Llegó la peliazul y se paró delante del lugar de Adrien.
-H...h...hola Adrien -dijo algo sonrojada.
-Hola Marinette, ¿pasa algo? -dijo curioso el rubio.
-Bueno, no... quiero decir, sí, sí pasa algo,... no, olvídalo, no es nada - dijo y se fue con Alya.
-¿Qué pasó Marinette? no que hoy era el gran día donde le confesarías tu amor.
-Sí lo es, es sólo, ¿qué tal si me rechaza, se enoja conmigo o me deja de hablar? - preguntó en tono algo triste y a la vez preocupada- me duele que sólo seamos amigos, pero que incluso lo dejáramos de ser me dolería muchísimo más...
-Está bien, yo te ayudaré.
-¿En serio? Muchísimas gracias Alya, te debo una.
En ese momento Alya fue con él y le susurró algo en el oído.
-¡¿Qué?! ¿en serio?
Adrien volteó a ver a Marinette con una cara de asombro y al mismo tiempo confusión.
Ella al instante se puso nerviosísima.
-¿Qué rayos le dijiste Alya?
-Lo que se suponía que tú le ibas a decir
-O sea, ¡¿le dijiste lo que siento por él?!-preguntó algo molesta.
La morena se encontraba muy avergonzada por haberlo hecho sin el permiso de su amiga.
Sí- dijo en un tono apenas audible.
-Pero, ¿por qué hiciste eso?, se supone que era un secreto, yo se lo diría hasta que estuviera lista, creí que me ayudarías de otra forma, se supone que somos amigas- dijo muy molesta
Marinette salió del salón, muy enfadada, fue a sentarse en una banca en el patio de la escuela.
Con unas cuantas lágrimas en el rostro empezó a decir para ella misma:
-¡No puede ser! ahora Adrien me va a odiar y tal vez ya ni siquiera me vuelva a hablar, ¡Todo por tu culpa Alya!
-Vaya, vaya, pobre niña, furiosa por la traición de su "amiga", ella sería perfecta para traer los Miraculous de LadyBug y Chat Noir -dijo el villano desde su guarida riéndose malvadamente mientras tomaba su akuma y la enviaba fuera de su escondite.