Primera cena..,¿o segunda.. ?,¿o esta no cuenta?
-no se nada de ti desde hace días, no me coges el teléfono, no me contestas a los mensajes. Y raro es que lo estés haciendo en estos momento.
-yo también te quiero Maya.
-ni Maya ni leches. Que cojones te pasa.
Está claro que mi hermana cuando quiere puede sacar a la perfección su venita española y yo que pensaba que estaba totalmente transformada al más puro inglés.
-he tenido una semana muy liada. He tenido exámenes y me he estado preparando los temarios, si a eso le sumas el hecho de que tengo que trabajar haciendo turnos pues tengo poco tiempo para hacer vida social.
-tu no haces vida social.
-eso a sido un golpe bajo.
La oigo suspirar,está enfadada... o preocupada... o las dos cosas.
-perdona. He tenido un día muy inestable.
¿inestable? Quien usa esa palabra para describir un día de perros por dios.
-¿a ver, que te ha pasado?-le preguntó.
-pues verás…
Y ya está.
Acabo de confirmarlo. No estaba preocupada por mi. Tan solo enfadada.
Su “preocupación” por mi a dado paso a su preocupación por su boda. Los detalles de última hora, la cena que tiene preparada para unos días antes de la celebración.
-dime que tienes vestido ya.- me pregunta alterada.
-tengo vistos un par de ellos.
-como que vistos, tenías que tenerlo ya comprado ¿ y el de la cena?, no me lo digas también lo tienes visto.
-ese tengo que decirte que ni me lo he planteado.
-¡Sara!
-es que me tiene un poco confundida. ¿De qué nivel hablamos?; del uno al diez.
Siempre hemos clasificado los vestidos por niveles dependiendo de la categoría de la cena,fiesta o cualquier celebración,era nuestra manera de valorar según la seriedad que íbamos a afrontar.
-es la cena donde vamos a estar los amigos más cercanos.
-si ya, pero de qué hablamos. ¿Un seis un siete?
- ocho,quizás un nueve.
-joder Maya que un diez es tu boda.Y yo no soy rica.
No dice nada. Solo escucho su respiración.
-¿Maya?.
-estoy pensando. A ver. ¿puedes venir a casa esta noche ?¿has terminado los exámenes ya?
Que si he terminado los exámenes, ni siquiera los he empezado. Ha sido la excusa más barata,creíble pero más acertada que he podido inventar para no tener que dar explicaciones de la mierda de semana que he tenido,todo sea de paso.
-la primera parte si. Dentro de dos semanas tendré la segunda tanda. -esto que digo es verdad, dentro de dos semanas tendré lo verdaderos exámenes.
-de acuerdo. Entonces te veo esta tarde,le diré a Robert que compre cena.
-de acuerdo, hasta la tarde entonces. -y cuelga.
Tiro el móvil al sillón y mi cuerpo lo dejo caer también. Verdad que llevo toda la semana sin saber de Maya, pero no me daba la gana hablar con ella de la fatídica cena y todo lo que ha conllevado. Puede resultar pesada y ya lo ha demostrado. Pero no ha sido ella sola la que me ha llamado, Gabriel también lo ha hecho y tuvo el mismo final.
Rezaba todos los días porque no se presentará en la residencia. Cambie la ruta para cuando salía a correr. Desde ese día en que encontré la nota he intentado poner en orden en mi vida. A convertirla en lo que era antes. Pero los días pasan y los de mi alrededor no ayudan.
Está Megan, que como no, supo aprovechar la oportunidad que se le ofreció involuntariamente y ahora son más de tres las citas que ha tenido con Neil.
La señora Grant, que desde que se celebró la gala es todos los días los que me hace llamar a su despacho para hablar conmigo. Se la ve que pone interés en saber más de mi y cada vez es más el cariño que le estoy tomando, es una mujer agradable a la que se la quiere rápido. Por ella he sabido mucho de la vida Gabriel. De cómo quedó huérfano cuando contaba con tan sólo diez años. Y por raro que parezca, su habilidad para bailar, heredada de su madre que se dedicó a enseñar danza años antes de casarse con su padre. La unión que se tienen. Los muchos viajes que debe de hacer por su trabajo y el interés que llega a poner en sus casos. Según la señora Grant es de los pocos profesionales que conoce que se llevan el trabajo a casa incluso estando de vacaciones. Y yo,escucho cada una de sus historias y valoro y veo desde otros ojos a ese Gabriel que en apariencia se le ve distante, a veces frío y a veces dubitativo. Pero nada más. El interés que depara la señora Grant por mi y llamémoslo, pequeña obsesión que tiene en que pueda encontrar algún tipo de acercamiento con su nieto va mucho más allá de la realidad. Pero eso. También me hace pensar que si intenta saber por.mi es por que por parte de Gabriel no a podido sacar nada en claro. Pero todavía no tengo la suficiente confianza como para preguntar.
Como predijo el y como yo ya suponía, mi lesión duró apenas un par de días, de los cuales descanse sin hacer prácticamente ejercicio,pero en cuanto note mejoraría me lance otra vez a ello. He vuelto a coger el hábito y me encuentro a gusto con ello.
Hoy he tenido solo dos clases y el día libre en la residencia con lo cual vamos a ver que me depara en casa de mi hermana...
Maya vive muy cerca de donde vivo yo , eso es algo que la motivó a elegir mi apartamento cuando me vine aquí.
Me miro mis zapatillas Nike air mientras espero a que me habrán. Creo que hoy no había motivo para arreglarme más de la cuenta. Cuatro, quizás un cinco.
Abren la puerta y mi sonrisa se hiela.
-Sara.
-¿Gabriel?
Me hace pasar. Y mientras me quito el abrigo veo a mi cuñado salir de la cocina con un paño en la mano.
-preciosa.-me dice acercándose y dándome un beso en la cara.
-¿y mi hermana?
-duchándose. Acaba de llegar del hospital.
Me giro y miro a Gabriel. Me dispongo a subir al cuarto de Maya, pero la mano de Gabriel me para.
-no tengo nada que ver en todo esto. Robert me ha invitado a cenar.- me dice.
Miro a quien va a ser mi cuñado y no le veo sorprendido por el atrevimiento de Gabriel. Me pregunto si estará enterado de lo sucedido entre él y yo.
-todavía no he abierto la boca para decir nada.-le digo dirigiéndome al piso de arriba.-voy a ver a mi hermana.
-dile que se de prisa o se quedará sin postre.-me dice Robert y luego le oigo reírse. Y ya no se si es por mi,por lo que acaba de decir o por la situación por Gabriel.
No quiero darle más vueltas ni tan siquiera enfadarme, porque aquí nadie sabe nada. Principalmente porque no hay nada que saber.
Entro en el cuarto de Maya, oigo la ducha y el vaho que se filtra por la puerta que tiene medio abierta.
-ya estoy aquí Maya .-la grito fuerte.
La oigo cerrar el agua y abrir la mampara de la ducha.
-¿Robert?
-no,soy Sara.
Estoy frente a su coqueta mirando la variedad de productos que tiene. Cojo una de sus colonias ,me echo en la muñeca y la huelo y la bocanada que me da me echa hacia atrás de golpe. Huele muy fuerte.
-no es de tu estilo. -me dice al entrar a la habitación. Lleva un albornoz blanco esponjoso y con pinta de calentito.
-¿pero qué demonios te echas cuando te perfumas, mata ratas?
-es un perfume muy caro y muy selecto, además hay que echar muy poca cantidad.
-directamente no hay que echarse nada.-la digo con asco. - Esto despertaria a los muertos.
-anda no exageres. ¿Qué te echas tu cuando te perfumes, nenuco?
-pues a veces sí,sobre todo cuando voy al trabajo.
-y cuando sales qué...Chispas.
-jajaja,te crees muy graciosa verdad.
-no en serio, cuéntame.-la veo como se acerca a la cómoda y coge un tarro con el que empieza a embadurnarse todo el cuerpo.
-¿qué quieres que te cuente?
-tu ritual de belleza.
-Maya a qué viene todo esto, llevo años arreglandome, ya soy mayorcita para todo esto….y además nunca antes habías mostrado interés.
- mira lo que conseguimos en la gala con unos trapos bien seleccionados y un poco de maquillaje.
Espero que no se esté refiriendo a Gabriel por que sino la elección fue un desastre.
-tu vales. Siempre lo he dicho, eres como un diamante en bruto; tan solo hay que pulirte.
Suspiro y me siento en el borde de la cama. Creo que aún no estoy preparada para hablar con claridad con Maya. Si, es verdad, es mi hermana...pero a veces es muy superficial.
-es fachada….lo que tu ves es simple fachada decorada con tus gustos.-la digo.
-Bueno,esta claro que no es el día…- se dirige al armario y abre las puerta de par en par. Abro los ojos, no se cuanto, pero si lo suficiente como para ver sin pérdida de detalle lo que hay dentro.
Ante mí se encuentran los trajes más bonitos que he visto en mi vida. Me levanto corriendo y paso la mano rápido por todos ellos. Algunos no tienen ni la etiqueta quitada y ahí es donde me demuestra el nivel económico que tiene mi hermana.
-no te digo que te disfraces. En tu caso no sería así. Lo único que trato de decirte es que para todo hay que tener una buena base, con eso,todo lo que te pongas encima va a ser siempre más. Tan solo tienes que escoger el adjetivo que quieres que vaya acompañado con tu persona.-La miro extrañada y veo que me está observando. -puedes ser lo que tu quieras. Solo tienes que tener confianza en ti misma.
Y por supuesto eso es algo que no tengo, pienso mientras me retiro de los vestidos.
Maya sigue parloteando, se la ve más ilusionada que a mi por todo esto.
Y mientras desconecto de todo esto por unos minutos. Consigo oír tan sólo el murmullo de la voz de mi hermana y me centro en lo que me va deparar la noche.
¿Cómo reacciono?,¿qué digo?¿debería explicar algo a Robert?,y mi hermana, sabrá algo, no me ha vuelto preguntar sobre con quién me iba a cenar y eso me extraña tanto.
-¿me estas escuchando Sara?
ALERTA...o reacciono o entonces sí que voy a tener que dar más de una explicación.
-claro que te estoy prestando atención.
-pues cualquiera lo diría.
-es que intento imaginarme con cada uno de estos vestidos. Son todos tan bonitos.
-verdad que si, yo me probaría este.- me dice mostrando uno azul noche,largo con encajes y raso y yo respiro por haber salido ilesa de ese trance en el que me encontraba metida.
-es precioso.
-es perfecto.
-pero creo que hay un pequeño problema.- me mira estrada.
-¿cual?
-ese escote vertiginoso… no creo que sea apropiado. Además no tengo cuerpo para llevarlo. Me enseñas otro.
Me mira como si me acabara de crecer otra cabeza.
-este es perfecto.
-otro por favor.
La repito sin hacerla caso. Deja el vestido en el lugar de donde lo cogió y empieza abrir cajones y a rebuscar. Dudo mucho que ahí encuentre algo para la cena y si lo encuentra creo que no sera posible porque tendrá muchísimas arrugas.
Cuando termina y se gira con la ropa en la mano contengo la risa. Y pensar que creía que buscaba algo para mi y lo único que hacía era buscar ropa para vestirse ella y dejar ese albornoz que daba gustito ver.
-levanta. -me ordena ya vestida con unas simple mallas y una camisa de béisbol.
-estas muy deportiva. Cualquiera diría que te gusta practicarlo.
-tanto como a ti una buena crema hidratante.-me rio de su ocurrencia. -venga levanta.
Se acerca a mi y me dejo quitar la sudadera de los Ramones.
-quítate el resto y cierra los ojos.
-¿qué pretendes?.
-sorprenderte.-La miro extrañada.-no me mires así. Tan solo quiero comprobar algo.
-¿el que ?
-que no es todo lo que parece.
-¿el que?-la vuelvo a insistir.
-lo que tu crees ver.¿estas muy respondona hoy?
-estoy como.siempre.
Se ríe. Maya se ríe y yo irremediablemente la imito.
Me dejo hacer porque en el fondo debo reconocer que tengo curiosidad.
Cierro lo ojos. Y suspiro nerviosas. Siento como algo pesado se apoya en mi cabeza, se que es un vestido, paso los brazos y su ruido me invade cuando lo deja caer,esta frío porque me a puesto la carne de gallina. Eso o la extraña sensación de verme observada.
Noto como se entalla a mi espalda a la medida y me sube la cremallera.
-¿puedo abrirlos ya?-le pregunto impaciente.
-una última cosa.-Me da un toque en el tobillo- levanta. -la hago caso y me elevó en unos altos tacones. Si es verdad,no los veo pero lo siento.
-ya puedes abrirlos.
Me coge de la.mano y me conduce hacia el espejo de cuerpo entero.
Cuando abro los ojos no creo lo que veo. Al final se a salido con la suya y me ha puesto el vestido que me negaba en redondo a probarme.
El escote es largo pero a la vez elegante y fino, no es para nada ostentoso y hace del vestido un modelo único y muy original.
-¿cierto o no que no todo es lo que parece?
- nunca he dudado del vestido.
-lo que deberías es no dudar nunca de ti. Creo que eso ya lo habíamos hablado y estamos trabajando en ello consiguiendo grandes logros.
Me sorprendo por la voz que acaba de decir eso. Creía estar sola con Maya pero me confundía.
-Robert…
Me doy la vuelta y confirmo mi escalofrío. Gabriel se encuentra en la misma habitación que todos nosotros.
-creo que deberías ir a la cena con ese vestido. -insiste Robert.
-cuánto tiempo lleváis aquí?-pregunta Maya,-¿y si no llega a estar vestida?
-pero no ha sido así.
-y si pasa….
-pero no ha pasado.
Y mientras Maya echa a empujones a Robert de la habitación yo no consigo quitar los ojos de ese hombre confuso con mirada felina que se encuentra de frente a mi.
-tu también -le dice Maya a Gabriel tirando de su brazo.
-preciosa.-me dice antes de salir de la habitación.
-ese apodo es mío.-oigo decir a Robert. -cogete otro.
Me río por la situación del momento y por la ocurrencia de Robert. Parecen niños.
-estas bien? -me dice Maya.
-mejor que nunca.
-bien…¿entonces que … aceptamos el vestido como vestimenta para la cena.?
Me.miro en el espejo y lo toco. Me queda perfecto de eso no cabe duda.
-acepto el vestido.
-no te arrepentirás. Serás la expectación de la noche.
- No soy yo quien tiene que destacar.
-pero lo harás. -me guiña un ojo y se coloca detrás de mí para desabrocharme el vestido.
Cuando bajamos la mesa está puesta y ya hay parte de la comida encargada encima.
Huele que alimenta y yo me muero de hambre. Pero ellos no están. Gabriel y Robert no se encuentran en el salón.
-ya estamos aquí chicos -grita mi hermana.
Les veo entrar con una cerveza en la mano y riéndose.
Me sitúo en el lado de la mesa que siempre ocupo cuando vengo a comer.
Gabriel parece que se va a sentar enfrente mía.
Me dispongo a sentarme cuando algo me deja a medio trayecto.
-te traigo otra antes de sentarte.-le dice Robert a Gabriel.
-claro.
Y es en ese momento. Justo en ese momento, cuando se está tomando el último trago de cerveza y estira el brazo hacia arriba cuando su corta camisa se levanta descubriendo ese abdomen perfectamente cuidado y ligeramente sombreado que se aprecia más de la cuenta por la bajada del vaquero. Un vaquero que hay que reconocer parece esculpido en su cuerpo.
-¿buena verdad?
Recoge con su lengua el sabor de la cerveza que ha dejado en sus labios y me mira.
-muy buena la verdad.- dice sin a apartar la mirada.
Y yo me derrito, si. Sin remedio. Aquí estoy, luchando con mis propios sentimientos, con la ilusión, con la felicidad,con la confianza. Con todo aquello que si saco más de lo necesario al exterior dolerá. Pensar en el mañana, en el que pasará, en el que me dirá, en todo…
Desvío la vista pero no por vergüenza sino por la mirada que tengo ahora mismo posada a.mi derecha.
-me muero de hambre. -le digo a Maya.
-ya veo.
No digo nada. Si contesto será peor.
La cena resulta tranquila y amena. Hemos hablado de muchas cosas y no necesariamente de lo que creía.
Estamos preparando los cafés en la cocina mientras los chicos ayudan a recoger la mesa. Miro la hora y compruebo que todavía es pronto. Bien, porque lo estoy pasando bien y después de saber algo más de Gabriel mi interés por el a cambiado.
-¿tienes prisa?,¿has quedado con alguien?¿por cierto qué tal la cena? ¿quien es el misterioso que ha conseguido que volvieras a la existencia exterior de tu burbuja?
-joder Maya…
-que pensabas. .. que te ibas a librar.
-pues si.
-pues no. Cuenta.
-qué quieres saber.
-quien es el. Quien es ese hombre…- y esto último lo dice con la melodía que acompañaba la banda sonora de “Pasion de gavilanes” esa telenovela que no se libraba ni el apuntador de lo bueno que estaban todos.
-se llama Neil.
-Neil?,no me suena .
- es uno de los chicos que pujó por mi en la gala.
-y….?
-y que?
-pues no sé, ¿qué tal la cena?,¿donde te llevo?.
- me llevo a un sitio muy original. Con un ambiente muy juvenil. Y la cena estuvo muy bien. En resumidas cuentas todo perfecto.
-¿no vas a contarme nada más verdad?.
-no hay nada más que contar.
-y por qué me huele que no me dices la verdad.
-cosas tuyas.
- anda,coge la bandeja con la leche y el azúcar. Yo llevaré el café y las tazas.
-¿de qué tienes miedo?
El roce de su aliento en mi cuello me hace estremecerme pero no de miedo por la intromisión sino todo lo contrario.
En estos momentos ni siquiera se si Maya está o no en la cocina, pero ahora, son esos momentos en los que te preguntas, ¿merece la pena hacer lo que piensas hacer?.
Le noto cada vez más cerca y un ligero ronroneo sale de mi boca y echando la cabeza irremediablemente hacia atrás expongo a su merced mi cuello.
Sus labios se posan en él y su contacto, su calor, son más intensos de lo que esperaba.
-esta noche te llevo a casa y no voy a permitir un no por respuesta.- me dice mientras pasa su mano por mi vientre y me empuja hasta tocar su abultada protuberancia.
-pues haber como te las apañas sin levantar sospechas.
-¿de qué tienes miedo?-me vuelve a repetir. Los continuos besos que estoy recibiendo me nublan la mente. Y no puedo pensar con claridad. Un hormigueo me recorre el vientre y se deposita entre mis piernas que me hace retorcerme y juntarlas.
-no es miedo. Por lo menos no esa clase de miedo que se puede creer.
-¿qué pasa por ahí chicos?-grita mi hermana.
-ya vamos.Estoy rellenando el azucarero.-la imito.
-mentirosa. - me dice muy cerca de mis labios.
-embaucador.
-me gusta.-y deposita un ligero beso en la comisura de mis labios. Delicado, justo, preciso y con unas prometedoras expectativas.
¿pero y ahora... qué...?