"Solo es cuestión de tiempo"
A la comandante Aihara junto con los últimos sobrevivientes de su escuadrón se les había otorgado la misión de esperar a los demás soldados que habían salido a asesinar a su respectivo progenitor, pasó bastante tiempo y no daban señales de regresar, sin embargo, todos se alegraron a ver al otro escuadrón regresar, tal vez no en las mejores condiciones pero, aun estaban con vida. Todos estaban listos para partir para alcanzar al Teniente Coronel Guren, pero el sonido de un helicóptero alarmó a la comandante Aihara, ella sin avisar le disparo al helicóptero enemigo que estaba encima de ella con ayuda de su arma demoniaca en forma de arco dando la señal de ataque.
El estruendo del helicóptero que acababa de ser derrotado, se sintió en el helicóptero de al lado donde Sumire se encontraban, no obstante, ella no estaba asustada, más bien era la señal para que todos los vampiros dentro del helicóptero salieran de este y entraran en combate.
- Los humanos de esta zona deben de saber el paradero de Yuichiro, no llames mucho la atención – dijo Sumire sonriéndole a Mikaela mientras esperaba su turno para abandonar la nave. Sumire sabía que Mikaela haría algo imprudente o llamativo y eso le preocupaba aunque también tenía que confiar en la inteligencia de él.
- Hare que me digan donde esta Yuu –dijo Mikaela mirando el suelo desde el helicóptero y saltando de el mismo.
Una vez en el suelo, comenzaron a entrar en combate contra los soldados de la zona, Sumire no era la excepción tenia a un soldado haciendo su intento inútil de ganarle en la batalla, el sol alumbraba toda la plaza en ruinas, costaba creer que un día como esos el mundo realmente estaba acabado, una simple fantasía que pronto se esfumara, pero la realidad era esta, un lugar hecho un desastre dejando evidencias que ahí hubo una terrible batalla.
Un golpe contra el suelo llamó la atención de Sumire, giró su cabeza inmediatamente en la dirección de dónde provenía aquel sonido.
- Humana tengo algo que preguntarte –dijo Mikaela quien era el causante del ruido provocado por empujar al suelo a una chica ; de cabello ondulado marrón, que llevaba amarrado su cabello con unas pinzas, usaba el uniforme estándar del ejército imperial japonés.
- ¿Qué parte de "No llamar la atención" no entendió? – dijo Tsuki apareciendo a espaldas de Sumire mientras miraba a Mikaela con una actitud de "ya me lo esperaba".
- ¡Todos código 284! – dijo Aihara; una chica de cabello ondulado marrón ordenándoles a los demás soldados lo que dictaba el código.
Todos comenzaron a morder algo y poco a poco varios soldados comenzaron a perder la vida, los vampiros estaban sorprendidos por las acciones de los humanos, cada humano comenzaba a cometer suicidio y la chica que tenía Mikaela no era la excepción, sin embargo, Mikaela sin titubear metió su mano violentamente en la boca de Aihara sacando cuidadosamente la pastilla que le causaría su muerte.
- (Realmente no esperaba que ellos actuaran de esta manera, cometer suicidio por medio de pastillas con veneno no es algo que se vea todos los días... aunque... ¡Mika sigue llamando la atención!) – pensó Sumire dando un suspiro dejando el cuerpo del soldado con cuidado en el suelo mientras miraba de reojo a Mikaela para cubrirlo de cualquier sospecha de los demás vampiros.
- Pregunta todo lo que quieras porque será inútil – dijo Aihara retando al vampiro que estaba en frente de ella.
- ¡Cállate! – ordenó Mikaela acercándose a la chica para que nadie pudiera oír lo que diría a continuación
- Hazte la muerta o los demás vampiros descubrirán que estas viva si respondes a mi pregunta te dejare vivir ¿Está claro?... ¿Conoces a un humano llamado Yuichiro Hyakuya – dijo Mikaela alejándose del rostro de la chica.
- Mátame antes de vender a uno de nuestros compañeros – dijo Aihara sin ningún temor.
- ¡Cállate Yuu no es de los tuyos! - dijo Mikaela comenzando a alterarse, para él era imperdonable que estuvieran usando a Yuu para sus fines.
- Pero... ¿Tu qué eres? – preguntó Aihara sorprendida por la actitud de aquel vampiro.
- Eh Mika ¿Qué haces?- dijo Lacus interrumpiendo el momento.
- Esta humana también está muerta –dijo Mikaela tratando de no parecer sospechoso.
- Serán idiotas – dijo Lacus mirando a sus alrededores.
- Miren son rastros de haber matado a un vampiro – dijo Rene mostrando los múltiples uniformes de los vampiros tirados por todo el suelo de piedra.
- Lo más seguro es que pertenezcan a el ejercito del progenitor que estaba aquí- dijo Sumire tratando de desviar la atención de los vampiros de Mikaela.
- Lucal Wesker controlaba esta zona – dijo Rene mirando hacia atrás para mirar a Lacus, Sumire y Mikaela.
- Entonces él está... Supongo que también los del subterráneo deben de estar muertos- dijo Sumire mirando a Lacus quien ya había comenzado a reclamar.
- Unos humanos no pudieron haber matado a un progenitor – dijo Lacus sin poder creer lo que estaba ocurriendo.
- Señores Lacus y Rene ¡Todos los vampiros del subterráneo han sido aniquilados!- dijo un soldado haciendo que lo que había dicho Sumire fuera más impactante.
Lacus y Rene se sorprendieron al saber que también habían asesinado a Mel Stefano uno de los progenitores de la zona, decididos los vampiros que se encontraban ahí se dirigirían al lugar del décimo tercero progenitor Crowley Eusford, sin embargo Aihara al escuchar esto recordó que era el lugar en donde se había dirigido los otros soldados a cargo de Guren Ichinose, sin dudar en proteger a sus compañeros tomo de rehén a Mikaela quien estaba todavía cerca de ella, amenazándolo con un cuchillo que traía.
- ¡No se muevan! ¡Si se mueven juro que lo mato!– dijo Aihara acercando el cuchillo al cuello de Mikaela.
- (Esto no va bien) – pensó Sumire mirando a la chica que amenazaba a Mikaela, tratando de manejar la situación de la mejor manera sin cometer algún error que arruinara el plan de Mikaela.
- Mika ella aún está viva – dijo Lacus observando sin ningún interés la situación.
- Atrápala le sacaremos información -dijo Rene mirando a Mikaela esperando que este hiciera la indicación.
- ¡He dicho que no se muevan! ¡¿Es que acaso les da igual que muera?! – dijo Aihara alarmada por la situación, su voz se escuchaba desesperada, tenía que proteger a sus compañeros a toda costa. Sumire miró a la chica de manera amenazante y apretando con su mano su alabarda pensaba en irla a atacarla, los ojos azules de Mikaela observaron a Sumire dándole a entender que no hiciera nada y fuera paciente, la chica entendió la indicación y para contestar a esta afirmó levemente con la cebeza.
- Has lo que quieras si muere, será culpa suya –dijo Lacus sin intenciones de ayudar a Mikaela.
- Espera ¿Qué es lo que quieres de mí? – pregunto Mikaela calmado.
- ¡NO HABLES!- dijo Aihara alejándose unos cuantos pasos sin soltar a Mikaela, Sumire seguía vigilando la situación dispuesta a entrar si ocurría lo peor.
- Yuichiro Hyakuya se dirige ahora mismo al ayuntamiento –dijo Aihara algo asustada y preocupada, la única manera de salvar a sus compañeros era confiando en aquel vampiro de cabello rubio, Mikaela al escuchar sus palabras se preocupó, si Lacus y los demás iban a el ayuntamiento sería imposible recatar a Yuichiro.
- ¿Por qué confías en mí? – preguntó Mikaela relajado.
- Me lo juego todo porque has llamado Yu a nuestro novato, eso es todo lo que se ¿Sabes lo que significa eso? –dijo Aihara con una sonrisa de sinceridad esperando que sus compañeros lograran salvarse, cambiándola inmediatamente a una mirada preocupada, Mikaela había entendido el mensaje de la chica, estaba dispuesto a cualquier cosa para salvar a Yuichiro.
- ¡Muere! – dijo Aihara dentro de su actuación, Mikaela le siguió el juego y deteniendo la mano de su enemigo con la que sujetaba el cuchillo, al tener su brazo lo apretó con su mano provocando un sonido de crujido en el lugar del apretón, la chica del dolor se dejó caer al suelo hincada.
Ambos comenzaron un juego de actuación para engañar a los demás vampiros, si Sumire no hubiera conocido el plan de Mikaela posiblemente hubiera caído en la trampa, todo estaba en el lugar indicado era tan realista que no lograrías ver las verdaderas intenciones de ambos.
- La segunda compañía, del Ejercito Demoniaco Imperial Japonés ¡Va a atacar el jardín botánico, del parque Higashiyama! ¡Tienen el plan de asesinar a Zane Lindau – dijo Aihara para terminar con la actuación de ambos.
- ¿Lo conoces? – dijo Mikaela golpeando a Aihara sin contenerse para que esta cayera al suelo.
- Como no lo conoces, es el décimo séptimo progenitor- dijo Lacus sorprendido.
Lacus y Rene se miraron y empezaron a cuestionar la información, era evidente que se tenían que mover inmediatamente al lugar que le había dicho aquella chica.
Sumire esperaba a Mikaela quien estaba siendo detenido por Aihara, Sumire sentía una sensación de tristeza al verla, algo muy común en el campo de batalla.
Aihara en su último intento de actuación le lanzó un ataque a Mikaela para que este la matara y no dudaran de su información, el chico sin dudarlo la asesino al lanzarle un ataque su espada, Aihara se sintió satisfecha al recibir ese golpe de muerte, no tenía nada más en este mundo, pero la satisfacción de poder salvar a sus compañeros era todo para ella, él tiempo se volvió lento, la chica sonrió agradecida mientras movía sus labios haciendo la palabra "Gracias", Sumire agachó la mirada al verla.
- (Con que eso es dar la vida por tus amigos) –pensó Sumire sonriendo levemente mientras veía a la chica tirada en el suelo.
Lacus y Rene comenzaron a comentar la situación, como era de esperarse se dirigirían al lugar del noble, sin embargo, Mikaela pidió tomar otra dirección poniendo como excusa, la cual era en no confiar en los humanos.
- Dame cinco soldados iré a echarle un vistazo al ayuntamiento solo por si acaso... y por cierto, necesito que Sumire venga conmigo – dijo Mikaela esperando que todo su plan marchara a la perfección, Sumire lo miró un tanto sorprendida, no espera que Mikaela le empezara a pedir ayuda.
- Así que ya has hecho un amigo Mika- dijo Lacus sonriendo sorprendido.
- No está mal, te dejaremos esa parte a ti- dijo Rene convencido de la idea de Mikaela.
Sumire observó como el helicóptero con la fuerza principal de los vampiros se alejaba poco a poco del lugar, su cabello se movía levemente por los restos de viento que caían sobre ella.
- Bien síganme, vamos a investigar el ayuntamiento –dijo Mikaela como orden a los vampiros que lo acompañaban.
- Ya casi recuperaremos a Yuichiro, Mika – dijo Sumire acercándose a Mikaela.
- Sí – dijo Mikaela sonriendo de manera sincera, Sumire se sorprendió de ver a Mikaela sonriendo de esa forma, su sonrisa era tan cálida que hizo que Sumire se emocionara y sonriera alegremente.
- Espérame Yuu-chan – dijo Mikaela dirigiendo su vista al cielo.
Sumire y Mikaela comenzaron a caminar a su destino, Tsuki apareció parada a unos cuantos metros de ellos, veía de manera melancólica y preocupada a Sumire.
- (Una vez que encuentres a Yuichiro, Mikaela tomara otro camino... Sumire ¿Qué vas a hacer cuando llegue ese momento? Acaso ¿Te volverás a quedar sola? – dijo Tsuki viendo las espaldas de Sumire y Mikaela, ambos caminaban a la misma altura, Sumire parecía que no se preguntaba la situación, estaba bastante alegre que posiblemente no se lo haya preguntado. Tsuki camino unos pasos y fue esfumándose poco a poco sin dejar rastro alguno.
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Gracias por seguir leyendo.
Por suerte ya puedo utilizar la actualización de wattpad (aunque todavia no la se usar bien :p ), espero que les haya gustado.
Nos vemos hasta la próxima lectura.
¡Byeee!