"Verdaderas intenciones"
El cielo comenzó a nublarse, parecía que pronto llovería, el panorama era un poco deprimente por los edificios hechos ruinas pero eso no le importaba a Mikaela o a Sumire ya que solo era cuestión de tiempo de que encontraran a Yuichiro, los soldados que acompañaban a Mikaela no sospechaban nada de lo que iba a suceder, cuando llegaron al ayuntamiento se encontraron con un escenario devastador, una batalla se había librado ahí y los resultados no eran tan evidentes, el edificio estaba bastante dañado y no por el paso del tiempo, había un gran silencio en la zona que se esparcía por todo el lugar.
- Han legado a atacar la base del Señor Crowley – dijo uno de los soldados que estaban a cargo de Mikaela.
- Tenemos que ver si el señor Crowley está bien – dijo otro vampiro pasando cerca de Mikaela.
- No, no sería bueno reunirme con Crowley ahora – dijo Mikaela apuñalando al vampiro con su espada, todos lo miraron desconcertados, pero de algo estaban seguros, Mikaela esra su enemigo.
- ¿Qué estás haciendo ayúdanos a derrotarlo?- se dirigió un vampiro a Sumire, la chica lo miró por un momento y ladeó su cabeza desconcertada.
- Lo siento pero yo estoy con él – dijo Sumire sonriendo de forma inocente mientras los veía.
- Sumire apártate – dijo Mikaela lanzando un ataque para acabar con todos los vampiros de un solo golpe.
- Eso fue bastante rápido, ahora hay que buscar a Yuichiro – dijo Sumire mirando a sus alrededores.
- Sí, pero... ¿Dónde estará Yuu? – dijo Mikaela observando su alrededor para idear un plan.
- Creo que será buena idea esperar al ejercito por esa parte, lo más seguro es que se vayan a refugiar, una pelea con Crowley Eusford debió haberles dejado varias bajas – dijo Sumire mientras apuntaba la posible localización del ejército.
Mikaela y Sumire comenzaron a alejarse del ayuntamiento, pero Sumire se detuvo unos pasos más tarde de manera sorpresiva.
- ¿Qué sucede Sumire? – preguntó Mikaela dejando de caminar para observar a Sumire.
- No, nada solo es que escucho un Requiem –dijo Sumire girando a en varias direcciones su cabeza para buscar el lugar proveniente del ruido.
- ¿Requiem?- preguntó Mikaela algo extrañado.
- Sí, esta melodía marca la muerte de alguien, pero es bastante extraña.... – contestó Sumire desviando su vista al ayuntamiento, pero acto seguido miró a Mikaela y comenzó a caminar de nuevo.
No muy lejos de ahí, una chica de cabello blanco y otro del mismo color de cabello, se encontraban dentro de un edificio en ruinas, en el tercer piso para ser exactos, desde ahí lograban ver la ciudad, no era tan difícil ver desde ahí ya que los edificios estaban destrozados, el cielo nublado hacia que el interior del edificio se oscureciera considerablemente por lo que Elliot y Eveline apenas lograban distinguirse, ellos se encontraban vigilando a Mikaela y a Sumire desde ahí.
- ¿Qué vamos a hacer Elliot-ni ("Ni" se refiere a la forma de llamar en Japón a los hermanos mayores) , Yuichiro Hyakuya acaba de morir?- pregunto Eveline mientras se recargaba en un pilar del lugar.
- No creo que vaya a morir tan fácil, esos ángeles no lo dejaran, solo tenemos que esperar a que lo encuentren –contestó Elliot quien estaba sentado en el pilar de al lado.
- ¿Crees que funcione tu plan Elliot-ni? Se suponía que debíamos estar con Sumire en el mismo helicóptero, sin embargo, nos adueñamos de uno y asesinando a todos– preguntó de nuevo Eveline.
- Funcionará, sé que nuestra misión era cuidar a Sumire pero, nunca les jure lealtad a los vampiros, ese Aarón es muy crédulo, empezó a confiar en nosotros cuando nos convertimos en simples muñecas sin emociones –dijo Elliot poniéndose de pie, acercándose a la orilla del edificio la cual no tenía pared.
- Yo te seguiré Elliot-ni –dijo Eveline ladeando su cabeza tiernamente, sus palabras no tenían emoción y su rostro también decía lo mismo, sin embargo, ella lo decía de forma sincera.
- No te preocupes hare que page Krul Tepes y Aarón Morgan por lo que nos hicieron- dijo Elliot con un tono sin emociones pero con odio en él.
- Exacto, harás que paguen todos ellos, Ira, Odio y esa obsesión por proteger a tu hermana es lo que me encanta de ti – dijo una voz femenina en la oreja a Elliot.
- Así es Kanon – dijo Elliot sonriendo y dirigiendo su vista a la chica, Kanon; es un demonio con la apariencia de una adolescente de no más de 14 años, su cabello era del color de los árboles de cerezo, su cabello era corto y estaba amarrado en una pequeña coleta del lado derecho dejando suelto poco cabello, su piel era de un tono blanquecino resaltando sus ojos escarlata, vestía un kimono corto negro y blanco con franjas rosas.
- Te prestare todo el poder que tenga, pero dejare de hacerlo cuando esos sentimientos que más amo desaparezcan –dijo Kanon con una sonrisa en el rostro mientras retrocedía bailando entre saltos.
- No tienes que preocuparte por eso no desaparecerán estos sentimientos- dijo Elliot mientras veía a Kanon sonriéndole de manera amistosa.
- Asesina a Yuichiro Hyakuya, arruina el plan de los humanos y los vampiros- dijo Kanon entre rizas extendiendo sus brazos como si presentara algo.
- Vamos Mikaela, Sumire encuentren a Yuichiro para que yo solo me deshaga de el – dijo Elliot sonriendo sinceramente, el o había perdido del todo sus emociones, aún conservaba algunas a diferencia de su hermana quien ya casi las perdía por completo.
Eveline miró a su hermano, sabía que había entablado una conversación con su demonio, por lo que no le pareció extraño, Elliot dirigió su vista al paisaje y espero pacientemente a que Mikaela recupera a Yuichiro.
Sumire y Mikaela ya habían llegado al punto donde posiblemente el ejército pasaría, era una carretera desolada, aún conservaba algunos vehículos después de tanto tiempo, Mikaela se subió a un camión abandonado de la zona para ver de mejor manera Sumire se quedó abajo observando el cielo nublado.
- Ten cuidado, prepárate para luchar en cualquier momento, presiento que vendrán muchos soldados- dijo Tsuki apareciendo detrás de Sumire, Tsuki tenía una extraña sensación, presentía que algo malo iba a ocurrir, pero que exactamente, era lo que se cuestionaba ella, no podía estar tranquila con esa sensación pero al no poder hacer nada desapareció poco a poco.
- Gracias Tsuki – dijo Sumire girando su vista hacia Tsuki quien ya estaba a punto de desaparecer.
Una sensación fría que caía en su piel y desaparecía hizo que Sumire dirigiera su vista al cielo.
- ¿Nieve? - se preguntó Sumire a si misma poniendo su mano para detener esas pequeñas gotas blancas antes de derretirse.
ype.rK~
Gracias por seguir leyendo y los votos :D
Lo siento por subir el capitulo tarde espero subir el otro pronto :p
Nos vemos hasta la próxima lectura.
Me despido ¡Byeeee!