Narra Luffy
No teníamos ni dos segundos para descansar, quería patearle el culo a Kid de una vez y poder confesar mis sentimientos a Nami consiguiendo que fuera mi reina pirata pero nada, no podía.
-¿En que piensas Luffy? -dijo ella
-Nada -respondí
Corrimos tan rápido como pudimos al bosque.
-¿Crees que seguirá aquí Capitán-san?
-¡Seguro!
Si Kid se había dejado ver, seguro que era porque quería pelea. Lo encontraríamos.
-Luffy, ¡he visto una sombra allí!
Fuimos corriendo hacia donde había indicado Zoro.
-Aquí no hay nadie YOHOHO.
-Está SUPER jugando con nosotros.
-Quizás es una trampa. ¡Robin-chwaannn! ¡Nami-Chwannn! ¡No os separéis de mi!
Opinaba lo mismo que Sanji, a lo mejor era todo una trampa.
De pronto, una espada apareció volando cortándole la cabeza al peluche de Robin. Ella cogió las dos partes, tanto en su cara como en la de Zoro solo había odio.
-Tsk... ese maldito Kid. Está aquí.
Cerré mis ojos concentrándome para poder encontrarlo pero nada, no tuve ningún éxito.
-Nami, no te separes de mí -dije agarrándole la mano- Zoro, cubre bien a Robin.
-Aquí estamos en desventaja Capitán-san, Kid debe conocer bien el terreno.
Esta vez, muchas espadas se abalanzaron hacia nosotros pero pudimos esquivarlas sin problemas.
-¡Vamos en la dirección de las espadas! ¡Kid estará allí!
Empezamos todos a correr y pude ver yo también una sombra.
-¡Te patearé el trasero maldito!
Él no dejaba de correr pero de pronto, frenó en seco y lanzó tres enormes katanas, dando de lleno a Robin, Nami y Sanji.
-Si no me vais a ayudar, os mataré -dijo
-¡Mierda!
Todos nos acercamos hacia los heridos y Kid aprovechó para desvanecerse entre los árboles.
-¡Vamos hacia el barco! ¡No podemos luchar así! No dejaré que les ocurra nada a mis nakamas.
Había sido todo un auténtico fracaso pero sabíamos que Kid seguiría por el bosque, solo había que idear un plan y acabar con él. Cogí a Nami que parecía bastante herida y Zoro a Robin, Sanji se apoyó en Franky y Ussop a pesar de decir que se encontraba bastante bien. Nos dirigimos lo más rápido posible al barco y luego Chopper inspeccionó las heridas.
-Robin y Nami tienen un corte bastante profundo en el abdomen, las vendaré y curaré pero no deberán hacer demasiado esfuerzo para que no se les abra las heridas. En cuanto a Sanji, es un corte sin importancia, ni siquiera hace falta vendas.
-Ya os dije que estaba bien -replicó él
-¿Por qué Kid siempre las ataca a ellas? -pregunté- estoy un poco harto
-Lo importante ahora Capitán-san -dijo Robin- es idear un plan para acabar con él.
-Lo sé pero vosotras no os moveréis de aquí, os cuidarán Franky y Usopp.
-Pero quiero luchar.
-En vuestro estado no podéis. Por hoy, descansad.
Dejamos a Nami y Robin en sus habitaciones para que descansaran mientras Sanji hacia la cena. Fui hacia la cocina para verlo.
-¿Seguro que te encuentras perfectamente?
-No te preocupes Luffy -dijo mientras removía un líquido que tenía en la pota- no es nada y quiero cocinar para mis bellas mujeres.
-Genial pero... ¿Qué es eso que cocinas?
-Sopa, necesitarán algo caliente y nutritivo.
-Pero yo quiero carne. ¡La carne es nutritiva!
-¡Que voy a hacer sopa! -dijo con cara de enfado- Os hace falta.
-¡Carne!
Al escuchar nuestros gritos, Zoro apareció por la puerta.
-Cocinero pervertido, no grites o molestarás a las chicas.
-No estaba gritando Marimo.
-Haz carne y sopa, así nadie se quejará.
-¡EXACTO! -grité yo
-Bueno -dijo mirando Sanji con odio a Zoro- ¿Y que tal si bajas a la playa y recojes unas algas? Así decoraré la sopa con el mismo color de tu cabeza.
-¿Que has dicho?
Los dos empezaron a discutir como siempre y yo al final volví junto a Nami y Robin, tendría que conformarme con lo que hiciera. Ellas se habían quedado completamente dormidas. Me acerqué a Nami y le acaricié su sedoso pelo naranja.
-Te recuperarás pronto, ya verás.
Parecía un ángel descansando, no parecía la misma que nos golpeaba cada dos por tres. Me acuerdo que cuando la vi después de dos años, con aquel pelo tan largo, hizo que mi cuerpo recorriera una extraña sensación aunque no sabía que significaba, poco a poco voy entendiendo mis sentimientos. Le separé el pelo y le di un beso en la frente. Me iba a ir pero ella me frenó.
-¿Estabas despierta? -pregunté
-Si, cuando oí unos pasos cerré los ojos. Gracias por estar siempre conmigo Luffy.
-Pero de nuevo no pude protegerte Nami -dije decepcionado- te han echo daño.
Ella sonrió.
-Esto no duele nada, lo que me hubiera dolido es que no vinieras a verme. Si estás conmigo, yo estaré bien.
-Shishishi.
Ella se levantó de cama y nos dirigimos hacia la cocina.
Narra Zoro
Cuando acabé de discutir con el idiota del cocinero pervertido, entraron Nami y Luffy agarrados de la mano, ya era la cosa más normal del mundo entre ellos, me encantó la cara de Sanji, era única. Fui yo también a ver a Robin.
-Mujer, ¿estás despierta? -dije colocándome a su lado
-Espadachín-san -abrió los ojos- me acabas de despertar
-Oh... lo siento... pero quería hablar contigo.
-¿Hablar de q...?
La interrumpí antes de que acabara y le di un suave beso en los labios, mi cuerpo me lo pedía. Ella sonrió y me devolvió el beso con más energía, rodeando mi cuello con sus brazos, le encantaba eso.
-¿De esto querías hablar?
-¿Acaso no te parece este un motivo más que suficiente para despertarte?
Se quedó pensativa.
-No creo -rió- deberíamos ir con los demás, no quiero ser la única que está aquí.
-No te preocupes, la cena aún no está lista. Espera aquí dos minutos.
Salí de la habitación y fui junto a Usopp.
-Usopp, ¿Está ya listo?
-Si -dijo entregándome el tigre que estaba como nuevo- me hubiera gustado regalarle un peluche a Kaya...
-Deberías comprarle uno y cuando volvamos, se lo regalas.
-Tienes razón Zoro.
Fui hacia la habitación y escondí el peluche detrás de mí.
-¿Que escondes Espadachín-san?
-Toma -dije entregándole el peluche- está como nuevo.
Ella sonrió y me dio un abrazo muy fuerte.
-Gracias Zoro, siempre estás en todo.
-De nada. Era un regalo y no podía permitir que te quedaras sin el.
-¿Crees que si te corto a ti la cabeza podrás volver a unirla?
-¿Acaso quieres que me quede sin cabeza?
Rió.
-Puede.
Se abalanzó hacia mí y recibí otro perfecto beso de aquella mujer que me volvía loco, por lo menos no se la veía mal.
-Vamos hacia la cocina, quizás la cena ya está lista.
-De acuerdo -dijo ella
Le agarré la mano como había echo Luffy con Nami, si Franky se quejaba, tendría que fastidiarse.