hasta mañana.- dije entrando a la mansión.- ya llegué.
- _____ me alegra que llegarás, pensé que te había pasado algo, no contestabas mis llamadas.- dijo preocupada, a lo cual yo no entendí.
Recordaba haber puesto a mi celular sonido.
- Lo siento tía, es que lo tenía en silencio por las clases.- mentí para que no me regañará.
- Me alegra llegarás.-sacudió su mano de arriba a abajo quitando importancia.- te quería decir algo.- dijo ella con notorio entusiasmo.- estamos viviendo frente a Gabriel Agreste!
- Oh...ya sabía.- dije mirando al suelo fruncí mis labios un poco y volví a hablar.- su hijo va en mi salón.- dije feliz subiendo las escaleras, pero cambié mi expresión a una más neutra, mi tía suele ser bastante molestosa con cualquier indicio.- comí algo antes de llegar así que voy a arreglar mis cosas y luego me iré a dormir. Hasta mañana tía.
- Hasta mañana _____.
Subí a mi cuarto y cerré la puerta, apenas la cerré, mi kwami salió de mi bolso, un poco alterada y se me acercó.
- N-no fue mi culpa tenía sueño y tu teléfono no dejaba de sonar, así que lo puse en silencio.- dijo rápidamente con los ojos cerrados, yo solo reí.
- No importa.
- Que tal si damos una vuelta y probamos otros animales.- dijo Kimmy emocionada.
- Pero...pensé que solo se podía ser un animal con el poder especial.- dije con una mueca de duda.
- Ah~...se puede usar el poder especial una vez en cada transformación.- dijo colocándose encima de mi cabeza, intenté mirarla hacia arriba y reí.
- Si tu lo dices...- cerré los ojos por un momento y me encogí de hombros.- Kimmy transformame!.- volví a abrir mis ojos.
Al transformarme salí por la ventana y salté.
Hora de recorrer París...