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Aqui teneis otro capi. Lo soento pero me ha sido imposible subir antes. Estoy de vaciones en malaga y no traje el pc. mi movil esta muerto y no he parado quieta xD
NO PODRE SUBIR HASTA EL DOMINGO/LUNES :(
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P.O.V África
Entre en el gimnasio buscándole con la mirada; Parecía una adolescente con las hormonas en pleno apogeo.
No le vi, asique supuse que estaba en clase; En apenas quince minutos me tocaba clase de fitness, ya quedaba poco para poder dar las clases yo.
La clase de hoy fue exigente; Me toco preparar los ejercicios de calentamiento, acordes a la sesión que daríamos. Cuando termino la clase, sentí que me abandonaban las fuerzas.
Me senté en el montón de colchonetas y bebí agua; Sin duda necesitaba una ducha de agua fría. Termine de recoger la clase y deje que pasara Mario con sus clientes, no sin antes darle un abrazo, era mi tito Mario, le adoraba.
Nada más salir le vi apoyado en recepción sin camiseta, hablando con nuestras madres; Mordí mi labio con deseo, joder, últimamente estaba un poco salida.
Lamí mi labio inferior mientras miraba sus abdominales; Y cuando quise darme cuenta, sus brazos rodeaban mi cintura.
-No te....-Dijo mirando mis labios.-muerdas el labio....- Dijo y mordió mi labio inferior.- Sabes lo que provocas en mi....
-Perdón es que....- Me disculpe mientras me sonrojaba.- Últimamente no sé qué me pasa que...parezco una adolescente con sus hormonas alborotadas.- Dije avergonzada.
-Mmm...- Dijo sobando mi trasero.- Eso está bien...- Dijo de forma picara.
En pleno pasillo, allí, rodeados de clientes, nos besamos con pasión. Pegándome bien a su cuerpo, poseyó mi boca con sus labios y me dejo sin aliento.
-Wau...vaya.- Dije totalmente sorprendida y excitada.
-Luego te veo.- Susurro en mi oído.
Vale, ahora si necesitaba mi ducha de agua fría; Necesitaba esa ducha urgentemente.
Me metí bajo la ducha y ahogue un gemido al notarla tan fría.
Disfrute del agua cayendo por mi cuerpo, bajando de a poco a poco, mi temperatura corporal. Hasta que sentí sus manos en mi cintura, su miembro en mi espalda y sus labios besando mi oreja.
Movió el grifo hacia el lado caliente, para templar el agua y bajo su mano hasta mi intimidad. Suspire excitada mientras me hacia suya en la ducha.
-Provocadora...- Dijo divertido.- He tenido que mentir y decir que me encontraba mal, porque no podía olvidar tu lengua lamiendo ese labio inferior...- Dijo competente extasiado, mientras yo me excitaba mas.- Maldita sea... Me vuelves loco preciosa.- Dijo, y volvió a besarme con pasión.
Tras ducharnos y vestirnos, nos despedimos con un tierno beso, que me supo a poco. ¡Malditas hormonas!
Cuando salí de la clase nuevamente, le vi hablando con unas chicas, sin camiseta nuevamente. Reía con ellas y ellas con él. Fruncí el ceño y sonreí de forma malvada.
Entre en los vestidores y volví a darme una ducha, esta vez con otro motivo. Cuando salí, sin apenas secarme, me puse mi ceñido uniforme de trabajo, y de que mi pelo suelto y empapado.
Cuando salí de allí me sentí una diosa sexy y poderosa; Las miradas no tardaron en fijarse en mi, algún que otro silbido escuche. Pero quien quería que me mirara, me miraba con el ceño fruncido.
Ande de forma sexy por el gimnasio hasta la recepción y mire a Lara que junto con mi madre, reían divertidas.
-¿Marcando territorio?.- Dijo Lara divertida.
-Más bien... mostrando el territorio.- Dijo mi madre riéndose.
-Más bien... demostrándole a tu hijo, que andar sin camiseta y reírse con las clientas, puede traer consecuencias.- Dije mientras le miraba.
-Pues... suerte.- Susurro Lara y justo unos segundos después, tenía a Raúl pegado a mi cuerpo, intentando taparme.
Sonreí feliz antes de girarme; Me miraba con el ceño fruncido, mientras ponía sus manos en mi trasero y pegaba mi cuerpo al suyo, intentando taparme. Miraba también a nuestro alrededor, retando a que alguno tonto osara a decirme o silbarme algo.
-Cámbiate ahora mismo.- Dijo entre dientes.
-¿Por qué? Es mi uniforme de trabajo.- Dije seria.
-Lo es, pero por alguna puta razón hoy... se adhiere a ti de una forma escandalosa.- Dijo con la voz ronca.
-¿Excitado?.- Dije melosa.
-Enfadado.- Dijo serio.
-Vamos, no seas así.- Dije mirándole.
-Cámbiate.- Dijo muy, pero que muy enfadado.
-Cámbiate tú, ponte una camiseta tú y deja de reírte con las clientas.- Dije sorprendiéndole.- Oh claro, el niño puede hacer lo que quiera, puede pasearse sin camiseta por todo el gimnasio, reírse con las clientas y yo, tengo que vestirme como él quiera. ¡Pues no! Este es mi uniforme y así me quedo. Cuando cambies el tuyo, cambio yo el mío.
Y dicho esto, me alejé de él, dejándole tenso y malhumorado. Moviendo mis caderas de forma sexy, de esa forma que tan loco le volvía.
Al llegar al sótano, oigo que alguien baja las escaleras y me giro; Es el, con una sonrisa maliciosa que me da mala espina.
-Buena jugada.- Dijo sonriendo de lado.
-Yo no he hecho nada.- Dije de forma inocente.
-¿No?. Has puesto burro a medio gimnasio.-dijo acercándose.
-Pero a ti no... además, no es mi culpa.- Dije más seria.
-Claro, como tampoco es mi culpa haberme paseado por toda la recepción, con una tienda de campaña.- Dijo y fije mi vista en esa zona.
Era cierto; Estaba excitado y se notaba mucho.
-Si antes las tías me miraban...ahora ya me devoran con la vista.- Dijo sonriente.
Mi plan se habia ido a la mierda; Mejor dicho mi plan habia sido una mierda. Baje mi mirada mientras sentía que mis celos crecían de forma desmesurada.
Joder, solo pensar que habían intuido lo que habia debajo de la ropa, me ponía enferma. Apreté mis puños con fuerza, hasta que sentí una mano deshaciendo mis puños y posando mis manos en su cuello.
-Que voy a hacer contigo ¿eh?.- Me pregunto mientras se pegaba totalmente a mí.
-Yo...- Quise decir algo, pero no pensaba con claridad. De mis celos habia salido el plan y joder, estaba más celosa que al principio.
-Shhhh...- Dijo juntando su frente con la mía.- Eres una mujer celosa muy peligrosa.- Dijo y restregó su erección contra mí.
-Raúl déjame sola...- Dije controlándome.
-No.- Dijo y me enfade.- Te dije que no volvería a permitir que me alejaras de ti. Sé que estas jodidamente celosa, queriéndome gritar, insultar y luego ir a por las chicas..- Dijo y me tense.
-Raúl...- Dije sonriendo, al sentir su mano por dentro de mi pantalón.
-Pero en vez de dejar que te alejes de mi como hiciste, me voy a pegar a tu cuerpo, como un pulpito y me voy a meter dentro de ti, para hacerte olvidar hasta tu nombre.- Dijo con la voz ronca.
Y ya no se qué paso después, solo recuerdo estar haciendo el amor con el despacho de forma abrumadora. Cuando el clímax llego a mi cuerpo, me devastó. Raúl tuvo que sostenerme en sus brazos para que no cayera al suelo.
-Amor..- Susurre mientras me daba besitos.
-¿Mejor preciosa?.- Dijo mientras le mimaba.
-Mejor de mi ataque.- Dije melosa.- Peor de energías, siento que la fuerza a abandonado mi cuerpo.- Susurre.
-Ya nos vamos a casa preciosa, doy una clase y nos vamos.-Asentí mirándole.
P.O.V Raúl.
Me dedique a mimarla el resto del día; La habia echado mucho de menos y me sentía muy orgulloso de ver, como se habia contenido antes de gritarme y liarla.
Por eso la habia hecho el amor de esa forma, pero no pensé que estaría tan cansada después.
Baje a entrenar un poco; A pesar de haberme liberado haciendo el amor con ella, mantenía aun estrés en mi cuerpo. Llevaba muchos días pensando cómo dar con el desgraciado de Pedro, sin tener que utilizar a África para conseguirlo.
Decidí coger su móvil y llamar a Iván.
-Dichosos mis ojos. ¿Sigues viva zorra?.- Dijo Iván molesto y sonreí.
-Oh, viva sí, pero destrozada del polvo que la he echado.- Dije divertido.
-Oh Raúl.- Dijo sorprendido.- Me alegra saber que das a mi chica lo que necesita.- Dijo y soltó una risita.
-Sí, nos ha costado volver pero, hemos vuelto.- Dije con dolor.
-Oh amigo, sino fuera una flaca sin fuerzas, yo mismo habría pateado el culo a Pedro.- Dijo enfadado.
-Necesito tu ayuda.- Dije serio.
-Cuéntame, por mi barbi y su ken lo que sea.- Dijo y reí.
-Necesito ver a ese desgraciado y dejarle unas cuantas cositas claras.- Dije lleno de ira.
-Si África se entera, se enfadara contigo.- Dijo Iván.- Y conmigo.
-Lo sé, pero yo no puedo seguir con mi vida sin antes ponerle a ese mierda las cosas claras.- Dije cegado de ira.
-Muy bien, total, a mi ese imbécil me debe unas cuantas.- Dijo.- Dime que tengo que hacer.
-Ahora despertare a mi preciosa mujer y la diré que quieres hablar con ella; Invéntate algo pero queda con ella en la universidad, yo estaré cerca, pendiente de todo.- Dije seguro.- Por cierto, no te asustes cuando la veas.- Dije con tristeza.
-¿Que le ha pasado a mi amiga?.- Dijo preocupadísimo.
-Larga historia, pero en resumen, dejo de comer y esta.. Muchísimo más delgada que antes.- Dije y la vi salir de mi habitación.- Espera, te paso con ella, acaba de despertarse.
Subí las escaleras y la pase el teléfono. Empezaron a hablar y reí al oír lo que Iván se inventaba para quedar con África. Le dijo que se habia enamorado de un playboy y que ahora se habia enterado de que le tenía engañado.
El resto de la tarde lo pase haciendo mimitos a mi mujer, que aun, estaba muy por debajo de su peso. Acariciaba su tripa con dulzura, sus brazos, sus manos.
-Raúl...- Dijo retorciéndose porque besaba su cuello.- Adoro tus mimos, pero.. ¿te pasa algo amor?.- Dijo cogiendo mi mejilla.
Fingí sonreír, pues me concia demasiado y sabia que intuía algo. Negué con la cabeza y la hice cosquillas. Mis peques se unieron dejando los montones de plastilina mezclada, pegado a la mesa.
-Ay...- Se quejo África.
Aparte a mis hijos de ella con delicadeza y la mire; Se quejaba de su espalda, maldita sea, la habia hecho daño.
-¿Qué pasa...?.- Dije aterrado.
-Ufff un pinchazo en la espalda.- Dijo mas mientras la levantaba con sumo cuidado.
-Mami...-dijeron mis pequeñines.
-Mami está bien, solo se ha hecho pupa.- Dije intranquilo.
La deje en el sofá y fui a por la crema; Me acerque a ella y la di la crema, mis hijos no se apartaban de ella y aquello termino de demoler la barrera ante ese tema. Pequeñas lagrimas cayeron de mis pos.
-Papa..- Dijo mi pequeña.- ¿Lloras?.- Pregunto provocando que África girara demasiado rápido para verme.
-Si...- Susurre sintiéndome peor.- Cuidado...- Dije a África.
-¿Pupa?.- Dijo mi pequeño.
-No..papa se ha asustado al ver así a mama.- Dije triste.
Mis pequeños me dieron besitos y me limpiaron las lagrimas. Sonreí finalmente al ver a mi familia pendiente de mi. Cenamos todos juntos y tras acostarles volví a por mi mujer. Mañana habia quedado con Iván y no me hacía gracia que fuera dolorida.
-Amor, deja de preocuparte, solo ha sido un tirón.- Dijo acariciando mis mejillas.
-Me da igual África, tus dolores de espalda me aterran y me vuelven vulnerable. No soporto la idea de verte de nuevo así.- Dije triste.- Eres mi vida, mi todo.- Dije y cogí su mano.- ¿Notas como late? ¿Notas como se acelera si me acaricias?.- Dije cogiendo su otra mano y la hice acariciar mis abdominales.- Late por ti, vive por ti, se acelera por ti y sin ti, mi corazón...no hace su trabajo, no late, no bombea..- Susurre.
Cuando la mire lloraba a la vez que sonreía y salto a mis brazos, haciéndome gruñir preocupado por su espalda.
-Tranquilo amor, estoy bien, de verdad lo estoy.- Dijo y me beso.- Ves, el mío también late por ti.- Dijo poniendo su mano en mi pecho.- ¿Lo notas?.- Dijo.
-Si...- Susurre embobado.
-Genial, porque es tuyo, completamente tuyo, a mi ya no me obedece.- Dijo mirándome con una sonrisa radiante.
-Te amo..- Dije besándola después.
-Yo también te amo.- Susurro melosa.
-Ahora noto tu teta, tu corazón poco, pero oh, tu pecho lo noto muy bien.- Dije tocando su pecho.
-Tonto..- Dijo soltado una risita.
-Adoro esa risita.- Dije mientras la tumbaba conmigo en la cama.
-Yo te adoro a ti.- Me dijo y la bese.